El Salsero en Guayaquil: Todo el Fin de Semana (Entrega DOS y FINAL)

Medianoche del sábado 9 y el anuncio de que el Taca 026 está por aterrizar me despierta. ¡Sin duda que esas luces allá abajo deben ser las de la ciudad de Guayaquil!
Días atrás, el lanzamiento del disco Viva la Tradición de la Spanish Harlem Orchestra había sido el motivo de un contacto previo con nuestro amigo Oscar Hernández, creador y director de la orquesta. El lanzamiento incluso originó una nota en nuestro blog, motivado no solo por la noticia misma y por la calidad del disco, el cual merece comentario aparte.

Por esos días ya se había anunciado la visita de la SHO a Guayaquil, ciudad que cumple el 190 aniversario de su Independencia y, previa coordinación con Oscar y “permiso de la familia” nos enrumbamos (de “rumba”) por vez primera a Ecuador.
Para la mañana del sábado habíamos quedado en llegar al Courtyard del Marriot y llegando encontramos en las cabinas de internet del hotel a Reinaldo Jorge y Máximo Rodríguez recibiendo las partituras de la música de José Alberto

Llegan Oscar, “Chino” Núñez, Richie Viruet y George Delgado y al poco rato aparecen los dos cantantes de la orquesta: Carlos Cascante y Marco Bermúdez. Con ellos, estaba Christian Mejía, gran aficionado salsero de Guayaquil con quien iríamos, llegado el mediodía, a la casa-estudio de Freddy Auz, en la cuarta etapa de La Alborada, donde sería el ensayo del repertorio de El Canario.
Acá está la llegada de la orquesta al ensayo (mediodía del Sábado 9):
El estudio es pequeño y son doce músicos más cinco personas. Me siento al costado de José Alberto para ser testigo “privilegiado” de hora y media de ensayo. Sensación especial de compartir ese momento con los integrantes de, hoy por hoy, una de las mejores orquestas latinas del Mundo.
Algunas canciones toman más tiempo para quedar listas, los coros también requieren ser ensayados, las moñas, los breaks….era como estar en un “show privado” solo para unos cuantos. Repito: Tremenda Experiencia ser parte de ese momento especial.
Un extracto más del ensayo en La Alborada, Guayaquil (casa de Freddy Auz):
Durante el ensayo llegan más salseros y gente vinculada a la movida musical guayaquileña. Entre ellos conocemos a Carlos Prado, flautista que tiene un grupo de Latin Jazz y quien horas más tarde tendría un momento especial durante el show de El Canario. Carlos me sorprende por su apreciación sobre la música peruana, su admiración por Chabuca Granda, Eva Ayllón y me comenta de su amistad “por internet” con el peruano César Peredo.

Con Carlos, Christian y Marco Bermúdez (acompañado de su señora madre) nos vamos a almorzar comida típica.El lugar es El Aguacate en Urdesa y el plato (sugerido por Marco) es la Bandera Triple, un contundente trío de guata (equivalente al cau cau limeño), seco de chivo (cordero en Perú) y camarón (para nosotros son langostinos). De regreso a Lima habrá que retomar la dieta.

A las 4:30 pm estaba programada la prueba de sonido, pero nos fuimos con Christian y con El Canario para visitar La Bahía (el equivalente al limeño Polvos Azules), visita que le trajo muchos recuerdos al dominicano.
Ahí terminaba la tarde. Al hotel a tratar de descansar un rato, revisar y escribir algo y prepararse para la noche
Llegamos al hotel hacia las 9:00 pm y ya había ambiente en la recepción del Marriot. Al igual que en Lima, los salseros de Guayaquil se acercan a saludar a los artistas. Fotos, firmas de autógrafos, más charla, los polos con el logo de la orquesta y bordeando las 11:00 de la noche salimos en caravana tras el bus de la orquesta.

Llegamos a la zona delantera del recinto, al aire libre y con sillas para los invitados, en su mayoría del Gobierno de Guayaquil. En el escenario estaba Alleguez Son, popular grupo dirigido por el cubano Joel Alleguez (cantante, trompetista y trombonista) con un repertorio tradicional (“El Cuarto de Tula”, “Chan” y “El Tiki Taka” que parece ser el tema más pegado del grupo).

Pasada la medianoche todo va quedando listo para apreciar a la “Hispánica del Barrio”, que da inicio a las 12:10 am con su “SHO Intro”, donde Hernández presenta a los integrantes de la orquesta.

“Cuando Te Vea”, interpretada por Ray de la Paz ya nos da un indicio de lo especial que será la velada, con un electrizante solo de trompeta de Richie Viruet, dando paso luego a “En el Tiempo del Palladium”, con un Marco Bermúdez totalmente entregado a su público, con Héctor Colón en la trompeta y Jorge González al bongó. El turno sería luego de Carlos Cascante para “Se Formó la Rumba”:
En “Pa’ Gozar” los tres cantantes, todos los vientos y la percusión tuvieron la chance de mostrarse y en “Tun Tun Suena el Tambor” Marco nuevamente se puso al frente de los cantantes, con la intervención especial del trombón de Reinaldo Jorge . La SHO cerró la primera hora del show con “Ahora Sí”, a cargo nuevamente de Ray de la Paz.



A la 1:10 de la mañana hizo su ingreso a tarima José Alberto “El Canario”, que tuvo un efusivo recibimiento tras casi quince años de ausencia en tierras guayaquileñas. El dominicano tuvo una gran actuación, basada en su dominio de escena y su carisma con el público, aunque faltó su interpretación del tema “La Paella”, que cuenta con gran popularidad en esta ciudad.
En “Sueño Contigo” invitó a Carlos Prado a un “contrapunto” de flauta que quedó para el recuerdo:
El Canario estrenó el arreglo de “Te Regalo Flores”, tema incluido en su más reciente disco y al final de su segmento recordó, junto a Ray de la Paz, aquel disco de Noche Caliente (de Louie Ramírez) en le cual ambos fueron cantantes y que es reconocido como uno de los primeros discos que recogió el estilo de las baladas adaptadas a la Salsa. Asimismo, le hizo entrega a Marco Bermúdez de un reconocimiento de sus colegas connacionales por su destacada labor fuera de la patria ecuatoriana.
Con el sabroso tema “Bailemos Otra Vez” José Alberto interactuó con el público asistente, bajando incluso del escenario, y dejando muy animado al público de Los Tres Cerritos, que lo despidió con mucho cariño.
La noche cerró por todo lo alto con “La Banda” con Bermúdez, sin duda la figura de la noche, y el sabroso “Ariñañara” con Ray, Marco, Carlos y José Alberto soneando. Un remate a gran altura de esta gran banda del Spanish Harlem.
Creo que uno de los méritos de la SHO es que es su repertorio, que permite el lucimiento de todos por igual. Ya que se trata de músicos con experiencia y calidad, el resultado es óptimo para beneficio no solo el bailador sino también de quien quiere escuchar buena música.

La noche no terminó ahí. Eran las 2:45 de la madrugada y teniendo en cuenta una ordenanza que decreta que los locales públicos deben cerrar a las 3:00 am, el “after-party” fue en la recepción del hotel. Este fue otro momento grato, junto a los músicos y a los seguidores ecuatorianos con quienes departimos otro momento para el recuerdo.
Me queda para el recuerdo Ray de la Paz haciendo “a capella” muchos de sus éxitos, lo mismo que a Marco Bermúdez, gran anfitrión y amigo. La noche se hizo día, momento para irse a descansar.

El domingo por la tarde sería otro momento muy especial junto a Christian Mejía, quien muy amablemente nos hizo conocer lo más representativo de Guayaquil, una ciudad que combina modernidad y tradición.
Estuvimos por el centro, por la Avenida 9 de Octubre hacia el Malecón y luego nos fuimos al tradicional sector de Las Peñas, subiendo las escaleras “hasta que el calor y el cuerpo permitieron”, para luego refrescarnos con unas cervezas muy propicias, escuchando Salsa y tocando el bongó y la campana en uno de los locales de la zona.

El periplo terminó en la zona de Sanborondón, en la casa de Christian y su familia a quienes agradezco infinitamente por sus atenciones en este corto pero inolvidable viaje.

Está empezando el lunes y acá, en el cuarto del City Plaza ya debo cerrar la nota para dormir un poco antes del retorno a Lima. Termino agradeciendo a los salseros de la ciudad por la acogida con los peruanos presentes en esta gira de la SHO en Guayaquil (Eder Goytizolo estará de acuerdo conmigo) y los felicito por su entusiasmo.
Gracias también a todos los músicos por su disponibilidad, paciencia y, principalmente, por ese arte y sabor que nos hizo gozar a todos. Los espero en Perú.
A Norma por el apoyo con la radio en Lima este fin de semana, a Angelina por el contacto del sábado y a Manuel por la llamada de esta noche.
Milagros, Alexandra y Ariana, GRACIAS. Las amo y las extraño. Las veo en unas horas….
¡Viva la Spanish Harlem Orchestra!
¡Viva la Salsa!
¡Viva la Tradición!
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