30 sept 2021 0 comentarios

El mito de Héctor Lavoe


Fuente: Prensa Sin Censura, Puerto Rico. Por: Jaime Torres Torres

En el septuagésimo quinto aniversario de su natalicio y tras 28 años de su partida, no hay duda de que Héctor Lavoe le sigue cantando al pueblo latino desde la otra vida, como lo prometió en el seis con décimas “Canto a Borinquen”.

La leyenda ya es un mito. Un fenómeno popular comparable solo, a juicio de este periodista, con Carlos Gardel, Edith Piaf, Pedro Infante y John Lennon.

Ningún exponente de la Salsa ha calado tan profundo en el corazón del mundo como Héctor Juan Pérez Martínez. Y el mito crece y se inmortaliza cada día más porque su música es una expresión espiritual, muy de adentro, demasiado sincera y espejo de su vida; de sus deleites y sinsabores.

Así, 75 años después de su nacimiento, se explica la trascendencia del artista ponceño Héctor Lavoe, un tipo empático y simpático; un camarada de barrio; sencillo y humilde, como no muchos.

El Cantante, indiscutiblemente, es arquetipo perfecto de la simbiosis entre salsa y esquina; acera y pena; calle y relajo; es el intérprete más completo y polifacético de la música afroantillana. Me lo imagino a sus 75 años guapeando en el trap y el reguetón. Cantó de todo y con originalidad: bolero, bugalú, guajira, bomba, plena, aguinaldo, seis, guaguancó, ranchera, samba, balada, merengue, danza y tango.

En su cumpleaños 75, Héctor Lavoe siempre será eco del sentimiento de la urbe y emisario de las ilusiones de los barrios populares. Desde La Perla hasta Bélgica; desde El Callao hasta Loizaida. Sus pregones son una radiografía de la vida por un sencilla razón: sus antecedentes.

Héctor Juan era un mozalbete de siete años cuando se ausentaba de sus clases de trombón de vara en la Escuela Libre de Música Juan Morel Campos en su Ponce natal. Se escapaba con sus amigos de la barriada Machuelitos al Río Portugués, donde se bañaba esnú.

En plena posguerra y lejos aún de una transición hacia la modernización, la otrora Ciudad Señorial, como otros pueblos de la Nación, ofrecía pocas garantías de progreso a sus niños y jóvenes.

La economía era fundamentalmente agraria y, aparte de escasas oportunidades de trabajo en el cultivo de la caña de azúcar, el desempleo obligó a decenas de ponceños a enlistarse en el Ejército de Estados Unidos.

Héctor nunca consideró la carrera militar como opción de trabajo para su vida. Huérfano de madre a temprana edad, fue su padre Luis Pérez, un comerciante y músico aficionado, la persona que despertó su sensibilidad hacia la música popular en general.

Don Luis, guitarrista muy solicitado en las celebraciones de las Fiestas de Cruz, los rosarios, Promesas a los Reyes y otras prácticas de la religiosidad popular, deseaba que su hijo recibiera educación formal en música y se convirtiera en un gran trombonista.

Pero el hijo de Panchita y Luis anhelaba cantar. Y era natural porque en sus incansables andanzas por las esquinas y travesuras por los cañaverales de Machuelo, Tenerías, San Antón, Magueyes y Sabanetas siempre anduvo a flor de labios con un bolero de Vicentico o un aguinaldo de Chuito, a quienes imitaba muy bien.

En el Ponce de la posguerra las serenatas constituían una de las estampas más auténticas de la vida en el campo y la ciudad. Héctor estuvo expuesto a veladas musicales en los barrios ponceños y las letras del cancionero popular latinoamericano se las aprendió fácilmente, en ocasiones escuchando la radio o depositando centavos en las velloneras de los cafetines.

Héctor Juan fue un trovador innato y un tipo muy elocuente, con una labia y poder de persuasión que enamoraba a las chicas. Su exposición al cine mexicano, argentino y español de la época; a las películas de Joselito, Sara García, Miguel Aceves Mejía y Lola Flores, enriquecieron su bagaje social, cultural y musical, que amplió al emigrar a Nueva York el 3 de mayo de 1963.

Su fama, como documentamos en el libro “Cada Cabeza es un Mundo: La Historia de Héctor Lavoe”, se registra en Nueva York, como cantante de Willie Colón, vocalista de las Estrellas de Fania y como solista.

El resto es historia.

Hoy, en la efeméride de su natalicio, se debe aclarar, no obstante, que la primacía de la devoción e irreverencia al Cantante de los Cantantes la tiene Perú.

Las melómanas y melómanos de Lima, El Callao y otras ciudades, lo idolatran desde antes de su visita a la Feria del Hogar en 1986. El fenómeno sociocultural sigue vigente e ‘in crescendo’, impactando la vida de niños y jóvenes que devoran con avidez su música y honran con ingenio su memoria.

Desde mascarillas para evitar el contagio del Covid-19, hasta murales, camisetas con estampados, pinturas y hasta tatuajes corporales. Pero lo más importante es su música. Los peruanos la escuchan y reescuchan; la cantan a la saciedad; la escudriñan; la reinterpretan; la rastrean en todos los formatos, atesorando las versiones originales en vinilo, 8-track y casete.

¿Cuándo Puerto Rico cedió a Perú su sitial de veneración al mito de Héctor Lavoe? Eso será tema de otro artículo.

Mientras, hoy 30 de septiembre honremos la memoria de El Cantante escuchando su música y tarareando un pregón como oración en el panteón del cementerio municipal de Ponce, donde desde 2003 yacen sus restos junto a los de su esposa Puchie y su hijo Hectito. ¡Lavoe vive!

26 sept 2021 0 comentarios

Roberto Roena: así serán sus funerales y los tres meses que vivió en Cali

 

ACTOS FUNEBRES DEL MAESTRO ROBERTO ROENA: 

Los restos de “El Señor del Bongó” Roberto Roena Vázquez, quien falleció el pasado jueves a sus 81 años, serán expuestos el próximo fin de semana en Mayagüez y San Juan.Así lo informó Andrés Waldemar, cantante de la orquesta y portavoz de la familia.

"Agradecemos grandemente al honorable Miguel Romero, alcalde del municipio de San Juan, por su disposición y gran ayuda en todo este proceso y de igual forma, al municipio de Mayagüez y su honorable alcalde José “Guillito” Rodríguez y a todo su personal por tanto amor al maestro”, expresó el integrante de la agrupación de Roena Vázquez.

El próximo sábado, 2 de octubre, el velatorio dará inicio en Mayagüez en honor a su nacimiento y primeros años de infancia. La comitiva fúnebre saldrá de la funeraria Ehret en San Juan recorriendo la costa norte hacia Mayagüez. Se espera que a eso de las 10:45 a.m. haga su llegada al puente de la carretera PR-2 en la Sultana del Oeste. Habrá un recorrido por las calles principales de la ciudad mayagüezana, incluyendo su barrio Dulces Labios.

Luego de este recorrido, llegará al Palacio de Recreación y Deportes, donde el pueblo tendrá la oportunidad de brindarle el último adiós y participar de un acto protocolar coordinado por la Oficina de Cultura y Prensa del municipio de Mayagüez.

Mientras, el domingo, 3 de octubre, el velatorio continuará en el Coliseo Roberto Clemente, en San Juan.

A eso de las 9:30 a.m., la comitiva fúnebre hará un recorrido por la calle Aponte en Santurce, donde Roena vivió junto a Doña Raquel, su madre, y luego llegará a los predios del coliseo. Allí, la ciudadanía tendrá la oportunidad de despedir al maestro y presenciar los actos protocolares y el homenaje a la vida de Roena. Se estima que a la 1:00 p.m. inicie el acto protocolar que incluirá presentaciones musicales, un momento ecuménico y mensajes oficiales.

Para participar del evento será requerido el uso de mascarilla en todo momento y presentar evidencia de vacunación e identificación válida. Luego de finalizado el homenaje, los ciudadanos tendrán un tiempo adicional para despedirse del maestro, finalizando el velatorio a las 5:00 p.m.

Por último, el lunes, 4 de octubre,el gobernador de Puerto Rico decreto dia de duelo por lo que las banderas ondearán a media asta a la memoria de Roberto Roena y se realizará el entierro, que será privado para familiares y allegados, en el cementerio Borinquen Memorial de Caguas.


Roberto Roena y los tres meses que vivió en Cali.

Fuente: 90 minutos, Colombia. Por: Gerardo Quintero

Pocos saben que un devastador huracán en su natal Puerto Rico envió al cantante a buscar refugio en una ciudad que lo hizo suyo y lo consagró como uno de sus ídolos musicales. Historia de un enamoramiento eterno con el artista que nos enseñó que después de que uno vive 20 desengaños, qué importa uno más. Buen viaje, Señor Bongó.

Los hemos escuchado tantas veces con sus voces o con sus descargas vibrantes, los seguimos viendo tan jóvenes en sus antiguos videos, los percibimos tan vitales en sus bailes de antaño que creemos que son eternos. Pero no es así, la madrugada del 24 de septiembre nos sorprendió con la partida del rey del bongó, el hombre que le sacó brillo a los metales, el artista que hizo de la salsa un rito inigualable de baile y que estuvo en la primera línea de orquestas emblemáticas como Cortijo y Su Combo, el Gran Combo de Puerto Rico, La Fania All Stars y, su gran amor, La Orquesta Apollo Sound.


A los 81 años falleció en su viejo San Juan, Roberto Roena, el destacado compositor, percusionista, arreglista, director y electrizante bailarín que hizo de Cali su segunda casa. Fueron múltiples las ocasiones que visitó esta ciudad, en la que una fanaticada enamorada de su trayectoria lo siguió como suelen hacerlo los caleños con sus ídolos musicales: frenéticamente, de manera apasionada y siguiendo su huella como si fuera el único artista del Planeta.

Aquí en esta ciudad, que alguien tuvo a bien bautizar como La Capital Mundial de la Salsa, Roena tuvo una experiencia singular que muy pocos saben. En Cali, Roberto Roena vivió tres meses, en silencio, alejado de los grandes escenarios y escapando del desastre que había dejado en su país natal el Huracán María. Sí, esta historia es real y sucedió en el 2017. Al igual que su colega y amigo Héctor Lavoe, con quien compartió escenario con la Fania All Stars, ‘El Señor Bongó’ vino a atemperar, en unas circunstancias disímiles pues mientras ‘El Cantante de los Cantantes’ llegó buscando la cura para un alma atormentada por el exceso de drogas, Roena arribó huyendo de una hecatombe de la naturaleza que lo arrinconaba.

Umberto Valverde, escritor y amigo, me contó la reciente historia de un Roena que trasegó por las calles de Cali, en plan de jubilado salsero, pero al que en cada esquina su fanaticada lo reconocía sin dificultad. Umberto relata que hace cuatro años el bongosero puertorriqueño decidió contactar a un amigo, el empresario salsero Gilberto Cárdenas, para que le diera una mano en medio de la tragedia que vivía su país. “Aquí Gilberto se hizo cargo de él. Decidió alquilar un apartaestudio en Vipasa para instalarlo y Gilberto, personalmente, se encargaba de alistarle sus medicinas y ayudarle con el mercado”. Pero como ‘vaca ladrona no olvida el portillo’, Roena se volaba en las noches frescas de la capital de la rumba para ir en busca de su hábitat natural. Como la sombra de un curtido caballo azabache, merodeaba aquellos espacios donde mejor se sentía: discotecas y salsotecas fueron testigos del incógnito músico que llegaba en busca de la melodía que lo devolviera a sus recuerdos, que lo sumergiera en la musicalidad de ese Puerto Rico lejano, que lo regresara a la gloria de los años locos setenteros en Nueva York.

Pero había un truco, un as bajo la manga, un conejo bajo el sombrero que el veterano artista utilizaba en aquellas noches que regresaba a sus orígenes para no perderse en medio de las tinieblas salseras caleñas. Cuando se sentía cansado, después de libar unos cuantos wiskyes y despedir a los amigos ocasionales de la rumba furtiva, Roberto pedía un taxi, pero no hablaba con el conductor. Simplemente porque con los años, la inconfundible gravedad de su voz se fue extraviando aún más hasta devenir en sonidos casi incomprensibles. Sabedor de esa barrera, Roena simplemente se montaba al carro y extendía una de las decenas de tarjetas que cargaba del empresario Gilberto Cárdenas. Allí el taxista solo debía leer que Roena era quien lo acompañaba y que debía enviar una señal salvadora a Cárdenas.

“A cualquier hora de la noche, Gilberto recibía una llamada de un taxista que le contaba que estaba con Roena y esperaba instrucciones. Entonces le pedía al taxista que lo acompañara, que no lo dejara solo, que lo llevara al barrio Vipasa, le ayudara a entrar, lo atendiera y que él se encargaría de pagar un dinero extra al buen samaritano conductor”, recuerda Valverde.

Y así como se van las noches, pensando y pensando, fueron las que vivió Roena en la ciudad. Como aquellas que recuerdan quienes fueron testigos de las visitas del gran ‘showman’ en Zaperoco, la icónica discoteca que estuvo a punto de cerrar durante la infame pandemia. Allá llegaba Roena en busca de un alivio a la tristeza y era Osman Arias, el reconocido DJ del lugar, quien se encargaba de encumbrar al veterano bongosero al sitial donde pertenecía. Una o dos horas de audición del Apollo Sound eran coreadas por los feligreses del templo rumbero que le recordaban al corcel salsero que “si tú habías pensado por un minuto que el sabor de este negrito se había termina’o estás equivoca’o, óyelo, estás equivoca’o”.

Y es que así tenía que ser porque sí tú habías pensado por un segundo que él no estaba en el asunto y lo habían tumba’o, estas equivoca’o. Este tema se convirtió en uno de los grandes emblemas de Roena y, tal vez, solo tal vez, cuando tronaba en Zaperoco con la fuerza de esas trompetas inconfundibles y ese arranque iluminado: “¡Pa que creas en Dios!”, debía ser inevitable para el músico desandar sus pasos, mirar atrás, para luego volver a ese presente que vivía y observar esa grey caleña que lo adoraba y pensar que sí, que estuvieron equivocados todos aquellos que a finales de los ochenta decían que Roena ya no suena, porque lo que no sabían era que estaba buscando balas pa’ este cañón.

Mientras contemplaba a Osman en Zaperoco, cantando sus temas y escuchando un coro que decía así: “Vigilándote vengo como el águila”, Roberto Roena debió recordar ese inolvidable 1969, cuando después de haberse separado del Gran Combo y de haber grabado una solitaria producción con los fugaces Megatones, apostó por un proyecto al que muchos de sus colegas no le veían futuro. Como recuerda Ricardo Mendivil, comunicador e investigador, Roena era considerado un percusionista menor, interesante con la campana, atrevido con los bongoes, pero lejos de ser una estrella del timbal, el instrumento rey. Pero la ingeniosa cabecita brillante de Roena estaba preparando su sabor para cantarle a la gente su inspiración.


Ese año, histórico para la humanidad pues el 20 de julio pisó por primera vez el hombre el suelo lunar, nació también El Apollo Sound. Fue tanto el impacto que tuvo para Roena ese arribo al satélite natural de la Tierra que decidió bautizar de esta manera su nobel banda, convencido de que su estilo también transcendería en la historia salsera. Así era Roena, siempre de avanzada, pensando en los nuevos sonidos, creando formas ‘porque hasta el Apollo te impresionó’.

En el Libro de la Salsa, el escritor venezolano César Miguel Rondón tiene una particular manera de describir el novedoso ensamble: “Roena, desde el primer momento, rompió con la dotación que ya había hecho tradicional la orquesta salsosa neoyorquina. Asumiendo la influencia de las agrupaciones de las cuales provenía -Cortijo y el Gran Combo-, presentó con su Apollo una sección de dos trompetas, un trombón, el saxo tenor que jamás fue admitido por la salsa oficial del norte. Asimismo, recibiendo el apoyo de los jóvenes arreglistas de la isla, Roberto se volcó sobre una nueva onda que, después de la insistencia y la siempre necesaria paciencia, brindó no pocos éxitos, según el parecer de la mayoría de los melómanos”.


“Yo te tuve en un altar

Como un Dios yo te adoré

Te quería tanto, y tanto

Te tenía tanta fe

Nunca pude imaginar

Que llegará la traición

La traición que ha desangrado

Y me ha roto el corazón”

Lo que surgió después fue una nueva sonoridad que provenía del sur, a contramano del sonido norteño, del barrio latino neoyorquino. Roena lanzó, entonces, uno de sus mejores trabajos musicales en 1974: Apollo Sound 6, imprescindible en cualquier antología salsera. Ya había descollado en una anterior producción ‘Avísale a mi contrario’ y llega entonces ´Traición’, con los arreglos de un talentoso, pero desconocido trompetista Luis Perico Ortiz, que modifica los patrones y esquemas que se acostumbraban en la salsa tradicional del norte y aprovecha toda la sonoridad rítmica y melódica que se podía obtener. Es ‘Traición’, con su trepidante arranque de percusión, la punta de lanza de Roena que le permite hacerse un espacio en el firmamento salsero con su sonido Apollo. En la voz de un inmenso Sammy González, ‘Traición’ es una descarga brutal de sonoridad, de salsa pa’l bailador, de frenesí musical callejero…  El pegajoso estribillo que se escucha como un lamento: “Yo te tuve en un altar, como un Dios yo te adoré, llorarás igual que yo”, rompió los moldes y ofreció la alternativa que esperaban los salseros ante el estancamiento ‘newyorrican’.

“Cuando descanse te hablaré

De un algo extraño

Y vida mía te diré; mi desengaño

Cuando descanse te hablaré

De un algo extraño

Y vida mía te diré; mi desengaño”


A mediados de los años ochenta, Roena y su grupo eran la más arriesgada apuesta musical salsera. ‘Marejada Feliz’ y ‘Mi desengaño’, en la voz de Papo Sánchez, le dieron una vuelta a la esquina rumbera caleña. ‘La Jirafa Roja’, ‘La Manzana’ y ‘El Village Game’ arrancaban y cerraban con estos dos temazos que no se bailaban sino que se palpitaban a lo largo de la pista, mientras los cimientos de los antiguos grilles se estremecían a un solo coro, como si el mismísimo Apollo hubiera alunizado en esos antiguos grilles..

De Roberto Roena aprendimos que después de que uno vive 20 desengaños, qué importa uno más, y que sí, es cierto, se debe admitir que el mundo está lleno de maldad, pero que al estudiar la situación entraremos en razón. También descubrimos cómo se soportan mazazos en el corazón porque aunque dijiste que me querías, que nunca me olvidarías, ahora vivo convencido que eso eran mentiras tuyas, mentiras tuyas son. La experimentación de Roena llegó a su clímax con los sonidos del bossa nova que le imprimió al número y que lo catapultó hasta convertirse en uno de los portaestandartes imperdibles de la salsa en la capital de la rumba.

Tal vez por ese torrente de originalidad que desplegaba el artista en sus producciones es que el investigador y coleccionista  Óscar Cardozo afirma que Roena pudo haber sido bautizado como el diferente de la salsa, porque con tan solo escucharlo hablar se sabía que había una particularidad sonora. “En el trabajo del Señor Bongó se percibe su manera jocosa de dirigirse, su careo con el instrumento es ya de por sí muy simpático”, agrega Cardozo. Y justamente esa es otra de las características que destacan quienes conocieron de cerca al bongosero. Su don de gentes, su carisma, esa singular manera de tomarse tan poco en serio los problemas de la vida lo elevaron a la categoría de un artista del pueblo, querido, respetado y carismático. No en vano, hay que recordarlo, fue el artista que pidió que lo buscáramos en los arrabales que abundan por la ciudad porque para él en esos lugares solo hay felicidad. “Con los pobres hasta la muerte”, truena su voz al fondo.

“Quisiera poder tener aquellas

Cosas que un día soñé

Para luego rechazar el sentimiento de no poder

Por esperar ya no puedo ni tan siquiera reconocer

Que tengo todo en mis manos

Lo q me falta es proceder

Para mí

Esas cosas tan lindas quisiera”

Roena deja un legado de musicalidad envolvente. ‘Para mí esas cosas, ‘Cómo te hago entender’, ‘El lamento de concepción’, ‘Cui Cui’, ‘Guaguancó del Adiós’, ‘No me apures’ son solo una pequeña muestra de una versatilidad musical que mezclaba el son con aires tradicionales y ensambles modernos sin pudor. Por eso el melómano Wilmer Zambrano no duda en afirmar que Roberto Roena es uno de los más grandes artistas de la música latina, que se rodeó de excelentes arreglistas como Julio ‘Gunda’ Merced, Luis Perico Ortiz y le apostó a talentosos vocalistas que apenas despuntaban. “Ese deseo de innovación y de experimentación fue lo que llevó a Roena a crear grandes éxitos en la salsa y a seguir tan vigente como si su música se hubiera compuesto ayer”, me dice Zambrano, de manera más que acertada.

La humildad de Roena y su amplitud de corazón se ven reflejadas en ese último fraseo de ‘Estás equivocado’ donde reparte agradecimientos como si estuviera interpretando un solo de bongo: “Gracias a tí por el apoyo y por creer en mí, gracias a la vieja mía, gracias a pollito, gracias a toda la gente que ha compartido conmigo y a los que no también, me han dado fuerzas para esto… Los quiero de corazón”.

Paz en la tumba del Señor Bongó y recuerden: Cuando nadie escuche mis canciones ya viejas, detendré mi camino en el pueblo de Atillo y allí moriré, y entonces, a Roberto me llevaré. Y ya lo saben, “si quieres oír mi música en tu fiesta llámame al 7212126 en Puertorro y al 5417990, al otro lado, en Nueva York”.

24 sept 2021 0 comentarios

Por siempre Roberto Roena (1940-2021)

 


Fuente: El Nuevo Día, Puerto Rico.

El destacado percusionista puertorriqueño Roberto Roena, fundador de la famosa orquesta salsera Apollo Sound y miembro fundador del grupo Cortijo y su Combo, falleció durante la noche del jueves, confirmó su hija Brenda Roena a El Nuevo Día.

Tenía 81 años.

“Muy triste y con dolor le confirmo”, escribió Brenda a este diario. La mujer añadió que el músico no murió de un infarto, como reportan otros medios de Colombia. No me dio más detalles de la causa de muerte.

Roena, apodado “El Gran Bailarín” contaba con más de 60 años en la industria musical y fundó su orquesta hace más de medio siglo. El músico realizó en 2019 un concierto para celebrar su trayectoria en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

Con Cortijo y su Combo junto a Rafael Cortijo, hizo historia al ser de las primeras orquestas compuestas por músicos negros que se presentó en tarimas donde solo lo hacían artistas blancos.

Participó también en el Gran Combo de Puerto Rico y en las Estrellas de Fania. Desde muy joven el artista realizó presentaciones recorriendo grandes escenarios en Estados Unidos, Europa y Sur América, según se indicó en comunicado de prensa.

Más tarde, fundó su agrupación Apollo Sound donde presentó un nuevo sonido al género salsero utilizando dos trompetas, un trombón, y un saxofón, combinación que tomó bajo la influencia de la sección de vientos del grupo de rock sajón Blood, Sweat and Tears.

Roena, siempre consideró la variedad como clave para el éxito, llevándole a incluir en su repertorio desde música go-gó hasta la romántica, lo mismo en inglés que en español.

El primer disco de Roena y su Apollo Sound produjo éxitos de impacto como “Tú loco y yo tranquilo”,” El escapulario” y “El sordo”.


Fuente: Noticel.com Puerto Rico. Por: Omar Marrero

Roberto Roena, reconocido como uno de los mejores bongoseros y campaneros que ha dado el género de la salsa, falleció anoche a los 81 años de edad, confirmó su familia.

Así lo confirmó su familia en un comunicado, al informar que el músico falleció "en los brazos de sus dos hijas Brenda y Gladys".

El cantante del Apollo Sound, Waldemar Volmar Méndez, dijo que "ha sido un golpe fuerte para sus hijos, nietos, amigos y familia en general. Robert nos enseñó muchas cosas, pero nunca nos preparó para esto. El mundo está consternado, queda un vacío y un luto en el pentragrama musical que no podemos describir. Los músicos del Apollo están destrozados. Roberto Roena no era nuestro jefe era nuestro PAPÁ".

"En medio de nuestro duelo estaremos trabjando en la coordinación de los actos fúnebres y más adelante le dejaremos saber todos los detalles. Roberto era un hombre de pueblo, amaba a su gente y respetando su voluntad así lo despediremos. Puerto Rico tendrá la oportunidad de rendirle su respeto dándole el último adiós y siguiendo todos los protocolos salubristas establecidos por la pandemia", indicó Volmar Méndez.

Roena nació en el barrio Dulces Labios de Mayagüez, pero su relación directa con la música se concretó en San Juan cuando formó un dueto de bailarines con su hermano Francisco, con la ayuda de su tío Aníbal Vázquez, quien también era un conocido bailarín.

Los hermanos ganaron un concurso de talento y uno de los premios fue bailar en televisión junto al Combo de Rafael Cortijo. Fue cuando Cortijo vio el talento del joven Roberto y vislumbró tenerlo en su grupo para armar las coreografías de los cantantes.

Aún era un adolescente cuando Rafael Cortijo lo llamó y le dijo que lo necesitaba para una gira en Nueva York y el joven le contestó que tenía que pedirle permiso a su mamá.

Con el permiso aprobado, Roberto se enfrascó en un viaje musical que no solo significó bailar sino aprender a tocar un instrumento como el bongó, enseñado nada más que por el propio Cortijo.

Roena se convirtió así en el bongosero del Combo de Cortijo, además de coreógrafo, y con ellos estuvo hasta 1962 cuando sucede el arresto de Ismael Rivera y se desmantela temporeramente el combo. Fue entonces que los músicos que decidieron organizar otro grupo le pidieron unirse, pero por fidelidad a Cortijo se negó a integrar el nuevo grupo, que se llamó El Gran Combo.

Sin embargo, meses después cambia de opinión cuando el bongosero original de El Gran Combo decide aceptar otra oferta de trabajo y lo llama para que lo sustituya. Finalmente se integra al grupo liderado por el pianista Rafael Ithier.

Con El Gran Combo estuvo hasta 1969 cuando decide abandonar la orquesta y fundar el Apollo Sound, buscando desarrollar otro estilo en la salsa. Poco antes de salir definitivamente de El Gran Combo, Roena desarrolló un concepto musical de descargas en un salón del área metro, lo que le valió una invitación para grabar su primer disco como líder: Roberto Roena y los Megatones.

De inmediato, un contrato con Fania Records lo llevó a grabar su primer disco al frente del Apollo Sound en 1969.

Roena fue uno de los músicos invitados el 26 de agosto de 1971 para participar en el concierto que cambiaría el rumbo de la salsa a nivel mundial. Ese día, la Fania All Stars celebró su famoso concierto en el club Cheetah de Nueva York.

Desde entonces, la carrera de Roena siguió cosechando éxitos. Por su orquesta pasaron grandes cantantes como Piro Mantilla, Tito Cruz, Sammy González, Papo Sánchez, Carlos Santos, Héctor “Tempo” Alomar y Luisito Carrión, entre otros.

De igual manera, músicos como Elías Lopés y Julio “Gunda” Merced, entre otros.

Entre los grandes clásicos del Apollo Sound se recuerdan “Y tú loco loco, pero yo tranquilo”, “El escapulario”, “Las brisas de Borinquen”, “Cui, cui”, “Mi desengaño”, “Marejada feliz” y “Lamento de Concepción”, entre muchos otros.

Recibió cientos de reconocimientos en su carrera, entre ellos la dedicatoria del Día Nacional de la Salsa en el año 2003.


Colegas resaltan la alegría y simpatía de Roena.

Fuente: Noticel.com, Puerto Rico. Por: Omar Marrero

La muerte del percusionista puertorriqueño Roberto Roena ha levantado hoy múltiples reacciones de tristeza en el género salsero, pues Roena fue un ícono de la música tropical desde que se dio a conocer como bongosero de Cortijo y su Combo.

"Roberto Roena fue mi amigo de siempre. Para mí significa algo muy grande porque fue siempre una persona sencilla, humilde, alegre y con un espíritu de vida muy grande. Que en Paz Descanse mi amigo Roberto Roena", expresó el veterano cantante Sammy Marrero.

"Esta muerte sí me llega al corazón. Nunca había visto una persona con tantas ganas de vivir y hacer feliz a todo el mundo. La música era su pasión y su vida", dijo, por su parte, el director de la orquesta La Trópica, Edgard Nevárez.

"Trabajó hasta el final. Era muy sensible y tenía un corazón inmenso. Creía en la juventud. Era bien pana de Tommy Olivencia así que ya se encontrarán pronto. Robert, se te va a extrañar el verte por ahí vacilando con todo el mundo y todos tratando de entenderte. Que en Paz Descanse Roberto Roena. Un ícono de la Música Mundial. Buen Viaje Robert", agregó el veterano trompetista y arreglista.

"Es muy triste y doloroso ver cómo nuestras queridas Estrellas De Fania se nos siguen marchando uno detrás del otro; nuestras queridas leyendas que tanto nos enseñaron y nos influenciaron con tanta buena música y abrieron el camino a la salsa a su expansion mundial... Hasta luego, maestro Roberto Roena", escribió en Facebook el percusionista Luisito Figueroa, director de la Orquesta Abran Paso.

"Adiós rumbero mayor. Fuiste el corazón de la Fania All Stars" - Willie Colón

“Mucho podría decirse y escribirse de Mr. Bongó y ya desde este instante es imposible dejar escapar unas lágrimas por su partida”, dijo, por su parte, el director de la Sonora Ponceña, Papo Lucca.

“Roberto me hizo reír incontables ocasiones con su inigualable humor y su profunda capacidad de observación ante todo, diciendo cosas humorísticas con la mayor seriedad, pero siempre acertado en cada uno de sus comentarios, en donde sin lugar a dudas nuestra amistad y afecto personal creció en la medida que vivimos muchos momentos especiales en incontables giras y conversaciones personales que sostuvimos”, agregó el pianista.

“Su aporte a la música es notable y era un artista dedicado y pendiente de cada detalle y de ahí la gran fama y reconocimiento de su Apollo Sound”, comentó.

Mientras, el cantante Sammy González, quien por muchos años integró la orquesta de Roena, dijo que hoy se levantó muy triste.

"Mi hermano de vida y director del Apollo Sound, Roberto Roena, nos abandonó físicamente. Gracias Roberto por la oportunidad que me brindaste de ser parte del Apollo Sound y por todos los momentos maravillosos que pasamos juntos", manifestó González, quien con el Apollo Sound cantó clásicos como "Cui, cui", "Avísale a mi contrario", "El que se fue" y "Traición", entre otros.

Por su parte, el productor de espectáculos Leo Tizol también lamentó la partida de Roena.

"Muy triste tener que despertar con la noticia de que se nos va un ser querido. Hoy con profundo pesar se nos adelanta alguien muy especial, nuestro querendón Roberto Roena. Robert, tuve el gran privilegio de lograr que algunos de tus sueños se hayan hecho realidad. Mi sentida condolencia para tu familia pero no dudes que Puerto Rico y el mundo te recordará por tu talento creativo y humildad", escribió en sus redes sociales.

Roena es otro de los integrantes de las Estrellas de Fania que fallece este año. En meses pasados también murieron Héctor "Bomberito" Zarzuela, Johnny Pacheco, Víctor Paz y Larry Harlow. Otros músicos salseros que han fallecido este año son el trompetista Tommy Villariny y el percusionista Jimmie Morales.

23 sept 2021 0 comentarios

Richie Ray prepara su autobiografía


Fuente: El Nuevo Día, Puerto Rico. Por: Francisco Javier Díaz

Richie Ray, quien junto al cantante Bobby Cruz acaparó éxitos en el mundo de la salsa en las décadas de 1970 y 1980, le da los toques finales a un libro autobiográfico que mostrará al público y a sus fanáticos los momentos más alegres y los más duros en la vida de este legendario músico.

Lo que comenzó con una serie de apuntes y pensamientos, más a manera de testimonios religiosos, se convirtió en la creación de las memorias de este pianista nacido hace 76 años en Brooklyn, Nueva York. “Hace como 20 años empecé una especie de diario, apuntando pensamientos. Me dije ‘voy a ver si hago algo con las experiencias más significativas que me tocaron vivir. Esto pudiera ser como unas memorias, un libro’”, explicó el artista cuyo nombre de pila es Ricardo Maldonado Morales. “Después de escribir un montón de cosas pensé que si no ponía todo eso en orden cronológico, entonces no iban a tener sentido. Cuando terminé de organizar todo, lo que escribí terminó siendo una memoria autobiográfica que dividí en dos volúmenes”.

Según el “Embajador del Piano”, el libro se dividirá en dos volúmenes y la primera parte, que se llamará “Richie Ray: el Rey de la Salsa”, narrará desde el momento en que nació en Nueva York, hasta su matrimonio con su esposa Angie, casi dos años después de su conversión a la religión en 1974. Por su parte, el segundo volumen, que narrará su vida a partir de su conversión hasta el momento presente, se llamará “Richie Ray: el Hijo del Rey”.

“Inicialmente, escribí el libro en inglés. Yo soy puertorriqueño, nacido en Nueva York, pero el inglés automáticamente predomina en mis pensamientos, aunque domino también el español”, mencionó creador de éxitos como “Sonido Bestial” y “Jala, jala”. “Pero, a pesar de eso, quiero que se publique inicialmente en español, ya que la mayoría de mi público habla español. Es por eso que estoy trabajando junto a mi esposa en la traducción al español para asegurarme que no se pierda el sentido de lo que realmente quiero decir”. Una vez termine de darle los toques finales a la traducción, Richie Ray pasará los escritos a un editor.

Película sobre Richie Ray y Bobby Cruz

Según el músico, quisiera que el libro estuviera listo para finales de este año, de manera que la publicación coincida con la llegada a los cines en la isla y en Estados Unidos de una película que se grabó y se produjo en la isla que se basa en la vida del llamado Dúo Dinámico. “Sería bueno que ambas cosas coincidieran, ya que podría ser de interés para el público. Hasta el momento no hay fecha de estreno de la película, pero podría ser a finales de este año o a principios del próximo, si todo fluye con normalidad”, indicó el músico sobre la película que tendrá como título “Los Reyes de la Salsa” y que fue dirigida por Raúl García y protagonizada por Omar Torres Molina y Alfredo De Quesada.

Ambos artistas estuvieron en las primeras reuniones de la preproducción de esta película puertorriqueña, pero más adelante solamente Cruz se mantuvo como consultor. “Él está bregando con eso y es como el bebé de él ahora mismo, aunque trata de la vida de los dos”, comentó Ray, quien admitió que vio un ‘teaser’ de más de un minuto y le gustó. “Los actores son muy buenos y captaron el espíritu de la historia. La vida de nosotros tiene toda la parte que le gusta a la gente, el ron, las mujeres y el bailoteo, pero también tiene la parte de la redención y el cambio. Está la parte oscura y negativa, porque eso llama la atención, pero también toda la parte positiva”, añadió sobre el largometraje producido por Carlos Nido y Rafo Muñiz.

Jazz, Salsa y Beethoven

A principios de año, Richie Ray lanzó a todas las plataformas digitales el álbum donde incluyó una serie de temas instrumentales propios y de música clásica con un toque de jazz y a ritmo de salsa, llamado “Jazz, Salsa y Beethoven”. Según el arreglista, el álbum de ocho canciones fue recibido con gran entusiasmo por el público, algo que le entusiasma muchísimo. Sin embargo, inicialmente ese álbum no estaba en planes de haber salido a la luz. “Ese álbum es muy especial para mí, ya que en realidad cuando comencé a trabajar con las canciones, lo que estaba haciendo era aprendiéndome el programa Pro Tool, que es uno para hacer música digital en la computadora. Y no había querido aprender a usarlo, porque había tenido un amigo que literalmente se divorció de tanto tiempo que le dedicaba a ese programa, ya que se convirtió en casi una droga.

Después de hablarlo con mi esposa, ella me dijo ‘no te preocupes, si ya llevamos muchos años de casados. Qué más da’”, mencionó el músico entre risas. “Fue así que empecé a experimentar con los sonidos y los distintos instrumentos. Le tenía que preguntar a cada rato a un montón de amigos cuando se me perdía un botón, pero lo logré terminar”, explicó Ray, quien añadió que el álbum está sometido para ser considerado como candidato a un premio Grammy.

En los próximos meses, el compositor tiene planificado trabajar en un nuevo álbum, similar al anterior, de temas clásicos muy conocidos por el público, pero en ritmo tropical. Un ejemplo de eso, sería la canción tema de la serie de televisión “El Llanero Solitario”, donde “en salsa va a quedar bien bestial y bien rápida. A mí me fascina el ritmo de salsa, ese ritmo afrocubano, con la clave y me encanta la idea de combinar eso con cualquier tipo de melodía, pero bien hecho. La salsa es la música del pueblo”, añadió Ray, quien anunció hace unos meses que tuvo COVID-19, junto con su esposa.

Tal y como confesó Ray, quien se mantiene predicando la palabra de Dios en el templo Spring of Life, en Miami, son muchas las personas que le preguntan cuándo se unirá nuevamente en los escenarios junto a Bobby Cruz. Sin embargo, debido a compromisos personales de ambos, por ahora no será posible. “Yo sigo en Miami predicando y, por otro lado, Rose, la esposa de Bobby está enfermita, por lo que él está atento a ella. Hace un tiempo que no hacemos nada juntos, pero eso no quiere decir que no lo vayamos a hacer, estamos dando tiempo al tiempo”, explicó el músico. “Yo voy a cumplir 77 años en febrero y Bobby tiene 84 años, pero todavía tenemos dos o tres balas para disparar. Ambos somos bien inquietos y tenemos que estar haciendo algo siempre”, concluyó Ray con su habitual energía.