Richie Ray & Bobby Cruz, el dúo que cambió la historia en la Feria de Cali
Fuente: Zoolombia.com
La noche del 26 de diciembre de 1968, hace 50 años, la historia de la música tropical colombiana cambió para siempre. Desde 1957 se creó la Feria de Cali, con un sentimiento de resiliencia ante la tragedia de agosto del 56, cuando una explosión dejó cientos de muertos y mucho dolor entre los caleños, pero una Fe intacta en el porvenir y las ganas de salir adelante.
La Feria, exquisita en eventos y novedades, trajo esa noche en la Caseta Panamericana la presentación de la orquesta de Ricardo “Richie” Ray, un joven pianista de 23 años que ya se las traía en la música latina y que comenzaba a ser reconocido dentro de la industria musical, con su complemento eterno: Bobby Cruz.
Ese dúo maravilloso que la providencia se encargó de unir dio el recital más sabroso y de mayor recordación entre los melómanos de tiempo completo en la capital de valle. La salsa vino por añadidura.
Antes de este ritmo contagioso, las orquestas, grupos y bandas sonaban a Los Corraleros de Majagual, reyes indiscutibles del acetato, también a la Billos Caracas y Pacho Galán, Los Melódicos y Los Teen Agers. Pero con Richie y Bobby la cosa fue a otro precio. Se ganaron el corazón de los caleños y repitieron en 1969. Solamente bastaron dos ferias y mucha música, para que Richie y Bobby quedaran matriculados para siempre en Cali y antes que en Puerto Rico como los reyes de la salsa.
El gordo Lozano, organizador por aquella época de la mejor Feria de Colombia, recibió por recomendación de Tito Puente la alternativa de estos dos muchachitos de Nueva York, que ya se estaban comiendo el mundo, para que en la XI Feria de Cali llegaran con su orquesta.
Richie y Bobby vinieron entonces con todas sus grandes estrellas, entre las que se cuentan: Russell Skee Farnsworth, en el bajo; Pedro Rafael Chaparro, primera trompeta solista; El Indio Cherokee, Doc Cheatham, segunda trompeta solista; Jackie Dillomis, El Conde, en la tumbadora y conga; José Cándido Rodríguez, en los timbales, y el bongó de Harry Rodríguez. ¿Querían más?
El resto es historia, como lo es el amor que liga a miles de colombianos que han gozado, no solo en Cali sino en el mundo entero, con la música de Los Durísimos, los primeros y únicos Reyes de la Salsa.
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