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El recuento y homenaje a nuestros héroes que partieron en el año que termina. ¡Que Descansen en Paz!
Tony Taño (17 Enero) Antonio María Taño López, compositor, arreglista, director y trompetista cubano
Hugh Masekela (23 Enero) Músico, cantante y compositor sudafricano de jazz
Eliecer Castillo (01 Marzo) Cantante colombiano, integrante de La Cali Charanga
Mayra Marya (06 Marzo) Cantante de merengue puertorriqueña
Pijuán (14 Marzo) José Juan Piñero, pianista y compositor puertorriqueño
Eduardo Ramos (17 Marzo) Músico y compositor cubano que por muchos años fue director musical de Pablo Milanés
Alfonsín Quintana (Abril) Músico cubano que fue integrante y luego director de Los Jóvenes del Cayo
César Gonzales (14 Abril) Destacado cantante peruano. El vocalista de "Margot" con la Sonora de Lucho Macedo
Francisco Buckley Bush (16 Abril) Músico panameño que ganó fama internacional con el tema "La Chola Caderona"
Roberto Angleró (28 Abril) Compositor y cantante puertorriqueño, autor de variós hits como "Si Dios Fuera Negro", "La Pared", "La Boda de Ella", "Las Hojas Blancas"
Anthony Cruz (19 Mayo) Cantante que saltó a la fama con la Orquesta de Mario Ortiz y luego tuvo una exitosa pero breve carrera como solista
Joseíto Mateo (01 Junio) El primer "Rey del Merengue", popular y reconocido cantante dominicano
Primitivo Santos (06 Junio) Músico dominicano, destacado intérprete de merengue
José Luis "Chegüi" Ramos (12 Junio) Cantante puertorriqueño, popular en su estadía con Batacumbele y muy solicitado en las sesiones de grabación de muchas orquestas
Xiomara Alfaro (24 Junio) Reconocida cantante cubana. Su versión de "Moliendo Café" es una de las más versionadas
Mike Hernández (Julio) Director de La Sonora Casino
Rafael "Bullumba" Landestoy (17 Julio) Pianista y compositor dominicano
Nelson Navas (23 Julio) Cantante venezolano, integrante del Sexteto Juventud
Pancho Terry (24 Julio) Eladio Severino Terry González, ,percusionista cubano conocido como "El Rey del Chekeré"
Eladio Pérez (02 Agosto) Percusionista boricua que integró la Puerto Rico All Stars, la banda de Eddie Palmieri y otros grupos más
Jack Costanzo (19 Agosto) Músico norteamericano, uno de los precursores en el uso de la percusión afrocubana en el jazz. Conocido como "Mr.Bongó"
Gustavo Carmona (28 Agosto) Bajista venezolano, integrante de varias orquestas, entre ellas la de Oscar D'León
Angel Méndez (03 Setiembre) Periodista venezolano, fundador de la Revista Swing Latino
Jerry González (01 Octubre) Trompetista y percusionista newyorrican, uno de los protagonistas del jazz latino
Raul Marrero (18 Octubre) Cantautor puertorriqueño. Compuso hits como "Quien Dijo Miedo", "Primero Fui Yo", "Periquito Pin Pin"
Roy Hargrove (03 Noviembre)Destacado trompetista de jazz norteamericano, quien grabó con Chucho Valdés el disco Habana's Crisol
Leo Sarria (19 Octubre) Popular cantante colombiano que integró diversas agrupaciones
July Mateo Rasputín (04 Noviembre) Popular merenguero dominicano
Tony Sánchez (06 Noviembre) Baterista puertorriqueño, integrante de Puerto Rico All Stars y de otras orquestas
Félix Valera Miranda (07 Noviembre) Reconocido músico cubano, líder de la Familia Valera Miranda
Lucho Gatica (13 Noviembre) Cantante chileno, uno de los grandes de la Edad de Oro del Bolero
Junior Córdova (30 Noviembre) Cantante puertorriqueño que ganó fama como cantante de Bobby Rodríguez y La Compañía
Obituario 2018: Los que se fueron
El recuento y homenaje a nuestros héroes que partieron en el año que termina. ¡Que Descansen en Paz!
Tony Taño (17 Enero) Antonio María Taño López, compositor, arreglista, director y trompetista cubano
Hugh Masekela (23 Enero) Músico, cantante y compositor sudafricano de jazz
Eliecer Castillo (01 Marzo) Cantante colombiano, integrante de La Cali Charanga
Mayra Marya (06 Marzo) Cantante de merengue puertorriqueña
Pijuán (14 Marzo) José Juan Piñero, pianista y compositor puertorriqueño
Eduardo Ramos (17 Marzo) Músico y compositor cubano que por muchos años fue director musical de Pablo Milanés
Alfonsín Quintana (Abril) Músico cubano que fue integrante y luego director de Los Jóvenes del Cayo
César Gonzales (14 Abril) Destacado cantante peruano. El vocalista de "Margot" con la Sonora de Lucho Macedo
Francisco Buckley Bush (16 Abril) Músico panameño que ganó fama internacional con el tema "La Chola Caderona"
Roberto Angleró (28 Abril) Compositor y cantante puertorriqueño, autor de variós hits como "Si Dios Fuera Negro", "La Pared", "La Boda de Ella", "Las Hojas Blancas"
Anthony Cruz (19 Mayo) Cantante que saltó a la fama con la Orquesta de Mario Ortiz y luego tuvo una exitosa pero breve carrera como solista
Joseíto Mateo (01 Junio) El primer "Rey del Merengue", popular y reconocido cantante dominicano
Primitivo Santos (06 Junio) Músico dominicano, destacado intérprete de merengue
José Luis "Chegüi" Ramos (12 Junio) Cantante puertorriqueño, popular en su estadía con Batacumbele y muy solicitado en las sesiones de grabación de muchas orquestas
Xiomara Alfaro (24 Junio) Reconocida cantante cubana. Su versión de "Moliendo Café" es una de las más versionadas
Mike Hernández (Julio) Director de La Sonora Casino
Rafael "Bullumba" Landestoy (17 Julio) Pianista y compositor dominicano
Nelson Navas (23 Julio) Cantante venezolano, integrante del Sexteto Juventud
Pancho Terry (24 Julio) Eladio Severino Terry González, ,percusionista cubano conocido como "El Rey del Chekeré"
Eladio Pérez (02 Agosto) Percusionista boricua que integró la Puerto Rico All Stars, la banda de Eddie Palmieri y otros grupos más
Jack Costanzo (19 Agosto) Músico norteamericano, uno de los precursores en el uso de la percusión afrocubana en el jazz. Conocido como "Mr.Bongó"
Gustavo Carmona (28 Agosto) Bajista venezolano, integrante de varias orquestas, entre ellas la de Oscar D'León
Angel Méndez (03 Setiembre) Periodista venezolano, fundador de la Revista Swing Latino
Jerry González (01 Octubre) Trompetista y percusionista newyorrican, uno de los protagonistas del jazz latino
Raul Marrero (18 Octubre) Cantautor puertorriqueño. Compuso hits como "Quien Dijo Miedo", "Primero Fui Yo", "Periquito Pin Pin"
Roy Hargrove (03 Noviembre)Destacado trompetista de jazz norteamericano, quien grabó con Chucho Valdés el disco Habana's Crisol
Leo Sarria (19 Octubre) Popular cantante colombiano que integró diversas agrupaciones
July Mateo Rasputín (04 Noviembre) Popular merenguero dominicano
Tony Sánchez (06 Noviembre) Baterista puertorriqueño, integrante de Puerto Rico All Stars y de otras orquestas
Félix Valera Miranda (07 Noviembre) Reconocido músico cubano, líder de la Familia Valera Miranda
Lucho Gatica (13 Noviembre) Cantante chileno, uno de los grandes de la Edad de Oro del Bolero
Junior Córdova (30 Noviembre) Cantante puertorriqueño que ganó fama como cantante de Bobby Rodríguez y La Compañía
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Fuente: Granma, Cuba. Por: Pedro de la Hoz
La imprecisión de las fichas biográficas vuelve a jugar una extraña pasada en el caso de Vicentico Valdés. En buena parte de aquellas se afirma que vino al mundo el 10 de diciembre de 1919; en otras se da por cierto el 10 de enero de 1921. De modo que, de acuerdo con las primeras, el centenario del genial cantante cubano tendría que celebrarse el año entrante, mientras que, si nos atenemos a la segunda data, demoraríamos dos años más. ¿Cuál es la verdad?
Al parecer ni una ni otra. A la hora de regularizar su situación migratoria en Estados Unidos, donde residió la mayor parte de su vida, Vicentico declaró haber nacido en La Habana, exactamente en el barrio de Cayo Hueso, el 10 de diciembre de 1918.
No es ese el único testimonio documental. El discógrafo colombiano Jaime Jaramillo remitió a los realizadores de Memorias, el excelente espacio dominical de Radio Rebelde, el formulario llenado por el propio cantante para aplicar –vaya anglicismo– a la seguridad social, y de su puño y letra aparece el 10 de diciembre de 1918, dato que ya había sido consignado por la acuciosa investigadora Rosa Marquetti al registrar la saga biográfica del singular artista.
De ahí que Memorias dedicara su más reciente emisión al centenario de Vicentico Valdés, con un rosario de sus más diversas interpretaciones, para no dejar atrás un hito significativo en la historia de la música popular latinoamericana. Porque lo cierto es, que con centenario o sin él, Vicentico Valdés, es de esas voces imprescindibles, referenciales, definitorias, a la hora de marcar el rumbo cierto de nuestra canción en el pasado siglo.
En los predios del son dejó huellas. Por ahí empezó desde jovencito, animado por su hermano mayor Alfredo, a quien todavía debemos el reconocimiento que se merece por su labor fundacional en las formaciones que implantaron la norma tradicional del género. Dicho sea y no de paso, otros dos hermanos suyos figuran por derecho propio en la historia de la música cubana, Marcelino y Oscar, percusionistas, el último padre de quien fundó con Chucho la legendaria banda Irakere y actual líder de Diákara. Del linaje sonero de Vicentico el programa radial mostró el tremendo sabor que le puso a Brucamaniguá, cuando en México integró la línea frontal del conjunto de Humberto Cané.
Pero fue en el bolero donde alcanzó las mayores cotas, ya establecido en Estados Unidos, en la cresta de la ola del boom latino, y con amplia resonancia en Cuba y otras tierras del continente. Desde los años 50 campeó en esa zona de la canción, con el favor de la radio y las reproductoras que amplificaban las grabaciones en bares, cantinas y otros espacios recreativos.
Ahora mismo cierro los ojos, aguzo los oídos de la memoria, y aparece en mi niñez, desde la victrola del bar de Luz, una mujer gorda que servía tragos a pocos metros de mi casa en Cienfuegos, la voz de Vicentico, incombustible y rotunda, en medio de la competencia con el inmenso Benny Moré, la dicción persistente de Daniel Santos, la guapería de Rolando Laserie y las rancheras infaltables de Pedro Infante y Miguel Aceves Mejías, con aquellas versiones suyas de Añorado encuentro, de Piloto y Vera, y Los aretes de la luna, de José Dolores Quiñones, posiblemente la canción más surrealista que se haya compuesto en Cuba por mucho tiempo.
En el flamante tocadiscos, desde donde mi tía Lilia inculcaba en mí las savias de las óperas puccinianas y los arrestos románticos de Chaikovski, el segundo esposo de mi madre, Rolando, colocaba la placa de 33 revoluciones por minutos de un Vicentico que desgranaba, con talante insólito, En la imaginación, de
Marta Valdés, pieza que me acompaña por siempre con su insospechada dimensión poética.
Para ser franco, hubo un momento en que mi generación no supo apreciar ni el tono ni el tino de los boleros. No por Vicentico, sino debido a que por un lado el rock y por otro la alergia a textos lacrimógenos, nos ahuyentó de la esencia de un género que representaba la historia sentimental de una identidad regional.
El tiempo puso las cosas en su sitio. El empate de la nueva trova con el filin –una sola trova de arriba abajo–, la línea de continuidad de Sindo y Corona a Silvio y Pablo, pasaba inevitablemente por Portillo, José Antonio y Marta, y ahí entraba Vicentico para sentir, enamorar, desamar, derretirnos y soñar para siempre. Con su voz nasal, pasmosa acentuación y empaque vertical, nos ganó una y otra vez, no importa que fuera arropado, como Dios manda, por metales y percusiones de ley, o por cuerdas almibaradas que poco favor le hacían.
Gracias al infatigable Ramón Fajardo conocí de su última estancia en Cuba, hacia 1960, mediante una entrevista recuperada por él de los arcanos de la revista Show, que dirigía el inefable Palmita. Se le ve junto a Adolfo Guzmán prometiéndole incluir en su repertorio Libre de pecado, canción con alcance de lied como no hay otra en la canción insular.
Nadie puede dudar de la autenticidad de Vicentico. Dígase su nombre y no hace falta saber que es Valdés, madera de bolerista y príncipe de la canción. La voz que en nombre de Cuba representó el feliz mestizaje que todos llevamos por dentro.
Vicentico Valdés no puede quedar atrás
Fuente: Granma, Cuba. Por: Pedro de la Hoz
La imprecisión de las fichas biográficas vuelve a jugar una extraña pasada en el caso de Vicentico Valdés. En buena parte de aquellas se afirma que vino al mundo el 10 de diciembre de 1919; en otras se da por cierto el 10 de enero de 1921. De modo que, de acuerdo con las primeras, el centenario del genial cantante cubano tendría que celebrarse el año entrante, mientras que, si nos atenemos a la segunda data, demoraríamos dos años más. ¿Cuál es la verdad?
Al parecer ni una ni otra. A la hora de regularizar su situación migratoria en Estados Unidos, donde residió la mayor parte de su vida, Vicentico declaró haber nacido en La Habana, exactamente en el barrio de Cayo Hueso, el 10 de diciembre de 1918.
No es ese el único testimonio documental. El discógrafo colombiano Jaime Jaramillo remitió a los realizadores de Memorias, el excelente espacio dominical de Radio Rebelde, el formulario llenado por el propio cantante para aplicar –vaya anglicismo– a la seguridad social, y de su puño y letra aparece el 10 de diciembre de 1918, dato que ya había sido consignado por la acuciosa investigadora Rosa Marquetti al registrar la saga biográfica del singular artista.
De ahí que Memorias dedicara su más reciente emisión al centenario de Vicentico Valdés, con un rosario de sus más diversas interpretaciones, para no dejar atrás un hito significativo en la historia de la música popular latinoamericana. Porque lo cierto es, que con centenario o sin él, Vicentico Valdés, es de esas voces imprescindibles, referenciales, definitorias, a la hora de marcar el rumbo cierto de nuestra canción en el pasado siglo.
En los predios del son dejó huellas. Por ahí empezó desde jovencito, animado por su hermano mayor Alfredo, a quien todavía debemos el reconocimiento que se merece por su labor fundacional en las formaciones que implantaron la norma tradicional del género. Dicho sea y no de paso, otros dos hermanos suyos figuran por derecho propio en la historia de la música cubana, Marcelino y Oscar, percusionistas, el último padre de quien fundó con Chucho la legendaria banda Irakere y actual líder de Diákara. Del linaje sonero de Vicentico el programa radial mostró el tremendo sabor que le puso a Brucamaniguá, cuando en México integró la línea frontal del conjunto de Humberto Cané.
Pero fue en el bolero donde alcanzó las mayores cotas, ya establecido en Estados Unidos, en la cresta de la ola del boom latino, y con amplia resonancia en Cuba y otras tierras del continente. Desde los años 50 campeó en esa zona de la canción, con el favor de la radio y las reproductoras que amplificaban las grabaciones en bares, cantinas y otros espacios recreativos.
Ahora mismo cierro los ojos, aguzo los oídos de la memoria, y aparece en mi niñez, desde la victrola del bar de Luz, una mujer gorda que servía tragos a pocos metros de mi casa en Cienfuegos, la voz de Vicentico, incombustible y rotunda, en medio de la competencia con el inmenso Benny Moré, la dicción persistente de Daniel Santos, la guapería de Rolando Laserie y las rancheras infaltables de Pedro Infante y Miguel Aceves Mejías, con aquellas versiones suyas de Añorado encuentro, de Piloto y Vera, y Los aretes de la luna, de José Dolores Quiñones, posiblemente la canción más surrealista que se haya compuesto en Cuba por mucho tiempo.
En el flamante tocadiscos, desde donde mi tía Lilia inculcaba en mí las savias de las óperas puccinianas y los arrestos románticos de Chaikovski, el segundo esposo de mi madre, Rolando, colocaba la placa de 33 revoluciones por minutos de un Vicentico que desgranaba, con talante insólito, En la imaginación, de
Marta Valdés, pieza que me acompaña por siempre con su insospechada dimensión poética.
Para ser franco, hubo un momento en que mi generación no supo apreciar ni el tono ni el tino de los boleros. No por Vicentico, sino debido a que por un lado el rock y por otro la alergia a textos lacrimógenos, nos ahuyentó de la esencia de un género que representaba la historia sentimental de una identidad regional.
El tiempo puso las cosas en su sitio. El empate de la nueva trova con el filin –una sola trova de arriba abajo–, la línea de continuidad de Sindo y Corona a Silvio y Pablo, pasaba inevitablemente por Portillo, José Antonio y Marta, y ahí entraba Vicentico para sentir, enamorar, desamar, derretirnos y soñar para siempre. Con su voz nasal, pasmosa acentuación y empaque vertical, nos ganó una y otra vez, no importa que fuera arropado, como Dios manda, por metales y percusiones de ley, o por cuerdas almibaradas que poco favor le hacían.
Gracias al infatigable Ramón Fajardo conocí de su última estancia en Cuba, hacia 1960, mediante una entrevista recuperada por él de los arcanos de la revista Show, que dirigía el inefable Palmita. Se le ve junto a Adolfo Guzmán prometiéndole incluir en su repertorio Libre de pecado, canción con alcance de lied como no hay otra en la canción insular.
Nadie puede dudar de la autenticidad de Vicentico. Dígase su nombre y no hace falta saber que es Valdés, madera de bolerista y príncipe de la canción. La voz que en nombre de Cuba representó el feliz mestizaje que todos llevamos por dentro.
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Fuente: Granma, Cuba. Por: Ricardo Alonso Venereo
En enero de 2019 La Habana y Santiago de Cuba volverán a ser capital del jazz en el mundo, cuando entre el 14 y el 20 tenga lugar la 34 edición del Festival Internacional Jazz Plaza 2019, el cual se ubica desde hace años entre los mejores de su género en el planeta.
Entre los jazzistas que asistirán se encuentra el pianista Arturo O´Farrill Valero, hijo del mítico músico cubano Arturo (Chico) O´Farrill (1921-2001), quien como trompetista, arreglista y director de orquesta dejó una huella imperecedera en la historia de la música nacional.
Nominado en seis ocasiones a los Premios Grammy, el cual ha ganado en cuatro oportunidades –la primera con su álbum Song for Chico, en el 2009; la segunda con The Offense of the Drum, en el 2015, la tercera con Cuba: The Conversation Continues, en el 2016 y la cuarta con su pieza Tres Revoluciones del álbum Familia-Tributo a Chico y Bebo, en el 2018–, Arturo fue uno de los invitados a la ceremonia de izaje de la bandera cubana en la reapertura de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, el 14 de agosto de 2015, luego del acuerdo para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones tomado por los entonces presidentes Barack Obama y Raúl Castro Ruz.
Ante la proximidad de su nueva visita a la Isla, lo cual se ha vuelto recurrente desde el 2002, Granma conversó vía correo electrónico con este destacado músico, quien en muchas ocasiones ha manifestado por propia convicción su amor por Cuba.
– En enero de 2019 usted participará en una nueva edición del Festival Internacional Jazz Plaza, ¿vendría solo, con su Afro Latin Jazz Orchestra o con algún otro formato?
– Voy a llevar un grupo pequeño. Tengo a mis hijos Zacarías, en la batería, y Adam, en la trompeta. Vamos a aumentar el conjunto en La Habana con músicos de Cuba para hacer música de Big Band en un concierto especial que se llama Adelante, Cuba, donde participarán además la Camerata Romeu, que dirige la maestra Zenaida Romeu, el trompetista Yasek Manzano, la cantante Telmary Díaz y otros invitados.
– Usted vendrá a inaugurar el Festival en Santiago de Cuba...
– Estoy muy emocionado de trabajar en Santiago con los Muñequitos de Matanzas y la Conga de los Hoyos. A los Muñequitos los quiero mucho desde hace años. También voy a dar un concierto con mi gran amigo Marcos Antonio Fernández, el gran pianista de Palma Soriano, quien toca con Eliades Ochoa. Espero tener una descarga con el saxofonista Juan Chacón, director de Sax magic quartet (cuarteto de saxofones de Santiago de Cuba).
– ¿A qué se debe la recurrencia de sus visitas a Cuba?
–Desde la primera vez que me invitó Chucho a tocar en Cuba, yo siento cuando llego que es mi país natural. Yo sé que no nací allí, pero hay algo en el ambiente que me parece muy familiar. No hay ningún lado en el mundo (y viajo constantemente) en donde me sienta mejor.
– ¿A qué nivel cree que está el jazz cubano en estos momentos?
– El cubano es el jazz más informado del mundo. Sin entender los ritmos afro no se pueden comprender las raíces del Jazz. No hay Latin Jazz, no hay Jazz norteamericano. Solo hay música que hemos heredado de África y, en mi opinión, los músicos más adelantados en el jazz entienden eso.
– ¿Qué jazzistas cubanos actuales usted considera que son los más destacados?
– Muchos de mis músicos favoritos son cubanos. David Virelles, Fabián Almazan, Dafnis Prieto, Yosvany Terry, de la nueva generación, y seguro que uno de los más importantes músicos de nuestro tiempo es Chucho. Me llevo muy bien con el maestro y con su familia, que son gente que admiro mucho.
– En mayo usted se presentó en el Kennedy Center y apoyó allí a nuestra delegación artística, ¿cuál es su opinión acerca de la posición actual del Gobierno de Estados Unidos de prohibir o entorpecer el intercambio cultural entre nuestros dos pueblos?
– Estados Unidos está pasando por un momento muy feo. El presidente está en contra del progreso y es una persona que está creando mucha división y racismo. El bloqueo a Cuba es una de las cosas más violentas del mundo. Representar a mi gente en el Kennedy Center y hablarle al público de la belleza de Cuba, y de lo que Cuba puede enseñar a Estados Unidos fue un acto de orgullo que nunca voy a olvidar.
– ¿Es verdad que el padre de su papá Chico es natural de Tapaste, en la
actual provincia de Mayabeque?
– Mi abuelo y mi gente vienen de Tapaste. El nombre de él era Ricardo. No estoy seguro de eso porque nunca lo conocí y mi papá hablaba muy poquito de su familia.
– ¿Desde cuándo las cenizas de Chico, su padre, y de Lupe Valero, su mamá, descansan en el cementerio de Colón, en La Habana? ¿A qué obedece esta decisión?
– Llevé las cenizas de mi papá al cementerio de Colón hace dos años y las de mi mamá en junio de este año. Te digo mi sueño: un día quisiera vivir en Cuba. Yo sé que mi papá extrañó mucho a su tierra natal y mi mamá la quería mucho. Yo me siento más cómodo en Cuba.
– Usted nació en México, ama a Cuba y vive en Nueva York, ¿qué hace para mantener vivo estos tres amores?
– El amor es muy complicado. Tengo a mis hijos en Nueva York, la mamá de ellos es de allí. Mi corazón se siente cubano, pero también tengo sangre mexicana. Yo pienso que siempre voy a estar confundido, pero es una confusión muy rica y de mucha alegría.
– ¿En qué proyecto trabaja actualmente?
– Estoy escribiendo una ópera que se llama Lucero. Se trata sobre un ecuatoriano que lo mató un joven de Long Island en un crimen de odio. Quiero enseñar que la muerte es un ejemplo del efecto de la lucha económica que tienen muchos americanos por la codicia de los bancos y del Gobierno.
– Sus hijos Adam y Zacarías han seguido el camino de su abuelo y el suyo. ¿Cree que ellos seguirán queriendo a Cuba como lo ha hecho usted?
– Cuba para mí es la dirección de mi corazón. Yo pienso seguir viajando a Cuba y vivir un día allí con mi gente. Y sé que mis hijos aman a Cuba con todo su corazón también.
Arturo O'Farrill: "Cuba es la dirección de mi corazón"
Fuente: Granma, Cuba. Por: Ricardo Alonso Venereo
En enero de 2019 La Habana y Santiago de Cuba volverán a ser capital del jazz en el mundo, cuando entre el 14 y el 20 tenga lugar la 34 edición del Festival Internacional Jazz Plaza 2019, el cual se ubica desde hace años entre los mejores de su género en el planeta.
Entre los jazzistas que asistirán se encuentra el pianista Arturo O´Farrill Valero, hijo del mítico músico cubano Arturo (Chico) O´Farrill (1921-2001), quien como trompetista, arreglista y director de orquesta dejó una huella imperecedera en la historia de la música nacional.
Nominado en seis ocasiones a los Premios Grammy, el cual ha ganado en cuatro oportunidades –la primera con su álbum Song for Chico, en el 2009; la segunda con The Offense of the Drum, en el 2015, la tercera con Cuba: The Conversation Continues, en el 2016 y la cuarta con su pieza Tres Revoluciones del álbum Familia-Tributo a Chico y Bebo, en el 2018–, Arturo fue uno de los invitados a la ceremonia de izaje de la bandera cubana en la reapertura de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, el 14 de agosto de 2015, luego del acuerdo para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones tomado por los entonces presidentes Barack Obama y Raúl Castro Ruz.
Ante la proximidad de su nueva visita a la Isla, lo cual se ha vuelto recurrente desde el 2002, Granma conversó vía correo electrónico con este destacado músico, quien en muchas ocasiones ha manifestado por propia convicción su amor por Cuba.
– En enero de 2019 usted participará en una nueva edición del Festival Internacional Jazz Plaza, ¿vendría solo, con su Afro Latin Jazz Orchestra o con algún otro formato?
– Voy a llevar un grupo pequeño. Tengo a mis hijos Zacarías, en la batería, y Adam, en la trompeta. Vamos a aumentar el conjunto en La Habana con músicos de Cuba para hacer música de Big Band en un concierto especial que se llama Adelante, Cuba, donde participarán además la Camerata Romeu, que dirige la maestra Zenaida Romeu, el trompetista Yasek Manzano, la cantante Telmary Díaz y otros invitados.
– Usted vendrá a inaugurar el Festival en Santiago de Cuba...
– Estoy muy emocionado de trabajar en Santiago con los Muñequitos de Matanzas y la Conga de los Hoyos. A los Muñequitos los quiero mucho desde hace años. También voy a dar un concierto con mi gran amigo Marcos Antonio Fernández, el gran pianista de Palma Soriano, quien toca con Eliades Ochoa. Espero tener una descarga con el saxofonista Juan Chacón, director de Sax magic quartet (cuarteto de saxofones de Santiago de Cuba).
– ¿A qué se debe la recurrencia de sus visitas a Cuba?
–Desde la primera vez que me invitó Chucho a tocar en Cuba, yo siento cuando llego que es mi país natural. Yo sé que no nací allí, pero hay algo en el ambiente que me parece muy familiar. No hay ningún lado en el mundo (y viajo constantemente) en donde me sienta mejor.
– ¿A qué nivel cree que está el jazz cubano en estos momentos?
– El cubano es el jazz más informado del mundo. Sin entender los ritmos afro no se pueden comprender las raíces del Jazz. No hay Latin Jazz, no hay Jazz norteamericano. Solo hay música que hemos heredado de África y, en mi opinión, los músicos más adelantados en el jazz entienden eso.
– ¿Qué jazzistas cubanos actuales usted considera que son los más destacados?
– Muchos de mis músicos favoritos son cubanos. David Virelles, Fabián Almazan, Dafnis Prieto, Yosvany Terry, de la nueva generación, y seguro que uno de los más importantes músicos de nuestro tiempo es Chucho. Me llevo muy bien con el maestro y con su familia, que son gente que admiro mucho.
– En mayo usted se presentó en el Kennedy Center y apoyó allí a nuestra delegación artística, ¿cuál es su opinión acerca de la posición actual del Gobierno de Estados Unidos de prohibir o entorpecer el intercambio cultural entre nuestros dos pueblos?
– Estados Unidos está pasando por un momento muy feo. El presidente está en contra del progreso y es una persona que está creando mucha división y racismo. El bloqueo a Cuba es una de las cosas más violentas del mundo. Representar a mi gente en el Kennedy Center y hablarle al público de la belleza de Cuba, y de lo que Cuba puede enseñar a Estados Unidos fue un acto de orgullo que nunca voy a olvidar.
– ¿Es verdad que el padre de su papá Chico es natural de Tapaste, en la
actual provincia de Mayabeque?
– Mi abuelo y mi gente vienen de Tapaste. El nombre de él era Ricardo. No estoy seguro de eso porque nunca lo conocí y mi papá hablaba muy poquito de su familia.
– ¿Desde cuándo las cenizas de Chico, su padre, y de Lupe Valero, su mamá, descansan en el cementerio de Colón, en La Habana? ¿A qué obedece esta decisión?
– Llevé las cenizas de mi papá al cementerio de Colón hace dos años y las de mi mamá en junio de este año. Te digo mi sueño: un día quisiera vivir en Cuba. Yo sé que mi papá extrañó mucho a su tierra natal y mi mamá la quería mucho. Yo me siento más cómodo en Cuba.
– Usted nació en México, ama a Cuba y vive en Nueva York, ¿qué hace para mantener vivo estos tres amores?
– El amor es muy complicado. Tengo a mis hijos en Nueva York, la mamá de ellos es de allí. Mi corazón se siente cubano, pero también tengo sangre mexicana. Yo pienso que siempre voy a estar confundido, pero es una confusión muy rica y de mucha alegría.
– ¿En qué proyecto trabaja actualmente?
– Estoy escribiendo una ópera que se llama Lucero. Se trata sobre un ecuatoriano que lo mató un joven de Long Island en un crimen de odio. Quiero enseñar que la muerte es un ejemplo del efecto de la lucha económica que tienen muchos americanos por la codicia de los bancos y del Gobierno.
– Sus hijos Adam y Zacarías han seguido el camino de su abuelo y el suyo. ¿Cree que ellos seguirán queriendo a Cuba como lo ha hecho usted?
– Cuba para mí es la dirección de mi corazón. Yo pienso seguir viajando a Cuba y vivir un día allí con mi gente. Y sé que mis hijos aman a Cuba con todo su corazón también.
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Esta noche, después de mucho tiempo, El Gran Combo despedirá el Año Viejo en Puerto Rico. Aprovechamos el acontecimiento para compartir una entrevista que ofreció su director Rafael Ithier a El Nuevo Día, donde opina acerca de algunos de los cantantes que pasaron por la orquesta
Fuente: El Nuevo Día, Puerto Rico. Por: Raymond Pérez
La cara de toda orquesta de salsa es sin duda su llamado “frente” de cantantes. Son la imagen y la voz del conjunto y quienes con su interpretación y sabor pueden hacer de un tema un clásico. Así funciona en el mundo de la salsa. A continuación, el líder de El Gran Combo de Puerto Rico, Rafael Ithier, hace su evaluación de algunos de los cantantes que han pasado por la agrupación o que han compartido tarima con “Los Mulatos del Sabor”.
Andy Montañez
“Yo puedo decir que a Andy Montañez todavía le dicen Junior en la casa. Yo no sabía quién era Andy y lo fui a buscar porque me lo recomendaron como cantante y entonces, pues llegó y lo demás es historia. La única diferencia es que cuando llega y va a cantar con nosotros es en WKAQ y allí estaba Felipe Rodríguez, La Voz, que lo vio (lo conoció como Junior) y entonces le dijo, ‘¿Cómo es que tú te llamas?’ y Andy le dijo ‘Andrés’. Felipe le dijo, ‘Pues mira, hay más de 100 tríos en Puerto Rico y cada uno de esos tiene un Junior y cada Junior tiene un problema con una mujer y un hijo. Ahora mismo en este sitio que vamos a tocar hay hijos de esos Juniors. Y como hay tantos Juniors hay que cambiarte el nombre’. Y él fue quien le cambió el nombre y le puso Andy, ese fue Felipe Rodríguez, La Voz. Digo, si él (Andy) dice otra cosa, pues es otro Andy, esto que te cuento es porque yo estaba allí cuando eso sucedió. El famoso Andy Montañez todavía en su casa le dicen Junior, pero fue Felipe quien le puso Andy”.
Pellín Rodríguez
“Pellín Rodríguez era como de mi edad y yo lo conocía antes cuando estaba con Noro Morales, pero cuando llegó a Puerto Rico quiso cantar con nosotros y yo le dije, ‘No tenemos nada que ofrecerte’, pero me dijo que quería cantar. Y cantaba muy bien. Cuando salió Pellín del grupo, me llegaron muchas recomendaciones, pero yo siempre pensé y he pensado en darle oportunidad a gente nueva y a quien yo pudiera ayudar. Así es que cuando salió Pellín me llegó un muchacho y me dijo que interesaba cantar con nosotros. Yo no sabía quién era, pero ese fue Charlie Aponte, la historia hay que contarla”.
Jerry Rivas
“Cuando Andy (Montañez) se fue, Quique Lucca me recomendó a un muchacho que cantaba rock. Jerry Rivas llegó a casa, al estudio, y algunos del grupo pronto me criticaron ya que vieron a Jerry un poco ‘cara pálida’. Uno de los técnicos del estudio me dijo, ‘Pero Rafa, tú estás loco, ese muchacho es medio colora’o, rubio y de ojos claros’. Ese día no cantó, pero le pedí que me trajera alguna de sus grabaciones y me trajo una guaracha que había cantado con un grupo. Pues al otro día llegué al estudio y se la puse a los muchachos y me dijeron, ‘Oye, ese tipo canta bien, ¿quién es ese muchacho?’… Ahhhh, les dije, ‘Pues el mismo que vino ayer y a ustedes no les gustó’”.
Anthony García
“Yo creo en darle oportunidad a la gente joven y con buen talento. Ya lleva cuatro años con nosotros y la gente lo ha aceptado. Me ha sorprendido, es un muchacho bueno, nosotros nos reunimos con sus papás, su esposa y sus hijos, y le dijimos que si venía a El Gran Combo, venía a un grupo de veteranos, que este no era el futuro, el futuro son los jóvenes, esto es una trulla de viejos. Se lo dijimos, es decir, que no era fácil para él. Su debut fue fuera de Puerto Rico. Yo con él, pensé mucho en la parte económica, cómo iba a reaccionar a la parte económica, a eso de los viajes y agenda, pero ha reaccionado muy bien y ha manejado muy bien al público y la parte económica también, porque eso es algo que pudiera hacerle daño a uno, pero estoy satisfecho, ha trabajado muy bien con todo esto”.
Gilberto Santa Rosa
“Cuando Andy (Montañez) se fue, alguien me dijo el nombre de Gilbertito Santa Rosa. Yo conozco a Gilberto, cantando así, desde que tenía 10 a 11 años. Gilberto es de nacimiento, ese talento es innato y él siempre fue fanático de El Gran Combo. Cuando ya estuvo más grande (18 años), como te decía ese muchacho canta de a vicio, pero ¿cómo yo me voy a llevar a ese muchacho y lo voy a poner a cantar en Nueva York, tan jovencito, que vengan aquellas ‘aparatas’ de la (calle) 110 y la 115 y me lo rapten?... Y entonces, ¿qué yo le digo a sus papás? No, lo mejor era que se quedara en su casa. Una vez Jerry (Rivas) se enfermó y estuvo tres semanas fuera y Gilbertito lo sustituyó y estuvo cantando con nosotros hasta fuera de Puerto Rico y no quería ni cobrar, imagínate. Y luego volvemos a Puerto Rico e íbamos a tocar en una boda en un hotel en San Juan y le pregunto a Jerry que cómo se sentía y me dijo que un poco mejor. Pero me dijo: ‘Gilberto quiere cantar, que vaya él’. Yo le digo: ‘Gilberto que se quede en su casa y ven tú a cantar’. Imagínate, se presentan estos dos a cantar, y entonces, ¿qué voy a hacer yo después con ustedes? No, le dije a Jerry que él iba a cantar. Pero, sí, Gilbertito es de El Gran Combo”.
Ithier recuerda la época del merengue y la salsa erótica
Como fundador y director de El Gran Combo de Puerto Rico, Rafael Ithier ha sido testigo del ir y venir de las modas dentro de la industria musical. De todas recuerda la intensidad con la que el merengue y la llamada salsa erótica se apoderaron de la radio y del gusto del público en la década del 80.
“Para entonces, yo mandé a hacer cinco merengues y entonces entrábamos a los bailes con un merengue. Recuerda que cuando se pegó el merengue, Johnny Ventura y Wilfrido Vargas tocaban sus merengues y eso se quería caer. Entonces mandamos a hacer cinco merengues (a montarlos) y abríamos con uno de ellos. Una vez la gente estaba bailando, ya nosotros los teníamos ahí, entonces tocábamos nuestra salsa”, recordó el veterano pianista.
En cuanto a la salsa romántica y erótica que tuvo gran éxito entre los años 80 y 90, dijo que fue un experimento que en el caso de El Gran Combo fracasó.
“Eso lo hicimos en cierta forma para complacer a nuestra gente. Montamos ‘Ámame’ y ‘El aguacero’, que eran números en esa línea. Fueron tremendos éxitos. Pero eso no era lo que quería El Gran Combo, lo hicimos para que la gente supiera que podíamos tocar ese estilo, que podíamos hacerlo. Pero el segundo disco que hicimos en esa línea (“Latin-Up”, 1990) fue un fracaso, es más fue un desastre. La gente no quería esa línea de parte de nosotros”.
Rafael Ithier habla sobre los cantantes de El Gran Combo
Esta noche, después de mucho tiempo, El Gran Combo despedirá el Año Viejo en Puerto Rico. Aprovechamos el acontecimiento para compartir una entrevista que ofreció su director Rafael Ithier a El Nuevo Día, donde opina acerca de algunos de los cantantes que pasaron por la orquesta
Fuente: El Nuevo Día, Puerto Rico. Por: Raymond Pérez
La cara de toda orquesta de salsa es sin duda su llamado “frente” de cantantes. Son la imagen y la voz del conjunto y quienes con su interpretación y sabor pueden hacer de un tema un clásico. Así funciona en el mundo de la salsa. A continuación, el líder de El Gran Combo de Puerto Rico, Rafael Ithier, hace su evaluación de algunos de los cantantes que han pasado por la agrupación o que han compartido tarima con “Los Mulatos del Sabor”.
Andy Montañez
“Yo puedo decir que a Andy Montañez todavía le dicen Junior en la casa. Yo no sabía quién era Andy y lo fui a buscar porque me lo recomendaron como cantante y entonces, pues llegó y lo demás es historia. La única diferencia es que cuando llega y va a cantar con nosotros es en WKAQ y allí estaba Felipe Rodríguez, La Voz, que lo vio (lo conoció como Junior) y entonces le dijo, ‘¿Cómo es que tú te llamas?’ y Andy le dijo ‘Andrés’. Felipe le dijo, ‘Pues mira, hay más de 100 tríos en Puerto Rico y cada uno de esos tiene un Junior y cada Junior tiene un problema con una mujer y un hijo. Ahora mismo en este sitio que vamos a tocar hay hijos de esos Juniors. Y como hay tantos Juniors hay que cambiarte el nombre’. Y él fue quien le cambió el nombre y le puso Andy, ese fue Felipe Rodríguez, La Voz. Digo, si él (Andy) dice otra cosa, pues es otro Andy, esto que te cuento es porque yo estaba allí cuando eso sucedió. El famoso Andy Montañez todavía en su casa le dicen Junior, pero fue Felipe quien le puso Andy”.
Pellín Rodríguez
“Pellín Rodríguez era como de mi edad y yo lo conocía antes cuando estaba con Noro Morales, pero cuando llegó a Puerto Rico quiso cantar con nosotros y yo le dije, ‘No tenemos nada que ofrecerte’, pero me dijo que quería cantar. Y cantaba muy bien. Cuando salió Pellín del grupo, me llegaron muchas recomendaciones, pero yo siempre pensé y he pensado en darle oportunidad a gente nueva y a quien yo pudiera ayudar. Así es que cuando salió Pellín me llegó un muchacho y me dijo que interesaba cantar con nosotros. Yo no sabía quién era, pero ese fue Charlie Aponte, la historia hay que contarla”.
Jerry Rivas
“Cuando Andy (Montañez) se fue, Quique Lucca me recomendó a un muchacho que cantaba rock. Jerry Rivas llegó a casa, al estudio, y algunos del grupo pronto me criticaron ya que vieron a Jerry un poco ‘cara pálida’. Uno de los técnicos del estudio me dijo, ‘Pero Rafa, tú estás loco, ese muchacho es medio colora’o, rubio y de ojos claros’. Ese día no cantó, pero le pedí que me trajera alguna de sus grabaciones y me trajo una guaracha que había cantado con un grupo. Pues al otro día llegué al estudio y se la puse a los muchachos y me dijeron, ‘Oye, ese tipo canta bien, ¿quién es ese muchacho?’… Ahhhh, les dije, ‘Pues el mismo que vino ayer y a ustedes no les gustó’”.
Anthony García
“Yo creo en darle oportunidad a la gente joven y con buen talento. Ya lleva cuatro años con nosotros y la gente lo ha aceptado. Me ha sorprendido, es un muchacho bueno, nosotros nos reunimos con sus papás, su esposa y sus hijos, y le dijimos que si venía a El Gran Combo, venía a un grupo de veteranos, que este no era el futuro, el futuro son los jóvenes, esto es una trulla de viejos. Se lo dijimos, es decir, que no era fácil para él. Su debut fue fuera de Puerto Rico. Yo con él, pensé mucho en la parte económica, cómo iba a reaccionar a la parte económica, a eso de los viajes y agenda, pero ha reaccionado muy bien y ha manejado muy bien al público y la parte económica también, porque eso es algo que pudiera hacerle daño a uno, pero estoy satisfecho, ha trabajado muy bien con todo esto”.
Gilberto Santa Rosa
“Cuando Andy (Montañez) se fue, alguien me dijo el nombre de Gilbertito Santa Rosa. Yo conozco a Gilberto, cantando así, desde que tenía 10 a 11 años. Gilberto es de nacimiento, ese talento es innato y él siempre fue fanático de El Gran Combo. Cuando ya estuvo más grande (18 años), como te decía ese muchacho canta de a vicio, pero ¿cómo yo me voy a llevar a ese muchacho y lo voy a poner a cantar en Nueva York, tan jovencito, que vengan aquellas ‘aparatas’ de la (calle) 110 y la 115 y me lo rapten?... Y entonces, ¿qué yo le digo a sus papás? No, lo mejor era que se quedara en su casa. Una vez Jerry (Rivas) se enfermó y estuvo tres semanas fuera y Gilbertito lo sustituyó y estuvo cantando con nosotros hasta fuera de Puerto Rico y no quería ni cobrar, imagínate. Y luego volvemos a Puerto Rico e íbamos a tocar en una boda en un hotel en San Juan y le pregunto a Jerry que cómo se sentía y me dijo que un poco mejor. Pero me dijo: ‘Gilberto quiere cantar, que vaya él’. Yo le digo: ‘Gilberto que se quede en su casa y ven tú a cantar’. Imagínate, se presentan estos dos a cantar, y entonces, ¿qué voy a hacer yo después con ustedes? No, le dije a Jerry que él iba a cantar. Pero, sí, Gilbertito es de El Gran Combo”.
Ithier recuerda la época del merengue y la salsa erótica
Como fundador y director de El Gran Combo de Puerto Rico, Rafael Ithier ha sido testigo del ir y venir de las modas dentro de la industria musical. De todas recuerda la intensidad con la que el merengue y la llamada salsa erótica se apoderaron de la radio y del gusto del público en la década del 80.
“Para entonces, yo mandé a hacer cinco merengues y entonces entrábamos a los bailes con un merengue. Recuerda que cuando se pegó el merengue, Johnny Ventura y Wilfrido Vargas tocaban sus merengues y eso se quería caer. Entonces mandamos a hacer cinco merengues (a montarlos) y abríamos con uno de ellos. Una vez la gente estaba bailando, ya nosotros los teníamos ahí, entonces tocábamos nuestra salsa”, recordó el veterano pianista.
En cuanto a la salsa romántica y erótica que tuvo gran éxito entre los años 80 y 90, dijo que fue un experimento que en el caso de El Gran Combo fracasó.
“Eso lo hicimos en cierta forma para complacer a nuestra gente. Montamos ‘Ámame’ y ‘El aguacero’, que eran números en esa línea. Fueron tremendos éxitos. Pero eso no era lo que quería El Gran Combo, lo hicimos para que la gente supiera que podíamos tocar ese estilo, que podíamos hacerlo. Pero el segundo disco que hicimos en esa línea (“Latin-Up”, 1990) fue un fracaso, es más fue un desastre. La gente no quería esa línea de parte de nosotros”.
29 dic 2018
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Fuente: Agencia EFE
El cantante puertorriqueño Sammy Marrero ofrecerá el domingo su concierto "El final y un comienzo: Tributo al maestro", que podría provocar que no interprete más en la isla ni en Estados Unidos cinco canciones que grabó junto al fenecido pianista Raphy Leavitt y su orquesta La Selecta.
Tras el fallecimiento de Leavitt el 5 de agosto de 2015, su familia decidió disolver La Selecta, en la que Marrero fue el cantante principal por 43 años.
Ante la decisión, Marrero creó su grupo, Sammy Marrero y su orquesta, con la que continuó interpretando los éxitos de La Selecta, tales como "La cuna blanca", "Payaso" y "El buen pastor", entre otros.
Sin embargo, la familia de Leavitt (1948-2015) exige una indemnización de 850.000 dólares porque presuntamente Marrero interpretó cinco temas escritos por el fenecido músico sin su autorización y porque el cantante no cuenta con la licencia de la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (Ascap) para hacerlo.
La familia de Leavitt retiró las composiciones de Ascap, cuya licencia de uso vence el 31 de diciembre de 2018.
Es por ello, que Marrero, de 76 años, aprovechará su presentación del domingo próximo en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré de Santurce (San Juan) y antes de que culmine el año, para cantar "La cuna blanca", "Jíbaro soy", "El buen pastor", "Amor y paz", y "Difícil de olvidar".
Y ante la necesidad de trabajar y generar ingresos, así como luchar por poder interpretar las canciones de Leavitt, Marrero contrató a un grupo de abogados, entre ellos, a Ramón Vela Córdova, para que se tome una decisión final.
"Si es a favor mío, vamos a hacer una fiesta. En mi forma de pensar, si logramos sobrepasar ese temporal, vamos a hacer una fiesta para el pueblo", afirmó Marrero hoy a Efe tras una rueda de prensa donde ofreció detalles del espectáculo, producido por César Sainz.
"Es el final de la generación de Sammy y el nuevo comienzo como solista y artista independiente", sostuvo Sainz.
Vela Córdova, por su parte, dijo a Efe que la reclamación solo limita a Marrero a no interpretar dichas canciones en Puerto Rico y Estados Unidos, por lo que le daría oportunidad al cantante a hacerlo en otros países.
"Otra controversia es si suponiendo que la licencia es válida, si ellos pueden tocar las canciones porque los demandantes dicen que aunque tengamos una licencia, no podemos tocar esas canciones. Sería ideal que las canciones se sigan escuchando", afirmó.
Y sobre los 850.000 dólares que exige la familia de Leavitt, Vela Córdova indicó que dicha cantidad es injusta.
"Las licencias de tocar en este tipo de actividad suelen costar bajas cantidades y pues 850.000 es algo que el tribunal tendrá que decidir de si es justo o no. Esa indemnización es lo máximo y de alguien que es un caso extremo y que literalmente está robándose la obra", añadió.
A la presentación se le unirán a Marrero varios artistas, entre ellos, los también salseros Domingo Quiñones, Charlie Maldonado -también exmiembro de La Selecta-, Juan Manuel Lebrón y el cuatrista Prodigio Claudio.
"Lamento mucho la situación con Sammy, porque él es el icono de esos temas y con las que el pueblo siempre ha escuchado y se ha identificado. Es lamentable para él y como amigo y hermano, tiene mi apoyo", agregó Maldonado a Efe.
"Entiendo que el que tiene derecho para cantar esos temas es él. Si fuera yo o cualquier otro, fuese distinto, porque no fuimos quienes grabaron los temas ni nos identificamos con el pueblo ni el tema y la cosa es diferente. Yo espero que esto se solucione de la mejor manera", indicó.
Quiñones, mientras tanto, resaltó que Marrero "representa al pueblo", y aprovechó el momento para recordar la primera ocasión en que escuchó a su compañero cantar.
"La primera vez que lo escuché, quedó impregnado en mi ser. Yo tenía como 9 años y en casa habían como cinco discos y uno de ellos era 'Café colao'. Y con esos discos fue que comencé a cantar sobre ellos y a practicar. Ese disco fue parte de la formación de lo que soy en día", dijo Quiñones.
"A mí siempre me sorprendió y me llegó al alma cada canción de Sammy Marrero. El pueblo lo siente de la misma manera y donde quiera que ha llegado la voz de Sammy significa al pueblo. Me siento horado y que se me haya dado la oportunidad", enfatizó.
Fuente: El Vocero, Puerto Rico. Por: Yomaris Rodríguez
Sin revelar el más mínimo detalle de su concierto, titulado El final y un comienzo tributo al maestro, a realizarse el 30 de diciembre en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce, Sammy Marrero aseguró que se dará por completo a su público.
“Va ser el final de la trayectoria y un comienzo para seguir hacia adelante”, expuso Sammy sobre el espectáculo.
Tendrá como invitados a Domingo Quiñones, Oscar Serrano, Juan Manuel Lebrón, Manny Manuel, Prodigio Claudio y Edgardo Villanueva para recorrer las canciones que convirtió en éxito durante 43 años como cantante de la Orquesta La Selecta y que asuntos legales le impedirán hacerlo a partir de enero.
Respecto a su sentir por tener que dejar de interpretarlas, manifestó a EL VOCERO “esa controversia la dejo en las manos de los abogados, no entro en la parte demandante, lo mío es cantar. Deja que pase el tiempo. A Dios clamo para que me ayude para cumplir”.
El final de un comienzo “lo describo que tengo que seguir cantando hasta que Dios me diga: ‘hasta aquí llegaste Sammy’; y hasta ahí llegué”.
Reservándose el repertorio del show, invitó a sus seguidores a acompañarlo el domingo.
“No voy adelantar, vengan al concierto para que lo vean. Espero que lo llenen completo porque este jibarito que está aquí, se va a dar completo, no a medias. Que se preparan porque los espero a las 4:00 p.m.”, afirmó el llamado Trovador de la salsa.
La voz de Payaso despedirá este 2018 agradecido y rodeado de su familia.
“Lo que le pido a Dios es que me dé fuerzas para cumplir con todos. Tengo que darle gracias a Dios por muchas cosas. Lo primero, que mi esposa e hijos estén bien de salud, porque de qué vale toda la fama y logros si uno de ellos no está bien. Perdí a una hija y eso es algo que no he podido olvidar porque es parte de mi vida. Cuando me la mataron fui y le canté y eso es bien difícil. Después que la sepultaron lloré en mi casa. La gente pensaba que yo era diferente y no es así, soy un ser humano igual que cualquiera, lo único que me paro a cantar, eso es lo diferente”, precisó.
Entre tanto, Lebrón adelantó la pieza que entonará junto a Marrero en el espectáculo.
“Voy a estar cantando un número que me dio Luis Marrero para que lo cantara en bolero, el título es Chiquilla. También se lo dieron a Sammy, que lo hizo en salsa y vamos a interpretarlo entre los dos como salsa”, dijo el también comediante, quien en 2019 planifica un proyecto que combina música y actuación.
Ser parte del evento que cierra un ciclo en la trayectoria musical de Marrero, es para Lebrón “una bendición porque siempre lo he admirado y por su humildad; yo también vengo de abajo. Es humilde con un talento grande y esa es la gloria que papá Dios le da a uno. Cuando eres una persona buena no necesitas ser millonario para ser feliz, esa es la bendición”.
Fuente: Noticel. Por: Omar Marrero
El veterano cantante Sammy Marrero concluye este fin de semana un año de altibajos en el que un pleito judicial arreció contra él y sus músicos, pero por otro lado -y a raíz del mismo pleito judicial- ha recibido las mayores muestras de apoyo en sus más de 45 años como cantante.
Y lo hará de la mejor forma que puede: cantando. Este domingo, Sammy Marrero y su Orquesta se presentarán en concierto en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré de Santurce con el espectáculo “El final y un comienzo” en el que cantará sus mayores éxitos, quizás por última vez.
Marrero, quien por más de 40 años fue la voz principal de la orquesta La Selecta, del fenecido director Raphy Leavitt, atraviesa por un difícil proceso judicial por la demanda presentada contra él por la familia Leavitt por violación de derechos de autor. Los demandantes reclaman que Marrero pague regalías por las canciones escritas por Leavitt -y que sigue cantando- o que deje de cantarlas.
Sin embargo, la defensa legal de Marrero ha mantenido que el cantante puede seguir interpretando esas canciones mientras se mantenga vigente una licencia de ejecución adquirida y pagada a la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (ASCAP, por sus siglas en inglés).
Pero esa licencia concluye el próximo 31 de diciembre y Marrero no podrá renovarla, aunque pague, porque la familia Leavitt retiró las canciones de ASCAP y por el momento no las ha registrado en ninguna otra empresa de cobro de regalías.
La prohibición para cantar las canciones de Leavitt después del 31 de diciembre de 2018 sería solo para Puerto Rico y Estados Unidos, no para el resto de los países.
En el concierto, Marrero presentará un puñado de sus más grandes éxitos y contará con artistas invitados de la talla de Domingo Quiñones, Juan Manuel Lebrón, Manny Manuel, Oscarito, Eduardo Villanueva y el cuatrista Prodigio Claudio.
"Siento una alegría inmensa al estar aquí en concierto y cantar con estos amigos. Estos compañeros que estarán apoyándome son amigos de muchos años y les agradezco infinitamente que estén conmigo", expresó Marrero en conferencia de prensa.
"Yo, por mi parte, me siento honrado. Sammy representa al pueblo, fuera con La Selecta o solo", dijo Quiñones, quien desde hace unas semanas comenzó una campaña de apoyo con una camiseta que lee "Yo soy Sammy Marrero"."La voz de Sammy es conocida en todo el mundo", agregó.
Mientras, Lebrón dijo que también está "feliz de cantar con Sammy" y agregó que "la cultura nuestra no se puede destruir por cosas que se pueden arreglar de otra manera", en referencia al pleito legal.
La presentación será en la Sala Sinfónica Pablo Casals a las 4:00 p.m.
¿Cómo empezó la disputa?
Tras la muerte de Raphy Leavitt en agosto de 2015, la reconocida orquesta La Selecta entró en un periodo de incertidumbre por su futuro, periodo que se definió en febrero de 2016 cuando la familia Leavitt -la viuda y sus hijos- anunció que disolvería la orquesta y que daba por concluida su existencia de 43 años.
Los músicos intentaron convencer a la viuda de lo contrario, pero al no haber acuerdo, se reorganizaron bajo el nombre de “Sammy Marrero y su Orquesta” y continuaron interpretando los viejos éxitos de La Selecta. Fue entonces cuando la familia Leavitt demandó a Marrero para que dejara de interpretar las canciones compuestas por el difunto director.
Sin embargo, el cantante levantó como defensa que interpretar los clásicos de Leavitt era perpetuar su legado, además de que interpretarlas seguía siendo su única vía de ingresos, ya que su trabajo a tiempo completo es cantar.
“El pueblo se merece disfrutar estas canciones por el intérprete original que el mismo Raphy escogió. Aunque la viuda y los hijos no lo entiendan, yo, cantando las canciones de Raphy, lo que hago es enaltecer su obra y perpetuar su legado, cosa que estoy seguro Raphy desde arriba debe estar disfrutando y agradeciendo”, afirmó entonces el cantante.
En la propuesta original, la familia Leavitt pedía a Sammy Marrero $5,000 por cada baile en Puerto Rico y $10,000 por cada presentación fuera de Puerto Rico. Pero en la demanda inicial el reclamo bajó a $3,000 lo que Marrero y los músicos de la antigua Selecta consideraron excesivo, principalmente en la situación económica actual en la que las orquestas de salsa ya no trabajan tanto como en los años 70 y 80.
En la demanda original, la familia Leavitt también incluyó al municipio de Utuado, al Centro Cultural de Corozal y dos promotores artísticos por haber contratado a la orquesta. Hace unas semanas la demanda fue enmendada para incluir a las esposas de cada uno de los integrantes de la orquesta.
Marrero, al no tener capital para defenderse legalmente, comenzó una campaña de recaudación de fondos para la defensa de su orquesta que incluyó una presentación/baile el pasado 3 de noviembre. Durante dicha campaña, ha recibido un apoyo masivo reflejado en los medios de comunicación y las redes sociales.
Una muestra más de ese apoyo popular lo recibió este viernes cuando le fue comunicado a Marrero que será exaltado en marzo próximo al Salón de la Fama de la Música Puertorriqueña.
La Selecta debutó en 1971 con el disco “Payaso” y desde entonces se convirtió en una de las favoritas del público salsero. En un principio, la orquesta interpretaba exclusivamente las composiciones de Leavitt aunque con los años el director amplió su repertorio con otras composiciones.
El particular timbre de voz de Marrero y las letras románticas y de contenido social que presentaba La Selecta lograron que canciones como “Payaso”, “La cuna blanca”, “Mi barrio”, “Jíbaro soy”, “Herido”, “El buen pastor”, “El solitario”, "Soldado" y otros se convirtieran en clásicos del género salsero.
Mañana es el concierto de Sammy Marrero en Puerto Rico
Fuente: Agencia EFE
El cantante puertorriqueño Sammy Marrero ofrecerá el domingo su concierto "El final y un comienzo: Tributo al maestro", que podría provocar que no interprete más en la isla ni en Estados Unidos cinco canciones que grabó junto al fenecido pianista Raphy Leavitt y su orquesta La Selecta.
Tras el fallecimiento de Leavitt el 5 de agosto de 2015, su familia decidió disolver La Selecta, en la que Marrero fue el cantante principal por 43 años.
Ante la decisión, Marrero creó su grupo, Sammy Marrero y su orquesta, con la que continuó interpretando los éxitos de La Selecta, tales como "La cuna blanca", "Payaso" y "El buen pastor", entre otros.
Sin embargo, la familia de Leavitt (1948-2015) exige una indemnización de 850.000 dólares porque presuntamente Marrero interpretó cinco temas escritos por el fenecido músico sin su autorización y porque el cantante no cuenta con la licencia de la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (Ascap) para hacerlo.
La familia de Leavitt retiró las composiciones de Ascap, cuya licencia de uso vence el 31 de diciembre de 2018.
Es por ello, que Marrero, de 76 años, aprovechará su presentación del domingo próximo en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré de Santurce (San Juan) y antes de que culmine el año, para cantar "La cuna blanca", "Jíbaro soy", "El buen pastor", "Amor y paz", y "Difícil de olvidar".
Y ante la necesidad de trabajar y generar ingresos, así como luchar por poder interpretar las canciones de Leavitt, Marrero contrató a un grupo de abogados, entre ellos, a Ramón Vela Córdova, para que se tome una decisión final.
"Si es a favor mío, vamos a hacer una fiesta. En mi forma de pensar, si logramos sobrepasar ese temporal, vamos a hacer una fiesta para el pueblo", afirmó Marrero hoy a Efe tras una rueda de prensa donde ofreció detalles del espectáculo, producido por César Sainz.
"Es el final de la generación de Sammy y el nuevo comienzo como solista y artista independiente", sostuvo Sainz.
Vela Córdova, por su parte, dijo a Efe que la reclamación solo limita a Marrero a no interpretar dichas canciones en Puerto Rico y Estados Unidos, por lo que le daría oportunidad al cantante a hacerlo en otros países.
"Otra controversia es si suponiendo que la licencia es válida, si ellos pueden tocar las canciones porque los demandantes dicen que aunque tengamos una licencia, no podemos tocar esas canciones. Sería ideal que las canciones se sigan escuchando", afirmó.
Y sobre los 850.000 dólares que exige la familia de Leavitt, Vela Córdova indicó que dicha cantidad es injusta.
"Las licencias de tocar en este tipo de actividad suelen costar bajas cantidades y pues 850.000 es algo que el tribunal tendrá que decidir de si es justo o no. Esa indemnización es lo máximo y de alguien que es un caso extremo y que literalmente está robándose la obra", añadió.
A la presentación se le unirán a Marrero varios artistas, entre ellos, los también salseros Domingo Quiñones, Charlie Maldonado -también exmiembro de La Selecta-, Juan Manuel Lebrón y el cuatrista Prodigio Claudio.
"Lamento mucho la situación con Sammy, porque él es el icono de esos temas y con las que el pueblo siempre ha escuchado y se ha identificado. Es lamentable para él y como amigo y hermano, tiene mi apoyo", agregó Maldonado a Efe.
"Entiendo que el que tiene derecho para cantar esos temas es él. Si fuera yo o cualquier otro, fuese distinto, porque no fuimos quienes grabaron los temas ni nos identificamos con el pueblo ni el tema y la cosa es diferente. Yo espero que esto se solucione de la mejor manera", indicó.
Quiñones, mientras tanto, resaltó que Marrero "representa al pueblo", y aprovechó el momento para recordar la primera ocasión en que escuchó a su compañero cantar.
"La primera vez que lo escuché, quedó impregnado en mi ser. Yo tenía como 9 años y en casa habían como cinco discos y uno de ellos era 'Café colao'. Y con esos discos fue que comencé a cantar sobre ellos y a practicar. Ese disco fue parte de la formación de lo que soy en día", dijo Quiñones.
"A mí siempre me sorprendió y me llegó al alma cada canción de Sammy Marrero. El pueblo lo siente de la misma manera y donde quiera que ha llegado la voz de Sammy significa al pueblo. Me siento horado y que se me haya dado la oportunidad", enfatizó.
Fuente: El Vocero, Puerto Rico. Por: Yomaris Rodríguez
Sin revelar el más mínimo detalle de su concierto, titulado El final y un comienzo tributo al maestro, a realizarse el 30 de diciembre en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce, Sammy Marrero aseguró que se dará por completo a su público.
“Va ser el final de la trayectoria y un comienzo para seguir hacia adelante”, expuso Sammy sobre el espectáculo.
Tendrá como invitados a Domingo Quiñones, Oscar Serrano, Juan Manuel Lebrón, Manny Manuel, Prodigio Claudio y Edgardo Villanueva para recorrer las canciones que convirtió en éxito durante 43 años como cantante de la Orquesta La Selecta y que asuntos legales le impedirán hacerlo a partir de enero.
Respecto a su sentir por tener que dejar de interpretarlas, manifestó a EL VOCERO “esa controversia la dejo en las manos de los abogados, no entro en la parte demandante, lo mío es cantar. Deja que pase el tiempo. A Dios clamo para que me ayude para cumplir”.
El final de un comienzo “lo describo que tengo que seguir cantando hasta que Dios me diga: ‘hasta aquí llegaste Sammy’; y hasta ahí llegué”.
Reservándose el repertorio del show, invitó a sus seguidores a acompañarlo el domingo.
“No voy adelantar, vengan al concierto para que lo vean. Espero que lo llenen completo porque este jibarito que está aquí, se va a dar completo, no a medias. Que se preparan porque los espero a las 4:00 p.m.”, afirmó el llamado Trovador de la salsa.
La voz de Payaso despedirá este 2018 agradecido y rodeado de su familia.
“Lo que le pido a Dios es que me dé fuerzas para cumplir con todos. Tengo que darle gracias a Dios por muchas cosas. Lo primero, que mi esposa e hijos estén bien de salud, porque de qué vale toda la fama y logros si uno de ellos no está bien. Perdí a una hija y eso es algo que no he podido olvidar porque es parte de mi vida. Cuando me la mataron fui y le canté y eso es bien difícil. Después que la sepultaron lloré en mi casa. La gente pensaba que yo era diferente y no es así, soy un ser humano igual que cualquiera, lo único que me paro a cantar, eso es lo diferente”, precisó.
Entre tanto, Lebrón adelantó la pieza que entonará junto a Marrero en el espectáculo.
“Voy a estar cantando un número que me dio Luis Marrero para que lo cantara en bolero, el título es Chiquilla. También se lo dieron a Sammy, que lo hizo en salsa y vamos a interpretarlo entre los dos como salsa”, dijo el también comediante, quien en 2019 planifica un proyecto que combina música y actuación.
Ser parte del evento que cierra un ciclo en la trayectoria musical de Marrero, es para Lebrón “una bendición porque siempre lo he admirado y por su humildad; yo también vengo de abajo. Es humilde con un talento grande y esa es la gloria que papá Dios le da a uno. Cuando eres una persona buena no necesitas ser millonario para ser feliz, esa es la bendición”.
Fuente: Noticel. Por: Omar Marrero
Domingo Quiñones, Sammy Marrero y Juan Manuel Lebrón
El veterano cantante Sammy Marrero concluye este fin de semana un año de altibajos en el que un pleito judicial arreció contra él y sus músicos, pero por otro lado -y a raíz del mismo pleito judicial- ha recibido las mayores muestras de apoyo en sus más de 45 años como cantante.
Y lo hará de la mejor forma que puede: cantando. Este domingo, Sammy Marrero y su Orquesta se presentarán en concierto en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré de Santurce con el espectáculo “El final y un comienzo” en el que cantará sus mayores éxitos, quizás por última vez.
Marrero, quien por más de 40 años fue la voz principal de la orquesta La Selecta, del fenecido director Raphy Leavitt, atraviesa por un difícil proceso judicial por la demanda presentada contra él por la familia Leavitt por violación de derechos de autor. Los demandantes reclaman que Marrero pague regalías por las canciones escritas por Leavitt -y que sigue cantando- o que deje de cantarlas.
Sin embargo, la defensa legal de Marrero ha mantenido que el cantante puede seguir interpretando esas canciones mientras se mantenga vigente una licencia de ejecución adquirida y pagada a la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (ASCAP, por sus siglas en inglés).
Pero esa licencia concluye el próximo 31 de diciembre y Marrero no podrá renovarla, aunque pague, porque la familia Leavitt retiró las canciones de ASCAP y por el momento no las ha registrado en ninguna otra empresa de cobro de regalías.
La prohibición para cantar las canciones de Leavitt después del 31 de diciembre de 2018 sería solo para Puerto Rico y Estados Unidos, no para el resto de los países.
En el concierto, Marrero presentará un puñado de sus más grandes éxitos y contará con artistas invitados de la talla de Domingo Quiñones, Juan Manuel Lebrón, Manny Manuel, Oscarito, Eduardo Villanueva y el cuatrista Prodigio Claudio.
"Siento una alegría inmensa al estar aquí en concierto y cantar con estos amigos. Estos compañeros que estarán apoyándome son amigos de muchos años y les agradezco infinitamente que estén conmigo", expresó Marrero en conferencia de prensa.
"Yo, por mi parte, me siento honrado. Sammy representa al pueblo, fuera con La Selecta o solo", dijo Quiñones, quien desde hace unas semanas comenzó una campaña de apoyo con una camiseta que lee "Yo soy Sammy Marrero"."La voz de Sammy es conocida en todo el mundo", agregó.
Mientras, Lebrón dijo que también está "feliz de cantar con Sammy" y agregó que "la cultura nuestra no se puede destruir por cosas que se pueden arreglar de otra manera", en referencia al pleito legal.
La presentación será en la Sala Sinfónica Pablo Casals a las 4:00 p.m.
¿Cómo empezó la disputa?
Tras la muerte de Raphy Leavitt en agosto de 2015, la reconocida orquesta La Selecta entró en un periodo de incertidumbre por su futuro, periodo que se definió en febrero de 2016 cuando la familia Leavitt -la viuda y sus hijos- anunció que disolvería la orquesta y que daba por concluida su existencia de 43 años.
Los músicos intentaron convencer a la viuda de lo contrario, pero al no haber acuerdo, se reorganizaron bajo el nombre de “Sammy Marrero y su Orquesta” y continuaron interpretando los viejos éxitos de La Selecta. Fue entonces cuando la familia Leavitt demandó a Marrero para que dejara de interpretar las canciones compuestas por el difunto director.
Sin embargo, el cantante levantó como defensa que interpretar los clásicos de Leavitt era perpetuar su legado, además de que interpretarlas seguía siendo su única vía de ingresos, ya que su trabajo a tiempo completo es cantar.
“El pueblo se merece disfrutar estas canciones por el intérprete original que el mismo Raphy escogió. Aunque la viuda y los hijos no lo entiendan, yo, cantando las canciones de Raphy, lo que hago es enaltecer su obra y perpetuar su legado, cosa que estoy seguro Raphy desde arriba debe estar disfrutando y agradeciendo”, afirmó entonces el cantante.
En la propuesta original, la familia Leavitt pedía a Sammy Marrero $5,000 por cada baile en Puerto Rico y $10,000 por cada presentación fuera de Puerto Rico. Pero en la demanda inicial el reclamo bajó a $3,000 lo que Marrero y los músicos de la antigua Selecta consideraron excesivo, principalmente en la situación económica actual en la que las orquestas de salsa ya no trabajan tanto como en los años 70 y 80.
En la demanda original, la familia Leavitt también incluyó al municipio de Utuado, al Centro Cultural de Corozal y dos promotores artísticos por haber contratado a la orquesta. Hace unas semanas la demanda fue enmendada para incluir a las esposas de cada uno de los integrantes de la orquesta.
Marrero, al no tener capital para defenderse legalmente, comenzó una campaña de recaudación de fondos para la defensa de su orquesta que incluyó una presentación/baile el pasado 3 de noviembre. Durante dicha campaña, ha recibido un apoyo masivo reflejado en los medios de comunicación y las redes sociales.
Una muestra más de ese apoyo popular lo recibió este viernes cuando le fue comunicado a Marrero que será exaltado en marzo próximo al Salón de la Fama de la Música Puertorriqueña.
La Selecta debutó en 1971 con el disco “Payaso” y desde entonces se convirtió en una de las favoritas del público salsero. En un principio, la orquesta interpretaba exclusivamente las composiciones de Leavitt aunque con los años el director amplió su repertorio con otras composiciones.
El particular timbre de voz de Marrero y las letras románticas y de contenido social que presentaba La Selecta lograron que canciones como “Payaso”, “La cuna blanca”, “Mi barrio”, “Jíbaro soy”, “Herido”, “El buen pastor”, “El solitario”, "Soldado" y otros se convirtieran en clásicos del género salsero.
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Fuente: Las 2 Orillas, Colombia
La estrella de la salsa Héctor Lavoe se estrenó en Cali en la Feria de 1977. Se presentó solo en el Coliseo Evangelista Mora, colmado de gente. Allí estaba entre el público uno de sus ídolos, Andrés Caicedo, entonces un jovencito de aire Lewisiano que acababa de terminar Qué viva la música, una novela que se transformaría en una biblia para los salseros colombianos. Al jovencito escritor le quedarían tres meses de vida, al cantante 17 años críticos, 17 años en donde entregaría lo peor y lo mejor de su condición humana.
En Cali tocó sin contratiempos en esa feria también en las Vallas. A Héctor el fervor de la ciudad lo hizo repetir. Cali ya era la Capital Mundial de la Salsa. Fueron esa noche al Evangelista Mora siete mil personas. Hubo sobrecupo. Héctor tenía 31 años, 12 discos y una adicción a la heroína que terminaría destruyéndolo en la plenitud de su vida. El público esperó pacientemente. El rey de la puntualidad otra vez llegaba tarde. El concierto estaba pactado para las nueve de la noche y arrancó a la una de la mañana.
Tenía en sus manos unas maracas y estaba vestido con una chaqueta verde. Estaba en el mejor momento de su carrera. La maldición que le había roto la voz un año antes se la quitó con una contra: songorocosongo, cosas de santeros. Tocó tres horas y se dejó llevar por un fervor que nunca había encontrado en otro lado. Ni en Puertorro lo querían tanto. Ese día estuvo lúcido así hubiera desocupado entre canción y canción tres botellas de aguardiente Blanco del Valle.
Héctor Lavoe repitió dosis caleña en 1979. Esta vez tocó en el Hotel Petecuy y en Juan Pachanga en las casetas a la orilla del rio Cauca, prendió la fiesta en Juanchito, en el corregimiento de Candelaria que vivió, gracias al Cantante de los Cantantes, los mejores carnavales de su vida. En ese año su problema con las drogas aumentaba. En el Petacuy sólo quería cantar dos canciones. Estaba embalado y, cuando Lavoe se metía los pases, se le salían a flote los demonios.
En 1980 Lavoe regresaría con La Fania en tal vez el concierto de salsa más recordado en la historia de la ciudad. Para que Lavoe pudiera cantar lo metieron en una heladera. Lavoe, igual, lo pudo hacer sin problemas.
Su fervor por Cali se completaría en 1983 cuando se trasladó a vivir a la ciudad que lo enloqueció. Permaneció tres meses y, tal y como relata el escritor Umberto Valverde vivía más de noche que de día. Las puertas de Juan Pachanga en Juanchito estaban abiertas para que fuera a cantar cuando a él se le diera la real gana. Héctor se quedó en la casa del empresario Larry Landa y a veces se turnaba en la de Alfredo de la Fe en donde espantaba a los invitados haciendo demostraciones de cómo era que se chutaba un gramo de perica en las venas.
Héctor, en sus borracheras interminables, cantó en la plaza central de Santander de Quilichao en donde fue lanzado a la alcaldía por sus acompañantes. Lavoe sólo fue a Cali porque Larry Landa lo convenció de que se rehabilitara en la ciudad. No era el lugar idóneo. Sobre todo en diciembre en donde todos los bailadores se ponen las pistas de ruana. En Cali los dioses no tienen descanso
Héctor Lavoe y sus noches caleñas
Fuente: Las 2 Orillas, Colombia
La estrella de la salsa Héctor Lavoe se estrenó en Cali en la Feria de 1977. Se presentó solo en el Coliseo Evangelista Mora, colmado de gente. Allí estaba entre el público uno de sus ídolos, Andrés Caicedo, entonces un jovencito de aire Lewisiano que acababa de terminar Qué viva la música, una novela que se transformaría en una biblia para los salseros colombianos. Al jovencito escritor le quedarían tres meses de vida, al cantante 17 años críticos, 17 años en donde entregaría lo peor y lo mejor de su condición humana.
En Cali tocó sin contratiempos en esa feria también en las Vallas. A Héctor el fervor de la ciudad lo hizo repetir. Cali ya era la Capital Mundial de la Salsa. Fueron esa noche al Evangelista Mora siete mil personas. Hubo sobrecupo. Héctor tenía 31 años, 12 discos y una adicción a la heroína que terminaría destruyéndolo en la plenitud de su vida. El público esperó pacientemente. El rey de la puntualidad otra vez llegaba tarde. El concierto estaba pactado para las nueve de la noche y arrancó a la una de la mañana.
Tenía en sus manos unas maracas y estaba vestido con una chaqueta verde. Estaba en el mejor momento de su carrera. La maldición que le había roto la voz un año antes se la quitó con una contra: songorocosongo, cosas de santeros. Tocó tres horas y se dejó llevar por un fervor que nunca había encontrado en otro lado. Ni en Puertorro lo querían tanto. Ese día estuvo lúcido así hubiera desocupado entre canción y canción tres botellas de aguardiente Blanco del Valle.
Héctor Lavoe repitió dosis caleña en 1979. Esta vez tocó en el Hotel Petecuy y en Juan Pachanga en las casetas a la orilla del rio Cauca, prendió la fiesta en Juanchito, en el corregimiento de Candelaria que vivió, gracias al Cantante de los Cantantes, los mejores carnavales de su vida. En ese año su problema con las drogas aumentaba. En el Petacuy sólo quería cantar dos canciones. Estaba embalado y, cuando Lavoe se metía los pases, se le salían a flote los demonios.
En 1980 Lavoe regresaría con La Fania en tal vez el concierto de salsa más recordado en la historia de la ciudad. Para que Lavoe pudiera cantar lo metieron en una heladera. Lavoe, igual, lo pudo hacer sin problemas.
Su fervor por Cali se completaría en 1983 cuando se trasladó a vivir a la ciudad que lo enloqueció. Permaneció tres meses y, tal y como relata el escritor Umberto Valverde vivía más de noche que de día. Las puertas de Juan Pachanga en Juanchito estaban abiertas para que fuera a cantar cuando a él se le diera la real gana. Héctor se quedó en la casa del empresario Larry Landa y a veces se turnaba en la de Alfredo de la Fe en donde espantaba a los invitados haciendo demostraciones de cómo era que se chutaba un gramo de perica en las venas.
Héctor, en sus borracheras interminables, cantó en la plaza central de Santander de Quilichao en donde fue lanzado a la alcaldía por sus acompañantes. Lavoe sólo fue a Cali porque Larry Landa lo convenció de que se rehabilitara en la ciudad. No era el lugar idóneo. Sobre todo en diciembre en donde todos los bailadores se ponen las pistas de ruana. En Cali los dioses no tienen descanso
27 dic 2018
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Fuente: Caracol Radio, Colombia
Disgustado, se mostró el reconocido artista bonaverense, el maestro Yuri Buenaventura, luego de que el cantante venezolano, Oscar De León, lo mirara con aires de superioridad y le preguntara: Y, tú quién eres?
Todo comenzó en un camerino, cuando Yuri le fue a presentar al actual embajador de Francia en Colombia, Gautier Micnot, a Oscar de León en Bogotá y hoy se repitió la historia de desaire en el octavo piso del hotel Marriot en donde están alojados los artistas de la Feria de Cali.
En diálogo con el reportero Álvaro Miguel Mina, para el Noticiero de la Feria de Cali, el cantante Yuri se mostró extrañado por el hecho, ya que desde hace 25 años con el maestro Oscar de León han venido compartiendo tarima, muchas de ellas en Francia.
Yuri le recordó que es un cantante colombiano y defiende esta tierra y que es cinco veces disco de oro en Francia.
Disgustado Yuri Buenaventura con Oscar D'Leon
Fuente: Caracol Radio, Colombia
Disgustado, se mostró el reconocido artista bonaverense, el maestro Yuri Buenaventura, luego de que el cantante venezolano, Oscar De León, lo mirara con aires de superioridad y le preguntara: Y, tú quién eres?
Todo comenzó en un camerino, cuando Yuri le fue a presentar al actual embajador de Francia en Colombia, Gautier Micnot, a Oscar de León en Bogotá y hoy se repitió la historia de desaire en el octavo piso del hotel Marriot en donde están alojados los artistas de la Feria de Cali.
En diálogo con el reportero Álvaro Miguel Mina, para el Noticiero de la Feria de Cali, el cantante Yuri se mostró extrañado por el hecho, ya que desde hace 25 años con el maestro Oscar de León han venido compartiendo tarima, muchas de ellas en Francia.
Yuri le recordó que es un cantante colombiano y defiende esta tierra y que es cinco veces disco de oro en Francia.
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Fuente: Zoolombia.com
La noche del 26 de diciembre de 1968, hace 50 años, la historia de la música tropical colombiana cambió para siempre. Desde 1957 se creó la Feria de Cali, con un sentimiento de resiliencia ante la tragedia de agosto del 56, cuando una explosión dejó cientos de muertos y mucho dolor entre los caleños, pero una Fe intacta en el porvenir y las ganas de salir adelante.
La Feria, exquisita en eventos y novedades, trajo esa noche en la Caseta Panamericana la presentación de la orquesta de Ricardo “Richie” Ray, un joven pianista de 23 años que ya se las traía en la música latina y que comenzaba a ser reconocido dentro de la industria musical, con su complemento eterno: Bobby Cruz.
Ese dúo maravilloso que la providencia se encargó de unir dio el recital más sabroso y de mayor recordación entre los melómanos de tiempo completo en la capital de valle. La salsa vino por añadidura.
Antes de este ritmo contagioso, las orquestas, grupos y bandas sonaban a Los Corraleros de Majagual, reyes indiscutibles del acetato, también a la Billos Caracas y Pacho Galán, Los Melódicos y Los Teen Agers. Pero con Richie y Bobby la cosa fue a otro precio. Se ganaron el corazón de los caleños y repitieron en 1969. Solamente bastaron dos ferias y mucha música, para que Richie y Bobby quedaran matriculados para siempre en Cali y antes que en Puerto Rico como los reyes de la salsa.
El gordo Lozano, organizador por aquella época de la mejor Feria de Colombia, recibió por recomendación de Tito Puente la alternativa de estos dos muchachitos de Nueva York, que ya se estaban comiendo el mundo, para que en la XI Feria de Cali llegaran con su orquesta.
Richie y Bobby vinieron entonces con todas sus grandes estrellas, entre las que se cuentan: Russell Skee Farnsworth, en el bajo; Pedro Rafael Chaparro, primera trompeta solista; El Indio Cherokee, Doc Cheatham, segunda trompeta solista; Jackie Dillomis, El Conde, en la tumbadora y conga; José Cándido Rodríguez, en los timbales, y el bongó de Harry Rodríguez. ¿Querían más?
El resto es historia, como lo es el amor que liga a miles de colombianos que han gozado, no solo en Cali sino en el mundo entero, con la música de Los Durísimos, los primeros y únicos Reyes de la Salsa.
Richie Ray & Bobby Cruz, el dúo que cambió la historia en la Feria de Cali
Fuente: Zoolombia.com
La noche del 26 de diciembre de 1968, hace 50 años, la historia de la música tropical colombiana cambió para siempre. Desde 1957 se creó la Feria de Cali, con un sentimiento de resiliencia ante la tragedia de agosto del 56, cuando una explosión dejó cientos de muertos y mucho dolor entre los caleños, pero una Fe intacta en el porvenir y las ganas de salir adelante.
La Feria, exquisita en eventos y novedades, trajo esa noche en la Caseta Panamericana la presentación de la orquesta de Ricardo “Richie” Ray, un joven pianista de 23 años que ya se las traía en la música latina y que comenzaba a ser reconocido dentro de la industria musical, con su complemento eterno: Bobby Cruz.
Ese dúo maravilloso que la providencia se encargó de unir dio el recital más sabroso y de mayor recordación entre los melómanos de tiempo completo en la capital de valle. La salsa vino por añadidura.
Antes de este ritmo contagioso, las orquestas, grupos y bandas sonaban a Los Corraleros de Majagual, reyes indiscutibles del acetato, también a la Billos Caracas y Pacho Galán, Los Melódicos y Los Teen Agers. Pero con Richie y Bobby la cosa fue a otro precio. Se ganaron el corazón de los caleños y repitieron en 1969. Solamente bastaron dos ferias y mucha música, para que Richie y Bobby quedaran matriculados para siempre en Cali y antes que en Puerto Rico como los reyes de la salsa.
El gordo Lozano, organizador por aquella época de la mejor Feria de Colombia, recibió por recomendación de Tito Puente la alternativa de estos dos muchachitos de Nueva York, que ya se estaban comiendo el mundo, para que en la XI Feria de Cali llegaran con su orquesta.
Richie y Bobby vinieron entonces con todas sus grandes estrellas, entre las que se cuentan: Russell Skee Farnsworth, en el bajo; Pedro Rafael Chaparro, primera trompeta solista; El Indio Cherokee, Doc Cheatham, segunda trompeta solista; Jackie Dillomis, El Conde, en la tumbadora y conga; José Cándido Rodríguez, en los timbales, y el bongó de Harry Rodríguez. ¿Querían más?
El resto es historia, como lo es el amor que liga a miles de colombianos que han gozado, no solo en Cali sino en el mundo entero, con la música de Los Durísimos, los primeros y únicos Reyes de la Salsa.
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Fuente: Especial Feria de Cali 2018 | El País en Clave de Mujer - El País Colombia. Por: Robert Téllez
Juliana
Cuco Valoy & Los Virtuosos, álbum Tremenda Salsa (1979)
A mediados de 1979, el dominicano Cuco Valoy, preparaba la que sería la cuarta producción discográfica con su agrupación ‘Los Virtuosos’, Cuco ya era un experimentado intérprete. Desde mediados de los años sesentas junto a su hermano Martín logró popularidad haciendo giras y grabando sones con el dúo “Los Ahijados”, en semejanza con Los Compadres de Cuba.
Para esa producción, “El Pupy de Quisqueya” no escatimó recursos. La salsa estaba en su furor y para lograr un sonido que permitiera competir con los grandes, lo más apropiado sería grabar en la ciudad de New York, y así lo hizo. Valoy alquiló por tres días el Latin Sound Studio, y contrató los servicios de Jon Fausty, el legendario ingeniero de los discos de Fania, en aras de hallar un espléndido resultado, y sin duda así fue, lo que nunca llegó a imaginar, es que ese viaje a la Gran Manzana daría origen a uno de los temas más clásicos de su repertorio y de la música caribeña.
El álbum se planificó con diez canciones, cinco a las que Henry García colocaría su voz y otras cinco que ya habían sido grabadas en República Dominicana cantando Cuco. Según él mismo confiesa, terminada la primera de sesión de voces en el estudio, le entró algo de envidia y se cuestionó ¿Cómo es posible que esté en la misma meca de la industria, con la mejor tecnología y no tenga la oportunidad de grabar al menos una canción? Esa noche en el hotel, tomó papel y lápiz con la idea de escribir una canción, que luego le mostraría a su hijo Ramón Orlando, el pianista y arreglista de la agrupación.
La inspiración llegó por una decepción amorosa de Cuco en su época de adolescencia, una novia que le mostró por primera vez el camino de la desilusión. Eran los tiempos de la Dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, y ella, que realmente no se llamaba Juliana, al ser descubierta en amoríos con un militar, no tuvo ningún reparo en abandonarlo y casarse al poco tiempo. De ahí que la canción tenga ese tono de queja y de lamento.
Según cuenta Cuco, lo primero que le llegó fue el coro. Sucedió mientras buscaba un nombre de mujer que fuera muy sonoro. De momento se vio tarareando: “Juliana qué mala eres, qué mala eres Juliana”, al estilo montunero de Los Ahijados, y partir de allí comenzó a entrelazar los distintos versos a manera de desahogo por el daño sufrido. Así nació una canción tan expresiva como espontánea, hecha en apenas unos minutos.
Al día siguiente, Cuco entró al estudio, le cantó una sola vez su escrito a Ramón Orlando a manera de guía y procedieron a grabarla. Mientras tomaban su voz haciendo las inspiraciones, ingresó la secretaria del dueño del estudio y sentencia ¡Caramba qué canción más linda, de seguro va a ser un exitazo!
Aunque Juliana fue la última canción en hacerse en el estudio, fue la que abrió el repertorio del álbum ‘Tremenda Salsa’ de Cuco Valoy & Los Virtuosos. Pero no solo eso, Juliana traspasó el tiempo y llegó a una nueva generación, luego de que en 1997 se diera a conocer una nueva versión del tema con la participación del propio Cuco, junto a la agrupación DLG “Dark Latin Groove”, creación del exitoso productor Sergio George, que vino contenida en el álbum “Swing On”, una vibrante producción que obtuvo tres discos de platino por los grandes resultados obtenidos en los Estados Unidos, Panamá, Colombia, Perú y Venezuela.
A Maina
(Alfredy Bogado) – Willie Rosario y su Orquesta. Canta: Pupy Cantor
A Man Of Music (1985)
El maestro Willie Rosario, es uno de los grandes exponentes que ha dado la música salsa. Con una trayectoria de más de 60 años siendo el líder de una de las orquestas más emblemáticas de la música latina, Rosario es el pionero en la articulación del patrón armónico, surgido tras la combinación de cuatro trompetas y un saxofón barítono dentro del movimiento salsero, distintivo este que lo ha hecho merecedor de ser denominado en el ambiente musical como ‘Mr. Afinque’, en alusión al complemento sonoro manifestado en la solidez y consistencia rítmica que caracteriza a su agrupación, capitaneada desde su instrumento, el timbal.
Pero su importancia va más allá. En la orquesta de Willie Rosario se han formado, durante distintas épocas, cantantes como: Chamaco Rivera, Junior Toledo, Guillo Rivera, Bobby Concepción, Pupy Cantor, Josué Rosado, Primi Cruz, Tony Vega y Gilberto Santa Rosa, entre otros, como muestra de una constante innovación estilística que jamás ha abandonado su identidad sonora.
Rosario es sinónimo de trabajo hecho con excelencia y firmeza, muestra de ello son cada una de las producciones discográficas publicadas con su orquesta. Una de las de mayor arraigo en Cali es A Man Of Music de 1985, que incluyó una canción con nombre de mujer: A Maina, composición del cantautor venezolano Freddy José Bogado (1943 – 2015), a quien en el ambiente de Caracas llamaban “Alfredy”; destacado por su trabajo como cantante en agrupaciones como: El Grupo Ashe, el Grupo Mango, Naty y su Charanga, La Magnífica de Elio Pacheco y el Ensamble La Calle, un septeto con el que justamente Bogado grabó la primera versión de A Maina en único trabajo discográfico realizado para la división latina del sello Sonotone Records.
“Maina” es un nombre exótico, posiblemente de procedencia hindú, que se ha vuelto muy familiar para los seguidores de la salsa. Hoy no sabemos si el origen de la letra de la canción es producto de la poesía o si se trata de una mujer real que enamoró a un hombre que lucha por olvidarla, pero en su interior continúa reclamando su presencia. Tal vez hay muchas Mainas por ahí, por el arraigo de la pieza musical, lo cierto es que Maina vive gracias al tema popularizado por el maestro Willie Rosario y su Orquesta en voz de Pupy Cantor, que contó con el arreglo de otro de los alumnos de Mr. Afinque, el desaparecido maestro José M. Lugo.
Catalina La O
Letra: Johnny Ortiz - Arreglo: José Febles. Pete 'El Conde' Rodríguez
A Juan Ramón Ortíz, lo encontramos señalado recurrentemente en las contraportadas de los discos como ‘Johnny’ Ortíz, en calidad de compositor. Su nombre aparece en un poco más de 500 temas de salsa.
Ortíz nació en Isabela, Puerto Rico, se graduó como contable y laboró en Willcox, Barinqer Inc en la ciudad de Nueva York, pero pronto abandonó los números en los libros financieros para dedicarse a plasmar vivencias que con el paso del tiempo se convertirían en famosas canciones, las primeras de ellas grabadas en 1972 por Tony Pabón y La Protesta.
En 1976 logró vincularse a la compañía Fania Records, mediante un contrato exclusivo de cinco años, que incluía su primera producción musical con la Orquesta Taiborí (mezcla de taíno y boricua), donde Tito Nieves hizo su debut como vocalista.
Ortíz, también campeón nacional de billar y posiblemente el alumno más aventajado del legendario Catalino ‘Tite’ Curet Alonso, compitió en 1976 con su mentor, Don Tite, por el premio al Compositor del año en la ciudad de Nueva York, certamen donde Curet Alonso ganó con Periódico de ayer, escrita para Héctor Lavoe, pero que también sirvió como plataforma para que Johnny, el jibarito poeta, ingresara por la puerta de los grandes maestros, o como él mismo lo define “se abriera el camino gracias a una canción con nombre de mujer…”
Catalina, de origen griego, que significa pureza e históricamente ha sido utilizado por la realeza europea, fue el nombre elegido por Johnny Ortiz para la emblemática pieza. Con un relato simple, inspirado en las verbenas de su pueblo natal, Ortíz logra exaltar a una mujer que se distingue entre la multitud, por su belleza, cadencia y sencillez.
Catalina La O, fue escrita por Johnny Ortíz, en una época en la que estaba muy influenciado por el escritor, poeta y novelista Luis Palés Matos (Guayama, Puerto Rico 1898 - 1959).
Palés Matos en su poema ‘Majestad negra’ escribió:
"Por la encendida calle antillana
va Tembandumba de la Quimbamba
-rumba, macumba, candombe, bámbula-
entre dos filas de negras caras"
Ortíz dice:
Por la calle encendida,
se escucha un tambor,
y entre miles de caras se ve,
a Catalina La O...
Catalina La O, contó con el arreglo musical de José Febles y fue publicada abriendo el repertorio del álbum ‘Este negro si es sabroso’ de 1976, para muchos la mejor producción discográfica de Pete ‘El Conde’ Rodríguez.
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Un trío femenino de antología en la historia de la Salsa
Fuente: Especial Feria de Cali 2018 | El País en Clave de Mujer - El País Colombia. Por: Robert Téllez
Juliana
Cuco Valoy & Los Virtuosos, álbum Tremenda Salsa (1979)
A mediados de 1979, el dominicano Cuco Valoy, preparaba la que sería la cuarta producción discográfica con su agrupación ‘Los Virtuosos’, Cuco ya era un experimentado intérprete. Desde mediados de los años sesentas junto a su hermano Martín logró popularidad haciendo giras y grabando sones con el dúo “Los Ahijados”, en semejanza con Los Compadres de Cuba.
Para esa producción, “El Pupy de Quisqueya” no escatimó recursos. La salsa estaba en su furor y para lograr un sonido que permitiera competir con los grandes, lo más apropiado sería grabar en la ciudad de New York, y así lo hizo. Valoy alquiló por tres días el Latin Sound Studio, y contrató los servicios de Jon Fausty, el legendario ingeniero de los discos de Fania, en aras de hallar un espléndido resultado, y sin duda así fue, lo que nunca llegó a imaginar, es que ese viaje a la Gran Manzana daría origen a uno de los temas más clásicos de su repertorio y de la música caribeña.
El álbum se planificó con diez canciones, cinco a las que Henry García colocaría su voz y otras cinco que ya habían sido grabadas en República Dominicana cantando Cuco. Según él mismo confiesa, terminada la primera de sesión de voces en el estudio, le entró algo de envidia y se cuestionó ¿Cómo es posible que esté en la misma meca de la industria, con la mejor tecnología y no tenga la oportunidad de grabar al menos una canción? Esa noche en el hotel, tomó papel y lápiz con la idea de escribir una canción, que luego le mostraría a su hijo Ramón Orlando, el pianista y arreglista de la agrupación.
La inspiración llegó por una decepción amorosa de Cuco en su época de adolescencia, una novia que le mostró por primera vez el camino de la desilusión. Eran los tiempos de la Dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, y ella, que realmente no se llamaba Juliana, al ser descubierta en amoríos con un militar, no tuvo ningún reparo en abandonarlo y casarse al poco tiempo. De ahí que la canción tenga ese tono de queja y de lamento.
Según cuenta Cuco, lo primero que le llegó fue el coro. Sucedió mientras buscaba un nombre de mujer que fuera muy sonoro. De momento se vio tarareando: “Juliana qué mala eres, qué mala eres Juliana”, al estilo montunero de Los Ahijados, y partir de allí comenzó a entrelazar los distintos versos a manera de desahogo por el daño sufrido. Así nació una canción tan expresiva como espontánea, hecha en apenas unos minutos.
Al día siguiente, Cuco entró al estudio, le cantó una sola vez su escrito a Ramón Orlando a manera de guía y procedieron a grabarla. Mientras tomaban su voz haciendo las inspiraciones, ingresó la secretaria del dueño del estudio y sentencia ¡Caramba qué canción más linda, de seguro va a ser un exitazo!
Aunque Juliana fue la última canción en hacerse en el estudio, fue la que abrió el repertorio del álbum ‘Tremenda Salsa’ de Cuco Valoy & Los Virtuosos. Pero no solo eso, Juliana traspasó el tiempo y llegó a una nueva generación, luego de que en 1997 se diera a conocer una nueva versión del tema con la participación del propio Cuco, junto a la agrupación DLG “Dark Latin Groove”, creación del exitoso productor Sergio George, que vino contenida en el álbum “Swing On”, una vibrante producción que obtuvo tres discos de platino por los grandes resultados obtenidos en los Estados Unidos, Panamá, Colombia, Perú y Venezuela.
A Maina
(Alfredy Bogado) – Willie Rosario y su Orquesta. Canta: Pupy Cantor
A Man Of Music (1985)
El maestro Willie Rosario, es uno de los grandes exponentes que ha dado la música salsa. Con una trayectoria de más de 60 años siendo el líder de una de las orquestas más emblemáticas de la música latina, Rosario es el pionero en la articulación del patrón armónico, surgido tras la combinación de cuatro trompetas y un saxofón barítono dentro del movimiento salsero, distintivo este que lo ha hecho merecedor de ser denominado en el ambiente musical como ‘Mr. Afinque’, en alusión al complemento sonoro manifestado en la solidez y consistencia rítmica que caracteriza a su agrupación, capitaneada desde su instrumento, el timbal.
Pero su importancia va más allá. En la orquesta de Willie Rosario se han formado, durante distintas épocas, cantantes como: Chamaco Rivera, Junior Toledo, Guillo Rivera, Bobby Concepción, Pupy Cantor, Josué Rosado, Primi Cruz, Tony Vega y Gilberto Santa Rosa, entre otros, como muestra de una constante innovación estilística que jamás ha abandonado su identidad sonora.
Rosario es sinónimo de trabajo hecho con excelencia y firmeza, muestra de ello son cada una de las producciones discográficas publicadas con su orquesta. Una de las de mayor arraigo en Cali es A Man Of Music de 1985, que incluyó una canción con nombre de mujer: A Maina, composición del cantautor venezolano Freddy José Bogado (1943 – 2015), a quien en el ambiente de Caracas llamaban “Alfredy”; destacado por su trabajo como cantante en agrupaciones como: El Grupo Ashe, el Grupo Mango, Naty y su Charanga, La Magnífica de Elio Pacheco y el Ensamble La Calle, un septeto con el que justamente Bogado grabó la primera versión de A Maina en único trabajo discográfico realizado para la división latina del sello Sonotone Records.
“Maina” es un nombre exótico, posiblemente de procedencia hindú, que se ha vuelto muy familiar para los seguidores de la salsa. Hoy no sabemos si el origen de la letra de la canción es producto de la poesía o si se trata de una mujer real que enamoró a un hombre que lucha por olvidarla, pero en su interior continúa reclamando su presencia. Tal vez hay muchas Mainas por ahí, por el arraigo de la pieza musical, lo cierto es que Maina vive gracias al tema popularizado por el maestro Willie Rosario y su Orquesta en voz de Pupy Cantor, que contó con el arreglo de otro de los alumnos de Mr. Afinque, el desaparecido maestro José M. Lugo.
Catalina La O
Letra: Johnny Ortiz - Arreglo: José Febles. Pete 'El Conde' Rodríguez
A Juan Ramón Ortíz, lo encontramos señalado recurrentemente en las contraportadas de los discos como ‘Johnny’ Ortíz, en calidad de compositor. Su nombre aparece en un poco más de 500 temas de salsa.
Ortíz nació en Isabela, Puerto Rico, se graduó como contable y laboró en Willcox, Barinqer Inc en la ciudad de Nueva York, pero pronto abandonó los números en los libros financieros para dedicarse a plasmar vivencias que con el paso del tiempo se convertirían en famosas canciones, las primeras de ellas grabadas en 1972 por Tony Pabón y La Protesta.
En 1976 logró vincularse a la compañía Fania Records, mediante un contrato exclusivo de cinco años, que incluía su primera producción musical con la Orquesta Taiborí (mezcla de taíno y boricua), donde Tito Nieves hizo su debut como vocalista.
Ortíz, también campeón nacional de billar y posiblemente el alumno más aventajado del legendario Catalino ‘Tite’ Curet Alonso, compitió en 1976 con su mentor, Don Tite, por el premio al Compositor del año en la ciudad de Nueva York, certamen donde Curet Alonso ganó con Periódico de ayer, escrita para Héctor Lavoe, pero que también sirvió como plataforma para que Johnny, el jibarito poeta, ingresara por la puerta de los grandes maestros, o como él mismo lo define “se abriera el camino gracias a una canción con nombre de mujer…”
Catalina, de origen griego, que significa pureza e históricamente ha sido utilizado por la realeza europea, fue el nombre elegido por Johnny Ortiz para la emblemática pieza. Con un relato simple, inspirado en las verbenas de su pueblo natal, Ortíz logra exaltar a una mujer que se distingue entre la multitud, por su belleza, cadencia y sencillez.
Catalina La O, fue escrita por Johnny Ortíz, en una época en la que estaba muy influenciado por el escritor, poeta y novelista Luis Palés Matos (Guayama, Puerto Rico 1898 - 1959).
Palés Matos en su poema ‘Majestad negra’ escribió:
"Por la encendida calle antillana
va Tembandumba de la Quimbamba
-rumba, macumba, candombe, bámbula-
entre dos filas de negras caras"
Ortíz dice:
Por la calle encendida,
se escucha un tambor,
y entre miles de caras se ve,
a Catalina La O...
Catalina La O, contó con el arreglo musical de José Febles y fue publicada abriendo el repertorio del álbum ‘Este negro si es sabroso’ de 1976, para muchos la mejor producción discográfica de Pete ‘El Conde’ Rodríguez.
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Willie Rosario
26 dic 2018
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Fuente: El Nuevo Día, Puerto Rico. Por: Raymond Pérez
Digámoslo así, para la Fiesta de Pilito de este 2018, todo el mundo está invitado y Rafael Ithier y El Gran Combo de Puerto Rico, prometen que tras 20 años sin tocar en una fiesta de despedida de año en la isla, van a tirar la casa por la ventana este 31 de diciembre en el Centro de Convenciones de Puerto Rico.
Así que si usted quiere disfrutar en grande la llegada del 2019, los Mulatos del Sabor o la Universidad de la Salsa, como quiera llamarlos, pondrán en tarima toda esa rica experiencia musical que han ganado a lo largo de 56 años, desde el 1962 cuando se originó el grupo, y que cuenta, además, con una parte histórica del pentagrama musical navideño de Puerto Rico, muy al estilo de ellos.
Mientras, en lo que la fiesta llega, El Nuevo Día conversó con el maestro Ithier, de 92 años, sobre temas que competen a la historia de El Gran Combo, de la música, de Puerto Rico y otros de interés general. Aquí algunos detalles de la conversación:
El Nuevo Día: Usted y El Gran Combo han viajado a lo largo del mundo. ¿A qué país no ha ido y a cuál no vuelve?…
Rafael Ithier: Hay un país al que no hemos ido, pero es posible que lo hagamos ya que recibimos una invitación, y queremos ir. Es Brasil. Brasil está tan adelante musicalmente, es un reto. Pero sí, hay un sitio al que no vuelvo y es a China. Yo lo que comía era como un chocolate, una especie de dulce, porque yo no sabía lo que estaba comiendo allí. Uno de los muchachos pasó por una vitrina de un restaurante y en el menú estaban sirviendo cucarachas. Y otro de los muchachos vio en un programa de televisión que estaban friendo ratones, y pues, como yo no sabía lo que me podía comer o estaba comiendo, pues comía chocolates.
END: En sus inicios, en los años 60, el Combo tuvo una participación diaria en la televisión…
RI: La televisión fue muy buena. Pero, también nos hizo mucho daño. Nosotros, como éramos jóvenes, pensábamos que nos la estábamos comiendo… estuvimos casi seis años (en Telemundo). Pero, la televisión nos quemó. En el 1968 prácticamente este grupo tuvo que migrar de Puerto Rico, porque nos quemamos. En esos años comenzamos a movernos fuera del País, no había más na’. En Puerto Rico el grupo desapareció (por el efecto de la televisión). Y comenzamos a mirar hacia afuera. Nos llamaban de Colombia, República Dominicana, de Panamá, esporádicamente. Pero, aquí no tocábamos.
END: ¿Y sobre la marca de Cortijo y su Combo en esos primeros discos de El Gran Combo?
RI: Era un estilo muy parecido. Es que era el Combo de Cortijo, sin él y el cantante Ismael Rivera. Hasta el arreglista de El Gran Combo venía de la orquesta de Cortijo. En esa época hubo mucha variedad. Vino la pachanga, el mambo, el ‘boogaloo’. Rafael (Cortijo) era un muchacho muy noble. Ese grupo tenía una fuerza enorme, y creo que Rafael no estaba preparado para ese éxito. Yo estuve allí y lo puedo decir. Él quiso participar de todos esos géneros, y había que participar, pero a nosotros (Combo de Cortijo) la gente nos identificaba más con la bomba y la plena, pero él le dio mucho a la guaracha y no podía cambiar el rumbo que llevaba aquel grupo, y eso no era lo mejor.
END: ¿Cómo describe la personalidad de El Gran Combo?
RI: Cuando salimos yo quise que El Gran Combo fuera un grupo de baile, que tocara de todo, guarachas, merengues, boleros… pero nos pedían los números de Cortijo y yo decía, ‘no, nosotros no tocamos eso, esa música la tocan ellos y la gente me respondía, no… ‘ustedes son los mismos’. No fue hasta que digamos pasaron cinco años como grupo, que logramos una verdadera personalidad. Kito Vélez salió del grupo (exarreglista de Cortijo). Yo no sabía qué hacer con esto (El Gran Combo), pero alguien tenía que hacer algo, yo no sabía, pero lo hice, le gustó a la gente y cambió el rumbo del grupo”.
END: Como toda institución ha tenido sus altas y bajas…
RI: Bueno, lo que pasa es que somos todos de carácteres diferentes. Al principio llegas, todo en orden y luego cada cual va cogiendo su norte, o pasan estas cosas, que se aburren o que no les gusta lo que yo hago o lo que hace el otro y deciden separarse. Cada vez que uno de esos se separa del grupo, pues a la verdad que me choca, pero no voy a ponerme a llorar. A llorar pa’ maternidad. Nahhh… hay que buscar a otro y seguir.
END: ¿El Gran Combo es una empresa?
RI: El Gran Combo es un trabajo, esto es como una empresa. Y cuando yo tengo que apretar, aprieto, no para que se vaya nadie, pero tiene que haber disciplina. Hay muchas cosas que a veces tienen que controlar, que nadie pierda la tabla en un grupo como este que camina el mundo entero. La estrella grande se llama El Gran Combo, no es ni Jerry ni Ithier, ni nada. Somos ejemplos de cosas buenas o cosas malas si las proyectamos, pero, lo más importante es que nosotros representamos a Puerto Rico. Uno tiene que comportarse a ese nivel y entender que este es el trabajo de nosotros. Tan sencillo como eso. Yo creo que ellos tienen esa conciencia de responsabilidad.
END: Estuvieron seis años sin grabar (2010-2016) por asuntos legales…
RI: El disco, desde el punto de vista comercial, esa industria desapareció. El disco ahora es más bien un lujo y una promoción. Económicamente no nos causó un gran impacto. Modestia aparte y lo digo con honradez, nosotros hemos logrado tener muchos números populares y de verdad que nos basta con escoger de 20 a 25 temas para tocar en una función y que la gente los acepte. Esos números pueden ser los mismos aquí, que en Japón, en Australia y hasta en la China. Así que en ese aspecto, no nos afectó mucho el no poder grabar (desde el 2010, “Sin salsa no hay paraíso”). Pero entendíamos que nosotros teníamos que hacer un disco (“Alunizando”, 2016) para que sepan que estamos vivos. Eso es parte del negocio. Seguimos trabajando, pero como en Puerto Rico ha habido muchos problemas económicos, sobre todo desde el paso del huracán María, hemos estado tocando como en un 85 a 90 por ciento, fuera de Puerto Rico y da la impresión de que no estamos bien, que no estamos en el país, pero sí tenemos mucho trabajo. Por eso es que lo de las fiestas patronales es importante para la proyección de El Gran Combo aquí.
END: Se refiere a tocar en fiestas patronales…
RI: Se está perdiendo la tradición, yo no conozco mucho a Puerto Rico. Sí conozco mucha gente, pero los lugares… como yo voy de noche a tocar, pues a veces puedo pasar por esos lugares y no los reconozco, pero a lo mejor he pasado por allí. Nuestra satisfacción es tocar en las fiestas patronales. Esa tradición a mí me gusta. No podemos perderla. En el 2019 queremos estar más activos en fiestas patronales y festivales en Puerto Rico. A veces es asunto de precios, pero no queremos que nos cojan de bobos. A veces sabemos que a otros les pagan más. Pero la parte importante es participar en las fiestas patronales.
END: ¿Y sobre tocar en Puerto Rico el 31 de diciembre como harán este año?
RI: Quisiéramos tocar siempre en Puerto Rico para despedida de año, pero por dos razones no ha sido posible en pasados años. Antes se hacía con frecuencia, pero llegó un momento en que la gente ni quiso respaldar ese bailable. La segunda es el dinero, nuestro trabajo cuesta y a veces hemos tenido otras ofertas muy buenas en otros lugares, en otros países y ‘esa luz’ es la que alumbra. Hablo del dinero ya que nosotros vivimos de esto. Hay que dejarse de tonterías, vivimos de eso. El dinero es un mal necesario, pero al grupo, estoy seguro que lo más que le satisface es que queremos trabajar en esa fecha en Puerto Rico.
END: ¿Cómo ve a Puerto Rico después del huracán María?
RI: Cada vez que yo salgo de Puerto Rico lo quiero más. Yo no me voy de mi país, yo adoro a Puerto Rico. Creo que los que dirigen al país en los últimos años, tienen que ajustarse. A lo mejor, esto me lo van a criticar, pero yo creo que tenemos que unirnos todos: populares, republicanos, penepés, y los demás para echar a este país adelante. Dejar esa discordia. Lo que pasó ante la muerte de Héctor Ferrer (presidente del PPD), esa unión de políticos y sus mensajes, eso hace falta aquí. Esa unión es vital, pero no dejen que se muera una persona para reconocerlo.
END: ¿Cuál es el legado de El Gran Combo?
RI: El Combo no tiene que dejar de existir en caso de que yo estire la pata. Los muchachos tienen conciencia de que El Gran Combo, representa al País. Así la gente nos ve. Nosotros somos como otras orquestas del país, pero hemos contribuido a que este género no sea sinónimo de droga ni bulla, yo pienso que El Gran Combo ha sido un buen ejemplo para el país. El legado grande de El Gran Combo ha sido su disciplina. No somos perfectos, cometemos errores, pero somos un grupo de disciplina, con una trayectoria y nos respetamos nosotros, respetamos a los demás y nos hacemos respetar. Hemos hecho lo que ha hecho todo el mundo, menos vicios. Yo no soy fácil, soy disciplinado, pero estoy contento con el grupo. Cuando vamos a la tarima salimos a divertir a la gente.
END: ¿Qué nos puede decir sobre su salud?
RI: Yo viajo a todos lados con el grupo, a Perú, a Colombia, hasta a África. Allí llegamos luego de un viaje como de 40 horas, pero yo estuve allí.
END: ¿Puede mencionar tres números icónicos de El Gran Combo?
RI: No es fácil contestar ese pregunta, después de tantos años y de tantos números populares, pero mira… ‘Brujería’, ‘Timbalero’ y ‘Las hojas blancas’…, los tocamos dónde quiera, esos tres números nos los piden todos los días, ya nos saben a una palabra que no puedo decir…pero esos son los favoritos del público y hay que tocarlos. ¿Qué podemos hacer?… pero sí tenemos muchos más números populares.
END: Con don Rafael Ithier se puede conversar de cualquier tema, y el deporte no es la excepción. ¿Qué nos puede hablar sobre dos glorias del deporte: Orlando Cepeda y Roberto Clemente?
RI: Bueno, yo conocí al papá de Peruchín, a Perucho, tremendo pelotero, un animal. Una temporada en la Liga de Color bateó .464. De Clemente y Cepeda, yo fui fanático de los dos. De hecho el béisbol es mi deporte favorito. Peruchín hizo una gran carrera como primera base y yo lo admiro mucho, hablo con él a cada rato. Sobre Roberto, a quien yo conocía como Momen, era un corredor veloz, el corría 100 metros en el instituto donde estudió, lo que pasa es que Roberto era tan grande como pelotero. Peruchín tenía esa cosa con Roberto porque éste se la pasaba que si me duele la espalda, que si el cuello, que si las piernas, y esa noche venía y le bateaba de 5-3 a Sandy Koufax, entonces Peruchín tenía esa guerra con él. A Peruchín yo lo admiré, cómo no lo voy a admirar. Son dos glorias del país, pero sigo creyendo que el mejor pelotero latino que yo haya visto en mi vida se llama Roberto Clemente”.
END: ¿Y sobre Félix ‘Diamante’ Verdejo y su más reciente victoria sobre el mexicano Yardley Armentas?
RI: Lo vi bien. Salí con la impresión de que debía quedarse en ese peso, él es muy grande para quedarse en las 130 libras, se le vio la fortaleza en ese peso, en las 135 libras El mexicano no tiró mucho, pero fue que Verdejo no le dio oportunidad. Verdejo tuvo sus problemas, pero naturalmente tiene que hacer algunas peleas más para coger condición y seguir.
END: Don Rafael, una cita…
RI: A mí me consta que hay artistas que tienen muchos problemas en sus países, pero en el caso de El Gran Combo, a nosotros nos adoran en Puerto Rico.
Rafael Ithier: "El legado más grande de El Gran Combo ha sido su disciplina"
Digámoslo así, para la Fiesta de Pilito de este 2018, todo el mundo está invitado y Rafael Ithier y El Gran Combo de Puerto Rico, prometen que tras 20 años sin tocar en una fiesta de despedida de año en la isla, van a tirar la casa por la ventana este 31 de diciembre en el Centro de Convenciones de Puerto Rico.
Así que si usted quiere disfrutar en grande la llegada del 2019, los Mulatos del Sabor o la Universidad de la Salsa, como quiera llamarlos, pondrán en tarima toda esa rica experiencia musical que han ganado a lo largo de 56 años, desde el 1962 cuando se originó el grupo, y que cuenta, además, con una parte histórica del pentagrama musical navideño de Puerto Rico, muy al estilo de ellos.
Mientras, en lo que la fiesta llega, El Nuevo Día conversó con el maestro Ithier, de 92 años, sobre temas que competen a la historia de El Gran Combo, de la música, de Puerto Rico y otros de interés general. Aquí algunos detalles de la conversación:
El Nuevo Día: Usted y El Gran Combo han viajado a lo largo del mundo. ¿A qué país no ha ido y a cuál no vuelve?…
Rafael Ithier: Hay un país al que no hemos ido, pero es posible que lo hagamos ya que recibimos una invitación, y queremos ir. Es Brasil. Brasil está tan adelante musicalmente, es un reto. Pero sí, hay un sitio al que no vuelvo y es a China. Yo lo que comía era como un chocolate, una especie de dulce, porque yo no sabía lo que estaba comiendo allí. Uno de los muchachos pasó por una vitrina de un restaurante y en el menú estaban sirviendo cucarachas. Y otro de los muchachos vio en un programa de televisión que estaban friendo ratones, y pues, como yo no sabía lo que me podía comer o estaba comiendo, pues comía chocolates.
END: En sus inicios, en los años 60, el Combo tuvo una participación diaria en la televisión…
RI: La televisión fue muy buena. Pero, también nos hizo mucho daño. Nosotros, como éramos jóvenes, pensábamos que nos la estábamos comiendo… estuvimos casi seis años (en Telemundo). Pero, la televisión nos quemó. En el 1968 prácticamente este grupo tuvo que migrar de Puerto Rico, porque nos quemamos. En esos años comenzamos a movernos fuera del País, no había más na’. En Puerto Rico el grupo desapareció (por el efecto de la televisión). Y comenzamos a mirar hacia afuera. Nos llamaban de Colombia, República Dominicana, de Panamá, esporádicamente. Pero, aquí no tocábamos.
END: ¿Y sobre la marca de Cortijo y su Combo en esos primeros discos de El Gran Combo?
RI: Era un estilo muy parecido. Es que era el Combo de Cortijo, sin él y el cantante Ismael Rivera. Hasta el arreglista de El Gran Combo venía de la orquesta de Cortijo. En esa época hubo mucha variedad. Vino la pachanga, el mambo, el ‘boogaloo’. Rafael (Cortijo) era un muchacho muy noble. Ese grupo tenía una fuerza enorme, y creo que Rafael no estaba preparado para ese éxito. Yo estuve allí y lo puedo decir. Él quiso participar de todos esos géneros, y había que participar, pero a nosotros (Combo de Cortijo) la gente nos identificaba más con la bomba y la plena, pero él le dio mucho a la guaracha y no podía cambiar el rumbo que llevaba aquel grupo, y eso no era lo mejor.
END: ¿Cómo describe la personalidad de El Gran Combo?
RI: Cuando salimos yo quise que El Gran Combo fuera un grupo de baile, que tocara de todo, guarachas, merengues, boleros… pero nos pedían los números de Cortijo y yo decía, ‘no, nosotros no tocamos eso, esa música la tocan ellos y la gente me respondía, no… ‘ustedes son los mismos’. No fue hasta que digamos pasaron cinco años como grupo, que logramos una verdadera personalidad. Kito Vélez salió del grupo (exarreglista de Cortijo). Yo no sabía qué hacer con esto (El Gran Combo), pero alguien tenía que hacer algo, yo no sabía, pero lo hice, le gustó a la gente y cambió el rumbo del grupo”.
END: Como toda institución ha tenido sus altas y bajas…
RI: Bueno, lo que pasa es que somos todos de carácteres diferentes. Al principio llegas, todo en orden y luego cada cual va cogiendo su norte, o pasan estas cosas, que se aburren o que no les gusta lo que yo hago o lo que hace el otro y deciden separarse. Cada vez que uno de esos se separa del grupo, pues a la verdad que me choca, pero no voy a ponerme a llorar. A llorar pa’ maternidad. Nahhh… hay que buscar a otro y seguir.
END: ¿El Gran Combo es una empresa?
RI: El Gran Combo es un trabajo, esto es como una empresa. Y cuando yo tengo que apretar, aprieto, no para que se vaya nadie, pero tiene que haber disciplina. Hay muchas cosas que a veces tienen que controlar, que nadie pierda la tabla en un grupo como este que camina el mundo entero. La estrella grande se llama El Gran Combo, no es ni Jerry ni Ithier, ni nada. Somos ejemplos de cosas buenas o cosas malas si las proyectamos, pero, lo más importante es que nosotros representamos a Puerto Rico. Uno tiene que comportarse a ese nivel y entender que este es el trabajo de nosotros. Tan sencillo como eso. Yo creo que ellos tienen esa conciencia de responsabilidad.
END: Estuvieron seis años sin grabar (2010-2016) por asuntos legales…
RI: El disco, desde el punto de vista comercial, esa industria desapareció. El disco ahora es más bien un lujo y una promoción. Económicamente no nos causó un gran impacto. Modestia aparte y lo digo con honradez, nosotros hemos logrado tener muchos números populares y de verdad que nos basta con escoger de 20 a 25 temas para tocar en una función y que la gente los acepte. Esos números pueden ser los mismos aquí, que en Japón, en Australia y hasta en la China. Así que en ese aspecto, no nos afectó mucho el no poder grabar (desde el 2010, “Sin salsa no hay paraíso”). Pero entendíamos que nosotros teníamos que hacer un disco (“Alunizando”, 2016) para que sepan que estamos vivos. Eso es parte del negocio. Seguimos trabajando, pero como en Puerto Rico ha habido muchos problemas económicos, sobre todo desde el paso del huracán María, hemos estado tocando como en un 85 a 90 por ciento, fuera de Puerto Rico y da la impresión de que no estamos bien, que no estamos en el país, pero sí tenemos mucho trabajo. Por eso es que lo de las fiestas patronales es importante para la proyección de El Gran Combo aquí.
END: Se refiere a tocar en fiestas patronales…
RI: Se está perdiendo la tradición, yo no conozco mucho a Puerto Rico. Sí conozco mucha gente, pero los lugares… como yo voy de noche a tocar, pues a veces puedo pasar por esos lugares y no los reconozco, pero a lo mejor he pasado por allí. Nuestra satisfacción es tocar en las fiestas patronales. Esa tradición a mí me gusta. No podemos perderla. En el 2019 queremos estar más activos en fiestas patronales y festivales en Puerto Rico. A veces es asunto de precios, pero no queremos que nos cojan de bobos. A veces sabemos que a otros les pagan más. Pero la parte importante es participar en las fiestas patronales.
END: ¿Y sobre tocar en Puerto Rico el 31 de diciembre como harán este año?
RI: Quisiéramos tocar siempre en Puerto Rico para despedida de año, pero por dos razones no ha sido posible en pasados años. Antes se hacía con frecuencia, pero llegó un momento en que la gente ni quiso respaldar ese bailable. La segunda es el dinero, nuestro trabajo cuesta y a veces hemos tenido otras ofertas muy buenas en otros lugares, en otros países y ‘esa luz’ es la que alumbra. Hablo del dinero ya que nosotros vivimos de esto. Hay que dejarse de tonterías, vivimos de eso. El dinero es un mal necesario, pero al grupo, estoy seguro que lo más que le satisface es que queremos trabajar en esa fecha en Puerto Rico.
END: ¿Cómo ve a Puerto Rico después del huracán María?
RI: Cada vez que yo salgo de Puerto Rico lo quiero más. Yo no me voy de mi país, yo adoro a Puerto Rico. Creo que los que dirigen al país en los últimos años, tienen que ajustarse. A lo mejor, esto me lo van a criticar, pero yo creo que tenemos que unirnos todos: populares, republicanos, penepés, y los demás para echar a este país adelante. Dejar esa discordia. Lo que pasó ante la muerte de Héctor Ferrer (presidente del PPD), esa unión de políticos y sus mensajes, eso hace falta aquí. Esa unión es vital, pero no dejen que se muera una persona para reconocerlo.
END: ¿Cuál es el legado de El Gran Combo?
RI: El Combo no tiene que dejar de existir en caso de que yo estire la pata. Los muchachos tienen conciencia de que El Gran Combo, representa al País. Así la gente nos ve. Nosotros somos como otras orquestas del país, pero hemos contribuido a que este género no sea sinónimo de droga ni bulla, yo pienso que El Gran Combo ha sido un buen ejemplo para el país. El legado grande de El Gran Combo ha sido su disciplina. No somos perfectos, cometemos errores, pero somos un grupo de disciplina, con una trayectoria y nos respetamos nosotros, respetamos a los demás y nos hacemos respetar. Hemos hecho lo que ha hecho todo el mundo, menos vicios. Yo no soy fácil, soy disciplinado, pero estoy contento con el grupo. Cuando vamos a la tarima salimos a divertir a la gente.
END: ¿Qué nos puede decir sobre su salud?
RI: Yo viajo a todos lados con el grupo, a Perú, a Colombia, hasta a África. Allí llegamos luego de un viaje como de 40 horas, pero yo estuve allí.
END: ¿Puede mencionar tres números icónicos de El Gran Combo?
RI: No es fácil contestar ese pregunta, después de tantos años y de tantos números populares, pero mira… ‘Brujería’, ‘Timbalero’ y ‘Las hojas blancas’…, los tocamos dónde quiera, esos tres números nos los piden todos los días, ya nos saben a una palabra que no puedo decir…pero esos son los favoritos del público y hay que tocarlos. ¿Qué podemos hacer?… pero sí tenemos muchos más números populares.
END: Con don Rafael Ithier se puede conversar de cualquier tema, y el deporte no es la excepción. ¿Qué nos puede hablar sobre dos glorias del deporte: Orlando Cepeda y Roberto Clemente?
RI: Bueno, yo conocí al papá de Peruchín, a Perucho, tremendo pelotero, un animal. Una temporada en la Liga de Color bateó .464. De Clemente y Cepeda, yo fui fanático de los dos. De hecho el béisbol es mi deporte favorito. Peruchín hizo una gran carrera como primera base y yo lo admiro mucho, hablo con él a cada rato. Sobre Roberto, a quien yo conocía como Momen, era un corredor veloz, el corría 100 metros en el instituto donde estudió, lo que pasa es que Roberto era tan grande como pelotero. Peruchín tenía esa cosa con Roberto porque éste se la pasaba que si me duele la espalda, que si el cuello, que si las piernas, y esa noche venía y le bateaba de 5-3 a Sandy Koufax, entonces Peruchín tenía esa guerra con él. A Peruchín yo lo admiré, cómo no lo voy a admirar. Son dos glorias del país, pero sigo creyendo que el mejor pelotero latino que yo haya visto en mi vida se llama Roberto Clemente”.
END: ¿Y sobre Félix ‘Diamante’ Verdejo y su más reciente victoria sobre el mexicano Yardley Armentas?
RI: Lo vi bien. Salí con la impresión de que debía quedarse en ese peso, él es muy grande para quedarse en las 130 libras, se le vio la fortaleza en ese peso, en las 135 libras El mexicano no tiró mucho, pero fue que Verdejo no le dio oportunidad. Verdejo tuvo sus problemas, pero naturalmente tiene que hacer algunas peleas más para coger condición y seguir.
END: Don Rafael, una cita…
RI: A mí me consta que hay artistas que tienen muchos problemas en sus países, pero en el caso de El Gran Combo, a nosotros nos adoran en Puerto Rico.
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