30 oct 2018 0 comentarios

Piden negar tiempo a Sammy Marrero para encontrar nuevo abogado



Fuente: El Vocero, Puerto Rico

Los herederos del fenecido pianista y director de orquesta Raphy Leavitt radicaron una moción para que el tribunal deniegue las mociones presentadas por el cantante Sammy Marrero y sus músicos para que se les conceda tiempo adicional para conseguir representación legal.

Hace unas semanas, los demandados quedaron desprovistos de los servicios de un abogado tras la renuncia de los licenciados Roberto Sueiro y Víctor Gratacos, debido a la falta de recursos económicos. 

La viuda de Leavitt, María Milagros Barreto, y sus hijos Rafael Leavitt Barreto y Sheila Leavitt Barreto radicaron una demanda contra Marrero en 2016 por presuntas violaciones a los derechos de autor. La familia de Leavitt es representada por el bufete Ferraiouli LLC. 

En la demanda también están incluidos los municipios de Hormigueros, Utuado y Corozal, donde Marrero, quien cantó con Leavitt por más de cuatro décadas, se presentó con su nuevo grupo.

Luego de meses de incertidumbre tras la muerte de Leavitt en 2015, el 28 de enero de 2016, la familia informó que la orquesta no continuaría sin la presencia del director musical.

“Cumpliendo con sus últimos deseos, terminamos y sacamos adelante su nueva y última producción discográfica Hasta Siempre. De igual modo, respetamos su voluntad de no continuar la orquesta sin su presencia”, indicaron en ese entonces mediante comunicado de prensa.


Organizan evento para recaudar fondos

Al no contar con los recursos para su defensa en el tribunal, se organizó el evento Un abrazo a Sammy Marrero, que se llevará a cabo el próximo 3 de noviembre en el edificio ILA, que ubica en la avenida Kennedy.

La actividad contará con la participación de Andy Montañez, Elvis Crespo, Luisito Carrión, Pedro Brull, Juan Manuel Lebrón, la Orquesta Experimental, Trío Los Condes, El Legado, Prodigio Claudio, entre otros.
28 oct 2018 0 comentarios

Cano Estremera a la espera de donante de pulmón



Fuente: Primera Hora, Puerto Rico. Por: Rosalina Marrero Rodríguez

El sonero Cano Estremera ya está oficialmente a la espera de un trasplante de pulmones luego que el equipo de médicos del hospital donde se encuentra en Pennsylvania determinó que es candidato para trasplante. 

La esposa del salsero, Yamira Arce, comunicó por vía escrita que se encuentra “estable” y es el primero en la lista tan pronto surja un donante de pulmones. Esto implicaría el fallecimiento de una persona que en vida se haya declarado donante, y cuyos pulmones entonces puedan ser trasplantados.

Estremera fue trasladado la pasada semana a Estados Unidos en ambulancia aérea para realizarle los estudios médicos necesarios para ser considerado para un trasplante, y afortunadamente lo es.

La salud de Cano Estremera comenzó a complicarse poco después del huracán María, en el 2017, cuando dejó de ingerir un medicamento que le tenía controlada la fibrosis pulmonar. La ausencia del medicamento causó que se complicara con una hipertensión pulmonar, y llegó al punto que el trasplante era la única alternativa médica para darle una mayor expectativa de vida.
25 oct 2018 0 comentarios

Inauguran muestra fotográfica en honor a Ray Santos



Esta noche fue la exhibición inaugural de la muestra #papielmaestro, realizada por la fotógrafa Rhynna Santos en homenaje a su padre, el saxofonista, arreglista y compositor Ray Santos.


Su pluma es responsable de algunos de los mejores arreglos y composiciones de la historia del jazz afrocubano y la salsa. Santos es uno de los pocos músicos que no solo escribieron para Los Tres Grandes del Palladium (Machito, Tito Puente, Tito Rodriguez) sino que también tocó y grabó con ellos.

La muestra se exhibe en el Bronx Music Heritage Center, ubicado en la 1303 Louis Nine Blvd. 

Un nuevo homenaje al legendario músico, testigo vivo de la dorada era del Mambo en New York

23 oct 2018 0 comentarios

Mañana operan a Tito Nieves



El salsero puertorriqueño Tito Nieves será intervenido quirúrgicamente mañana miércoles tras ser diagnosticado con pericarditis, la inflamación de una doble membrana que rodea al corazón y que lo mantendrá alejado de los escenarios hasta el mes de diciembre.

Así lo dejó saber en un comunicado de prensa el manager del intérprete de 'Fabricando Fantasías', Andy Castro.

"Tito se encuentra de buen ánimo y está listo para realizarse esta operación que lo mantendrá fuera de los escenarios por las próximas semanas. Le pedimos a su fanaticada que lo incluyan en sus oraciones para que tenga una pronta recuperación", sostuvo Castro.

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"Como es la norma en estos casos, Tito permanecerá en absoluto reposo por lo que le solicitamos a los medios de comunicación le brinden el espacio necesario para que pueda enfocarse en el proceso de su recuperación", añadió Castro.

Se espera que Nieves reanude sus compromisos artísticos en diciembre próximo en Guadalajara, México.
20 oct 2018 0 comentarios

Inauguran exposición sobre Celia Cruz



Fuente: Agencia EFE

El Museo Americano de la Diáspora Cubana en Miami inauguró la exposición "Forever Celia", donde muestran diversos objetos personales de  "La guarachera de Cuba". 

De los 78 años que vivió Celia Cruz, al menos 60 están cronológicamente cotejados en la mayor exhibición de objetos personales que se realiza de la fallecida cantante cubana.

"Celia siempre está encima del tapete, pero nunca antes habíamos logrado reunir para el público tantas cosas suyas", afirma el apoderado de la cantante, Omer Pardillo, también curador de la exposición.

"Este año se cumplió el 15 aniversario del fallecimiento de Celia y qué mejor ciudad que Miami para conmemorarlo, aunque ella nunca vivió aquí", recuerda Pardillo mientras camina entre maniquíes por unos salones que son la "máquina del tiempo".

Veinte vestidos, 20 pares de zapatos, 18 pelucas, infinidad de papelería, incluyendo el pasaporte que utilizó en 1959 para salir de Cuba, adonde nunca volvió, fotos jamás expuestas, trofeos, premios Grammy, discos y llaves de ciudades son algunos de los tesoros de Pardillo, quien conoció a Celia en Nueva Jersey, EE.UU., cuando él tenía 14 años.

"Ahora que Celia no está en este mundo puedo mostrar una foto suya en bañador, que me pidió guardar hasta después de su muerte", dice Pardillo, también cubano.

Pardillo, que acompañó a Celia por más de medio mundo en giras y conciertos, volvió a recorrer infinidad de países en busca de objetos de su amiga que poseían coleccionistas particulares.

Muchos de estos objetos, como el primer pasaporte de la artista para viajar a Venezuela en 1948 con la orquesta de mujeres Anacaona, van a estar a la vista del público durante medio año en el museo de Miami.

"Lo había comprado en Cuba un coleccionista sueco por 100 dólares y a mí me costó cuatro mil recuperarlo, pero no importa, aquí está", dice con orgullo.

Tras el éxito en 2005 de una exposición de trajes y objetos personales de Celia Cruz en el museo de Historia Americana (Smithsonian), donde hay una colección permanente sobre la artista, Pardillo quiso incorporar también su "despacho" y otros ambientes en los que se movió, como un cuarto de maquillaje "interactivo".

En otro ambiente se recrea el viaje que hizo Celia a Zaire, hoy República Democrática del Congo, en 1974 junto a la banda Fania All Stars como complemento de la pelea de boxeo épica entre Muhammad Alí y George Foreman.

El vídeo de la legendaria interpretación de "Guantanamera" que Celia hizo en ese viaje se muestra en "Celia Forever" junto al vestido colorido que llevó en aquella ocasión.

Otra instalación hiperrealista recrea el viaje a la Base Naval estadounidense de Guantánamo, en 1990, cuando Celia pisó la isla, pero no su patria.

La artista tomó tierra "por debajo de la cerca con el deseo de que estuviera junto a ella cuando muriera, y así se hizo", recuerda Pardillo, un meticuloso coleccionista, que compartía con Celia una manía: ella "lo guardaba todo".

Es por eso que hoy se puede viajar a través de "sus cosas" desde los años 50 hasta su muerte por un tumor cerebral a los 78 años, ocurrida el 16 de julio de 2003 en Nueva Jersey.

La exposición, que abre con una fotografía escolar del curso 1938-1939 en La Habana, cierra con las de los dos funerales de la extrovertida mujer, el que se le hizo, cuerpo presente, en la Torre de la Libertad de Miami y el de la Catedral de St. Patrick's, en Nueva York.

Comienza "el viaje" con un título de canción y termina con otro: "Caramelo a kilo" y "Yo viviré".

Ileana Fuentes, directora del Museo Americano de la Diáspora Cubana, dice que, a pesar de haber sido ya abierto oficialmente y de haber albergado previamente una exposición artística, "Celia Forever" es para ella "la gran inauguración" de esta institución dedicada no al arte sino a "la memoria histórica".

"Esta es una historia americana, de Estados Unidos, que simplemente no se puede barrer. Nuestros abuelos y padres están enterrados en este país" y la misión del museo es mostrar la vida "de los dos millones y medio de cubanos que estamos dispersos por el mundo", subraya.
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Víctor Manuelle en el Salón de la Fama de Compositores Latinos



Fuente: El Nuevo Día, Puerto Rico

Miami - El "sonero de la juventud", Víctor Manuelle, recibió el jueves por la noche el galardón Premio al Ícono del Salón de la Fama de Compositores Latinos de La Musa Awards, según un comunicado de prensa de Sony Music.

Este premio especial se le otorgó para reconocer la innovadora carrera y contribución musical del cantante, quien ha roto récords en el género de la música latina y tropical durante más de dos décadas.

Este premio Ícono solo se ha otorgado en dos ocasiones, lo que convierte a Víctor Manuelle en el primer puertorriqueño y salsero en recibir este galardón. El artista deleitó a los presentes con un compilado de varias de sus composiciones durante el evento. Luego fue sorprendido al recibir el galardón de las manos del afamado productor Emilio Estefan con quien tuvo el privilegio de colaborar su producción “Travesía”. 

El salsero continúa con su agenda por lo que el próximo 25 de octubre asistirá a los Latin American Music Awards, así como continuará con la segunda etapa de su gira 25/7 y su preparación para sus dos nominaciones en los Grammy Latino a celebrarse el 15 de noviembre en Las Vegas.

Recientemente Victor Manuele Ruiz Velázquez, su nombre de pila, cumplió 25 años de trayectoria, durante los cuales ha demostrado tener la capacidad de diversificar su música, en colaboración con artistas de distintos géneros. 
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Humberto Ramírez estrecha lazos entre el jazz y la música clásica



Fuente: El Nuevo Día, Puerto Rico. Por: Ileana Delgado Castro

Con una carrera musical de tres décadas, Humberto Ramírez se mantiene como uno de los músicos puertorriqueños de mayor trascendencia en el género del jazz, tanto en Puerto Rico como internacionalmente.

En estos días, además, el trompetista, arreglista y compositor, se prepara para una nueva movida con su “Big Band Monday”, esta vez al restaurante Metropol de Isla Verde, además de una importante participación en el concierto “La fuerza del jazz”, con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes, en Santurce, el sábado, 20 de octubre.

“En la primera parte, la Orquesta Sinfónica va a interpretar la música de George Gershwin y luego entra el Big Band con algunas piezas inéditas”, explicó Ramírez, tras señalar que el reto mayor de su presentación será la audiencia que se de cita allí.

“Es una sala muy prestigiosa y tenemos el reto, a nivel de orquesta, para poner esta música a la consideración de la audiencia presente que no nos conoce”, agregó el músico, quien dijo estar preparado para presentar lo mejor de su repertorio.

Lunes de jazz

Luego de diez años consecutivos presentándose junto con su orquesta cada lunes en el restaurante Yerba Buena, en Condado, Ramírez inicia una nueva etapa musical, desde el 5 de noviembre, en un nuevo restaurante.

Esta vez, su “Big Band Monday” se muda al Metropol, en Isla Verde, principalmente, por una cuestión de auspicio, según dijo el músico en entrevista telefónica.

“El motivo principal es por auspicio. Este es un taller musical y para que funcione hace falta el auspicio. Hubo unos cambios y eso motivó que tuviéramos que movernos de Yerba Buena, luego de diez años, donde nos desarrollamos como un evento”, agregó.

En Metropol, dijo que cuentan con el auspicio de Méndez & Co., y destacó que en este nuevo espacio se mantendrá el concepto de “big band” con sus 17 músicos. Pero prevé que se harán algunos cambios, “porque tengo algunas ideas que quiero implementar”.

Según Ramírez, los últimos diez años han representado una oportunidad única de desarrollo para todos los músicos que lo han acompañado. “Ha sido una enseñanza poder continuar y mantener vivo, a través de los conciertos, el legado y la historia de la música de algunos de los más importantes intérpretes, compositores, arreglistas y grupos del jazz, así como de la música popular, jazz latino y salsa”.

Mencionó que cada semana hay temas nuevos y dentro del marco del jazz, integran algunas de las figuras más emblemáticas. Entre ellas, Ella Fitzgerald, Miles Davis y Duke Ellington, entre otros. Pero también, César Concepción, la Lupe, Celia Cruz, Tito Puente, Benny Moré y Antonio Carlos Jobim, entre muchas otra figurasde la música latina.

“Hemos tenido la oportunidad de desarrollar el concepto de tocar diferentes estilos de música dentro del marco del jazz en una ‘big band’. Y semana tras semana, los músicos tienen un espacio para demostrar sus talentos e improvisar”, explicó Ramírez, quien destacó que sus conciertos son acústicos y no hay amplificación excepto cuando hay cantantes.

Nuevo disco

Además, resaltó que sus conciertos han sido, de cierta forma, educativos para que la gente conozca la historia detrás de la música que tocan.

Por otro lado, Ramírez anunció que acaba de salir su nuevo disco, donde compila los últimos diez años de trabajo. Se titula “Big Band Monday: Ten Years”, que debe estar disponible la próxima semana en las plataformas digitales, al igual que en las tiendas.

“Es un disco que documenta lo que hemos estado haciendo en estos últimos diez años, aunque no es solo de Yerba Buena, sino también de la participación en festivales y conciertos”, indicó.

De hecho, dijo que el álbum es de música inédita de jazz con influencias latinas compuesta por él. Entre los títulos mencionó, “Right Call”, “La caleta”, “Summer Letters” y “30 de mayo”.

“La mitad del disco es de música en vivo y la otra es grabada de conciertos que se han hecho en diferentes proyectos y conciertos en todos estos años”.
18 oct 2018 0 comentarios

Chucho Valdés: "Me gustaría llegar a los 90 tocando como lo hacía Bebo"


Fuente: Diario de Mallorca, España. Por: Clàudia Darder Palma

Una de las grandes figuras del jazz afrocubano se reencontrará con el Jazz Voyeur Festival el próximo jueves, 25 de octubre, en el Trui Teatre. Se trata del histórico pianista Chucho Valdés, hijo del ya desaparecido Bebo Valdés. Ambos ofrecieron una actuación en Palma en el marco de esta cita en el año 2008, de la que el músico guarda muy buenos recuerdos: "Fue lindísimo. Lo pasamos estupendamente, hubo muy buen público y el concierto fue tremendo. Hay muchas ganas de regresar", revela.

Y lo hará rindiendo cuentas con el pasado, mostrando al público mallorquín su Jazz Batá II, con el que recupera el proyecto que inició en el año 1972 y que se quedó "a medias" cuando empezó con Irakere, "un proyecto histórico que ya ha hecho su trabajo" y que en su día también desfiló por Palma. El músico asegura que se alegra de haber resucitado ahora Jazz Batá, "porque tenemos mucha más experiencia y el trabajo es más rico. Ya hemos grabado el disco y es increíble, muy superior al anterior, de 1972. Tiene las mismas raíces, es totalmente afrocubano, pero el enfoque es diferente. Mira a muchas tendencias universales de la música contemporánea". Y apunta: en Jazz Batá no se utiliza batería, sino tambores africanos con tumbaos cubanos.

Promete un concierto "rítmico" y en el que se verán cosas "muy interesantes". "Estoy tocando el piano como un instrumento de percusión, afrocubano y melódico al mismo tiempo. Son melodías muy rítmicas, sincopadas. A veces toco Jazz Batá en el piano armonizado", explica Valdés.

La improvisación jugará un papel muy importante, como en casi todas sus actuaciones. "El resultado siempre es diferente porque tenemos escrito solo el pretexto del tema. Creamos a partir de ahí. Al final, hacemos jazz afrocubano", aclara. Y dice que entiende los escenarios como un lugar "para probar, para ver qué pasa, y analizar luego la respuesta del público. Si algo no funciona, nos preguntamos el por qué".

Su presencia en el Jazz Voyeur Festival se produce entre los conciertos de The Blues Brothers, ya ofrecido, y el de Madeleine Peyroux que actuará el 4 de noviembre en el Trui. "Son nombres muy importantes", señala Valdés refiriéndose a sus colegas. "Tendremos que ponernos las pilas para estar a la altura", sostiene.

Según el músico, la clave de la creatividad, "la maravilla del arte", está en "no dormirse". Lo dice alguien que el próximo mes de noviembre recibirá el Grammy Latino a la Excelencia, y que hoy mismo acudirá a la ceremonia de entrada en el Salón de la Fama de los Compositores. "Con este último Grammy sumaré diez", señala el teclista, que entiende los galardones como "un reconocimiento". "Con eso te quieren decir que lo que has hecho está bien, pero también son un compromiso a mantener el nivel. No puedes bajar, tienes que mantenerlo, superarlo. Siempre hay que querer ser mejor, o diferente. Ahí está la magia de la creatividad".

De la música, dice que es "el lenguaje universal por excelencia". Y su intención es transmitir, con este lenguaje, "el desarrollo de la herencia afrocubana y española, nuestras patrias", comenta, mientras recuerda que se demuestra la unión y relación de Cuba y España en el álbum Lágrimas negras de Bebo y El Cigala, donde se une la música cubana y el flamenco, "una de las cosas más hermosas que se han hecho".

Su padre, su "maestro"

Chucho Valdés, de 77 años, se refiere a su padre como su maestro. Cuenta que le enseñó a compartir la música "con respeto a uno mismo, que es la manera de respetar al oyente" y a "tomarse el oficio con mucha seriedad y dedicación". Bebo, que murió en 2013 con 94 años, hubiera cumplido cien en octubre de 2018. Tenía más de 90, y aun seguía tocando. Si bien el hijo, Chucho, no aspira a superarlo, sí que afirma que le gustaría "poder llegar a su edad tocando como él".

Para celebrar este centenario, Chucho Valdés está preparando un disco "muy lindo" en homenaje a su progenitor. Aunque el proyecto aun no está terminado, el pianista adelanta que "habrá un tema que mi papá tocaba cuando yo era muy niño. Nadie lo ha escuchado. Yo lo he arreglado pero aun no está ni grabado. Es un tema inédito que se llama Cien años de Bebo", anuncia.
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Cano Estremera está por ser trasladado a Filadelfia para ser tratado



Fuente: Noticel. Por: Omar Marrero

El cantante Carlos 'Cano' Estremera debe estar a horas de llegar al estado de Pensilvania para ser atendido en un hospital de la ciudad de Filadelfia que está listo para recibirlo. 

Así se indicó en el programa Dando Candela (Telemundo), a la vez que se detalló que su esposa Yamira Arce se encuentra coordinando el traslado en ambulancia aérea así como lugar para hospedar a familiares mientras el salsero recibe tratamiento. 

Estremera lleva semanas recluido en aislamiento padeciendo la delicada condición de fibrosis e hipertensión pulmonar. Los médicos advirtieron que es inevitable e ineludible una operación de doble trasplante de pulmón. A su vez, el sonero se mantiene en aislamiento porque recibir emociones por visitas limitan su oxígeno. 

Los estudios pre operatorios pueden costar hasta $300 mil y la operación puede superar el millón de dólares. 

Estremera se hizo famoso como cantante de la orquesta de Bobby Valentín, con quien grabó seis discos de los que surgieron grandes éxitos como "La boda de ella", “Cállate corazón”, “Manuel García”, “El gato”, “Qué te pasó”, “El caimán”, “Compromiso”, “Awilda”, “Me quedé con las ganas” y “La gringa”, entre muchos otros.

Valentín comentó en el programa televisivo que el pueblo debe unirse en oración. "Es la mejor forma, pedir por él para que salga de esta situación", dijo el compositor y arreglista. 

Se lanzó como solista en 1986 con la producción “El niño de oro”, de la que surgieron éxitos como “Viernes social” y “Aprovecha lo mío”. Otros de sus éxitos como solista fueron “El toro”, “Ámame en cámara lenta”, “Lo que me pasó en la guagua”, “Profesor de décimo grado”, “Mosaico: Quiero a mi pueblo” y “La profecía”.
16 oct 2018 0 comentarios

Tito Puente Jr. recuerda la entrañable amistad de su padre con Celia Cruz



Fuente: El Nuevo Herald, USA. Por: Luis Sánchez

Tito Puente Jr. recuerda como si fuera hoy cuando Celia Cruz iba a su casa en el Barrio Latino en Nueva York a visitar a su padre y era como si llegara un familiar querido.

Entonces, el hijo del legendario Rey de los Timbales era un niño y sentía el cariño y la sencillez de una de las cantantes más importantes en la historia de la música latina.

Dese hace 20 años, Tito Jr. vive en el sur de la Florida y su misión es difundir el legado de su padre, su música, su estilo y su imagen.

Y esa herencia se encuentra íntimamente ligada a la música afrocubana y, especialmente, a Celia, la Reina de la Salsa, con quien Tito Puente formó un tándem memorable.

“Mi padre tenía un ego descomunal y no aceptaba la menor sombra”, recuerda Tito Jr. “Con Tito Rodríguez, quien también mostraba un ego enorme, sostenían una enconada rivalidad de machos alpha, los dos eran boricuas, líderes de orquesta, se disputaban el favor del público y cada vez que subían juntos al escenario era como si chocaran dos cables de alta tensión”.

Con Celia, en cambio, era todo lo contrario, según confiesa Tito Jr.

“Había mucha armonía entre ambos, mi padre se sentía cómodo con ella y solía decir: ‘Yo soy el Rey y Celia es la Reina’”, confesó Tito Jr. “Los roles estaban clarísimos en esa amistad. La generosidad de Celia, lo mismo que de su esposo Pedro Knight, hacían fácil la relación con mi padre, y a ello se sumaba que yo y mis hermanos la sentíamos como una tía”.

Para tener una idea de la real dimensión de Tito Puente habría que mencionar que luego de su muerte, el 31 de mayo del 2000, el periódico The New York Times escribió que el músico de origen puertorriqueño nacido en la Gran Manzana en 1923 se había convertido en un símbolo de la ciudad tanto como el Empire State Building, la Estatua de la Libertad y los Yankees.


Durante sus más de 60 años de vida artística, Tito Puente grabó más de 150 discos y ganó cinco Premios Grammy; tocaba los timbales, el vibráfono, la marimba, el bongó, la tumba y el bajo; compuso canciones que traspasaron las fronteras, como “Oye como va”, que en la interpretación de Carlos Santana se convirtió en un himno de los jóvenes en la década de los años 70. Su vida se reflejó en películas como The Mambo Kings y Calle 54 y fue invitado especial en grandes programas de televisión como Sesame Street y The Simpsons.

“Mi papá era un genio: compositor, arreglista, interprete, productor y showman”, comentó Tito Jr. “Cuando me convertí en un adolescente aproveché mis vacaciones escolares para acompañarlo en sus giras. Ibamos a Japón, Holanda, Francia y muchos otros países. Yo cargaba los timbales y la vida se desarrollaba a toda velocidad. ‘No tengo tiempo para enseñarte a tocar los timbales’, solía decirme. ‘Mira y aprende’, agregaba”.

Tito Jr. cuenta que su padre había aprendido a tocar en la calle viendo y escuchando a los muchachos del barrio y en cierta forma quería trasladar a su hijo ese aprendizaje autodidacta, esa libertad para escoger su propio destino sin influencias que predeterminaran el sentimiento musical.

En su autobiografía Celia, mi vida, la “Guarachera de Cuba” reveló que una noche poco antes de salir al escenario en el teatro Gran Rex en Buenos Aires se enteró de la muerte de su gran amigo, y le rindió tributo no solo como su compañero en los escenarios sino por su invalorable aporte para la difusión de la música afrocubana.

Apenas regresó a Nueva York, Celia enrumbó a su departamento y empezó a revisar los mensajes que le habían dejado.

“Quedé impactada al escuchar que Tito me había dejado un mensaje, sobre todo porque Tito no era el tipo de persona que dejaba mensajes”, recordó Celia. “Oí su voz diciéndome: ‘Hasta luego, mi negra’. Fue terrible porque me di cuenta de que me había llamado justo antes de morir. Esas son las últimas palabras que tengo de él. Hasta el día de hoy mantengo esa grabación guardada en mi caja fuerte”.

Celia murió el 16 de julio del 2003.
15 oct 2018 0 comentarios

El Arte de Bebo de Cuba


La semana que pasó conmemoramos el centenario del nacimiento de Bebo Valdés, pianista fundamental en la historia de la música cubana.

A manera de homenaje, presentamos el texto de Rafael Escalona, publicado en la revista AM PM, que está dedicado al legendario Bebo


El arte de Bebo de Cuba
Fuente: Revisata AM PM. Por: Rafa G. Escalona

Este texto apareció originalmente publicado en la revista OnCuba. A propósito del centenario del natalicio de Bebo Valdés (y el cumpleaños 77 de su hijo Chucho), decidimos rescatarlo y que funcionara como homenaje de nuestra publicación a ese gigante redimido de la música cubana.

Esto es un boceto, un atisbo que apenas permite sospechar al hombre que fue Bebo Valdés. Para que este texto adquiriera cabal dimensión, serían necesarias un par de voces que aquí faltan, sería necesario acudir al Quivicán natal, a la Suecia (segunda patria), a todos esos parajes y personas en los que dejó huella. No fue posible, pero  -parafraseando a Ana Prieto a propósito de Borges- entre los recuerdos, las veracidades y el eco, el único testimonio es su música. Aun así, surge terca e imperiosa la necesidad de un texto como este.

“La vida de Bebo es una película. Aprendió a tocar el piano en una mesa con las teclas dibujadas. Hablar con él era conocer a Cachao, el guaguancó, a Bill Evans, a Rachmaninov y el jazz. Ahora mismo estoy viendo una foto de él abrazado a Sarah Vaughan y a Nat King Cole. Bebo es la música cubana del siglo XX”. Javier Limón

Bebo Valdés era un hombre extraño. Gigante del jazz afrocubano en la era en que se forjaban los caminos del género, la primera imagen suya que evocan sus conocidos es sin embargo la de un tipo sencillísimo, un caballero de la vieja escuela. Resulta así que es uno de los pocos casos de la historia del arte en el que la maestría cede paso a la personalidad no por sus excesos –Hemingway– ni por su originalidad –Woody Allen– sino por ser, simplemente, un hombre de bien.

Un hombre de bien que sin embargo no pudo renunciar a la libertad de tocar el piano sin cortapisas. Un hombre de bien que se afincó en una tierra nórdica y distante, en la que permaneció treinta años rumiando silenciosamente su arte, en la tranquilidad de los salones. Unos salones que nunca supieron que tenían una leyenda viva. Un hombre de bien que lo largó todo con tal de que lo dejaran tocar en paz.

La historia de Bebo Valdés, que es inseparable a la de la música cubana, empezó hace muchísimo tiempo, con unos europeos lujuriosos y unos esclavos africanos mezclados hasta el infinito, con un piano que fue violado dulcemente por un tambor frenético e intraducible. A esa fusión permanentemente inconclusa llegó en los años 30 Dionisio Ramón Emilio (Bebo) Valdés Amaro con la intención de divertirse, sin saber que llegaría a estampar su nombre en la tarja de los padres fundadores.

Era la época de La Habana nocturna, aquel gigantesco garito en el que los turistas acompañaban el alcohol, los juegos de azar y las drogas con la banda sonora de los impetuosos músicos cubanos. Bebo por entonces andaba incursionando en el jazz, absorbiendo todo lo que podía de sus admirados Art Tatum y Bill Evans, pero se nutría también “de la rutina de la calle, el boogie-boogie, el danzón, la rumba”, como dijo alguna vez.

Siendo un adolescente, Caballón –como también lo llamaban por su alta estatura– se enrola con su amigo de la infancia Israel López Cachao en la creación de una orquesta en la que el genial bajista cocinaba el futuro mambo. Mientras continúa sus estudios, se va abriendo paso como pianista en formaciones como la de Wilfredo García Curbelo y Julio Cueva. En esta combinación de academia y universidad de la calle va germinando una manera única de tocar, un estilo que permite a cualquier melómano distinguir los arreglos e interpretaciones de Bebo Valdés.

El año 1947 o 1948 –este dato como muchos otros de su vida, es bastante impreciso– significa el primer viaje de Bebo tras sus raíces africanas. Visita Haití; allí siente su alma católica resonar con esos rituales en los que no cree, pero le conectan con un pasado vibrante, tan suyo como las composiciones de Saumell y tan contagioso como el guaguancó del reparto Santa Amalia, pero aún más antiguo, un arcano de indescifrable atractivo. Un santero que conoció le revela premonitoriamente que ese viaje a los orígenes tendrá otros destinos y que algún día visitará Salvador de Bahía, ese pedazo de África insertado en tierra americana, en el que la religión yoruba vive ajena al paso del tiempo.

El aliento de los orishas parece impulsar a Caballón. Es contratado en el Club Tropicana, la meca del jazz en Cuba por entonces y trabaja como pianista y arreglista de Rita Montaner y la Orquesta de Armando Romeu. Diez años trabajará en Tropicana, y en ese período –la llamada década de oro de la música cubana– no habrá fenómeno musical que le sea ajeno.

Desde finales del 40, el inquieto baterista Guillermo Barreto –vecino, amigo y compañero de banda de Bebo– organizaba los domingos por la tarde o en las madrugadas tras finalizar el show de Tropicana, unas sesiones de improvisación en las que músicos del patio y extranjeros daban rienda suelta a su creatividad mezclando jazz con ritmos afrocubanos. Las descargas podían durar indefinidamente; un tema, a veces apenas un riff, bastaba para que una avalancha de músicos e instrumentos se sucedieran sin fin, llegando a empatar no pocas veces el día, la tarde y la noche. A las descargas, además de habituales como Peruchín, el Negro Vivar, Walfredo de los Reyes, Israel López Cachao, el Niño Rivera y Tata Güines se sumaban unos maravillados Roy Haynes, Kenny Drew, Sarah Vaughan y Richard Davis, quienes, a su paso por Tropicana, fueron subyugados por el estilo y la capacidad interpretativa de los músicos cubanos y sus ritmos.

Las descargas se hicieron costumbre en los predios de Tropicana (y fueron asimiladas por toda una serie de géneros y estilos como lo fue el filin), pero el escaso interés y la falta de visión de las disqueras no las habían tomado en cuenta. Hasta una noche de finales de 1952.

Mientras Bebo descansaba en un cabaret de La Habana junto a otros miembros de la Orquesta de Tropicana, Irving Price, dueño de una tienda de discos en la calle Galiano, le dice que Norman Granz –mítico productor norteamericano, fundador de monumentos del jazz como Jazz at the Philarmonic y el legendario sello Verve– está en La Habana, sorprendido con el hecho de que los músicos cubanos toquen jazz. Hacen las coordinaciones pertinentes y en el estudio de Panart, entre los rones y cervezas de rigor, Bebo y un grupo de músicos de Tropicana grabaron el disco Cubano!, en el que tocaron varios temas de jazz clásico, pasados por el filtro cubano, y una colosal improvisación a partir de un riff tocado por Caballón, que tomaría el nombre de Con poco coco, un clásico de las descargas del jazz afrocubano de todos los tiempos. A este disco y a estos músicos les tocó el privilegio de entrar a la historia de la música como la primera grabación de una descarga cubana.

De esta época dorada data también su orquesta Sabor de Cuba, una jazzband en toda regla, con veinte músicos, entre los que se encontraban un cantante llamado Beny Moré y un joven pianista de dieciséis años, que por su elevada estatura y habilidad para manejarse en el piano con unos dedos afiladísimos no cabía la menor duda de su procedencia: comenzaba la carrera del otro Valdés, Chucho.

Cuenta Leonardo Acosta en su imprescindible Un siglo de jazz en Cuba:

“En el año 1952 el pianista, compositor y arreglista Bebo Valdés inició lo que pudo ser una revolución musical semejante a la que llevaron a cabo Machito y Mario Bauzá en Nueva York o Dámaso Pérez Prado en México. Sin embargo, lo que hubiera sido la revolución del ritmo batanga ha quedado solo como una interesante curiosidad histórica y un grato recuerdo para los que la vivieron. (…) Bebo parecía el hombre indicado para hacer una nueva fusión entre el jazz y lo afrocubano, superando la creciente comercialización del mambo y las limitaciones del chachachá.”

En los estudios de RHC Cadena Azul, el 8 de junio de 1952, Bebo da a conocer el ritmo batanga, que pretendía convertirse en el rival del mambo. La tarde del debut, Bebo se acercó al micrófono y explicó que batanga proviene de las voces africanas batá y tanga. El estilo difería en lo fundamental del mambo en que contaba con una sección de trombones y una trompa –“para llenar el vacío entre los planos agudo y grave que creaban las orquestaciones de Dámaso”, dijo Bebo– y su gran aporte fueron las nuevas combinaciones rítmicas introducidas en la percusión cubana, al introducir por primera vez en una orquesta un tambor batá, un instrumento que había permanecido apartado de los escenarios producto al racismo habitual en Cuba, en la que era considerado una cosa de negros brujos.

La orquesta del batanga, que causó furor entre el público en su debut, se presentó durante los tres domingos siguientes pero, en palabras de Bebo, “la batanga murió de muerte natural”. Los patrocinadores y las empresas disqueras prefirieron apostar por lo seguro y no se le hizo promoción al nuevo ritmo, que no podía competir en el gusto de los bailadores con la simplicidad sonora y bailable chachachá.


Tras el triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959, Bebo –incapaz de acoplarse a la nueva Cuba que estaba surgiendo, en la que pasó del desenfreno de las noches de cabaret y descargas propias de los 50 a tener que rendir cuenta de su repertorio– toma la decisión de salirse del juego. Una tarde de 1960 llegó al estudio para grabar un material que estaba recopilando con la intención de llevárselo a México. Un individuo de camisa roja se le acercó y se identificó como miliciano.

– Vamos para la plaza, van a dar un discurso– le dijo.
– Lo siento, tengo una sesión ahora– le respondió Caballón.
– No hay sesión de grabación, todo está suspendido.
– No voy a ninguna tribuna, lo veré por televisión en casa.
– Usted debe ir, camarada.
– No soy su camarada, soy un amigo o un enemigo o nada.
– Escuche, usted está en el camino equivocado, si no entra a la guagua estará en problemas– le dijo mientras señalaba un vehículo que estaba parqueado junto a dos camiones, listo para ir a la plaza.

Bebo no subió a la guagua. Poco después, tras coordinar con su amigo y mánager Roger Frederick Reiter, saldría del país junto al cantante Rolando Laserie rumbo a una gira inexistente en México. Atrás quedaron su esposa Pilar Valdés y cinco hijos. Fue una decisión difícil, desgarradora, pero los escrúpulos fueron superados por la presión de no “sentirme libre para tocar la música que me diera la gana”, declaró en una ocasión.

Tras un periplo que lo llevó por México, Estados Unidos y España (donde trabaja con el cantante chileno Lucho Gatica), Bebo se une a los Lecuona Cuban Boys. Junto a esta orquesta desanda Europa; tocan en Inglaterra, Francia, Holanda, Alemania, Finlandia. Llegan a la fría Suecia el 17 de abril de 1963. Allí le dan asilo político, el destino perfecto para aquel negro de estilo parsimonioso y refinado. Bebo nació en Cuba, podría decirse, para escribir una parte de la historia del jazz latino; su verdadera biografía de hombre terrenal, en cambio, lo esperaba en Estocolmo.

En Suecia conocerá lo que es el frío absoluto. Durante seis meses trabajará en un club del Círculo Polar Ártico, y combatirá el hielo a golpe de improvisaciones interminables; aquí se muere de frío, pero encuentra la tranquilidad suficiente para tocar su música.

Los Lecuona Cuban Boys son contratados por Ove Hahn, el jefe artístico del parque de atracciones Gröna Lund, para que tocaran en el restaurante Tyrol. Aquel montón de apuestos latinos atrajo a muchas chicas que se quedaban mirando a los músicos, entre los que resaltaba un gigante caribeño de seis pies cuatro pulgadas que posaba sus manos inmensas sobre las teclas del piano con una ternura increíble.

Allí lo descubrió una bellísima jovencita de 18 años, que se aficionó a aquel cuarentón que interpretaba temas del repertorio clásico y muy de vez en cuando otras cosas raras que no entendía, pero que le hablaban de un lugar en el trópico en el que la noche no paraba, en donde el baile y la música reptaban por todas partes.

Rose-Marie Pehrsonse se empeñó en que ese cubano sería su hombre, y que le tocaría en las noches de los próximos cuarenta y cinco años las variaciones de los standars de jazz que tanto la trastornaban. Y Bebo, siempre galante, la complacería; mucho tiempo después, deslizó su nombre en varias composiciones, para acercarla a la magia de las noches habaneras que Rose-Marie no pudo conocer.

Bebo Valdés y el cantante peruano, radicado en Europa, Alberto Cortez


En los próximos treinta años Bebo Valdés será apenas un recuerdo en la mente de sus contemporáneos, una leyenda que solo conocerán los fanáticos del jazz y quienes vivieron la Cuba intensa de casinos y cabarets. Son años grises como el invierno nórdico, en los que tiene que tocar sin descanso versiones de los Beatles, los hits del mundo pop y el jazz norteamericano en hoteles y cruceros. Toca el piano en unas clases de ballet. A veces piensa meterse a taxista, pero una vez más la decisión de hacer lo que le gusta prevalece.

A pesar del silencio mediático, siempre tiene junto al piano y en los cuartos una libreta en la que anotar las melodías que acuden a su cabeza. Si no las anota, se van irremisiblemente; pueden venir otras, pero esas melodías – como los amores de los boleros que tanto le gustan-, no vuelven más.

En el año 1994, Paquito D’Rivera, movido por quién sabe qué orisha y apremiado por compromisos disqueros que no podía cumplir, llama a Caballón.

– Bebo, por lo que existió entre tú y mi padre, ayúdame con esto porque sé que tú puedes hacerlo y rápido.
– Estoy fuera de eso Paquito, hace un bulto de años que no compongo nada. Tal vez si me das más tiempo…– le respondió Valdés.
– Pero, ¿tienes ideas?
– Sí, ideas tengo unas cuantas.
– Pues ponte que eso me sirve.

Bebo se puso a revisar su material y en una maratón de 36 horas montó varias piezas con sus arreglos para nueve instrumentos. Aunque inicialmente el disco era para Paquito, este decidió que era hora de que Bebo cabalgara de nuevo. En un estudio de Alemania, en solo tres días, D’Rivera produce Bebo rides again, una compilación de temas clásicos del repertorio cubano y composiciones del propio Bebo. No ha perdido el tiempo en estos años Bebo Valdés; las consolas recogen la sabiduría de unas manos prodigiosas, una lección pacientemente añejada. A los 76 años, Bebo tiene mejor sabor que nunca.


Fernando Trueba no es solo un cineasta español reconocido, sino también un fanático confeso del latin jazz desde que en los ochenta cayera en sus manos el disco Blowin de Paquito D’ Rivera. La pasión de Trueba por el género lo llevó a darle forma a una vieja ambición: ver la historia de la música que tanto ama plasmada en un filme. Y es imposible repasar el latin jazz sin contar con Bebo Valdés.

Trueba planea una reunión de gigantes a través de la película Calle 54, antes de que fuera demasiado tarde –providencial intuición la suya, unos meses después de filmada la película falleció el contrabajista Israel López Cachao–. Filme sobre la música, el cine es un mero vehículo para la expresión de un arte poderoso otro.

La película permitió a Bebo rememorar los viejos tiempos de las descargas de Tropicana; después de décadas tocó otra vez con sus viejos compañeros y conoció a varios de los mejores continuadores del jazz afrocubano.

A partir de Calle 54 –y de la mano de Fernando Trueba y Nat Chediak–, la carrera de Bebo Valdés renace como si se tratara de una joven estrella pop. Graba El sabor de Cuba con sus socios de toda la vida, Israel López Cachao y Patato Valdés, disco con el que gana el primero de los nueve Grammy que obtuvo en los años siguientes.

La versión de Lágrimas negras que interpretan Bebo y Cachao en Calle 54 llegó al cantaor flamenco Diego El Cigala, y a través de una paella organizada por Trueba, el músico cubano y el español se conocieron. El proyecto surgió ahí mismo con una premisa básica: despegarse de sus respectivos orígenes. Bebo le dijo a El Cigala: “tú no seas gitano, que yo no voy a ser un negro de Cuba”. El resultado fue el álbum Lágrimas negras, una relectura inolvidable de grandes clásicos de la música popular latina.



Poco después se convierte en el guía protagonista del filme El milagro de Candeal (otra vez Fernando Trueba), en donde, entre otras muchas cosas, viaja a las favelas de Salvador de Bahia para reencontrarse con sus orígenes africanos. En tierra brasileña evoca una lejana y casi olvidada conversación con un santero haitiano. La profecía tardó seis décadas en cumplirse, pero cuando sucede, Bebo comprende un poco más los caminos ocultos de la santería. Es demasiado viejo para empezar a creer en los orishas, pero no puede evitar dedicarles un pensamiento respetuoso.

Creador de la música y fuente de inspiración a la vez de la película animada Chico y Rita –nominada al Oscar en 2012–, Bebo es retratado poéticamente en un hermoso filme que homenajea, una vez más, el trabajo de aquellos músicos que gestaron el encuentro del jazz y los ritmos cubanos.

A los 87 Bebo Valdés pisa por primera vez el legendario club Vanguard Village. Los habituales del lugar, para quienes el pianista es, si acaso, una remota referencia de los tiempos del bop, y sí estaban acostumbrados en cambio a las ejecuciones de su hijo Chucho con su estilo ágil, quedan sumidos en un ambiente de dulce gracia, envueltos en la familiaridad de las notas despedidas por los dedos afilados del octogenario, que regala un concierto contenido, sin estridencias, una actuación perfecta de viejo intérprete, un recuerdo de los tiempos en los que el jazz no era el deseo trivial de sobresalir.

Cuenta Ben Ratliff: “mientras Chucho –para quien el club es un espacio familiar– toca con fiereza, rápidamente, diríase que poseído; Bebo tocaba con gentileza, como si estuviera en una sala llena de amigos.”

En el 2011 es nombrado junto con Chucho Doctor Honoris Causa del Berklee College of Music de Boston, justo colofón de su renovada carrera y de su contribución imprescindible al jazz.

“Esto es un sorpresa. No esperaba estos reconocimientos a esta altura”, suele decir cada vez que le otorgan un nuevo premio, que recibe con el mismo gesto sencillo con que agradecía los escasos aplausos en los salones suecos en los que trabajó anónimamente por décadas.

Ilustración: Joshep Ros


Más de una vez se ha dicho el chiste malo de que el mayor legado de Bebo Valdés es ser el padre de Chucho. Dejando al margen la pesadez de la broma, sería absolutamente ingenuo desechar la importancia que tiene para el mundo del jazz Chucho Valdés, quien probablemente no sería el mismo si su padre fuera otro. Una ecuación más exacta –menos cómica pero más real, más poética– debería decir que porque hay un Bebo, hay un Chucho Valdés.

La relación entre padre e hijo ha sido poco analizada, como de hecho ha sido poco analizada la vida de la mayoría de los artistas cubanos vivos. De ahí que tengamos que sospechar, conjeturar, llenar los espacios a partir de los hechos notorios. Así podemos pensar en un distanciamiento abrupto a partir del año1960, en que Bebo abandona definitivamente el país. Durante muchas décadas, padre e hijo se reencontrarán en festivales de jazz, clubs, como dos viejos conocidos que se calibran de encuentro en encuentro. En esos años Chucho se hizo un gigante del jazz y Bebo rumiaba paciente y anónimamente su saber, a la par que enamoraba para siempre a una muchacha de 18 años.

Después de un tenso encuentro en 1978 en el Carnegie Hall, a donde Bebo fue a escuchar a Paquito D’ Rivera en Irakere y terminó topándose con Chucho, comenzó el deshielo de la relación padre hijo, quienes estuvieron 18 años sin hablar siquiera. Poco a poco fueron restableciendo lazos que difícilmente fueran lo mismo, pero eran preferibles a la separación total.

En noviembre de 2005, a petición de Chucho, Bebo y su esposa se trasladan para Benalmádena, Málaga. Quizás ve esto como la última oportunidad de tener un tiempo más a su padre, ese padre que se le fue demasiado lejos demasiado tiempo. Poco se sabe de lo que sucede en los altos de la colina de Benalmádena, pero es dable suponer que este reencuentro no sirve de reconciliación; ambos ahora son un par de viejos, empatados en esa franja homogénea que es la tercera edad. Bebo, enfermo de Alzheimer desde hace un tiempo, no debe facilitar mucho las cosas.

En el verano de 2012 muere Rose-Marie Pehrson. Aunque no hayan terminado de atar los cabos de la relación padre-hijo, Bebo –hombre caballeroso y de costumbres– no tiene el más mínimo interés en dejar sola a su esposa tanto tiempo. En febrero sus hijos suecos lo llevan de regreso a Estocolmo (en contra de la voluntad de Chucho); el Alzheimer ha degenerado prácticamente por completo su sistema.

En la madrugada del 21 de marzo de 2013, un Bebo Valdés muy debilitado por la neumonía sueña que está en un parque de Estocolmo y que una joven de cabellos oscuros lo mira extasiada. Ese mismo día fallece. El pianista se ha acomodado en los brazos de Rose-Marie, de vuelta otra vez a los fríos prados de Estocolmo, lejos nuevamente de Chucho, separados padre e hijo esta vez hasta el reencuentro definitivo en el círculo del infierno de los jazzistas, un club en el que la descarga no acaba nunca.
14 oct 2018 0 comentarios

Monseñor Romero, el "Padre Antonio" de Rubén Blades, ha sido canonizado



El reconocido compositor y cantante panameño, Rubén Blades, reaccionó este domingo ante la canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero, a quien dedicó una de sus creaciones musicales, titulada: El padre Antonio y su monaguillo Andrés, lanzada en 1984, a cuatro años de su asesinato.

“Matarán a la gente pero jamás podrán matar a las Ideas, o a la Justicia. ¡Óscar Arnulfo Romero vive!”, escribió Blades en su cuenta de twitter, al tiempo que subió la popular canción dedicada al obispo mártir.



La canción escrita por el artista panameño parafrasea la entrega de monseñor Romero a la predicación del Evangelio para alcanzar la salvación y cómo también condena la violencia y pide justicia, mientras se pronuncia por buscar la solución a los problemas que aquejan a la humanidad, por lo cual fue asesinado mientras oficiaba una misa.

Monseñor Romero, se ha convertido en el salvadoreño más universal, desde antes y luego de su canonización, realizada este domingo por el papa Francisco, junto a otros seis beatos de la Iglesia Católica, en una ceremonia especial llevada a cabo a partir de las 2:00 de la madrugada (hora de El Salvador) en la Basílica y Plaza de San Pedro, en El Vaticano, a la que asistieron más de 3,000 compatriotas, entre ellos el presidente Salvador Sánchez Cerén.


Fuente: El País, España. Por: Jacobo García

Ni siquiera le dio tiempo al Papa Francisco a terminar de pronunciar los nombres de los siete canonizados cuando la plaza de la catedral de San Salvador estalló de alegría al escuchar su nombre completo: Óscar Arnulfo Romero. Miles de personas han pasado la noche de este sábado a la intemperie mirando las pantallas conectadas con Roma para dar la bienvenida con cohetes, abrazos, lágrimas y música al primer santo salvadoreño. El primer Santo al que pudieron ver y tocar. El primer Santo como ellos.

"Es emocionante. Hemos esperado esto durante años", dice Marisa Rauda, con una foto del religioso entre las manos. Como ella, casi todos los salvadoreños mayores de 40 años, recuerdan lo que estaban haciendo aquella tarde de 1980 cuando se conoció su muerte. La canonización de Monseñor Romero se convirtió también en un poderoso acto político de reivindicación del obispo, asesinado por sicarios vinculados al ejército, y de la Iglesia que escogió la opción de preferencias por los pobres. Un complicado camino que ha pagado con sangre. Solo El Salvador tiene un museo de los mártires para recordar la larga lista de religiosos asesinados, entre ellos Rutilio Grande, Ellacuría o Romero.


La madrugada de este domingo, las calles del centro de la capital salvadoreña sucias y bulliciosas durante el día y desiertas durante la noche, fueron una fiesta donde el principal estimulante fueron las frases más conocidas de sus homilías. “La causa de todo nuestro dolor es la oligarquía” o “que mi sangre sea semilla de libertad”, se leía en dos enormes pancartas colgadas en las paredes del Palacio Nacional, o escritas en camisetas y llaveros que se vendían por pocos dólares a los fieles.

"Quiero iniciar la ceremonia dándoles las gracias a ustedes, pueblo salvadoreño, porque son quienes han mantenido vivo a Romero todo este tiempo”, comenzó diciendo el padre José María Tojeira durante una ceremonia previa en la Catedral. Tojeira recordó que Romero, que originalmente era un religioso conservador cercano al Opus Dei, “criticó a los ricos y poderosos por su desprecio al ser humano y a las organizaciones populares por imponerse al individuo”, dijo desde el púlpito. Sus palabras provocaron un estallido de aplausos de manos color café que continuaron cuando reprochó al actual Gobierno el fin de “la mano dura” contra las pandillas, salarios dignos o la privatización del agua.

Durante la misa recordó también que en el acta de beatificación, el Vaticano calificó a Romero de "padre de los pobres": “Porque exigió justicia para los campesinos, apoyó sus reivindicaciones y los defendió del odio y la violencia de los poderosos”, dijo el padre jesuita. Un mensaje dirigido a las famosas 14 familias que denunció el poeta Roque Dalton, también asesinado, y que han controlado tradicionalmente el poder.

La canonización del Santo de América se vivió también como una fiesta en Honduras, Guatemala o Nicaragua y en las zonas rurales de El Salvador, donde los fieles se reunieron con sus párrocos para seguir la misa o escuchar en viejos casetes sus homilías más célebres.

La imagen de su rostro hace tiempo que aparece en camisetas, muros y paredes de barrios populares o es invocada por los migrantes que van a Estados Unidos. Al orgullo nacional se une la sensación de justicia entre miles de pobres y campesinos que crecieron escuchándolo en el transistor en los convulsos años previos al estallido de la guerra civil (1980-1992). Ellos ya lo habían convertido en San Romero de América, pero disfrutaron con la confirmación de la Iglesia de Roma.

“No es un santo de estampita. No es la clásica figura de oración para beatas”, señala el periodista Roberto Valencia, autor del libro Hablan de Monseñor Romero. “Él fue un religioso incómodo, pero habrá sectores que intentarán edulcorar su figura. Antes, entre simpatizantes de la derecha, era fácil escuchar que Romero era el obispo guerrillero o que se merecía su muerte, pero ahora hay más pudor,” explica. Para el sacerdote Rogelio Ponseele “no es solo una canonización, es la reivindicación de una Iglesia y de un hombre que fue odiado, ignorado y despreciado y que ahora es santo”, dice el religioso belga, de 75 años, vinculado a la guerrilla durante la Guerra Civil.

Pero a pesar del entusiasmo colectivo su asesinato sigue sin resolverse. El mayor Roberto d’Aubuisson, fallecido por un cáncer en 1992 y fundador del partido ARENA (derecha) que gobernó el país durante 20 años, es señalado por multitud de informes oficiales, investigaciones y testimonios como el autor intelectual del asesinato. Sin embargo, también en eso Romero se identifica con su pueblo. En el país más violento del mundo, su asesinato, como el 98% de los crímenes que se cometen en el país, sigue sin aclararse y el expediente duerme cubierto de polvo en un juzgado de la capital.

Muy cerca de la pequeña iglesia donde Romero fue asesinado el 24 de marzo estaba su casa. Un lugar modesto dentro de un hospital, convertido en museo y lugar de peregrinaje donde se guardan sus cosas: la sotana ensangrentada, cartas, las lentes…Junto a la cama, sobre una sencilla mesa de noche, hay una única foto. Se trata de una imagen del Papa Pablo VI. A pesar de que Juan Pablo II era Papa desde hacía casi dos años cuando Romero fue asesinado, el religioso mantuvo junto a él la foto del pontífice que más lo escuchó y comprendió. Este domingo volvieron a estar unidos y fueron canonizados de forma simultánea a miles de kilómetros de ahí.
10 oct 2018 0 comentarios

Próximo estreno en Lima de "Maestra Vida, El Musical"



Maestra Vida, el músico-drama del panameño Rubén Blades, llega por primera vez al público peruano en género de Teatro Musical. La puesta en escena tendrá lugar en el Auditorio del Colegio La Salle (Av. Arica 601-Breña) desde el 18 al 28 de Octubre próximos y será dirigida por Emilio Montero, con quien pudimos conversar al respecto

El Salsero (ES): Hola Emilio ¿cómo nació la idea de llevar Maestra Vida al teatro musical? ¿Por qué elegiste esta historia?

Emilio Montero (EM): Maestra Vida la ví hace muchísimos años, te estoy hablando alrededor de treinta años atrás, cuando vivía en Venezuela. Era muy niño, la vi en un montaje amateur en un colegio y quedé impactado porque además mi padre tenía el disco (lo ponía tantas veces que yo me sabía todos los diálogos) y yo ya tenía la inclinación teatral.

Pasaron los años y, por avatares del destino, terminé haciendo dirección de arte para algunos proyectos de teatro, hasta que me tocó serlo para Maestra Vida en un montaje profesional para el cual volqué toda mi creatividad plástica pero siempre con la intención de: “yo quiero hacer mi propia versión”. Eso quedó siempre en mi cabeza: tener el momento idóneo para hacerlo con el elenco idóneo y bajo las condiciones de producción idóneas. Eso se dio y desde hace año y medio vengo trabajando en la preproducción, en conversar con los mánagers de Blades por el tema de los derechos y autorizaciones pertinentes, en reunir a mi elenco completo y en tener todas las necesidades de producción cubiertas.

ES: ¿Entendería que eres un fanático de la Salsa o puntualmente solo te gusta este disco?

EM: No me atrevería a decir que soy un salsero absoluto, no tengo una “salsoteca” ni soy un didáctico de la salsa. Soy salsero porque me gusta la salsa como cualquier persona y además recuerda que me he criado en el Caribe, en Venezuela específicamente, así que tengo esto bastante vibrante en mi cuerpo. Respeto obviamente a los salseros, sobre todo a los mayores, a los que han bebido de los orígenes, de los primeros “ecos de los tambores”. Para mi es gente absolutamente respetable porque tiene el “sistema métrico de la salsa” en su cuerpo, al hablar, en su caminar y te das cuenta su pasión particular.  A ellos los respeto mucho, así como también ser diferenciar a los “salseros febriles” que son del momento y a la nueva generación que, sin usar la palabra desvirtuado, han cambiado un poco la esencia prima de la salsa.



ES: ¿Cuál es tu opinión de Rubén Blades?

EM: Blades es un maestro y poeta de la Salsa. Cuando yo escuchaba Maestra Vida, me lo imaginaba como un joven que quería decir cosas, que quería contar lo que estaba viviendo en su época y en su momento. No lo conozco personalmente pero he visto su bio-pic “Yo No Me Llamo Rubén Blades” que me ha dejado mucho más clara su obra y sobre todo un mensaje: “mira lo que está pasando, que estás haciendo tú para cambiar las cosas y vive la vida, que sólo hay una”

ES: Se entiende que Maestra Vida habla de una familia en un barrio latino del siglo pasado. En tu adaptación ¿se respeta aquella época o se ha adaptado algo al siglo 21?

EM: Mi versión es muy respetuosa del texto original, aunque hemos añadido un par de escenas para la mejor comprensión del público. Tengo tres canales de comunicación, el primero es el de Quique Quiñones, quien cuenta la historia desde su punto de vista. El segundo canal es el que ve el público en las escenas representadas y el tercer canal de comunicación es el mío, que da el mensaje lineal y el corte transversal del mensaje al público. No solo es una representación literal del disco, es una revisión de lo que está pasando actualmente y eso estará apoyado por un sistema audiovisual con pantallas donde vamos a hacer referencia no solamente de aquella época sino también de ahora, sin olvidar obviamente el lado político-social del autor. Ese será mi aporte como director



ES: ¿Algo más que quisieras agregar sobre el próximo estreno de Maestra Vida?

EM: Desde ya, quiero agradecer a todo el elenco, a las empresas y personas que han confiado en mí. Tengo un elenco bastante heterogéneo pero considero que son los actores ideales encabezados por Ebelin Ortiz, Ernesto Pimentel, Cielo Torres, un nuevo talento llamado Gabriel Gil. Asímismo están Manuel Rodríguez, Alphi Pagano, Daniela Martínez, André Núñez, Juan Carlos Gómez, yo mismo que soy parte del elenco, la orquesta Mayela y El Swing de los Cueros que pondrán el toque de salsa dura y el elenco de baile de la Escuela Arthur Murray. También estará el Taller Danao, que es mi taller de jóvenes valores que están empezando, a quienes estamos formando en canto, baile y actuación. También quiero agradecer el apoyo del Colegio La Salle, porque por primera vez abre sus puertas a un espectáculo comercial y a la Municipalidad de Breña que nos está auspiciando. Agradecer a todos ellos por su aporte, por su apoyo y sobre todo por creer en el proyecto y darle tanto valor y tanto sentido a la Salsa.

ES: ¡Gracias Emilio y éxito con la obra!



Maestra Vida. El musical , Diez únicas funciones y se estrenará del 18 al 28 de Octubre de jueves a sábado 8:00 pm y domingos doble función 4:00pm y 8:00pm en el Auditorio del Colegio La Salle  Av. Arica 601. Breña.
Cuenta el local con parqueo vigilancia y seguridad.
3 oct 2018 0 comentarios

Sammy Marrero no se rendirá



Fuente: Noticel.com Por: Omar Marrero

El cantante Sammy Marrero sigue recibiendo golpes legales por continuar cantando las canciones que lo hicieron famoso, pero no se rendirá y hará como dice su canción “si me caigo, me levanto”.

Aunque la representación legal que lo estaba ayudando a él -y a los integrantes de su orquesta- en su pleito contra la familia Leavitt desistió de continuar con el caso por falta de pago, la directiva de la orquesta ya está en busca de nuevos abogados que conozcan del tema de derechos de autor y que estén en disposición de ayudar al veterano cantante.

Además, Marrero anunció que su orquesta se presentará el sábado 3 de noviembre en el salón ILA, presentación con la que espera recaudar fondos para continuar costeando su defensa.

“Tenemos hasta el 19 de octubre porque la última solicitud que hicimos al tribunal fue una prórroga de 30 días para contratar los nuevos abogados”, dijo a NotiCel el trompetista Armando López, administrador de la orquesta de Sammy Marrero.

“Ya hemos hablado con algunos, pero nos falta cuadrar los costos porque son altísimos y eso nos está matando. No tenemos capital para enfrentar al bufete de ellos”, agregó López.

Indicó que la jueza Carmen Consuelo Vargas no ha tomado una determinación sobre la moción que presentó la parte demandante para que se dictara sentencia sin que los demandados tengan su nueva representación legal.

López dijo que la presentación del 3 de noviembre posiblemente sea la última vez que Marrero pueda interpretar canciones mundialmente famosas como “Payaso”, “La cuna blanca” y “Jíbaro soy”, entre otras, porque la licencia de ejecución que tienen con la empresa ASCAP vence el 31 de diciembre.

“Tocamos en el velorio de Raphy y lo sepultamos. Ahora es posible que el 3 de noviembre también sepultemos su legado, que son sus canciones”, lamentó el trompetista.

NotiCel supo que para la presentación de noviembre podrían participar cantantes como Andy Montañez, entre otros músicos y cantantes que desean ayudar a Marrero.


La demanda de la familia Leavitt busca que Marrero y los músicos de su orquesta -los antiguos músicos de La Selecta- dejen de interpretar la música compuesta por el fenecido pianista y director musical a menos que paguen una cantidad de dinero considerada exhorbitante por los demandados.

Sin embargo, López recalcó que la orquesta tiene una licencia de ejecución con ASCAP por la que pagan trimestralmente -y ASCAP le paga a la familia Leavitt-, por lo que entienden que no están obligados a pagar nada adicional a lo que ya pagan por los derechos de autor de las canciones de Leavitt.

Hace dos semanas, los demandantes -la viuda y los dos hijos de Leavitt- enmendaron la demanda para incluir a las esposas de los músicos.

“Ni Sammy ni nosotros nos rendiremos. Haremos como dice la canción ‘si nos caemos, nos levantamos’. Esto lo estamos haciendo por Sammy porque es la única manera de que él lleve sustento a su familia”, dijo, por su parte, el director musical de la orquesta, Edgard Nevárez.

"Y que nadie tenga miedo en contratarnos porque hasta el 31 de diciembre podemos tocar las canciones de Raphy. Luego tocaremos otras", aclaró Nevárez.

La Selecta debutó en 1971 con el disco “Payaso” y desde entonces se convirtió en una de las favoritas del público salsero. En un principio, la orquesta interpretaba exclusivamente las composiciones de Leavitt aunque con los años el director amplió su repertorio con otras composiciones.

El particular timbre de voz de Marrero y las letras románticas y de contenido social que presentaba La Selecta lograron que canciones como “Payaso”, “La cuna blanca”, “Mi barrio”, “Jíbaro soy”, “Herido”, “Soldado”, “El buen pastor”, “El solitario” y otros se convirtieran en clásicos del género salsero.

Marrero aseguró que él y los demás miembros de la orquesta necesitan trabajar para llevar el sustento a sus hogares. Dijo que se estableció la cuenta 046-443738 del Banco Popular a nombre de SMYSO, INC., y el número 787-469-5040 de ATH Móvil para recibir ayuda económica.