Hace más de doce años se rumoreó que Rubén Blades llegaría para una actuación en el Callao y que los promotores intentaban presentarlo al lado de Willie Colon. Con tal motivo, escribimos un recuento acerca de la discografía de la dupla Willie Colon y Rubén Blades, una de las más importantes en la historia del género.
Cerrando esta serie en homenaje al cumpleaños 70 de Blades, compartimos esta nota del recuerdo
WILLIE COLON CON RUBEN BLADES: CUANDO LA SALSA ALCANZO LA MADUREZ
En las últimas semanas la Municipalidad Provincial del Callao ha anunciado su intención de celebrar los Carnavales del 2006 con la participación de artistas salseros. Al estilo de los nueve Festivales Chim Pun Callao que han festejado el aniversario del primer puerto peruano en los meses de Agosto, el próximo mes de Febrero puede también traernos a algunos de nuestros intérpretes favoritos.
Entre las posibilidades planteadas destaca sin duda la probable reunión en Perú de Willie Colon con Rubén Blades (o si lo prefieren Rubén Blades con Willie Colon). Gran reto para las autoridades chalacas ya que si bien Willie regularmente viene actuando en diversos escenarios (lo más reciente de su agenda ha incluído países como México, Ecuador o Colombia) hay que tener en cuenta que Rubén es desde el 1 Setiembre 2004 Ministro de Turismo del gobierno del actual presidente panameño Martín Torrijos y no tenemos noticias suyas de carácter musical.
Ambos, por separado, han estado recientemente en nuestro patio, pero la probabilidad de tenerlos juntos en tarima despierta la inquietud de los salseros peruanos y también, es pretexto para repasar, en la siguiente nota, lo que representó esta significativa asociación con la cual, podemos decir, la Salsa alcanzó su “edad adulta” o su etapa de madurez.
ANTECEDENTES
Si formalmente el dúo empieza en 1977 con el disco Willie Colon Presents Ruben Blades Metiendo Mano (Fania SLP 00500), Rubén había conocido a Willie en 1969 durante la primera gira que éste realizó a Panamá, país natal del cantautor.
Para entonces Blades ya había grabado con el Conjunto Latino de Papi Arosamena y con Los Salvajes del Ritmo, lo mismo que había compuesto algunos temas para Bush y su Nuevo Sonido, el grupo del recordado Francisco “Bush” Buckley. Por su parte Colón era el líder de una de las orquestas más populares del momento y formaba la dupla más explosiva de la “naciente” SALSA al lado del sonero ponceño Héctor Lavoe. En aquella ocasión, Rubén se presentó como un admirador más de Willie y Héctor, tal vez sin sospechar que años más tarde alternaría con ellos como protagonista importantísimo en la historia del género.
Terminados sus estudios en Derecho, Blades viaja a New York, alentado entre otros por Bobby Cruz (a quien también había conocido en Panamá) y tiene su primera chance musical en dicha ciudad con el trompetista Pete Rodríguez como primera voz en el disco De Panamá a Nueva York (Alegre 8880, 1970).
El disco no tiene mucho suceso comercial y al no encontrar otras oportunidades, decide regresar a su país natal, aunque logra que Ricardo Ray y Bobby Cruz le graben su composición “Guaguancó Triste” (en el disco El Bestial Sonido, Vaya 1, 1971).
Por el lado del trombonista “bronxeño”, la importancia y repercusión de la obra de Colon-Lavoe merece un artículo aparte y profundo, por lo que basta mencionar que ellos eran el símbolo musical de la juventud latina en New York y América Latina y, desde 1967, habían ofrecido al público salsero una buena cantidad de éxitos. Dicha banda, en la línea de La Perfecta del Eddie Palmieri de los 60s, patentó al trombón como el “instrumento de viento de la SALSA”, manteniendo el formato de dos ejecutantes que originaban un sonido agrio y retador.
Para 1973, tras haberse convertido en una de las bandas salseras más importantes del medio, Colon decide disolver su popular orquesta (que pasó a manos de Lavoe con la dirección musical de José Mangual Jr.), dándose un respiro para experimentar y perfeccionar sus conocimientos musicales; es contratado por la WNET-TV de San Juan, Puerto Rico, como Director Musical del espacio Realidades y le ronda la idea de ser cantante.
En 1974 Blades se gradúa en la Universidad Nacional de Panamá, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, y regresa a “La Gran Manzana” siempre atraído por la música. El panameño ofrece sus servicios en la poderosa disquera Fania, la cual no se había interesado en él cuando llegó por primera vez e inicia una peculiar línea de carrera empezando en labores administrativas, hasta que al poco tiempo recibe la oportunidad primero como compositor y luego, conocedores de su afición por el canto, los productores del sello le dan el chance de hacer coros en algunos discos del catálogo.
Entre 1974 y 1975, Rubén compone para Ismael Miranda, Andy Harlow, Tito Allen, Bobby Rodríguez y el Conjunto Candela y hace coro para el Grupo Folklórico y Experimental Newyorkino (fuera de Fania), Larry Harlow, Ismael Rivera y Héctor Lavoe en su LP La Voz (Fania SLP 472), producido y dirigido por Colón, produciéndose el reencuentro con aquella dupla a quienes conociera en aquella gira panameña de fines de los 60s.
RECUERDOS DEL SOLAR DE LOS ABURRIDOS
Willie Colon vuelve a los estudios de grabación para plasmar sus nuevas ideas musicales. En 1975 acompaña al legendario Mon Rivera en el disco There Goes the Neighborhood (Vaya 42) donde incluye nuevamente a Blades en los coros y lanza al mercado una singular placa titulada El Bueno, El Malo y el Feo (Fania SLP 484), primera nominación al Grammy de Colon.
El título jocosamente se refería, respectivamente, al guitarrista Yomo Toro, a Colón y a Lavoe, y es la primera donde Willie canta, la banda deja la exclusividad de los trombones (se dejan oír trompetas y saxofones en varios de los temas) y se incluye una guitarra eléctrica. Blades nuevamente hace coros y compone “El Cazangero” para la voz de Héctor, cuya versión no convence a Willie quien decide que nadie mejor que el propio compositor para hacer frente a la grabación como vocalista.
Al mismo tiempo, Ray Barretto incluye al cantautor, junto al vocalista boricua Tito Gómez, en su nueva banda, participando Rubén en el disco Barretto (Fania SLP 486) y en el concierto de dicha orquesta en el teatro Beacon, registrado en el disco doble Tomorrow de 1976, con el cual el conguero inició contrato con la disquera americana Atlantic.
Esa nueva relación contractual y la orientación de Ray hacia el crossover, intentando una fusión latin-jazz-rock instrumental que hacía prescindibles a los cantantes, truncó la permanencia de Blades, al fin y al cabo empleado de Fania, en la orquesta del “Manos Duras”. Ya Johnny Pacheco lo había incluído en el famoso All Stars del sello (Rubén canta “A los Muchachos de Belén” en el LP Tributo a Tito Rodríguez, Fania-SLP 493) y seguía componiendo y haciendo coro para otros intérpretes y grupos musicales.
Willie graba Only They Could Have Made This Album (Vaya 66, 1977) con otra legendaria voz caribeña, la cubana Celia Cruz y, también para la televisión produce el Baquiné de Angelitos Negros. Para ese año el productor y músico más vendedor de la disquera se asocia con el promisorio cantautor panameño, quien propone composiciones poco comunes para la época que son aceptadas por su nuevo director musical.
Es el prestigio de Willie el que logra que esta nueva propuesta, arriesgada comercialmente, sea respaldada por los mandamases de Fania; feliz coincidencia que demostraría una vez más que la Salsa era, además de música para “pasar un buen rato”, una expresión cultural que podía comunicar inquietudes y anhelos del latino.
La nueva propuesta tarda en pegar y sólo después de seis meses de lanzado, el LP Metiendo Mano capta la atención de las emisoras latinas. La crítica y el público empiezan a reconocer el estilo particular del nuevo binomio, que empieza a preparar un nuevo proyecto que ve la luz en 1978, aunque como antesala al mismo, Willie edita el LP El Baquiné de Angelitos Negros (Fania 506) y Rubén participa en La Raza Latina – A Salsa Suite (Fania 516) de Larry Harlow y graba “Juan Pachanga” en el Rhythm Machine (Columbia) del Fania All Stars y “Paula C” con Louie Ramírez y sus Amigos (Cotique 1096, 1978).
La segunda producción de la dupla se titula Siembra (Fania JM 537), con un sonido más depurado que el primer disco y con un impresionante respaldo no sólo del público sino de los medios que convirtieron al compositor panameño en la nueva figura estelar de toda la Salsa.
Willie y Rubén habían dado en el blanco: el sonido de la banda ya no era tan agresivo como en tiempos de Lavoe, pero se respetaba el protagonismo “histórico” del trombón y los arreglos eran de un nivel tal, que lograban reconocimiento tanto del oyente exigente como del bailador común, objetivo difícil de cumplir para muchos, excepto para el cerebral y siempre musicalmente acertado ex – “Malo”.
Por su parte, Rubén combinaba hábilmente letras de contenido socio-políticos (“Plástico” o “Siembra”) sin dejar de lado el corte tradicional (“Buscando Guayaba”) o la situación de la esquina (“Pedro Navaja”). En realidad, otros antes que él ya lo habían intentado, pero aquellos no habían contado con el soporte de Willie y la Fania, que mantenía aún la hegemonía en el comercio musical salsero. El resultado fue que el público masivo considerara a Rubén como el primer “cronista” de la Salsa y su nombre se volvió tan o más estelar que el del propio Willie, la disputa de siempre entre el cantante y la orquesta por la “primera mención” al momento de presentarse.
Ya son nombres estelares del movimiento y el 10 de febrero de 1979 Rubén y Willie toman parte, junto con Héctor Lavoe, Celia Cruz y Tito Puente, de uno de los conciertos más importantes organizados hasta entonces, conocido con el nombre de "La Combinación Perfecta", en el Radio City Music Hall de Nueva York.
Siembra fue por muchos años el disco de mayor venta en la historia de la Salsa y es un verdadero clásico de todos los tiempos. Su impacto fue tal que gracias a su éxito, el grupo empezó a viajar por toda América, llegando a Perú en Diciembre 1980, donde cumplió una recordada presentación en Panamericana Tv y otras en la Hacienda Villa de Chorrillos y en el Estadio Alianza Lima.
Aquellas noches de hace 25 años, la presentación estuvo a cargo del recordado músico nacional Ñiko Estrada, participando también de las mismas el animador Ricardo Belmont. Estrada precedió también a los invitados tocando con su orquesta, lo mismo que el también nacional Oscar “Pitín” Sánchez.
La banda estaba compuesta por Leopoldo Pineda, José Rodrigues y Lewis Kahn en los trombones, Salvador Cuevas en el bajo, José Torres en el piano, Milton Cardona en la conga, José Mangual Jr. en el bongó y Johnny Almendra en los timbales.
Ya para entonces Willie había cedido a una tentación que lo perseguía por años: grabar como cantante y ese año, el novel vocalista lanzó al mercado su disco Solo (Fania, JM 535). Por su parte Blades graba “Sin tu Cariño” (Spanish Fever, Columbia-1978) y “Prepara” (Crossover, Columbia-1979) con el All Stars.
Terminando la década del 70, Rubén da los últimos toques a su proyecto más ambicioso para ese entonces, un drama musicalizado que relataba la historia de dos generaciones de la familia Da Silva. Reuniendo composiciones de años anteriores y recientes y con la producción y dirección musical de Colon, se lanzan en 1980 los dos volúmenes de Maestra Vida (Fania JM 576-577), músico-drama de buen nivel y cuyo título fue inspiración en nuestro país para el programa radial conducido y producido por Luis Delgado Aparicio.

Mientras que el consagrado Blades continúa alternando en las giras del Fania All Stars (en 1980 graba “La Palabra Adios” en el Commitment, Fania JM 564), Willie y su orquesta graban con Ismael Miranda (Doble Energía, Fania 559-1980, donde Blades hace coros) y Celia Cruz (Celia y Willie, Vaya 93, 1981). También aparece su segundo disco entero como cantante solista, el Fantasmas (Fania JM 590, también con Rubén en los coros) de 1981, año en que aparece una nueva colaboración de la dupla, el sensacional disco Canciones del Solar de los Aburridos (Fania JM 597), placa que reafirma el plano estelar indiscutible de ambos en la Salsa de la nueva década.
Ambos son protagonistas del concierto “Una Sola Casa: Latinoamérica Unida”, realizado en Centro de Bellas Artes de San Juan, Puerto Rico y están en la cúspide de la fama, pero los nuevos tiempos no son propicios para la Fania, cuyo monopolio empieza a caer.
Al mismo tiempo, la “competencia de egos” entre Colon y Blades crece y la inquietud del panameño por una carrera como solista, lejos incluso del sello de Jerry Masucci, va tomando cuerpo. En ese contexto, la disquera decide probar suerte con la producción de una película dedicada al fallecido boxeador mexicano Salvador Sánchez, donde “la dupla de oro” del catálogo tendría los papeles principales.
Dicha película, donde aparecen brevemente varias de las Estrellas de Fania (entre ellos Johnny Pacheco y Héctor Lavoe) y que pudo verse en nuestro país unos años después en el canal 27 UHF, tuvo el mismo título que el quinto y último disco de la pareja: The Last Fight (La Ultima Pelea) (Fania, JM 616), el más pobre de todos los discos de Willie y Rubén. Era 1982 y, aunque la aventura fílmica no tuvo éxito, dicha obra queda como la primera de otras tantas experiencias en el cine que Colon y, sobre todo, Blades tendrían con el paso de los años.
Ya Rubén había anunciado que era su último año con la otrora hegemónica disquera y venía recibiendo propuestas de otros sellos musicales. Tras una última presentación en Berlín, Alemania, la por entonces dupla más importante de la Salsa se disuelve.
En su afán por diferenciarse de su época con Colon, Blades decide formar su propia orquesta con un formato que se olvidaba del clásico trombón y que recreaba el estilo del sexteto de Joe Cuba, uno de los grupos preferidos en su juventud. A Willie, la ruptura le sirvió para abocarse definitivamente a su carrera como cantante, aún con contrato en Fania.
Hay que mencionar que tras la ruptura de Blades con Fania, esta editó tres discos del panameño. Al menos el primero de ellos, El Que la Hace la Paga (Fania 624) parece haber sido también con la banda de Colón, aunque el mismo como los otros dos (Mucho Mejor y Doble Filo) no presentan créditos en las carátulas.
Por otra parte, mucho se comentó de la supuesta “tensión” en que terminó la relación personal entre ambos. Aparentemente aquella “competencia de egos” tomó dimensiones mayores que solo el paso de los años pudo atenuar. Cada uno por su lado, continuó ofreciendo su talento musical durante la década del 80 hasta que empezando la década del 90, coinciden sus carreras discográficas en la multinacional Sony.
Colón había firmado en 1990 para la CBS, absorbida por la Sony un año despúes, el mismo año en que Blades también firma con dicha disquera, tras una brillante etapa en Elektra (división de Warner). Por esos años era evidente que, además de la música, ambos compartían otra vocación: la política. En 1994 Willie había participado de las elecciones primarias demócratas para el Congreso de los Estados Unidos y Rubén fue candidato presidencial en Panamá, al frente de su propio partido Papá Egoró.
Entonces la Sony decidió “reunirlos” en la placa Tras la Tormenta (Sony, 1995), título que dejaba entrever que la “separación musical” de los años de la Fania, había estado acompañada de diferencias personales que ellos siempre trataron de desmentir.
Lo curioso de dicho disco es que, si bien Sony se preocupo de reunir a casi la totalidad de los músicos originales de aquella época, Colon y Blades nunca se juntaron en el estudio. Cada uno grabó sus temas separadamente y la tan mentada y esperada reunión fue sólo fruto de la tecnología de estos tiempos.
LOS RE-ENCUENTROS
En los últimos quince años han sido pocas las veces en que tenemos registrado que ambos gigantes de la Salsa se hallan re-encontrado. La primera vez ocurrió en Marzo 1992, cuando Willie apareció como invitado de Rubén y su banda de entonces, Son del Solar. De ahí el 18 Setiembre 1997 se reunieron en el estadio El Campín de Bogotá, Colombia, seguida por otra presentación en Los Angeles, California.
Para celebrar el 50 Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, ambos se reunieron el 19 Julio 1998 en el “Concierto en la Base: La Música por tus Derechos”, realizado en la base aérea Francisco de Miranda en La Carlota, Caracas, Venezuela, mientras que el 8 Setiembre 2001 en el Madison Square Garden de New York ambos formaron parte del concierto que brindó la Fania All Stars.
El reencuentro más reciente ha sido el del 3 Mayo 2003 en el estadio Hiram Bithorn de San Juan, Puerto Rico, en el concierto "Siembra 25 Años Después" recordando el lanzamiento de su disco más exitoso.
Por separado, sus más recientes visitas a Perú han sido la de Rubén en Octubre 2003, promovida por su hermano Roberto, y la de Willie en Febrero 2004, cuando fue recibido en el Congreso de la República.
Mientras se vienen haciendo los primeros contactos con los representantes de Colón en New York, el Alcalde del Callao, Alex Kouri, está buscando contactar con el Embajador de Panamá en nuestro país, para que sea el intermediario con Blades, quien este 1 Noviembre recibirá un Doctorado Honorífico durante la celebración de la Cultura Latina de Berklee College of Music en Boston.
La expectativa está latente, ya que se trata de una de las duplas más importantes de la Salsa, no sólo del siglo que pasó, sino de todos los que vendrán; por lo que la simple mención de sus nombres siempre es noticia.
BREVE REPASO A LA DISCOGRAFIA
THE GOOD, THE BAD, THE UGLY (Fania 484, año 1975)
Temas:
Toma
Potpourri III
Cua Cua Ra, Cua Cua
Doña Toña
MC 2 (Theme Realidades)
El Cazangero
Guaracha
I Feel Campesino (Theme Realidades)
Que Bien Te Ves
Músicos:
Trombón: Willie Colon, Eric Matos
Tuba y Trombón: Tom Malone
Trompeta: Lou Soloff, Antonio Montagna
Saxo Barítono: Mario Rivera
Saxo Alto: Bob Porcelli
Bajo: Santi Gonzalez, Eddie Rivera
Piano: Joe Torres, Rogers Grant
Cuatro: Yomo Toro
Conga, Percusión Brasilera: Milton Cardona
Timbal: Louis Romero
Bongó, Percusión: Jose Mangual Jr,
Percusión Brasilera: Ray Armando
Trap Drums: José Cigno
Guitarra Eléctrica: Elliot Randall
Vocales: Willie Colón, Héctor Lavoe y Rubén Blades
Coro: Ada Chabrier, Jose Mangual, Ruben Blades, Willie Colón y Ernie Agosto
Dejando atrás el sonido exclusivo de trombones que lo caracterizara por años, Willie presenta un disco lleno de matices típicos y experimentales, con una atractiva presentación del LP tipo álbum doble y una extensa nota de carátula. Es la primera vez que Willie afronta el canto, dejándose escuchar en “Toma”, “Cua Cua Ra, Cua Cua” y “Guaracha” (sólo en este último acompañado por su clásico sonido de trombones); aunque es evidente que sólo el paso de los años le daría madurez y solvencia de vocalista.
En el caso de Blades, hace primera voz por primera vez con la banda del “ex – Malo” en “El Cazangero”. Su registro vocal es más bajo si lo comparamos con el de sus siguientes discos, incluso algunos lo “comparaban” con el ya consagrado José “Cheo” Feliciano.
Por su parte el gran Lavoe sólo interpreta “Potpourri III” y “Que Bien Te Ves” (donde imita a Chuíto El de Bayamón), donde la banda utiliza solamente los trombones en los vientos. Recordemos que ya la Fania le había editado a Héctor como solista el LP La Voz, por lo que es probable que dichos cortes pertenecieran a sesiones anteriores a las del resto de temas.
Por esos tiempos Colón era el director musical del programa de TV Realidades, del cual se incluyen dos temas instrumentales, aparte del danzón “Doña Toña”, dedicado a su abuela materna.
La placa le valió a Willie su primera postulación a los Premios Grammy y a Rubén la nominación de la revista Latin New York como Mejor Compositor del Año.
WILLIE COLON PRESENTS RUBEN BLADES METIENDO MANO (Fania 500, año 1977)
Temas:
Pablo Pueblo
Según El Color
La Maleta
Me Recordarás
Plantación Adentro
La Mora
Lluvia De Tu Cielo
Fue Varón
Pueblo
Músicos :
Trombón : Leopoldo Pineda, Papo Vásquez,, Lewis Kahn y Willie Colón
Bajo : Salvador Cuevas
Conga, clave, talking drum, quinto: Milton Cardona
Bongó, maracas, percusión: José Mangual Jr.
Timbales : Nicky Marrero
Piano : José Torres y Sonny Bravo (en dos primeros temas)
Tuba y sintetizador: Tom Malone
Cuatro y guitarra acústica: Yomo Toro
Vocalista y guitarra acústica: Rubén Blades
Tan “arriesgada” era la propuesta musical de la nueva dupla, que el primer tema del Metiendo Mano es “Pablo Pueblo”, relato desencantado del ciudadano que llega cansado de trabajar a su hogar, pensando en la pobreza de cual parece no saldrán nunca él y su familia, a pesar de las ya conocidas promesas politiqueras que no se borran de las paredes de su barrio. El arreglo de Luis Perico Ortiz recrea eficientemente la sombría y hasta depresiva reflexión del personaje, representada en el grave sonido de los cuatro trombones (Colon, Leopoldo Pineda, Lewis Khan y Papo Vásquez) y una tuba (Tom Malone), nuevo esquema de vientos que Willie ya había probado en discos anteriores con Mon Rivera y Celia Cruz.
Otros arreglos interesantes, son el de Colon en “La Mora”, un antiguo tema de Eliseo Grenet cantado con “aires gitanos” por Rubén y el del recordado Louie Ramírez para “Fue Varón”, la clásica narración del padre alegre por el nacimiento de su hijo, con breve solo de trombón del dominicano Pineda.
En Perú sonó mucho “Según el Color”, donde destaca la segunda voz de Willie, arreglista del tema, y se deja oír el cuatro jíbaro de Yomo Toro. La letra nos recuerda festivamente que para unos la vida es un sueño, mientras que para otros es una pesadilla y que todo es relativo, según el color del cristal con que se mire. En la misma onda festiva, “La Maleta” refleja lo agitado y peligroso que es New York para el latino que recuerda su tierra nativa, más cálida y tranquila, mientras que “Me recordarás” pone la cuota romántica a la producción.
Dos compositores boricuas de distintas generaciones aportan sus letras en Metiendo Mano. El gran Tite Curet compone “Plantación Adentro”, que empieza con Willie relatándonos que en 1745 en América Latina el indio trabajaba bajo el azote del mayoral, mientras que, más joven, Johnny Ortiz aporta “Lluvia de tu cielo”, con solos del propio Colon y del Profesor José Torres, principal pianista que usaría el dúo en toda su discografía, excepto en este primer disco donde Sonny Bravo participa en dos temas.
Los 51 minutos del Metiendo Mano (el disco más largo de la dupla y su primer Disco de Oro) terminan con un guaguancó dedicado al “Pueblo”, con la participación estelar de Milton Cardona en el quinto.
SIEMBRA (Fania JM 537, año 1978)
Temas :
Plástico
Buscando Guayaba
Pedro Navaja
María Lionza
Ojos
Dime
Siembra
Músicos :
Trombón : Leopoldo Pineda, José Rodríguez, Angel Papo Vásquez, Sam Burtis y Willie Colón
Piano – Fender Rhodes : José “Professor” Torres
Bajo : Salvador Cuevas, Eddie Rivera
Bongó – Maracas : José Mangual Jr.
Tumbadora : Eddie Montalvo
Timbal : Jimmy Delgado
Batería (en Plástico) : Bryan Brake
Maracas : Adalberto Saqntiago
Coros : Willie Colón, Rubén Blades, José Mangual Jr., Adalberto Santiago
El último clásico de la SALSA de los 70s, Siembra colocó definitivamente a sus intérpretes a la cabeza de movimiento musical afrocaribeño, representando el último hit mundial que lograra la disquera Fania.
Al poner el LP, lo primero que escuchamos es el sonido “plástico” de la “disco music”, preámbulo del relato de Rubén de la chica y el muchacho que más se preocupan por lo superficial, alerta a la audiencia latina para que no se dejen engañar por el aparente brillo del dichoso status. En “Plástico”, el panameño hace un llamado a la hermandad latinoamericana y a su gente, alude a Simón Bolívar y repasa toda la geografía de América hispana (incluida Nicaragua “sin Somoza”), terminando con el barrio y la esquina. Lo más rescatable, a juicio personal, del sensacional tema es que trata de una arenga socio-política que, increíblemente tuvo arraigo masivo. Las radios, que se resistieron a poner “Pablo Pueblo”, tema del anterior LP en la misma línea de “salsa-protesa”, difundían “Plástico”, a pesar de lo “denso” de su letra y de la duración más allá del estándar comercial de la época (más de siete minutos).
Por si fuera poco, esa no fue la única canción que causó revuelo general. Otra composición de Rubén correría la misma suerte, la de convertirse en clásico de todos los tiempos: “Pedro Navaja”. Esta era la historia del maleante de esquina que muere en su ley, asaltando; aunque, como rezaba el inolvidable coro “La vida te da sorpresas” y el mismo resucita sorpresivamente siete años después por obra y gracia de Rubén y su producción Escenas (Elektra, 1985) en el tema “Sorpresas”.
Aunque “Pedro Navaja” parece inspirado en el tema americano “Mack the Knife” (Knife significa en español cuchillo), el asaltante y Rubén fueron de la mano al tope de la fama, a pesar de la incredulidad de algunos dentro de la propia disquera, como el mismo Rubén mencionó años más tarde en el preámbulo de la nueva versión del tema, incluído en su disco Live (Elektra, 1989).
El personaje ha sido motivo de obras de teatro, de cine y actualmente se habla de un proyecto para llevarlo a la televisión. El tema es una de las canciones que mejor representa (en cualquier género musical) a la ciudad de New York.
No se vaya a creer que el mérito de “Plástico” y “Pedro Navaja” descansaba sólo en sus magistrales letras. Tras ellas habían arreglos de gran calidad que reforzaban el mensaje del cantautor (no hay músicos solistas que disputen protagonismo a Blades), supervisados por Willie y esa extraña cualidad del punto medio entre lo comercial y la vanguardia.
En otros dos surcos de Siembra también hay un mensaje al pueblo latino, “Ojos” del boricua Johnny Ortiz y “Siembra” tema de Rubén de menor resultado frente a otros, lo mismo que podemos encontrar el tema del amor, ya sea con la tradicional metáfora caribeña (“Buscando Guayaba”) o el romanticismo que nunca se deja de lado (“Dime”), y la referencia a la creencia religioso-popular (“María Lionza”).
El año 2003, se cumplieron 25 años que Siembra (disco de Oro y Platino) vio la luz comercial y con tal motivo se lanzó en disco compacto una edición especial que trae la presentación completa, con los textos y fotos que incluía el álbum original en formato de LP, algo “excepcional” si tomamos como referencia la pobre presentación que el histórico catálogo Fania ha tenido en formato CD.
MAESTRA VIDA Vols. I y II (Fania JM 576 y 577, año 1980)
Maestra Vida - Primera Parte
Temas :
Prólogo
Manuela
Carmelo (parte I)
Como Tú – Carmelo (parte II)
Yo soy una Mujer
La Fiesta (instrumental)
El Nacimiento de Ramiro
Déjenme Reir (para no Llorar)
Maestra Vida – Segunda Parte
Temas :
Epílogo
Manuela, Después … (La Doña)
Carmelo, Después … (El Viejo Da Silva)
El Velorio (Instrumental)
El Entierro
Maestra Vida
Hay que Vivir
Músicos :
Trombón : Leopoldo Pineda, José Rodríguez, Lewis Khan, Reinaldo Jorge, Willie Colón
Piano : José Torres
Tumbadora, Quinto, Claves : Milton Cardona
Bongó : José Mangual Jr.
Timbal : Johnny Andrews
Vocales, Guitarra acústica, Maracas, Percusión : Rubén Blades
Cuerdas : Harold Kohon’s String Ensemble
Coros : Milton Cardona, José Mangual Jr., Willie Colón, Rubén Blades.
Invitada especial como Manuela : Anoland Díaz
Personajes en la cantina :
Guillermo Ledezma (voz de Rafael Da Silva)
Cesar Miguel Rondón (voz de Carlitos “Lito” Quiñones)
Rubén Blades (voz de Quique Quiñones)
Texto y Narración Principal : Cesar Miguel Rondón
Sin alcanzar los niveles de ventas de Siembra, los dos volúmenes de Maestra Vida tuvieron una buena acogida comercial, lo que siempre ocurre con un artista después de una “obra maestra” o un “mega-éxito”. Es probable que el público esperara un segundo “Pedro Navaja” y, aunque la temática es totalmente diferente, el disco-drama tiene ciertas conexiones con el relato del famoso malhechor.
Nuevamente el barrio es escenario de una historia, esta vez de largo aliento, la de la familia Da Silva. Somos testigos de la juventud de Carmelo y Manuela, quienes son presentados por Rubén como los más populares habitantes del “Solar de los Aburridos” epicentro del relato. Ambos llegan a formar pareja, unión celebrada en “La Fiesta”, sensacional instrumental con bravos solos de trombón de Willie y del dominicano Pineda y meses después ocurre “El Nacimiento de Ramiro” (uno de nuestros temas favoritos del primer volumen), donde el orgulloso padre expresa las expectativas generadas por la llegada del primer hijo, el cual sería el único debido a la precaria situación económica que envuelve a la familia del sastre Carmelo, quien responsabiliza a políticos y militares en la irónica “Déjenme reír (para no llorar)”.
Los años pasan y Manuela envejece. Blades nos la vuelve a presentar madrugando rumbo a iglesia con el rosario en la mano en “Manuela después … (La Doña)”, que nos deja oír al comienzo ecos de la “Manuela” de la juventud. El tema, orquestado fenomenalmente por Marty Sheller, logra transmitir el pensamiento de la anciana, que le pide ayuda a la Virgen en sus últimos años. Confesión personal: son muchas las veces que he escuchado el tema sin dejar de estremecerme, pensando en lo dramático que puede resultar una vejez solitaria y presa de los fantasmas del pasado.
Igual de conmovedor resulta ser el final de “Carmelo, después … (El viejo Da Silva)”, quien no soporta las decepciones causadas por Ramiro, recién salido de prisión, ni la muerte de su compañera por cincuenta años y amanece muerto, sentado en su sillón y apretando el anillo del día del compromiso con Manuela.
El desenlace está a cargo de Ramiro, quien es incapaz de asistir al velorio de Carmelo y en “Maestra Vida” analiza su transcurrir y esa búsqueda de respuestas que nunca hallará, clamando por el padre muerto. No es una historia con final feliz, tal vez porque tal historia no termina con ellos, sino que persiste cerca nuestro, en los barrios pobres de América Latina, llenos de hambre y miseria, pero también de esperanza.
Aparte de la narración que guía los dos volúmenes, a cargo del venezolano Cesar Miguel Rondón (periodista que acababa de editar El Libro de la Salsa, texto de obligatoria lectura, donde catalogaba a Blades como líder del movimiento salsero contemporáneo), Rubén concatena los hechos con el desarrollo de un encuentro en una cantina de los descendientes de aquel solar, quienes recuerdan las peripecias de los protagonistas vía los temas musicales. Además, hay que mencionar la participación de la madre del panameño en el dúo de “Yo soy una mujer”.
Si bien la Fania editó los discos poniendo únicamente en los créditos estelares al cantautor, consideramos a Maestra Vida dentro de su discografía junto a Willie Colón, ya que el peso de la producción y la coordinación de las orquestaciones corrió por cuenta del bronxeño.
CANCIONES DEL SOLAR DE LOS ABURRIDOS (Fania JM 597, año 1981)
Temas :
Tiburón
Te están buscando
Madame Kalalú
El telefonito
Y deja
Ligia Elena
¿De qué?
Músicos:
Trombón : Sam Burtis, Willie Colón, Reynaldo Jorge, Lewis Khan, José Rodríguez
Piano : Joe Torres
Bajo : Salvador Cuevas, Joe Santiago, Andy González
Conga : Milton Cardona
Timbal : Johnny Andrews
Bongó : Jimmy Delgado
Violín : Lewis Khan
Vocales y guitarra : Rubén Blades
A nuestro juicio es el disco más maduro del binomio líder de la SALSA. Canciones del Solar de los Aburridos (el título hace referencia al epicentro de los acontecimientos de Maestra Vida) no tiene desperdicio y, como las placas predecesoras, se inicia y termina con el comentario socio-político de “Tiburón”, “dedicado” a la amenaza imperialista de las intervenciones en nuestros países, puntualmente refiriéndose a la situación de El Salvador, y “¿De qué?”, otro llamado de atención contra lo superficial.
En “Tiburón” escuchamos uno de los últimos solos de trombón de Willie, quien paralelamente a su asociación con Rubén, ya buscaba afianzar su carrera como cantante. Asimismo hay que mencionar que el tema continuó vigente al poco tiempo, cuando durante el conflicto de las islas Malvinas entre Argentina e Inglaterra, Blades y Colón se lo dedicaban al hermano país gaucho.
“Te están buscando” es para nosotros el mejor son-montuno que la dupla haya grabado, con una sensacional segunda voz de Willie, Lewis Khan en el violín y la percusión estelar de Cardona; son los 70s en la SALSA de inicios de los 80s, al estilo de temas como “Calle Luna, Calle Sol”,
“Madame Kalalú” toca el tema de los supuestos adivinos, personajes que se aprovechan de la credulidad de sus clientes. El trato es festivo e irónico, ligeramente desbocado, pero la parodia es divertida.
Hay también ciertos toques cómicos en “El Telefonito”, uno de los primeros temas que trata la situación de quien espera en vano la llamada telefónica de la persona amada, mientras que el toque romántico es “Y deja”, de Piloto y Vera, arreglado con aires brasileños y un excepcional solo de violín de Kahn.
Así como “Pedro Navaja” fue la estrella de Siembra, el personaje de Canciones del Solar de los Aburridos es “Ligia Elena”, joven que causa un dolor de cabeza a sus padres al fugar de casa con un músico de una condición social más baja. En el relato, Rubén logra criticar el racismo, las apariencias y las diferencias sociales, sin llegar al proselitismo como en “Plástico". Lo mismo que en “Madame Kalalú” y “El Telefonito”, en “Ligia Elena” hay una voz “femenina” (esta vez es la abuela de la protagonista, recreada por el propio Rubén) quien da el toque cómico a la situación.
Canciones del Solar de los Aburridos representó un nuevo disco de Oro en el palmarés del binomio
THE LAST FIGHT (Fania JM 616, año 1982)
Temas :
Yo puedo vivir del amor
Andanza
Cimarrón
What happened?
Venganza
Y tu abuela
Músicos:
Johnny Andrews
Ruben Blades
Milton Cardona
Willie Colon
Jimmy Delgado
Lewis Kahn
Luis Lopez
Leopoldo Pineda
Eddie Resto
Joe Torres
Motivada en la película del mismo nombre que los tuvo a ambos de protagonistas, la placa es la menos lograda de Willie con Rubén. Sin mensajes socio-políticos en ninguno de los temas, The Last Fight contiene sólo seis canciones, siendo la primera el sensacional arreglo de “Yo puedo vivir del amor”, balada grabada previamente por el gran cantante borícua José Feliciano, que en Perú tuvo gran aceptación. Hay dos temas románticos que no destacan y del resto sobresale “What happened?”, composición bilingüe de Rubén grabada a mitad de los 70s por Bobby Rodríguez y La Compañía.
Llama la atención la limitada calidad de sonido en la mayoría del disco, que se nota principalmente en “Cimarrón” (también escrita por Rubén) e “Y tu abuela” (tema escrito por Jimmy Sabater que fue gran éxito en los 60s por el sexteto de Joe Cuba). Otro hecho llamativo es que, aparte de los temas autoría de Rubén, no se mencionan los créditos de los compositores.
En la película, puede verse a Rubén representando al boxeador Kid Clave, personaje que también se dedica al canto salsoso y que interpreta los seis temas del disco. Por su parte Willie es Joaquín Vargas, un mafioso empresario de boxeo que pretende manejar la carrera del bien intencionado Kid Clave, sin poder lograrlo. Durante el film, se puede ver a Colón y a Blades enfrentados, posición que guardaba cierta similitud con la realidad: ambos ya habían decidido su separación, interesados en continuar cada uno su carrera por su lado.
TRAS LA TORMENTA (Sony 81498, año1995)
Temas:
1. Homenaje A Héctor Lavoe. Canta: Willie
2. Como Un Huracán. Canta: Rubén
3. Caer En Gracia. Canta: Willie
4. Todo O Nada. Canta: Rubén
5. Dale Paso. Cantan: Willie y Rubén
6. Desahucio. Canta: Rubén
7. Doña Lele. Cantan: Willie y Rubén
8. Oye. Canta: Rubén
9. Talento De Televisión. Canta: Willie
10. Tras La Tormenta. Cantan: Rubén y Willie
Músicos:
Productor y Director Musical (en 2,4,6,8,10) y Piano (en 4): Oscar Hernández
Productores Musicales (en 1,3,5,7,9): Isidro Infante y Cucco Peña
Piano: Joe Torres
Bajo: Sal Cuevas
Trombón: Luis López, Louis Kahn y Leopoldo Pineda
Timbales y Percusión: Johnny Almendra
Congas: Milton Cardona
Bongos, Maracas y Guiro: José Mangual Jr.
Coros (en 2,4,6,8,10) : Néstor Sánchez, Eddie Ganz y Rubén Blades
Coros (en 1,5,7): Ozzie Meléndez y Néstor Sánchez
Coros (en 3,9): Willie Colon, Milton Cardona y José Mangual Jr.
Dedicado a Héctor Lavoe y Raúl Juliá, en 1995 la Sony lanzó al mercado este CD que marcó un aparente reencuentro de Colón y Blades, pero que en realidad fue solo una especie de recopilación de temas que se juntaron para producir la placa.
Los dos venían grabando para dicha disquera, aunque (hay que decirlo) sin el apoyo y promoción con que contaban otras figuras más jóvenes del mismo catálogo. Lo cierto es que la tan mentada reunión nunca se produjo en realidad en el estudio de grabación y sólo gracias a la magia de la tecnología, tuvimos en nuestras manos aquel “junte”.
Nadie más apropiado que Willie para rendir honores a “El Cantante de los Cantantes” en “Homenaje a Héctor Lavoe”, arreglo y composición de Cucco Peña (junto a Fernando Rosario) que abre la placa con un solo de trombón en recuerdo al sensacional sonero fallecido dos años antes. Se siente el reclamo de Willie cuando, en los soneos, dice a los que recuerdan a “El Cantante” en diversos homenajes: “que no te imiten /que te traten con respeto”. Definitivamente, este es mi disco favorito, cuando de tributos a Héctor se refiere.
En el CD se van alternando los temas interpretados por ambos, siendo Como un Huracán” (escrito y cantado por Blades) y el satírico “Talento de Televisión” (de Amílcar Boscán, arreglado e interpretado por Colón) los que más sonaron en nuestro medio.
Otro tema de Willie en sátira es “Caer en gracia”, con un mensaje contra las apariencias, mientras que “Todo o Nada” es el clásico mensaje de aliento al pueblo latino del cantautor panameño. Todos los temas que vocaliza Rubén son de su composición y arreglados por Marty Sheller, incluído el “Desahucio” (escrito junto al gran Tite Curet) y “Oye” que parece ser parte de su campaña a la Presidencia de Panamá.
En el disco, ambos “unen” sus voces en tres temas: “Dale Paso”, “Doña Lelé” y “Tras la Tormenta”. El primero pareciera haber sido elegido por los productores de la disquera ya que la letra (Janet Becerra) y el arreglo (Humberto Ramírez) le caerían muy bien a los “salseros románticos” que entonces reclutaba Sony Tropical.
El segundo se refiere a uno de esos personajes, entre reales e imaginarios, que la Salsa siempre ha sabido retratar, mientras que el último tema del CD es de los mejores logrados de toda la placa, escrito por el panameño quien, aunque comparte las líricas iniciales con Willie, se ocupa de todos los soneos.
En resumen, Tras la Tormenta (que les mereció una nominación al Grammy como Best Tropical Latin Performance) no es un disco que se pueda comparar al nivel de los que estos nombres grandes hicieron en los años anteriores pero, debo admitirlo, en el contexto de la Salsa de los 90s representa un trabajo muy bien logrado.
EDUARDO LIVIA DAZA
Arequipa, 21 Octubre 2005