Chucho Valdés, recordando a Irakere en su aniversario 45
Fuente: El Nuevo Herald, USA. Por: Olga Connor
“Irakere es la banda que marcó el cambio histórico de la música cubana, del jazz latino o afrocubano y la música bailable”, ha declarado el eminente pianista y director musical Chucho Valdés, que ha ganado seis Grammys y tres Grammys Latinos, en su ascendente carrera, y está recorriendo el mundo con su banda, que incluye algunos de los integrantes originales de Irakere. Han estado celebrando aquella otra banda legendaria, con motivo de los 45 años de haberse fundado, en 1973. Aquí se presentan en el Adrienne Arsht Center bajo la rúbrica de “Cubismo! Chucho Valdés: Irakere 45”.
Chucho Valdés fue el director de Irakere, y al saxo actuaba Paquito D’Rivera como director asistente. Pero muchos más han sido los músicos extraordinarios que participaron en aquel experimento, que al separarse de la banda o dejar la isla de Cuba, se han destacado como solistas, entre ellos, Arturo Sandoval, Carlos Averhoff y el propio D’Rivera. Este grupo usó para tocar el jazz -que era lo que les gustaba- una mezcla de los instrumentos usados en el jazz americano con los tambores batá, abakuá y arará, chequerés, maracas, claves, cencerros, bongó, tumbadoras y güiro, típicos de la música afrocubana. Fue una integración extraordinaria.
N.H.: Para comenzar, coméntanos por favor lo que has declarado en una entrevista, que "Irakere fue el fenómeno más completo que se ha dado en la historia de la música cubana". Pero el Trío Matamoros, con el son, fue un fenómeno; la Sonora Matancera con la guaracha de Celia Cruz, fue un fenómeno; Pérez Prado con el mambo, fue un fenómeno; y la orquesta Aragón con el cha cha cha también fue un fenómeno. ¿En qué les superó Irakere?
Ch.V.: No he dicho que es el fenómeno más completo, sino que es un fenómeno diferente en su género. Para mí cada una de estas orquestas mencionadas han sido un fenómeno insuperable en cada una de sus especialidades, y yo pienso que en su especialidad [el jazz], Irakere ha sido un fenómeno insuperable, por las individualidades y por el colectivo y la fusión de estilos.
N.H.: ¿Qué reminiscencias agradables y anecdóticas nos puedes contar de Irakere en los días cuando comenzó?
Ch.V.: Los primeros conciertos, ya que ahí medimos que podía ser un éxito; la primera fiesta bailable y, después, la presentación en el Festival de Jazz de Newport, NY, le dio reconocimiento mundial a la banda.
N.H.: Eso fue en en 1978, cuando Chucho Valdés e Irakere aparecieron sin ser anunciados previamente en ese escenario mundial, traídos por Columbia Records, y fueron una sensación, según el crítico John S. Wilson de “The New York Times”. ¿Qué guarda tu banda hoy de Irakere, cuáles son los avances, las diferencias, desde tu punto de vista?
Ch.V.: Todos los avances son generacionales, aunque hay músicos de Irakere que no están en la banda y en mi opinión no han sido superados. Las diferencias pueden estar en que ha evolucionado la rítmica cubana y no es la misma de los comienzos y que yo he madurado como compositor y arreglista y tengo más experiencia.
N.H.: Tu primer maestro fue tu padre, el gran pianista, compositor y director Ramón Bebo Valdés. A los tres años ya tocabas las melodías que oías en la radio en el piano, usando las dos manos y en cualquier clave. ¿Cómo influyó tu padre en ti, y en qué quisiste diferenciarte?
Ch.V.: Mi padre fue una influencia en mí en todos los sentidos. Musicalmente fue mi primer maestro y un día me dijo que buscara a Chucho y a través del tiempo poco a poco lo fui encontrando. Es difícil ser hijo de una leyenda de la música cubana y encontrarse uno mismo.
N.H.: ¿Qué piensas de las nuevas músicas en Cuba que tienen influencia del Caribe?
Ch.V.: Pienso que el Caribe es una familia de islas, algunas con las mismas raíces, y tanto ha influido la música cubana en géneros de otros vecinos, como las de ellos en la de Cuba.
N.H.: ¿Puedo repetir el programa que me enviaron los promotores de tu concierto como lo que van a interpretar, o lo modificas?
Ch.V.: Quizás no pueda hacer todos los temas que se listan -por cuestiones de tiempo- porque aparte tengo varias sorpresas para esa noche.
Y ese programa que se anuncia es que su banda de nueve miembros, los Afro Cuban Messengers, con dos trompetas y dos saxofones más, junto con Chucho Valdés, ofrecerán una retrospectiva de su trabajo de décadas. Se podrá ver también la evolución del jazz afrocubano, porque el programa incluye clásicos de Irakere como “Misa Negra”, “Estela va a estallar”, “Juana 1600” y “Bacalao con pan”, que fue la primera canción grabada con tambores batá. Esa la interpretará la admirada y premiada pianista y cantante Aymee Nuviola, como invitada, además de “Lágrimas negras” y sus boleros favoritos. El concierto tendrá también nuevos arreglos de las más recientes composiciones, “Yansa” “Abdel” y “Lorena’s Tango”.
“Cubismo! Chucho Valdés: Irakere 45”, viernes 20 a las 8 p.m., Knight Concert Hall, Adrienne Arsht Center, 1300 Biscayne Boulevard. Entradas: $45 a $125
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