18 mar 2018

Rubén Blades, historia de un documental



Fuente: La República, Perú. Por: Raúl Mendoza

El cineasta Abner Benaim recuerda que hace unos años estaba conversando con Rubén Blades en su casa cuando de pronto el músico se paró, sacó una grabadora tipo Walkman de algún sitio, puso rewind para retroceder una cinta -esta chirrió un buen rato- y le dijo: "Escucha esto. Es Lou Reed tocando la guitarra y cantando conmigo". Benaim le dijo que ya no adelantara o atrasara la cinta, que la podía dañar. Se trataba de un registro valioso.

"Cada vez que nos sentábamos a hablar Rubén me echaba esas historias increíbles y yo le decía: Rubén soy cineasta, estas cosas no se pueden quedar sin grabarlas", cuenta Benaim a través del hilo telefónico. Entre esas historias increíbles de las que Benaim habla está, por ejemplo, el hecho de que alguna vez Blades le ha cantado o mostrado a él los temas inéditos de un disco por salir.

"Ese tipo de cosas yo no me las quería quedar para mí. Quería compartirlas", dice. Así nació la idea para el documental Yo no me llamo Rubén Blades, un acercamiento a la música, a la vida del artista y a la influencia que su obra -sus letras, su música, su temática social- ha tenido en tantas generaciones. Pronto se cumplirán 50 años desde que el salsero panameño grabó su primer disco.

El mismo Benaim ha sido un fanático de Blades desde que era adolescente. Por esas épocas tenía un aparato CD Player que podía tocar e intercambiar hasta cinco CDs y lo llevaba consigo a todos lados, incluso cuando ingresó a estudiar a la universidad. "De los cinco discos, uno, el álbum Siembra, de Rubén, se quedó siempre en el equipo durante los cuatro años de universidad. Lo tocaba siempre para empezar el día", cuenta.

No fue fácil convencer a Blades para filmarlo, seguirlo, pero Abner Benaim lo conocía hace ya buen tiempo. Esa amistad nació en 2009 cuando el cineasta culminó su película Chance -una comedia- y le mostró el trailer a Blades, que en ese entonces era ministro de Turismo de Panamá. Él cantante le pidió ver toda la película y para ello lo invitó a su casa.

"Esa vez nos quedamos conversando como seis horas. Y con el tiempo se fue a Nueva York, así que nos veíamos cuando él venía a Panamá o yo pasaba por Nueva York. Y siempre tenía esas historias sorprendentes", cuenta. "Un día le dije 'déjame grabarte' y lo convencí. El proyecto nació hace tres, cuatro años, pero la filmación la empezamos hace dos años", agrega.

Yo no me llamo Rubén Blades- Trailer (eng. subs) from Apertura Films on Vimeo.

Ha sido un trabajo largo y paciente. Han tenido sesiones de grabación en Panamá y Estados Unidos y lo han seguido en conciertos presentados en México, Colombia, Puerto Rico. Incluso lo siguieron en el set donde Rubén graba la serie Fear the Walking Dead, en Rosarito, Tijuana. También debieron viajar a Milán, Italia, para entrevistar a Sting, quien es su amigo hace varios años y colaboró en un disco con él.

"¿Fue difícil conseguir la participación de estrellas de la música en el documental?", pregunto. "Fíjate que no. La gente más famosa es muy seria y profesional con su trabajo. Por ejemplo, cuando tuve que entrevistar a Sting, me hicieron el contacto, mandé unos e-mails y finalmente me dijeron: ¿puede venir el 17 de marzo a grabar a Milán? Llegué en esa fecha y ahí estaba Sting esperándome", cuenta.

Cuando recién planeaba el documental, Abner le pidió a Rubén una lista de amigos a quienes pedir testimonio sobre su obra musical y sobre su amistad. Esa lista incluyó a monstruos como Paul Simón, con quien trabajó en un musical de Broadway y quien confiaba mucho en su oído. Simón le contó a Benaim que alguna vez le había cantado a Rubén todas las canciones de un disco suyo que estaba próximo a salir al mercado.

Letras de Rubén

Más allá de una vida con muchas historias, a Abner Benaim le interesa entender el porqué del impacto de las letras y la música de Blades en tantas generaciones. "Es algo realmente fuerte. El miércoles estuvimos en una charla y la mayoría de asistentes eran jóvenes de 20, 25 años. Se van a cumplir cincuenta años desde que grabó su primer disco y sus canciones siguen calando en la mente de cada latinoamericano", reflexiona Benaim.

El propio Rubén Blades hace lo mismo en el documental sobre una imagen de jóvenes coreando sus temas en multitudinarios conciertos: "Me sorprende que se hayan aprendido las letras de las canciones y no solo eso, sino que estas hayan sobrevivido al tiempo". Tremendo mérito si consideramos que sus letras cuentan historias, lanzan mensajes comprometidos, filosofan sobre la calle, la esquina, el barrio, Latinoamérica. Y son crónicas largas como Pedro Navaja o experimentales como Agua de Luna, que contiene temas inspirados en la obra de Gabriel García Márquez.

Con su documental Benaim quiere responder preguntas que le rondaban hace tiempo: ¿Quién es este tipo? ¿De qué sensibilidad salen estas letras que calan tan hondo? Ha descubierto a un artista que se ha movido en los niveles más altos de la música. Blades ha trabajado con Paul Simon, Lou Reed, Sting, tradujo incluso la única canción que Michael Jackson grabó en castellano -Todo mi amor eres tú- y lo entrenó sobre cómo cantarla.

"Blades se encerró tres días en un estudio de grabación con Jackson y el superproductor Quincy Jones, pero sobre eso no hay una sola foto", cuenta Benaim. Con Jackson, Rubén también tiene una gran anécdota: tiempo después de esa colaboración el Rey del Pop lo invitó a ver una película en su rancho, pero Blades ya tenía otro compromiso, así que no fue pero preguntó quien más estaba invitado. "Solo una persona más, Marlon Brando", le respondió Jackson. "Cosas así le han pasado a Rubén", cuenta Benaim, de manera risueña.

El director del film, Abner Benaim, al lado del protagonista, Ruben Blades


Yo no me llamo Rubén Blades tuvo su estreno mundial el 10 de marzo pasado en el Festival South by Southwest uno de los más importantes encuentros de cine y música de Estados Unidos. El miércoles pasado también fue presentado en dos festivales de México, y en abril estará en el Festival de Panamá y en el Bafici de Argentina.

En el tráiler que ya está en internet se puede ver la cercanía de Blades con sus seguidores y hasta cómo unos fans le cantan Pedro Navaja a trío mientras recorre un mercado en Nueva York. Además de las estrellas de la música que hablan de su talento musical, en el tráiler se puede ver a René Pérez, "Residente", del dúo Calle 13, diciendo que creció escuchando la música de Rubén. "Es inteligente, te cuenta historias y es accesible", explica.

"A mí me ha pasado que he estado caminando con él y de pronto se le acerca una persona y le pide un autógrafo o una foto. O también que alguien se le acerca y le cuenta una historia conmovedora. Pasó con un muchacho de unos 25 años que se le acercó, le dijo 'Rubén te puedo dar un abrazo, no sabes lo que ha significado tu música para mí'. Era un chico que había tenido una infancia dura pero sus canciones lo alentaron a superarse", hace memoria Benaim.

En otros pasajes del filme Blades muestra su arte, su cercanía con la gente, el origen de algunas de sus mayores creaciones. Le dio amplio acceso al documentalista y el resultado ha sido un retrato íntimo. "Nunca me dijo: de esto no se puede hablar. Me ha dado libertad como artista y no se ha metido en nada. Ha sido muy abierto y tranquilo", explica Abner. En alguna parte del filme dice Blades: "Yo tengo mi testamento hecho. Mi música es parte de ese testamento".

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