26 may 2017

Fallece promotor Albert Torres



Nos acaba de llegar la noticia de la muerte de Albert Torres, el famosos bailarín y promotor de los reconocidos Congresos de la Salsa, los eventos de baile con los que dio la vuelta al mundo, Perú incluido.

Nacido en Brooklyn, New York, su madre gustaba de la música de Mongo Santamaría y Tito Puente. Su familia se muda a Puerto Rico cuando él tenía doce años de edad y pocos años después se "enamora" de la Salsa gracias al tema "El Ratón" de Cheo Feliciano junto a la Fania All Stars.

La Salsa lo llevó al baile y el salto a la fama mundial ocurrió con su participación en la película "Mambo Kings" que protagonizó Antonio Banderas. En 1993 es seleccionado para actuar durante la ceremonia de los Premios Oscar, convirtiéndose en el primer puertorriqueño en bailar en la historia de la ceremonia y lego vuelve al cine en el film Dance With Me con Vanessa Williams y Chayanne.



En 1998, al frente de Albert Torres Productions, organiza la primera edición de Los Angeles Salsa Congress, que se convirtió en una franquicia en muchos países y continentes y luego fue el responsable del Mundial de la Salsa, transmitido todos los años por la cadena de TV ESPN.

Reconocido a nivel mundial, el año 2011 se convirtió en Miembro del Consejo de la Danza de la UNESCO. Ese mismo año fue Gran Mariscal de la Parada Puertorriqueña en New York.



A continuación, algunos fragmentos de entrevistas al promotor y coreógrafo:

¿En los últimos años se ha visto una nueva forma en la que bailarines se aproximan a la salsa o es aún un ritmo enclaustrado en viejos esquemas? 

La salsa se ha renovado en los últimos 15 años. Los bailarines son como mariposas que vuelan libremente entre los sonidos de este ritmo. Una libertad que los lleva a explorar la parte acrobática, algo que antes no se veía. Hay un factor: la salsa está enriquecida por sonidos de lugares muy ajenos a su historia e influencias de Japón, Rusia, China o los Andes. 

¿Y en qué han aportado los bailarines actuales a que se de esta `libertad' de la que usted habla? 

Pues yo hablaría de que ahora son ellos los que marcan el compás de los músicos de salsa. Desde hace 15 años atrás, con la aparición de este tipo de congresos, los bailarines son quienes dan trabajo a las orquestas. Antes, en cambio, eran estas grandes agrupaciones o intérpretes quienes decidían cómo y quienes bailaban. La fuerza de la salsa ha logrado ya salir de Latinoamérica hacia Asia. 

¿Estos nuevos escenarios han cambiado la forma de bailar y hacer salsa? 

Sin duda. Pero sí se ha perdido un poco la formalidad del baile `one to one'; se ha perdido ese contacto visual y sensual entre quienes bailan. Es por eso que en mis talleres hablo constantemente que entrar en contacto a través de los ojos es lo que más cautiva al público que asiste a un show. 

¿Cómo la salsa hace frente a géneros masivos como la bachata y el reggaetón? 

No creo que la salsa entre en una suerte de batalla. Cuando el merengue sonó fuertemente se dijo que la salsa iba a morir. Cuando apareció el reggaetón se dijo lo mismo. Se ha visto que ello no ha pasado y eso ocurre porque los salseros son personas fieles a su ritmo y, al mismo tiempo, porque este género convoca a miles de personas año tras año. 

¿Cómo se le ocurrió hacer estos congresos de la salsa?
Los congresos empezaron a organizarse en 1997. En 1998 yo escuché del congreso y me hicieron socio del evento en Puerto Rico. En 1999, en Los Ángeles, EE.UU., empecé el evento. En el 2000 nos separamos de mis socios y desde el 2005 coproduzco los eventos mundiales.

¿Por qué promover los concursos de salsa?
Para que los bailarines se conozcan a nivel mundial. En la cadena ESPN me dijeron, hace seis años, que si quería que se vea por televisión debía hacer competencias. A mí no me gusta, pero para que los bailarines se conozcan mundialmente decidí hacer el World Salsa Championship, el campeonato más grande e importante de salsa a nivel mundial. Ahora desde abril (2012) decidí hacerlo solo, sin socios. Ahora se llama World Latin Dance Cup. Añadí otras divisiones como cumbia, bachata, casino rueda, categorías de niños y personas sobre 45 años. Tenemos como 20 divisiones (categorías). 

¿Qué requisitos deben tener los bailarines para llegar a ser campeones mundiales?
No hay requisitos. Hay que tener un balance y seguir las reglas mundiales. Estas son de tiempo, originalidad de los vestuarios, de musicalidad. Si se le cae la peluca, el arete (mientras baila), se le quita puntos; si no usa medias, también. Una peluca no dará puntos, pero si se te cae te quitará puntos.

¿Por qué impulsar el género?
¿Y por qué no? Para mí la salsa no es latina sino mundial. No tiene barreras de colores ni de país. Es increíble ver niños chiquitos bailar como los de 80 que bailan. Para mí la salsa es como si fuera una paella, una comida increíble: tiene tantos condimentos y tantas cositas. La salsa es así: con un poquito de rumba, jazz, tango, y si le pones swing y ballet se mezclan todos con una bella canción de Óscar de León, algo sucede que nos afecta desde los tobillos hasta el corazón. Los problemas siempre van a estar esperándonos en casa, pero qué cosa bonita llegar a un lugar donde todo el mundo se lleva. Cuando empieza esa música tenemos algo en común. Ojalá el mundo aprendiera de eso.



Aunque nacido en New York, Albert Torres se convirtió en uno de los grandes promotores salseros en la Costa Oeste. Su muerte ocurre en plena realización de la edición 2017 de Los Angeles Salsa Festival. ¡Que Descanse en Paz!

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