Publican libro: "Ray Barretto, fuerza gigante" de Robert Téllez
Fuente: El Heraldo, Colombia. Por: Rafael Bassi
Con una carrera tan versátil como llena de éxitos, Raymond Barretto Pagán, el ‘Manos Duras’ de Brooklyn, hizo de la salsa y el jazz islas de destino de su creación personal.
No hay un fin de semana en que El Negro y Ray no suene en los estaderos de salsa de Barranquilla. Sin duda, es el himno salsero barranquillero por excelencia. Su autor, Ray Barretto, uno de los grandes percusionistas latinoamericanos de todos los tiempos, fue un personaje verdaderamente excepcional que dedicó más de 50 años de su vida a la música. Percusionista, líder de orquesta y compositor en contados casos, fue apodado ‘Manos Duras’ por la manera en que asumió su rol dentro de la ejecución de las congas, y es, dentro del pantéon de los exponentes de la llamada salsa dura, uno de sus más destacados músicos.
Los siguientes son apartes de una conversación con el periodista radial Robert Téllez, autor del libro Ray Barretto: Fuerza gigante.
P: Robert, ¿por qué un libro sobre Ray Barretto?
R: La música afroantillana, que a tantos nos apasiona, posee muchas figuras claves de las que aún no se ha dejado un registro que documente esas trayectorias para que puedan ser conocidas, expuestas y valoradas por nuevas generaciones. Todo se alineó para que pudiéramos presentar este libro con la trayectoria de Barretto, que más que una biografía es un documento periodístico que comenzó a escribirse hace cinco años cuando me di cuenta de que aún no se publicaba nada sobre este notable músico. Creo además que es la mejor manera de recordar a Ray Barretto en el décimo aniversario de su partida.
P: Barretto fue un gigante de la percusión que se movió con destrezas en dos medios musicales: el jazz y la salsa. Luego de tu investigación, ¿cómo clasificas al ‘Manos Duras’, como jazzista o como salsero?
R: Ese es el gran misterio. Barretto, con su genialidad, dividió su carrera entre esos dos amores. Yo creo que se sentía más cómodo haciendo jazz, porque Barretto amaba la experimentación. Sin embargo, soy muy seguidor de su faceta salsera porque en esencia soy eso, un salsero. Pero sinceramente considero que quien mejor lo ha definido es el profesor y comunicador puertorriqueño Elmer González, quien escribe el prólogo del libro, cuando afirma que «moverse entre esas dos corrientes musicales le permitió desarrollar a Ray un sonido netamente bailable con pinceladas de jazz y una banda progresiva de jazz con aroma a rumba y clave».
Lo que sí está muy claro es que el caso de Barretto es muy diferente al de otros notables percusionistas del ambiente. La mayoría de ellos se inició en la música afrocaribeña y luego dieron un giro hacia el jazz, pero los inicios de Barretto están ligados al jazz y en una etapa posterior da un giro a lo afro-antillano y, específicamente, a la salsa hecha en Nueva York.
P: En el Caribe colombiano inicialmente fue conocido en los años 60 con su famosa ‘Charanga moderna’, que sonaba incesantemente en las inolvidables verbenas del Jardín Águila y en los bares de la 21 y La Ceiba. Seguramente no hay barranquillero cincuentón que no haya tirado sus pases con ‘El Watusi’, ‘Ritmo sabroso’ o haya coreado “este son montuno se traba, se traba...” ¿Qué encontraste en tu investigación de especial sobre la Charanga moderna?
R: En la historia de la música del Caribe generalmente se ha recurrido a los formatos orquestales tradicionales de la música cubana. Por años el formato de Charanga ha tenido un lugar privilegiado. La Charanga moderna fue un concepto desarrollado por Ray Barretto en 1961 tras combinar la charanga y el conjunto. En esa línea, el primer disco publicado fue Pachanga with Barretto, para Riverside Records, que representó un nuevo punto de vista sobre el formato charanguero al adicionarle metales (trompeta y trombón). Con esa combinación instrumental logró un sonido más agresivo, a la manera de la alineación de las famosas ‘descargas cubanas’. Bajo el mismo concepto de Charanga moderna, Barretto publicó, entre otros, los álbumes Latino (1962), Charanga moderna (1962), Encendido otra vez (1963), La moderna de siempre (1963).
A este periodo precisamente corresponde la famosa pieza El Negro y Ray, que tanto gusta en Barranquilla y en la que curiosamente podemos apreciar a Barreto ejecutando su primer solo de timbales.
P: La primera vez que vino la Fania All Stars a Colombia, en 1980, Barretto no estuvo presente. Luego, en 1996, la Fania regresa y en esa ocasión sí pudimos ver en acción a Barretto en el Estadio Metropolitano. ¿Cómo abordas la producción de Barretto con el sello discográfico Fania?
R: A mediados de 1967 Ray Barretto firmó con la recién fundada Fania. El primer trabajo para el sello se llamó Acid (1968), y representó su rompimiento con la experimentación dentro del formato charanguero. A partir de ese momento y hasta su salida de la compañía, en 1992, Barretto optó por un formato variante que podríamos llamar conjunto ampliado, caracterizado por la utilización de dos trompetas al estilo sonora y conjunto, usando en ocasiones el trombón e incluso experimentando su sonido en combinación con trompetas y flauta.
En octubre de 1968, Ray Barretto, ya como miembro de la compañía, recibe la invitación para formar parte del selecto grupo que pasó a denominarse Fania All-Stars. Su debut se produjo en el histórico concierto llevado a cabo en el Red Garter. De la mano de Fania Records, Barretto logró acreditarse como uno de los máximos exponentes del movimiento que se venía cocinando: desde sus primeras grabaciones con la compañía, su nombre comenzó a implantarse como uno de los más destacados exponentes de la denominada salsa dura. En 1977 Ray opta por apartarse por un tiempo de la salsa, pero al año siguiente regresa a Fania Records, luego de un intento fallido por conquistar el mercado americano de la mano de la compañía Atlantic, discográfica perteneciente a Warner Music Group. Su retorno, titulado Gracias, es una placa de seis números ya reconocidos en ese momento por el público, pero grabados en vivo en un formato ampliado en la sección de metales. El último álbum de Barretto para Fania se publicó en 1992 bajo el título Soy dichoso.
P: Alrededor de 1992, Barretto abandona la salsa y toma el camino del jazz con su grupo New World Spirit. ¿Cómo fue esa etapa en la carrera del percusionista?
R: Al parecer Barretto no logró una identificación plena con el estilo interpretativo que quedó plasmado en el álbum Irresistible, de 1989. El álbum Soy dichoso, de 1992, se grabó en dos épocas diferentes con algunos años de distancia. En unos temas el piano es de Ricky González, y en otros apartes se escucha a Héctor Martignon. Ya se iba a cerrar Fania Records y unos meses atrás Barretto había grabado el álbum Handprints para el sello Concord Picante, una producción enteramente dedicada al jazz. Según me contó George Rivera, músico y amigo personal de Barretto, este «no quería comprometer su integridad musical atendiendo lo que dictaba el mercado, por eso decidió dedicarse a la música que capturó su imaginación: el jazz». Cuando Barretto inició su nueva formación de jazz se enlazaron músicos provenientes de varias culturas y de puntos diferentes del planeta. Pensando en esa unión es que decide bautizar su nuevo proyecto como New World Spirit.
P: Por la banda salsera de Barretto pasaron destacados cantantes como Rubén Blades, Tito Gómez, Adalberto Santiago, Ray de la Paz, Tito Allen.... ¿Qué encontraste sobre la relación de esos cantantes con Barretto?
R: Dentro de la investigación no deja de llamar la atención que tanto Adalberto Santiago como Tito Allen –los dos vocalistas de mayor notoriedad en la Orquesta de Barretto–, aunque en distintas épocas, tenían ambos una experiencia previa como bajistas, una casualidad difícil de determinar. Luego de la salida del cantante Tito Allen, motivada por la búsqueda de un nombre propio, Ray Barretto opta por no depender de un único vocalista, por eso en la grabación homónima de 1975, el ‘Manos Duras’ vincula al puertorriqueño Tito Gómez y al panameño Rubén Blades, que lucen esplendorosos en esa grabación que contiene, entre otros, los temas Guararé, Vine pa echar candela y Ban Ban Quere.
Ray De La Paz tuvo una época bella pero corta con Barretto. Abandonó la orquesta con la idea de volcarse hacia nuevas ideas, tras reunirse con el arreglista y vibrafonista Louie Ramírez para llevar a cabo la idea de grabar baladas famosas en tiempo de salsa, proyecto que al poco tiempo alcanzaría gran éxito bajo el rótulo de Noche Caliente. Ray Sabá y Cali Alemán llegaron después.
P: Hay muchos mitos e historias alrededor de Barretto, relátanos alguna anécdota que te haya impactado.
R: Una noche, a inicios de la década del 50, se anunciaba la presentación del genial saxofonista Charlie Parker en el Apollo Bar. Parker llegó tarde a la presentación, y dado que el público estaba compuesto en buena parte por músicos, entre ellos Barretto, se decidió matizar la espera con una sabrosa descarga. Todo parece indicar que ante el eufórico goce, no muchos de los asistentes se percataron de la presencia de Parker en el club, pero el encargado comenzó a solicitar que todos los músicos dejaran libre la tarima. Cuando Charlie Parker sube al escenario y los músicos comienzan a bajar, Charlie le pone la mano a Ray en su hombro y le dice: ¡Tú, quédate! Y esa noche tocó con el pianista, el bajista y el baterista. Al final, Ray se quedó tocando con Charlie Parker en el club por dos semanas. Aquella fue, prácticamente, su confirmación musical.
BARRETO EN DIEZ TEMAS
Salsa y dulzura
El Watusi
El Negro y Ray
Mírame de frente
Vive y vacila
Quítate la máscara
Indestructible
Guararé
Lo tuyo y lo mío
No te quedes sin bailar
Cuatro álbumes imprescindibles en la discografía de Barretto: ‘Soy Dichoso’, ‘Power’, ‘Irresistible’ y ‘Rican’/Struction.
'EL WATUSI' DE RAY
En 1963 Ray Barretto fue el primer latino en hacer parte de la célebre lista de la revista Billboard, con ‘El Watusi’, tema creado luego de observar un baile que en la época era muy popular en el famoso Palladium Ballroom, y cuya coreografía algunos atribuyen al cantante Luis ‘Wito’ Kortright. La gente bailaba formando una línea y dando algunos saltos que armonizaban con los pies y las palmas. Barretto decidió, así, crear una melodía que armonizara con el baile. Fue el productor Teddy Reig quien eligió la canción como sencillo de lanzamiento del LP, y el éxito no se hizo esperar. De hecho pasaron algunos años antes de que el músico pudiera reemplazar en la memoria del público la marca de tan tremendo ‘hit’, que abre con el piano de Alfredito Valdés Jr. y que contiene un curioso diálogo a cargo de ‘Wito’ Kortwright, Goody Basora y Pete Bonnet.
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