14 nov 2016

El último viaje musical del legendario Cándido Camero




Fuente: Diario Las Américas, USA. Por: Luis Leonel León

MIAMI.-Corría el año 1991 y era otoño en Manhattan. Iván Acosta era el Director Creativo de una agencia publicitaria para la cual debía escribir la campaña de una cerveza. Y decidió hacerla con famosos músicos del jazz latino. Juntó a Hilton Ruíz, Néstor Torres, Tito Puente, Chico O’Farrill, Eddie Palmieri, Paquito D’Rivera y Cándido Camero, el percusionista de las manos de fuego, como años después lo bautizara el propio Acosta. Y de aquel ingenioso trabajo, nació una amistad de más de 25 años.

“Aunque por supuesto lo había visto tocar, aquel encuentro fue clave en nuestras vidas. Más que una relación profesional, lo que tenemos Cándido y yo es una profunda amistad. Mis hijos lo quieren como a un abuelo, lo visitamos a cada rato, e igualmente él viene por casa a menudo a disfrutar la comida que hace mi esposa Teresa, pues goza de buen apetito”, dijo entre risas Iván Acosta a Diario Las Américas.

“Antes Cándido era músico de orquestas. Había grabado más de 600 discos y se merecía mucho más reconocimiento. Por ello decidí sacarlo de la sombra y ponerlo al frente de las bandas y el resultado ha sido maravilloso”, comentó el dramaturgo, compositor y director cubanoamericano, que vive en Nueva York desde hace más de medio siglo.

Acosta, además de ser un fervoroso amante de la música, es también un coleccionista de discos de acetato, tiene casi 6 000. El primer disco de Cándido lo compró en los 70’s: Jingo, una fusión de rumba cubana con música disco. En su colección, dice, con orgullo, tener el privilegio de atesorar un gran número de LP’s del maestro Cándido. Muchas de las carátulas de estos discos aparecen en su libro, Con una canción cubana en el corazón, que en unos meses saldrá al mercado.

Acosta es el fundador y director de la productora Latin Jazz USA, para la cual Cándido ha tocado en 14 conciertos, siendo el protagonista de 9 de ellos. El número 10 será el 18 de noviembre en el teatro Aaron Davis Hall, enclavado en el corazón de Harlem y perteneciente a CUNY (Universidad de la Ciudad de Nueva York), por donde han desfilado leyendas del jazz, el gospel, la música latina y el teatro musical. Un lugar muy especial para despedir al gran Cándido.

“El tiempo, la artritis y la vida lo están tocando como es natural. Si por él fuese, tocaría en un escenario hasta su último respiro. Pero ahora tenemos que cuidarlo un poquito más. Por eso hemos llegado a la conclusión que debe despedirse de los grandes escenarios, y que sea un adiós digno, hermoso y legendario, y en dos momentos, pues en la próxima primavera queremos celebrar los 96 años de Cándido con la segunda parte de este gran concierto en Miami”, reveló Acosta.

Nelson Radhamés (curador de CUNY) y Acosta (Latin Jazz USA) son los productores del concierto Candido: The last legendary music journey (El último viaje musical del legendario Cándido) con estrellas como David Oquendo, que ha tocado muchas veces con Cándido; Ben Lapidus, compositor, director y un ícono del tres cubano; la cantante Xiomara Laugart; el maestro Bobby Sanabria con su orquesta de jazz afrocubano, quien ha tocado más de cien veces con Cándido; Amaury Acosta y (U)nity, un proyecto de jazz cubano progresivo que ha ido ganando popularidad en Nueva York, Tokio y Sidney; y se prevé la participación de Tony Bennet, quien tiene una estrecha amistad con Cándido, al igual que Randy Weston y otros músicos de renombre.

Acosta ha sido testigo de muchas vivencias de Cándido, y le ha escuchado anécdotas que muy pocos conocen.

“No suele hablar de los obstáculos y escenas negativas de su vida. Como muchas personas afrodescendientes en Estados Unidos, ha sufrido zarpazos del racismo pernicioso, pero muy pocas veces le he escuchado tocar ese tema. Una vez fue a tocar a Baltimore con una Big Band de jazz y era el único negro. El mánager del club llamó al director y le dijo que todos podían tocar allí menos el “negro” percusionista. Inmediatamente el director reunió a los músicos y les dijo que recogieran sus instrumentos que se iban para otro sitio. La orquesta entera se solidarizó con Cándido y se marcharon con su jazz para otro lado. Nunca lo ha olvidado”, reveló.

El día 18, en el Aaron Davis, antes del concierto, se inaugurará una exposición dedicada a Cándido, con obras de los maestros de las artes plásticas Luis Cruz Azaceta, José Hijuelos, Erasmo Gómez, Eno, Frank Guiller, Carlos Mateu, Asunción “y se develará un retrato de Cándido hecho por el puertorriqueño Luis Álvarez Roure, que del teatro irá directamente a formar parte de la colección permanente de un museo en Washington DC”, destacó.

“Varias personas e instituciones nos han ayudado a producir este evento histórico. Gregory Shanck, director del Centro para las Artes de City College; Gary Pacheco, de Azteca TV; Helena Martínez, del Bronx Music Heritage Center; Roberto Marrero, asistente legal de Cándido, y otros. A todos doy las gracias por apoyar el último viaje musical del legendario Cándido, uno de los grandes instrumentistas cubanos”.




Cándido manos de fuego

Cándido de Guerra Camero nació en La Habana en 1921, a los 4 años tocaba el bongó, debutó profesionalmente a los 14 y con 25 se estableció en Estados Unidos, donde de inmediato comenzó a trabajar con el pianista Billy Taylor, luego con Dizzy Gillespie y fue solista de la big band de Stan Kenton, viajando por los escenarios del país con sus tres congas (por entonces se solía tocar sólo una) y el güiro.

Para conseguir sonidos específicos, volteaba las congas (tumbadoras afrocubanas) creándose un estilo muy llamativo. Es reconocido como el primer percusionista en popularizar las congas en el jazz y la música popular a nivel mundial. Ha trabajado con casi todas las grandes figuras del jazz como Miles Davis, Clark Terry, Dinah Washington, Charlie Parker, Duke Ellington, Lionel Hampton, Mongo Santamaría, Buddy Rich, Tony Bennett y muchos otros.

Una forma de conocer la vida y la obra de este gran percusionista, es el documental Cándido manos de fuego, de Iván Acosta, que ha sido exhibido con éxito en diversos festivales de cine, eventos musicales y transmitido por televisoras alrededor del mundo. La productora Latin Jazz USA, de Acosta, produjo un disco homónimo, grabado, al igual que el filme, entre Nueva York y Miami. El disco y la película se pueden comprar en amazon.com

“Es un filme muy querido para mí y para Cándido. En Canadá, Japón, Australia, Israel, España, Colombia, Puerto Rico, Ecuador, México, Italia, Panamá y otros países la gente lo ha acogido con mucha atención y cariño. Y aquí en Estados Unidos continúa mostrándose en más de 60 universidades, lo que nos satisface”, expresó Acosta.

“Me tomó cuatro años convencer a Cándido para que aceptara estar en el documental sobre su vida. Él es tan humilde, que no se imaginaba que pudiésemos hacer un largometraje dedicado a su vida”, dijo el también autor de El Súper, ícono del teatro y el cine cubanoamericano.

Cándido es el único percusionista afrocubano ganador del prestigioso reconocimiento NEA Jazz Masters del National Endowment for the Arts.

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