El pasado domingo 16 falleció en Puerto Rico el compositor Joe Torres. A continuación compartimos una reseña biográfica escrita el año 2012 por Lexie Marie Torres
Sencillo, humilde, servicial, jovial, espontáneo, certero y talentoso son algunos de los adjetivos calificativos que posee el gran ser humano, Joe Torres. Compositor de temas como “La Clave”, “Remembranza”, “Estelita”, “Trago amargo”, “Guerrero de Bronce”, “La Ceiba y la Siguaraya”, “El día que yo me muera”, “Ella tiene melao” y muchos más. Digno defensor de nuestra música autóctona y tropical, este talento nacido en Ponce, Puerto Rico un 25 de abril de 1951, enaltece el legado que muchos como él han aportado a líricas relevantes que tanto jóvenes como adultos cantan a viva voz sin tan siquiera imaginar que son de su puño y letra. Junto a su esposa de más de tres décadas, y en un hogar donde se respira paz y una profunda tranquilidad, accedió a revelar algunos secretos y a compartir el don que Dios le regaló para el deleite de la grey salsera en todo el universo.
Recuerda con jocosidad la primera vez que escribió algo… “Una noviecita que yo tenía me pidió ayuda con un himno para una fraternidad a la que ella pertenecía. Nunca había escrito nada y escuchando a la Orquesta Harlow cantando Ismael Miranda “Rumba la vida”, le cambié la letra y fue del agrado de todos utilizando mi escrito como himno”. Jamás imaginó que poseía ese talento y de ahí en adelante lo continuó ejerciendo. Sus comienzos en la música los obtiene como cantante y músico de la Orquesta de Jorge Brown el cual le graba su primer tema titulado “Filosofía”. Tras más de una década en dicha orquesta y muy agradecido por esa primera oportunidad en el mundo de la composición salsera, se va de la misma y perteneció la Orquesta de Gliden Quintana en Guayanilla luego al Mini Combo y a los Guayacanes de San Antón de Cao Vélez. El primer tema que la Sonora Ponceña graba de su autoría en la voz de Yolanda Rivera fue “Lo que el viento se llevó”.
El tema “Remembranza” en la voz del fenecido Toñito Ledee de la Sonora Ponceña, increíblemente no lo hizo para una ruptura en pareja, sino para desahogarse tras su salida de la Orquesta de Jorge Brown. Y con beneplácito recuerda, “A Toñito yo lo veía en Salinas cuando me paraba en un lugar a comer tacos y me decía, Joe, dame otro número como “Remembranza”, que tanto gustó”. Y es que nadie esperaba el éxito tan arrollador que dicha canción tomó al despuntar en la década de los 80, teniendo de arreglista al maestro Louis García, y ganando los primero lugares del oyente salsero. “A mí me gusta escribir para que la gente capte y según la letra la gente viva el momento”, confiesa Torres mientras muy emocionado describe cuando Louis García hizo el arreglo de “Remembranza”. “Una persona sentada en el balcón silbando y recordando el pasado, ese pito de entrada fue genial”, asegura emocionado. Sin embrago, su canción favorita es “La clave” porque “Es un son montuno sabroso. Creo que el día que la compuse Arsenio Rodríguez, que en paz descanse, estaba sentado conmigo porque ese número salió más de lo que yo esperaba; el arreglista fue Papo Lucca y en los coros estuvieron Héctor Lavoe, Rubén Blades y Adalberto Santiago”.
También el tema “Un valentín” escrito en la víspera del día de los enamorados para Ismael Quintana, “Rumba sin invitados” y “Sabor añejo” grabado por la Orquesta La Masacre, “Asamblea Musical”, “Permíteme aplaudir” , “Llegué al salón”, para el Grupo Descarga Latina, “Otra gran celebración” para la Sonora Ponceña en ocasión de su Aniversario 55, “Tiempo Muerto”, para Bomplené y “Trago amargo” para Roberto Roena en la voz de Carlos Santos, son algunos de los números que le han dejado esta fama que hoy acepta a medias porque su sencillez lo hace verse como un ser humano de pueblo que sólo hace lo que le gusta sin condecoraciones ni falsos pedestales. Además ha colaborado para varias emisoras con jingles muy pegajosos como “De la mata a la raíz” para Z-93, otro para Radio WLEO y el programa “Arranca en Salsa”, el programa “De aquí pa’lla en la madrugá” de Julio C. Ramos García, y para Radio Voz entre otros. Es un fiel admirador del compositor Catalino “Tite” Curet Alonso y considera su trabajo como excepcional. “Recuerdo el tema “Bomba del Guayacán” que le dio a Cao Vélez para su grupo. Este señor no presumía de nada y considero que algunas personas no han sabido todavía aquilatar el gran valor de la obra de Tite Curet”. Igual que Tite Curet, el compositor Joe Torres no es presumido “Cuando te dan un premio estás poniendo a tu patria en alto, estás haciendo algo bueno y positivo”, y así será el legado de este caballero de las letras el día que le toque abandonar físicamente su tierra. Incluso, el tema “El día que yo me muera” interpretado por el Grupo Esencia es un preámbulo para cuando le llegue la hora. “No quiero que nadie llore, porque el que llora a alguien que se va es porque su conciencia no está tranquila, yo quiero celebración como si estuviera en vida.” El tema “Pal bailador” y “Guerrero de Bronce” también son parte del repertorio del grupo ponceño y siente una gran satisfacción al recordar la nominación que tuvieron para los Grammy Latinos y la puerta que abrieron para el Festival de Toros y Salsa en Francia.

Tuvo el honor de conocer a la guarachera del mundo, Celia Cruz, “Ella tenía un sabor natural, cuando ella hablaba tú te alegrabas. Cuando falleció luego del sepelio me senté y mi mano comenzó a escribir esto que dice: Amiga Celia, aquí llegamos, somos el fruto de la semilla que tú sembraste. Eres baluarte llama encendida que nunca se apagará. Dios te concedió el gran honor de unir los continentes con el ejemplo viviente de tu aporte musical. A ti mujer especial, aquí estamos tus hermanos junto a ti cantamos de alma, vida y corazón, con firme expresión todos los aquí presentes. Dios bendiga a Celia Cruz, la guarachera de Oriente”. Teniendo la Orquesta Descarga la oportunidad de grabar la misma y de igual modo lamentó no poder entregarle a Celia otro tema que escribió en donde plasmaba el regreso de la rumbera a su Cuba natal. De Héctor Juan Pérez Martínez, “Héctor Lavoe”, recuerda verlo caminar por el Bo. Machuelito y otras veces por el Bo. Bélgica, pero enfatiza que su momento de fama no lo obtuvo en Puerto Rico, sino cuando cruzó el charco. Lo consideró un bohemio como a La Lupe y a Sylvia Rexach. Otro de los grandes inmortales del género fue Pete “Conde” Rodríguez, “Lo veía en San Antón y era todo un caballero. No tuve la oportunidad de escribirle nada, pero el tema “Guerrero de Bronce” es mi homenaje póstumo y traté de recopilar varios de sus éxitos con una melodía muy parecida al estilo del Conde”.
Y tras tantos éxitos radiales, Joe Torres está consciente y resentido del poco valor que posee un compositor en la Isla del Encanto. Tanto esfuerzo y en muchas ocasiones los medios no le dan el crédito que tanto merecen, algo muy triste e injusto que en los pasados tiempos no ocurría. A insistencia de quién era el que mejor cantaba sus musas contestó que el Sr. Luigi Texidor proyectaba bien la esencia de sus mensajes. “Hay que tener clave en este género y aché, que cuando cante para ti un cantante, tú te proyectes y te pongas a bailar, te aprendas el coro, hagas algo, sin eso aunque tengas todos los estudios musicales universitarios necesarios, no vas a poder expresar nada”, argumentó. Incluso, difiere de muchos que llaman salsa a lo que él define como guaguancó, y asegura que muchas veces la fusión de ritmos en una canción hace que pierda el contenido y la esencia por influencias externas. Opina que el Día Nacional de la Salsa es una buena oportunidad para resaltar el talento boricua, pero añora los tiempos en donde figuras como Héctor Lavoe e Ismael Rivera vivían y eran parte del mismo. De igual forma defiende el punto de lo que llaman “salsa de salón”, “La salsa es un ritmo callejero y nadie te dice cómo la tienes que bailar. Sí la tienes que bailar en clave, pero el ritmo no lo inventaron los salones de baile para decir que es de salón, ese ritmo se inventó en la calle”, opina muy seguro. Recuerda una anécdota cuando participó junto a Los Guayacanes de San Antón en el Museo Rómulo Gallegos en Venezuela, “Había mexicanos y personas que hablaban un dialecto diferente, y cuando escucharon la plena todos comenzaron a bailar, era algo increíble”.
Con más de 200 composiciones y sin descartar escribir un libro, se encuentra sumido en un nuevo trabajo. “Estoy trabajando en un tema para una persona que desea ser gobernador y él va a postular a Supermán para superintendente”. Sin caer en alusiones políticas y sin nadie pedirle algún tema para campañas partidista, aunque confiesa extrañar a su amigo Rafael “Churumba” Cordero, utiliza de forma jocosa y con mucho respeto su talento para así aportar a los problemas sociales que arropan a su país, porque definitivamente un “súper hombre” es el único que puede lidiar con esos problemas. Sentado en el balcón de su humilde hogar pasa horas sumido con la musa que va y viene mientras desde los vehículos lo saludan o algún transeúnte se detiene a charlar con él. Luego en una antigua grabadora reproduce la melodía de los temas que seguramente calarán hondo en nuestro entorno. Dispuesto a ayudar a todo aquel que necesite o le pida ayuda, Joe Torres sólo sabe decir que sí y aunque dice que aún le falta mucho por escribir, de algo está muy seguro y es de nunca perder la clave.