Alexis Lozano recuerda a Jairo Varela y habla sobre Guayacán y sus nuevos proyectos
Fuente: El Pais, Colombia. Por: Isabel Peláez
"No soy mojigato, soy muy expresivo, cuando me enojo cambia mi rostro y hasta mi tono de voz y ya no cambio, ya pasé los 50 años así”: Alexis Lozano, director, productor y arreglista musical chocoano.
La gente, dice Alexis Lozano, lo identifica como el músico que ha hecho grande la salsa en Colombia, el que junto a Jairo Varela creó el Grupo Niche, “la primera organización salsera de respeto en el país”, y el artífice de Guayacán, “la más grande del país, hecha por el papá de los pollitos”, dice refiriéndose a él, sin el más mínimo asomo de modestia.
“No lo digo por jactancioso, no soy pretencioso, como muchos creen”, aclara: “pretencioso es el que quiere posar de algo que no es. Muchos me dicen ‘negro pretencioso’, lo de negro se los compro, pero lo de pretencioso no; yo soy arrogante, porque estoy convencido de mis frutos musicales, es mi orgullo, lo que le brindo al mundo, para gloria de Dios”.
¿Qué es lo que no saben de usted?
La gente se ha bailado mi música desde que salí del Chocó, a mis 20 años, con el sabor del borojó, y no sabe que he hecho grandes éxitos como ‘La prueba de amor’, ‘La quita maridos’, ‘La arrechera’, ‘El porteñito’, ‘Ábreme la puerta Teresa’, ‘La máquina de mi abuela’. Me encasillaron en la salsa. Cali y el mundo no me identifican como el gran creador, el productor, orquestador, el músico polifacético.
No se ha reconocido que soy el músico que más ha aportado en estos 40 años a la música del Pacífico. No saben que ‘La vamo’ a tumbá’ es producción y creación orquestal mía; la canción la hizo Octavio Panesso, pero yo la concebí en grande. Lo que sé de música no me lo gané en un bazar, desde niño lo aprendí escuchando a los mejores músicos de mi tierra, a los de clarinete, a los de los vientos, las chirimías, la música típica y la música cubana que nos llegaba.
¿Lo de bolerista tampoco se sabe?
Tampoco, porque es la bohemia del Chocó. Lo traigo inyectado de la calle, todo ese legado, del folclor, de la música cubana, del bolero, del son, ¡Ajá!, y del mismo jazz de Nueva Orleans que se oía mucho en Chocó. Esto lo aprendí de oído.
Pero se graduó como músico...
Sí, en la Escuela de Música de la Catedral de Quibdó me gradúo como músico con el padre Isaac Rodríguez, mi maestro. Me voy a Bogotá y después de dos años en el Conservatorio Nacional de Bogotá, deserto porque no están los programas que busco y me convierto en autodidacta de la orquestación a un nivel comercial. Mando a traer libros de Estados Unidos y me pongo a investigar cómo suena la música de Hollywood, del mundo Marlboro (tararea: ‘paraba, pa paraba’). Yo quería aprender esa música, no lo que hizo Beethoven, que ya estaba hecho, sino la que da dinero, la que el mundo baila. Aprendo de los ingenieros de grabación, me hago el pendejo y veo qué micrófono le ponen al violín, al trombón, pregunto de todo. He sido un ladrón de base, como en el béisbol.
¿Cómo quedó su relación con el maestro Jairo Varela?
(Antes de responder, canta: “Cómo fue, no sé decirte cómo fue”...)
En 1978 yo estaba en Bogotá y veo que vienen dos negros caminando, y como los negros allí, en ese tiempo, éramos poquitos, por esa cosa de la hermandad me acerco y veo a Ostual Serna, guitarrista de Quibdó, gran amigo. Y me dice: “Alexis, te presento a Jairo Varela, es compositor de canciones y quiere hacer un grupo”. Y le dice a Jairo: “Te presento a Alexis, músico de Quibdó, toca todos los instrumentos, es arreglista, orquestador y está listo para la pendejada”. Nos metimos a un café de mala muerte en la Séptima, a celebrar que teníamos sueños. Jairo me dice “Ya tengo el nombre: Grupo Niche” y comenzamos a diseñar el éxito. Nuestros sueños se compenetraron. Fui arreglista, orquestador, director, productor, trombonista hasta las primeras cuatro producciones.
¿Por qué se fue del Grupo Niche?
No es como la gente cree, sí hubo divergencias ideológicas, pero no nos separamos por peleas, siempre hubo fraternidad. A Jairo sí le dieron celos cuando me retiré, porque sabía mi potencial, no quería que me fuera, quería imponerme sus ideas, y le dije: “Tú eres compositor de canciones, yo soy músico, tú eres el toro, yo el domador”.
¿Se parecían en el carácter?
Tú tienes derecho a ignorar las cosas, a confundir, pero no a ofender. Cuando empezamos, como el Grupo Niche no generaba dinero, hicimos un grupo de guitarreo, una timba, que tiene conga, bongó, guitarra, piano, trompeta, trombón, timbales, para hacer sones, boleros cubanos y música chocoana, (cantaba ‘El Brujo’). Llegábamos a tocar y me decían: ‘Venga negro, tómese un trago. ¿Y qué le pasa a ese paisano suyo, que tiene la cara como si hubiera comido un limón?’. Así era Jairo, introvertido, yo espontáneo. Él más tolerante, yo más explosivo. Nos unía ser visionarios, ambiciosos, tenaces, nada nos doblegaba, si el tiempo era bueno o malo nos importaba un carajo, teníamos sueños grandes y los luchábamos.
¿Se llevó algo de Niche a Guayacán?
Cuando me abro de Niche, siendo creador de la banda sonora, de las orquestaciones, de los arreglos, codueño, fundador, director y productor, como un hombre de principios, de dignidad, escrupuloso, no toqué ninguna música de Niche, como lo hacen ahora esos parásitos, que cualquiera que pasa por Guayacán, que fue mandadero mío, que llevaba los cafés, dice: ‘Soy ex Guayacán’ y lo ves tocando o cantando ‘Oiga, mire, vea’. No me pego de nada ajeno. Nunca Jairo pudo decir que me aproveché de la marca.
¿Qué piensa de los actuales grupos de salsa?
No puedo hacer inventario en casa ajena. Te puedo hablar de Guayacán, una orquesta que camina con el tiempo y no envejece. ‘Carro de fuego’ o ‘Mujer de carne y hueso’ no se parecen a ‘Oiga, mire, vea’. A la música le ponemos el ‘tumbao’ que la gente está bailando. Cuando suena ‘Vete’ en una discoteca, se llena la pista, y las peladitas creen que es lo último en guaracha, y cuando eso se grabó no habían nacido. La música es como la vajilla, hay una desechable, que suena tres meses y nadie la recuerda, yo la sé hacer, pero no me interesa, y otra perdurable, como la loza fina, para gente con más educación musical.
¿La salsa choke tiene futuro?
Me gusta porque es generada por la gente del Pacífico, muchachos empíricos en la música, lo que es bueno porque se van por la parte creativa y emocional, aunque falta la técnica y el conocimiento. Pero para eso nací yo. Que me aprovechen las nuevas generaciones, a Jairo ya se lo llevaron, pero aquí lo que hay es candela.
Sobre Kilele, la fiesta del Pacífico
En su tercera versión, Kilele se realizará en los parqueaderos de la Plaza de Toros, los días 13 y 14 de agosto. Contará con una gran nómina de artistas del Pacífico.
El sábado 13 de agosto estarán: Anddy Caicedo, Jimmy Saa, Junior Jein, Grupo Canalón, DJ Dek, DJ Marlon, Mulato y su Swing Latino. El domingo 14 de agosto estarán: Alexis Lozano y su Chirimía de Primera, Alex Pichi, Ángeles, Hugo Candelario González Sevillano y su Grupo Bahía, Cali Flow Latino, DJ Marlon, Mulato y su Swing Latino.
“He creado una big band de 20 músicos en escena, al estilo americano, con tres trompetas, tres saxofones, bombardino, piano, cuatro músicos de percusión, cuatro cantantes, tocando los grandes éxitos de la música del Pacífico que yo he hecho, van a escuchar desde ‘La prueba de amor’, pasando por ‘El porteñito’, ‘La quita maridos’, ‘Teresa’, ‘La vamo’ a tumbá’, toda esa ráfaga de éxitos como productor y músico, la he condensado en la marca Alexis Lozano, Chirimía de Primera”, dice el músico fundador de Guayacán.
El maestro Lozano agrega que “Kilele es un espacio privado donde se le da cabida a los exponentes y cultores del Pacífico. Es una ventana para dignificar como se lo merecen los talentos”.
Este evento, coordinado por la organización Chao Racismo, no es un concurso, sino un concierto con los músicos más representativos en diferentes géneros musicales, además de los ritmos tradicionales, “así estamos dando respuesta a la necesidad que tenía la región y el país de mostrar en un formato exclusivo lo mejor de la cultura del Pacífico”, indicó Ray Charrupí, director de la Fundación Chao Racismo.
Entradas: Colboletos 6611111.
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