Estremera a la hoguera, la polémica continúa
Fuente: El País, Colombia. Por: Medardo Arias Satizabal
Excesiva y fuera de contexto la reacción contra el cantante puertorriqueño Cano Estremera en Cali, por la mención, en una de sus improvisaciones, de una realidad brutal, violenta, que aqueja al puerto de Buenaventura.
El soneo de Estremera fue infortunado, pero él no inventó esa degradación de un conflicto que le es ajeno al 95% de los nativos de Buenaventura, pues se trata de un guerra importada por grupos criminales de todo el país que se disputan ahí, a dentelladas, el producto billonario del tráfico de drogas.
Buenaventura y sus habitantes son satanizados hoy con la cooperación pasiva de la prensa nacional que acepta todos los adjetivos y epítetos que puedan caber en esa pequeña isla; “el lugar más peligroso del hemisferio occidental”, “el nido de criminales más infecto de la tierra”, “la quinta paila del infierno”, etcétera. Exageraciones muy parecidas a un titular irresponsable con el que topé en estos días: “Niños de Buenaventura en manos de las Bacrim”; falso, no es cierto. Buenaventura es el municipio más grande del Valle, con una población escolar distribuida en 55 planteles que abarcan veredas y aldeas. Niños hijos de familias humildes que recorren muchas veces varios kilómetros para llegar a la escuela, que nada saben de Bacrim ni han sido reclutados por ellas.
‘Vetar’ a un artista que además salió a presentar excusas por su fraseo, es, por demás, un comportamiento provinciano y alarmista. Estremera es un cantante al que Cali y Buenaventura conocen bien, por ser interlocutor entre la jerga de la calle y la salsa. En el vulgo está su cantera. No entiendo entonces cómo, una supuesta asociación salsera sale a condenarlo ahora, como si fuera una liga mariana, por “vulgar”, por “soez”, por “ofensa al puerto” e “irrespeto a las mujeres caleñas” (¿?).
Este asunto tiene más un tufillo de fascismo, de dictadura de la salsa, pues vetar a un artista que canta lo que se espera de él -archiconocido, repito, es su estilo- es como quemar libros o volver al tiempo de la pira de brujas.
El argot y la violencia de las calles siempre han estado presentes en la música caribeña. La plena ‘Cortaron a Elena’ es emblema de la música puertorriqueña, como lo son a la salsa, historias de bandidos como Pedro Navaja y Juanito Alimaña. Imagino que para la liga mariana que pide veto y hoguera, estas son “apologías del delito”.
La salsa, como el tango, ha tenido en la violencia y la muerte unos temas a recrear; así como el tango cantó a los cuchilleros que aparecen en las milongas de Borges y Santos Discépolo, de la misma manera apareció en el son cubano Papá Montero, un truhán al que recordó Guillén: “…qué vena te dará la sangre que te hace falta/ si se te fue por el caño negro de la puñalada”.
U otro maleante famoso, ‘Manita en el suelo’, al que evoca Alejo Carpentier, motivo de una obra sinfónica. Si el asunto moral en la música fuera coherente, ya Cali se hubiera pronunciado contra la “vulgaridad y el sexismo” que abunda, por ejemplo, en el regaetton, el hip hop y la salsa choque, géneros delante de los cuales los soneos de Estremera son veniales, maitines de monjas de clausura.
O Celia Cruz hubiera sido vetada por cantar una canción ‘racista’ como ‘Bemba colorá’ (“Pa’mí, tú no eres ná/ tú tienes la bemba colorá…”) Traducción: “Para mí tú no eres nada, porque tienes la boca grande, eres un negro…). Pongámonos serios.
La polémica continúa
Las polémicas declaraciones de Cano Estremera sobre las mujeres y Buenaventura, las cuales dijo durante un concierto el sábado pasado en Juanchito, siguen causando polémica en Cali.
Pese a que músicos, artistas y hasta la Secretaria de Cultura de Cali hicieron pública su incomodidad e indignación con el discurso del salsero, esta vez son los concejales del Municipio quienes se manifestaron y advirtieron que estudian cómo vetarlo legalmente de la ciudad.
Fabio Arroyave, presidente del Concejo, dijo que buscará los mecanismos legales que permitan al Gobierno Municipal adelantar lo concerniente para no recibir más en escenarios públicos al cantante Cano Estremera y a otros artistas que atenten contra la imagen de la región.
Y es que Cano Estremera ya había sido vetado por dos años durante el 2006 por el entonces secretario de Gobierno Miguel Yusti, recordó el concejal José Fernando Gil.
Por su parte, el edil Harvy Mosquera dijo que conocedor de la crisis que ha tenido que afrontar la región, producto de la degradación que genera el narcotráfico y sus derivaciones, “debo rechazar cualquier acción y palabra que haga alegoría a las bandas criminales que operan en la región y que lo único que han generado es la degradación de un departamento al tocar poblaciones como Buenaventura, Cali, Palmira y Tuluá, entre otras”.
“No puedo aceptar ni siquiera en chiste o producto de una decadencia musical que el cantante Puertorriqueño Cano Estremera hubiese amenazado a los asistentes al concierto del fin de semana en el Centro de Eventos Juancho, a quienes no compartieran su improvisación en ritmo urbano de reguetón”, añadió Mosquera.
Mosquera indicó que la salsa es un género musical que le ha dado un lugar de importancia a la región del pacífico vallecaucano. Músicos como Jairo Varela, Petronio Álvarez, Alexis Lozano, Willi García, Junior Jein, entre otros, han surgido de las aguas del pacífico y han hecho prevalecer su legado.
“Es en defensa de ese legado que acudo a las autoridades locales, alcaldes del Departamento, al Gobernador del Valle del Cauca, y a los empresarios de eventos, así como a los establecimientos nocturnos de diversión a que cerremos filas y hagamos un veto definitivo a un cantante que como el Cano Estremera, nos debe avergonzar, por su insolidaridad con la ciudad y la región, por su comportamiento hostil y agresivo, pero ante todo por su falta de tacto a la hora de referirse a los vallecaucanos”, precisó el edil.
El sábado pasado el intérprete de ‘La boda de ella’, que se presentó luego del show de Pedro Conga, bromeó en medio de la música con la situación actual de Puerto, diciendo "en Buenaventura si me joden mucho te llevo a las casas de pique y les hago sacar el corazón”. A otros músicos los llamó “de a peso”, dijo que “se regalaban” y a las mujeres, unas 4.000 de los 6.000 asistentes, las tildó de “perras”.
Fue por ello que la secretaria de Cultura, María Helena Quiñónez dijo que se está buscando "la figura jurídica para vetar al cantante de esta ciudad . Nos hemos reunido con el equipo jurídico de la Secretaría para encontrar argumentos legales que permitan imposibilitar las presentaciones del músico en Cali".
Ante la gran indignación, el Cano Estremera dijo en diálogo con El País que “no voy a manchar mi disculpa, fue sincera, directa, que cada cual la interprete a su manera. Y vamos pa'lante porque mañana toca otra vez cantar y con tanta energía es posible que vuelva a pasar otra cosa y esas son cosas que uno no puede controlar”.
En el video de su disculpa dice que estaba explorando una nueva forma de hacer música, ¿qué tiene que ver eso con las casas de pique en el Puerto?
Lo que estoy expresando en el video es lo que yo siento. Lo otro ya es materia de discusión para ustedes los de la prensa. Si alguien se sintió mal, que me disculpe.
¿Entonces lo malinterpretaron?
Eso queda en manos del público, de los fanáticos decirlo. Si este tema saliera a relucir en un futuro, podría opinar, establecí que me disculpo, de cualquier otra cosa, por más mínima que sea y que haya herido la susceptibilidad de la gente.
¿Le pide disculpas al pueblo de Buenaventura por su ofensa?
A todo el mundo, la disculpa es pública, no va dirigida específicamente a alguien. Pero cada persona es libre de interpretarla según la intención que tenga, es una de las ventajas o desventajas de los medios y de las redes.
¿Y con las mujeres se excusa?
Si una mujer se sintió ofendida o un caballero se ofendió, van mis disculpas sinceras y honestas. Si hago una declaración y me pongo a tratar de defender mi posición, las disculpas se anulan porque no se verán sinceras.
¿Es decir que nunca más ofenderá a las mujeres o a una ciudad?
Para eso estamos, para hacer los cambios que se requieren. No te digo qué cambios, si uno ve que hay comportamientos que te están trayendo dificultad, los modificas. Me imagino que esto les pasará más a los muchachos que están en el género urbano.
¿Se ha presentado alguna vez en Buenaventura? ¿Qué piensa del puerto, de su gente?
En Buenaventura tengo muchos amigos y por eso no tengo reparos en pedir una disculpa porque conozco a la gente y ellos me conocen. Y si se sintieron mal, pido disculpas.
¿Y por qué se refirió a sus colegas artistas como ‘músicos de a peso’?
Cada cual defiende su marca. Esto es lo que se dice en la calle, yo no me estoy inventando nada, ahora estoy recogiendo lo que se dice.
¿Ha leído los mensajes de la gente en las redes sociales?
Como tengo un problema con la vista, no puedo leer, yo no veo. Sí tengo amigos que me han leido algunas cosas y entiendo que uno no puede vivir amarrado a las redes.
¿Qué piensa de que ahora le llamen en las redes 'Sicario del soneo'?
Eso hace parte de la carrera, no es extraño para mí. Son cosas que salen de la gente. Mi propósito es disculparme, pasar la página, seguir haciendo música.
¿Qué piensa de los que quieren promover un veto en su contra?
Ya eso queda en manos de quien lo quiera hacer. Yo ya presenté mis excusas y no puedo hacer nada más.
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