¡Sentimiento de un Latino!: Unas líneas para Hugo
Hugo Abele Maldonado (26 Setiembre 1963 - 01 Julio 2013)
¡Sentimiento de un Latino! En los maravillosos 80s no toda la Salsa estaba a la derecha del dial. Hablo de la FM, claro. En esa derecha estaban Excelsior “La FM latina” con el buen gusto salsero del recordado “tío” Fernando Rivera y, por supuesto la Radio Mar de aquel entonces, donde el “Maestra Vida” de Luis Delgado Aparicio era sobresaliente.
Pero repito, no toda la Salsa estaba a la derecha. Los sábados a las 10 de la noche, había que irse hacia la izquierda, y llegar a los 94.1, esperar que terminara Nikki FM (sí!, música japonesa) para escuchar a “Perico” Ortiz y el “Sentimiento de un Latino”.
La radio era América, el programa “Sonido Latino” y el conductor un veinteañero llamado Hugo Federico Abele Maldonado, nacido un 26 de setiembre de 1963. Si “Maestra Vida” era la Universidad, “Sonido Latino” era el Posgrado. Gracias a ellos hice mis “estudios superiores” en Salsa a los 13 años.
“Maestra Vida” era nuestra visa (sin un sueño) a Puerto Rico, a lo mejor de la Salsa. Pero “Sonido Latino” rompía el molde. Ahí aprendí que Tito Puente hacía también Latin Jazz. Conocí a Poncho Sánchez, Jorge Dalto, todo el catálogo Concord. Pero, principalmente, Abele convertía la radio en una tarima con esas entrañables grabaciones en vivo. Una cosa era escuchar a Barretto en disco y otra hacer quince minutos de “Amor de Lujo” o “No te Quedes sin Bailar”.
Imaginarme a todos mis héroes en tarima era mi forma de pasar el fin de semana. Ahí escuché por primera vez a Willie con Rubén en el Alianza Lima, “Pedro Navaja” y “La Murga” incluidos (que no se han “pirateado” hasta ahora). El Corso, el Red Parrot,“Perico” con Domingo, Machito, Puente, Bobby Valentín, La Inspiración y, sobre todo, Lavoe.
Héctor fue un capítulo especial en la vida de Hugo Abele. Se conocieron en New York y cuando Lavoe llegó a Perú a cambiar nuestra historia salsera, “el gordito” sirvió de anfitrión no-oficial en esa semana de Agosto de 1986, en su casa, en el hotel y en la tarima de la Feria del Hogar.
¡Me olvidaba! Héctor Lavoe visitó Radio América y Hugo Abele lo entrevistó “en vivo” para Sonido Latino. Esa fue la noche de la frase: “Perú, me inyectaste”.
Si el “Sentimiento de un Latino” marcaba el comienzo, el “Past Time Paradise” marcaba el final a la una de la madrugada del programa. En realidad Hugo lo grababa en su casa y llevaba las cintas para que saliera al aire en la noche.
Es mítica (y mística) para mí, aquella emisión de año nuevo (¿del 85 al 86?), en la que “Sonido Latino” pasó música en vivo desde las 11 de la noche hasta las cinco de la mañana.
Tiempo después, en uno de los viajes familiares a los Estados Unidos, Hugo sufrió un accidente automovilístico donde su madre falleció y él quedó mal herido. Desde entonces la segunda canción de Sonido Latino siempre fue “Cuentas del Alma” (Rubén Blades), seguida de “Mi Sueño (Willie Colon) y “Manantial de Corazón” (Yordano Di Marzo)
La aventura de Sonido Latino duró hasta que la década terminó. Por un corto tiempo Abele también hizo televisión en el 27 UHF, la cortina era “Firme” de Adalberto Santiago.
Empezando los 90s dejó de ser Hugo Abele , para convertirse en Hugo, el amigo con quien nos encontrábamos ya sea en casa de los hermanos Jiménez en Surquillo, en la casa de mis padres en San Borja (para ver con otros amigos los viejos videos de Betmax) o en su “bunker” en Aurora, Miraflores, siempre bajo el pretexto de la música. Confieso que fue toda una experiencia ver (y sobre todo oir) esos cassettes TDK de cromo, de 90 minutos con esos conciertos que alimentaron mi adolescencia y que llegaron en su mayoría gracias a Willy Porras, uno de los “héroes anónimos” en la historia de la Salsa en el Perú.
Más de una vez estuvo en “Hipocampo, La Cuna del Son” en Radio La Crónica, donde Carlos Jiménez lo presentaba como “el único amigo que tuvo Héctor Lavoe en Perú”.
Mi relación con Hugo tuvo sus altas y bajas. Por un tiempo fue muy fluida. Por un tiempo nos distanciamos por un malentendido del cual nunca hablamos.
Cuando el mito de Lavoe ganó proporciones, Hugo Abele organizó una orquesta para rendir homenaje al repertorio del amigo. La Orquesta era Sonido Latino y el cantante fue Pacho Hurtado, que tuvieron un momento especial en el movimiento salsero nacional.
En los últimos años, su vida transcurrió tanto dentro como fuera del país. En la temporada 2012 de Oye lo que te Conviene se acercaba el momento de conmemorar la fecha de nacimiento de El Cantante de los Cantantes e intenté comunicarme con él a través de las redes sociales para dicho especial.
Afortunadamente para mí, aceptó mi invitación e hicimos en La Mula un programa para el recuerdo, que incluyó tomas inéditas de Héctor Lavoe en la Feria y donde nos adelantó sobre un proyecto de grabar música peruana en tiempo de salsa. Creo que fue la última vez que Hugo apareció en un medio de comunicación.
Nunca más lo volví a ver. Solo en fotos vi que su salud había desmejorado, hasta el último trance, el infarto que lo llevó a la Maison de Santé donde falleció empezando la tarde de hoy.
Ya no podré preguntarle por más anécdotas ni por los videos caseros de esos días con Lavoe en Lima, ni de los videos de Blades con Macondo en el Havana de Miraflores. Espero que alguien rescate esos documentos y complemente esa grabación de salsa para que no quede trunca.
Por ahora te digo, Gracias Hugo, por Sonido Latino y por la música… ¡Oyelo sonar!
¡Sentimiento de un Latino! En los maravillosos 80s no toda la Salsa estaba a la derecha del dial. Hablo de la FM, claro. En esa derecha estaban Excelsior “La FM latina” con el buen gusto salsero del recordado “tío” Fernando Rivera y, por supuesto la Radio Mar de aquel entonces, donde el “Maestra Vida” de Luis Delgado Aparicio era sobresaliente.
Pero repito, no toda la Salsa estaba a la derecha. Los sábados a las 10 de la noche, había que irse hacia la izquierda, y llegar a los 94.1, esperar que terminara Nikki FM (sí!, música japonesa) para escuchar a “Perico” Ortiz y el “Sentimiento de un Latino”.
La radio era América, el programa “Sonido Latino” y el conductor un veinteañero llamado Hugo Federico Abele Maldonado, nacido un 26 de setiembre de 1963. Si “Maestra Vida” era la Universidad, “Sonido Latino” era el Posgrado. Gracias a ellos hice mis “estudios superiores” en Salsa a los 13 años.
“Maestra Vida” era nuestra visa (sin un sueño) a Puerto Rico, a lo mejor de la Salsa. Pero “Sonido Latino” rompía el molde. Ahí aprendí que Tito Puente hacía también Latin Jazz. Conocí a Poncho Sánchez, Jorge Dalto, todo el catálogo Concord. Pero, principalmente, Abele convertía la radio en una tarima con esas entrañables grabaciones en vivo. Una cosa era escuchar a Barretto en disco y otra hacer quince minutos de “Amor de Lujo” o “No te Quedes sin Bailar”.
Imaginarme a todos mis héroes en tarima era mi forma de pasar el fin de semana. Ahí escuché por primera vez a Willie con Rubén en el Alianza Lima, “Pedro Navaja” y “La Murga” incluidos (que no se han “pirateado” hasta ahora). El Corso, el Red Parrot,“Perico” con Domingo, Machito, Puente, Bobby Valentín, La Inspiración y, sobre todo, Lavoe.
Héctor fue un capítulo especial en la vida de Hugo Abele. Se conocieron en New York y cuando Lavoe llegó a Perú a cambiar nuestra historia salsera, “el gordito” sirvió de anfitrión no-oficial en esa semana de Agosto de 1986, en su casa, en el hotel y en la tarima de la Feria del Hogar.
¡Me olvidaba! Héctor Lavoe visitó Radio América y Hugo Abele lo entrevistó “en vivo” para Sonido Latino. Esa fue la noche de la frase: “Perú, me inyectaste”.
Si el “Sentimiento de un Latino” marcaba el comienzo, el “Past Time Paradise” marcaba el final a la una de la madrugada del programa. En realidad Hugo lo grababa en su casa y llevaba las cintas para que saliera al aire en la noche.
Es mítica (y mística) para mí, aquella emisión de año nuevo (¿del 85 al 86?), en la que “Sonido Latino” pasó música en vivo desde las 11 de la noche hasta las cinco de la mañana.
Tiempo después, en uno de los viajes familiares a los Estados Unidos, Hugo sufrió un accidente automovilístico donde su madre falleció y él quedó mal herido. Desde entonces la segunda canción de Sonido Latino siempre fue “Cuentas del Alma” (Rubén Blades), seguida de “Mi Sueño (Willie Colon) y “Manantial de Corazón” (Yordano Di Marzo)
La aventura de Sonido Latino duró hasta que la década terminó. Por un corto tiempo Abele también hizo televisión en el 27 UHF, la cortina era “Firme” de Adalberto Santiago.
Empezando los 90s dejó de ser Hugo Abele , para convertirse en Hugo, el amigo con quien nos encontrábamos ya sea en casa de los hermanos Jiménez en Surquillo, en la casa de mis padres en San Borja (para ver con otros amigos los viejos videos de Betmax) o en su “bunker” en Aurora, Miraflores, siempre bajo el pretexto de la música. Confieso que fue toda una experiencia ver (y sobre todo oir) esos cassettes TDK de cromo, de 90 minutos con esos conciertos que alimentaron mi adolescencia y que llegaron en su mayoría gracias a Willy Porras, uno de los “héroes anónimos” en la historia de la Salsa en el Perú.
Más de una vez estuvo en “Hipocampo, La Cuna del Son” en Radio La Crónica, donde Carlos Jiménez lo presentaba como “el único amigo que tuvo Héctor Lavoe en Perú”.
Mi relación con Hugo tuvo sus altas y bajas. Por un tiempo fue muy fluida. Por un tiempo nos distanciamos por un malentendido del cual nunca hablamos.
Cuando el mito de Lavoe ganó proporciones, Hugo Abele organizó una orquesta para rendir homenaje al repertorio del amigo. La Orquesta era Sonido Latino y el cantante fue Pacho Hurtado, que tuvieron un momento especial en el movimiento salsero nacional.
En los últimos años, su vida transcurrió tanto dentro como fuera del país. En la temporada 2012 de Oye lo que te Conviene se acercaba el momento de conmemorar la fecha de nacimiento de El Cantante de los Cantantes e intenté comunicarme con él a través de las redes sociales para dicho especial.
Afortunadamente para mí, aceptó mi invitación e hicimos en La Mula un programa para el recuerdo, que incluyó tomas inéditas de Héctor Lavoe en la Feria y donde nos adelantó sobre un proyecto de grabar música peruana en tiempo de salsa. Creo que fue la última vez que Hugo apareció en un medio de comunicación.
Nunca más lo volví a ver. Solo en fotos vi que su salud había desmejorado, hasta el último trance, el infarto que lo llevó a la Maison de Santé donde falleció empezando la tarde de hoy.
Ya no podré preguntarle por más anécdotas ni por los videos caseros de esos días con Lavoe en Lima, ni de los videos de Blades con Macondo en el Havana de Miraflores. Espero que alguien rescate esos documentos y complemente esa grabación de salsa para que no quede trunca.
Por ahora te digo, Gracias Hugo, por Sonido Latino y por la música… ¡Oyelo sonar!
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