26 nov 2012

La Riverside es de Cuba




DENUNCIA CUBA INTENTO DE ESCAMOTEAR EL PATRIMONIO CULTURAL DE LA ISLA
Orquesta Riverside: un sello con sonoridad propia
Fuente: La Jiribilla. Por: Yinett Polanco • La Habana, Cuba
Fotos: René Pérez Massola
 
Un nuevo intento desde los EE.UU. de escamotear el patrimonio cultural cubano con la fundación de una orquesta Riverside en Miami, fue denunciado por el Instituto Cubano de la Música en una conferencia de prensa realizada en la mañana de este viernes 23 de noviembre.

Fundada en agosto de 1938, la orquesta Riverside ha estado indisolublemente ligada a la historia de una época de la música cubana. Llegó a ser la más aclamada de Cuba en los años 40 y 50, y fue la primera orquesta que en 1950 actuó por televisión. Durante las décadas del 70 y 80 animó ininterrumpidamente fiestas en La Habana y fuera de la capital. Su nómina la integraron Peruchín, Cachaíto, Joseíto González, el “guajiro Mirabal”, Enrique González Mantici, Adolfo Guzmán y otros. Al decir de Orlando Bistel, Presidente del Instituto Cubano de la Música, la orquesta es un sello que identifica una sonoridad propia de la Isla.

Por ello, según anuncia una declaración del ICM, la creación de una orquesta en Miami con el mismo nombre resulta “un hecho repudiable que traspasa las fronteras del elemental respeto a la nación cubana, y que solo intenta confundir a la opinión pública internacional”.

Después del difícil contexto por el que atravesara la agrupación durante los años 90, Raúl Nacianceno Miyares, uno de sus saxofonistas más destacados, fue transcribiendo, a partir de grabaciones, pieza por pieza e instrumento por instrumento, el repertorio tradicional de la orquesta. Luego de acuerdos con el Ministerio de Cultura, fue continuada oficialmente en Cuba la labor de la Riverside.

En la actualidad, la Riverside está conformada por jóvenes músicos graduados de las academias cubanas que interpretan piezas antológicas con la sonoridad de la orquesta de antaño. El próximo año deben grabar un disco con el sello Colibrí que reunirá los temas clásicos de la orquesta, los mismos que ya se pueden escuchar en sus presentaciones en vivo en la radio, la televisión y los centros nocturnos donde han vuelto a sonar.


“Nuestras orquestas son el fruto de procesos de desarrollo musical inherentes a nuestra cultura”, aseveró el presidente del ICM, quien insistió en que el término “refundar”, usado por las agencias de prensa internacionales en relación con la orquesta de Miami, hace pensar en la desaparición de algo que nunca se perdió realmente.

Para Bistel, la fundación de la Riverside de EE.UU. intenta ofrecerle una sonrisa al mercado y calmar cierta nostalgia que existe en una parte de la población que vive en la Florida por la música cubana. Siguiendo la declaración del ICM, cuando Cuba “apuesta por una agrupación musical, se hace desde la esencia de sus valores culturales y no para coquetear con un mercado inculto y banal diseñado al gusto de los intereses comerciales de las más bajas filiaciones políticas”.

Ante una pregunta de La Jiribilla, el presidente del ICM aseguró que Cuba no está en contra de que ningún creador del mundo “utilice la música cubana”, pero “no estamos de acuerdo con que se trate de usurpar nuestro patrimonio”. Bistel aseguró que el objetivo de esta denuncia es intentar que se respete el derecho de nuestro país, aunque no descarta la posibilidad de entablar un pleito legal si hubiese que llegar a ello.

Para Raúl Nacianceno, la Riverside “no necesita reconocimiento legal, el reconocimiento ha sido histórico, cultural, nunca la orquesta ha dejado de estar presente en el gusto del público cubano”. El actual director de la agrupación afirmó que, más que con un proceso legal, esta lucha “se gana en la medida en que la orquesta siga estando presente en el gusto del público, en Cuba y en el exterior”.

Nacianceno recordó que cuando la Riverside se fundó, inmediatamente estuvo acompañando a figuras como Pedro Vargas, Armando Bianchi, Rosita Fornés… “Esa orquesta fue una institución”, sentenció, y aseguró que sería imposible desligarla de Cuba.

Jorge Reyes, quien integrara durante cuatro años la agrupación en su segunda época, rememoró cómo durante la grabación de “Vereda tropical” pudo introducir el bajo eléctrico. “La Riverside es una sola”, aseguró, y “es tan auténtica como que Jorge Reyes es auténticamente cubano”, afirmó.

Marcos Antonio Urbay Serafín, trompetista de la Riverside, recordó los tiempos fundacionales de la orquesta, “la época de oro”, como se le conoce y apuntó que en el video que ha estado circulando de promoción a la Riverside de Miami se hace evidente que esta tiene problemas de afinación, algo imperdonable en una agrupación que pretende nombrarse como aquella otra de sonoridad impecable.

“La vida ha demostrado que nosotros no hemos impedido nunca el intercambio cultural entre Cuba y EE.UU.”, afirmó Orlando Bistel. “Nosotros no iniciamos la ruptura de relaciones culturales, ahora mismo acaban de regresar de respectivas giras por territorio norteamericano la Orquesta Sinfónica Nacional que ofreció 24 conciertos, la Schola Cantorum Coralina y la orquesta Aragón”. “Con el pueblo norteamericano no tenemos ninguna diferencia y culturalmente menos —explicó el presidente del Instituto Cubano de la Música— porque tenemos una larga tradición de raíces e interacciones comunes”.

Sin embargo, como indica la declaración del Instituto, en el caso de la Riverside: “Pretender promover una orquesta con igual nombre y repertorio, haciendo uso de los mismos arreglos en un país que quiere hacer suyo lo que no le pertenece, lo que no gestó su cultura propia, viola los convenios internacionales en materia de derechos, de los que tanto Cuba como EE.UU. somos signatarios”.

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