Rafael Lam: la música cubana es identidad y alegría
El destacado cronista cubano, Rafael Lam, presentó ayer su más reciente título Los reyes de la salsa, un sintético y audaz repaso a los orígenes del género, sustentado en los ritmos de la Isla.
Puesto en circulación en la 21 Feria Internacional del Libro, ese volumen de la editorial José Martí muestra a los grandes de la música bailable cubana, desde Miguel Matamoros hasta Juan Formell y Chucho Valdés.
Tampoco olvida a las principales figuras de la denominada salsa latina, e incluye entre ellas al panameño Rubén Blades, y a los boricuas Gilberto Santa Rosa y Marc Anthony.
En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el también periodista subrayó que su entrega está dedicada a la música bailable, la misma que le ha dado a su país los tres elementos más importantes: la unión, la identidad y la alegría.
Conformado con las grandes orquestas de la historia musical cubana, el libro también rescata los principales salones donde se produjo el boom salsero, desde el Palladium neoyorkino hasta el habanero Salón Rosado de La Tropical.
Asimismo contempla la arista conceptual y los espacios mediáticos (radio y televisión) donde se difundió esa música.
El aspecto socio antropológico es también substancial, porque se trata de cómo, quiénes y en qué lugares se hizo la salsa, puntualizó el autor.
Interrogado sobre la polémica que aviva su nuevo libro, Lam comentó que igualmente pretende resaltar la música de origen latino, con etapas de altibajos.
Cuba, aseveró, es el centro del trópico musical que alimentó a la salsa. Fue aquí donde se generaron todos esos ritmos triunfadores.
A su juicio, le hubiera gustado contar una historia más abarcadora, sobre todo el desarrollo del género en América Latina, pero tuvo que contentarse esta vez solo con los grandes.
Una especie de all stars del hall de la fama de la música cubana, precisó.
Con un lenguaje ameno y coloquial, como mismo expresa su oralidad, Rafael Lam dedica un acápite a la emigración cubana, que influyó y todavía influye en la popularidad salsera.
Muchos músicos que viven fuera o que hicieron su música en otra nación, ya estaban hechos, apuntó.
Mencionó a los que calificó como dueños de la música cubana y caballos de Troya en Nueva York: Vicentico Valdés, Panchito Riset, Chano Pozo y Mario Bauzá, entre muchos otros.
No pude dejar de plasmar sus aportes, porque el latin jazz surgió de los cubanos que vivían allí. Toda esa música de los Estados Unidos se alimentó de Cuba, especialmente el jazz y su sonoridad latina, aseguró.
Lam ofreció detalles de sus encuentros en Manhattan con el zar de la Fania Record, Jerry Massuci (1934-1997) y el productor Ralph Mercado, ambos visitantes asiduos de la Isla.
En cuestión, Los reyes de la salsa alude a la música bailable cubana en su conjunto. Desde aquel número antológico de Ignacio Piñeiro, Échale salsita, el término nos pertenece, concluyó Lam.
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