Papo Lucca: "La Salsa de hoy no tiene identidad"
Fuente: El Heraldo, Colombia
En una atmósfera de alegría, goce y sabor salsero, ayer se realizó en EL HERALDO el conversatorio con los duros de la Sonora Ponceña, de Puerto Rico.
Enrique Arsenio Papo Lucca, director, pianista y arreglista; Edwin Caneca Rosas y Darvel García, cantantes, llegaron puntuales a la cita y encontraron una cofradía de amantes de la salsa que nunca pasa de moda, con el editor Ernesto McCausland armonizando los acordes del concierto de preguntas que tuvo al comienzo una nota muy fresca con la presencia de Taliana Vargas, la exseñorita Colombia, quien se declaró salsera integral.
La primera pregunta era obvia: ¿Cómo está el maestro Quique Lucca, que acaba de cumplir 99 años el 12 de diciembre pasado?
Sigue firme y lleno de vida a sus 99 años, administrando la orquesta y rigiendo nuestro destino, dijo Papo. Lamentablemente ya es muy difícil que nos acompañe fuera de Puerto Rico, pero está siempre en nuestras actuaciones.
Es el primero en subirse a la tarima y el último en bajarse –acotó Edwin Rosas– es admirable su fortaleza.
Al pedirles que describieran el momento actual de la salsa, los tres fueron enfáticos en afirmar que poco a poco se va llegando a los niveles que este género tuvo en las décadas del sesenta y setenta, gracias a que los jóvenes han redescubierto el ritmo y a los intérpretes más connotados, lo cual está permitiendo recuperar los espacios invadidos por el merengue y el reguetón.
Pero con los nuevos cantantes está ocurriendo algo que es dañino —dijo Papo— y es que el excesivo afán comercial de las disqueras interviene desde el inicio de las producciones y, por ejemplo, a los compositores prácticamente les ordenan qué tipo de canciones deben escribir; a los arreglistas les imponen el estilo y por eso todos suenan igual. Ya no hay identidad.
A los cantantes no los dejan ser como ellos quisieran. Y cuando esta música se hace en laboratorio no tiene el mismo sabor de la salsa de esquina, del bembé callejero, como la hacemos nosotros y otras agrupaciones.
Afortunadamente, en países como Colombia la salsa ocupa lugares de privilegio y eso hay que agradecérselo a ustedes por la gran contribución que hacen para el resurgir salsero, rescatando grandes cantantes que habían perdido vigencia y aquí se les ha brindado la oportunidad de volver a los primeros lugares.
A los grupos colombianos solo les ha faltado ser más insistentes en la promoción para meterse al mercado de Puerto Rico y otros países —afirmó Darvel García, una de las nuevas voces de la Ponceña— si lo hicieran seguramente tendrían mucho éxito.
Para Papo Lucca fue muy emocionante recordar a grandes figuras con las que vivió momentos especiales, como Celia Cruz, con quien grabó muchas veces, incluyendo una producción completa como invitada de la Sonora Ponceña. Se expresó con mucha calidez de Joe Arroyo, describiéndolo como un referente a nivel internacional; y especialmente a su coterráneo Héctor Lavoe, quien fue su amigo de infancia, revelando algo que aquí se desconocía: Lavoe se inició en la música como saxofonista.
Contó que en una ocasión, en Ponce, acompañaron a Héctor y la orquesta eligió un tono muy alto, por lo cual a Lavoe terminó saliéndosele un ‘gallo’. Cuando llevaron al cantante de los cantes a su casa, el padre de este los esperaba con un huevo pintado de dorado, y les dijo:
—¡Se ganaron el huevo de oro!
Al cierre de esta amena charla, el popular Tico Salsa puso la nota más cordial entregándoles a los invitados una placa de reconocimiento a su labor a lo largo de casi sesenta años.
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