El Salsero en Medellín: Un Día Bonito

Uno de mis héroes musicales de todos los tiempos, el Maestro Eddie Palmieri











“¿Me pongo a cantar o a tomar fotos?”“¿Bailo o filmo?” Son las preguntas que me hacía antes de llegar al Centro Comercial El Tesoro para el show de Eddie Palmieri y La Perfecta. “Una y una” me digo. Seremos Norma con las fotos y yo con la cámara.
Llegamos y el auditorio ya está lleno faltando una hora todavía para que la Charanga La Contundente dé la apertura musical. Es más. Me da la impresión que hay más gente que asientos, pero al fin y al cabo ¿te puedes quedar sentado con esta música?

Se nota la efervescencia; asistentes con maracas, güiros y campanas acompañan a la charanga local, que refuerza el concepto que me había dejado Siguarajazz el miércoles pasado respecto al buen nivel de las orquestas de Medellín. Nunca había escuchado en Lima sobre La Contundente, por lo que es una sorpresa grata, incluso saber que han grabado un disco. El público sí parece conocerlos, pues canta, toca y baila con ellos todos sus temas.
“Será una gran noche”, pienso. Si hubiéramos llegado más temprano tal vez estaríamos mejor ubicados, pero todo está saliendo bien. ¿Cómo no estar satisfechos si nos tocó la habitación 412 del Poblado Plaza y ser vecinos de piso de Eddie (406), Edward (411) y de Chefi, su manager para Sudamérica (413), lo que nos permitió “ganarnos la confianza” al saber que veníamos de lejos?

Gracias a ellos y a Juan Fernando Trujillo, el Comunicador del Festival y Manager de la Siguarajazz, pudimos ir al ensayo y prueba de sonido en el mismo bus de los músicos, a quienes habíamos saludado ya la noche del jueves cuando llegaron a Medellín. ¡Qué curioso!, vuelvo a pensar, que fuera de Perú sí pueda acceder a estos momentos tan o más especiales que el mismo show (igual me ocurrió el año pasado en Guayaquil con Spanish Harlem Orchestra y José Alberto “El Canario”) y esto no me ocurra en mi propio país.

Nelson, Luques, Hermán, José y Quique
Desde temprano estábamos entre ellos.
- El maestro del tres Nelson González, preguntándome por el clima de Lima, y su hijo Quique, quien había estado en Lima en marzo con la Orquesta de la Gente para el show de Fania)
- Orlando Vega, el hombre del bongó
“Pequeño” Johnny, quien estaba de cumpleaños
- José Clausell, que recordaba ese único viaje a Lima con E.P. para la Feria del Hogar de 1990 y quien me encomendó saludos para El Rubio
- Doug Beavers, quien me recordaba de ese viaje a Guayaquil
- Jimmy Bosch, a quien nuevamente veía después de sus recientes viajes a Lima hace pocas semanas)
- Luques Curtis, el talentoso y joven bajista a quien se le había quedado la maleta extraviada en el aeropuerto
- Karen Joseph, sorprendida por nuestra llegada desde Lima y muy gentil con nosotros.
Y por supuesto, “La Voz del Caribe”, mi amigo Hermán Olivera, con quien más tiempo departimos, recordando su actuación del Chimpun Callao 2010, su anunciado y nunca confirmado regreso a Perú, entre otras cosas.

"Pequeño Johnny", Jimmy Bosch, Orlando Vega y Karen Joseph
“Los peruanos otra vez” nos dice Eddie en el ensayo. No éramos más de diez personas que estábamos en la prueba de sonido (aparte de los músicos, claro), testigos de “Vámonos Pa’l Monte” y (sobre todo) “Tirándote Flores” y de las indicaciones de Palmieri para dejar OK al sonido y al grupo.
Ya por la noche estábamos nuevamente en el mismo auditorio, ahora sí abarrotado del público expectante por gozar con El Sol de la Música Latina. Diez y quince de la noche cuando la orquesta ya está en la tarima y se anuncia a Eddie, quien recibe una cerrada ovación cuando entra al escenario, que dura un minuto continuado.

"La Voz del Caribe", mi amigo Hermán Olivera
¡Que privilegio estar acá!. Ahí está de nuevo el Maestro, sentado ya al piano, saludando a Medellín y marcando el primer tema. Quien definiera, medio siglo atrás, ese estilo agresivo que sirvió de patrón para mucho de lo que después se hizo en la Salsa estaba nuevamente delante mío, tocando, gesticulando, dirigiendo a la banda. Beavers y Bosch rindiendo honores al sonido palmeriano de los trombones de Barry con José, Karen Joseph y sus toques de flauta, la complicidad del bajo de Luques Curtis con el piano del Maestro, la percusión de José, Vega y “El Johnny”, los solos de Nelson y, por supuesto, la elegancia y estilo ya conocidas de Olivera.

Don Nelson Gonzalez al tres y Luques Curtis al bajo
Hora con veinte minutos de actuación. Diez canciones:
Vámonos Pa’l Monte
Sujétate la Lengua
Tirándote Flores
Ajiaco Caliente
Lázaro y su Micrófono
Muñeca
Pa’Huele
Oyelo que te Conviene
Azúcar
Camagüeyanos y Habaneros

Quique Gonzalez en el coro, "Pequeño Johnny" en las congas y Doug Beavers al trombon
En cada canción más de un solo, moñas agresivas, contundente percusión. La orquesta tiene un patrón marcado, pero al mismo tiempo hay espacio para el talento, la inspiración y la sabrosura que cada integrante trae. ¡La Libertad, Lógico! Respeto por la tradición y estilo que, aunque pase el tiempo, la Salsa nunca debe perder.
No me pregunten cual fue mi tema favorito. Con Palmieri no hay desperdicio. Uno quisiera que la noche musical sea interminable. Lo será en mi mente. “Una y una” me había dicho al comienzo. Ahí están los videos que por falta de tiempo y (lo admito) un poco de cansancio no he subido aún.

De regreso al hotel, están todos ellos ahí, entrando y saliendo porque no dormirán. El vuelo a Barranquilla (segunda parada colombiana de La Perfecta) sale a las seis de la mañana de hoy y hay que salir para el aeropuerto antes de las cuatro. Hermán está en la puerta del hotel tomándose fotos con los salseros que toda ciudad tiene y nos pregunta: “¿les gustó el show?” No voy a escribirles lo que respondí, porque Ustedes deben suponer la respuesta. Felicito a quienes me encuentro en el camino: Jimmy, El Pequeño Johnny, José Clausell, Don Nelson Gonzalez.
Chefi, la manager, nos pregunta lo mismo que Hermán y nos vuelve a decir que les interesa llegar a Perú. “Te paso la información; ojalá nos puedas ayudar”. No soy empresario pero igual espero poder hacer algo. Valdría la pena.

José Clausell, timbalero de la orquesta de Eddie Palmieri
Antes de preparar sus maletas, Karen Joseph nos encuentra y saluda. “Lázaro y su Micrófono es mi tema”, nos dice, cuando de pronto aparece Edward quien nos saluda efusivamente. Le agradecemos por todas las cortesías. El hace lo mismo “por el trabajo de haberse hecho el viaje hasta acá”. Me llevo la mejor de las impresiones de todos ellos.

El éxtasis musical de Eddie Palmieri. Edward Palmieri II en la clave
Faltaba algo. En el comedor observo que está Juan Fernando Trujillo, con Gilberto Cárdenas, invitado por la orquesta desde Cali, Hermán Olivera y Palmieri, con un puro y una cerveza entre manos. “Claro, de Perú, los conozco”, nos mira y dice uno de mis héroes musicales de siempre.
Me acerco para despedirnos de él, para agradecerle y felicitarlo por el show que ha terminado hace menos de dos horas, para estrechar nuevamente esas manos que tanto sabor han brindado al mundo salsero, para desearle buen viaje a Barranquilla, para decirle que Dios lo Bendiga, que su música ha sido, es y será parte de mi vida y que este viaje no ha sido en vano.
“Gracias por venir desde Perú. Eso es muy significativo también para mí”, nos dice al despedirse.

Son casi las dos de la mañana de hoy sábado. Pienso en todo lo vivido el viernes 9 de setiembre del 2011 acá en Medellín y en la noche de música que nunca olvidaré. Gracias a Dios fue una "noche Perfecta". No, me corrijo yo mismo, fue “Un Día Bonito”.
Comments (2)
13 de septiembre de 2011, 17:24
Eduardo,
Nuevamente te fecilito por la tremenda cobertura de este evento. Te andentraste en la orquesta de Eddie Palmieri para darnos una vision de 360 grados de todo lo que acontecio, desde y fuera del escenario.
Gracias,
Hector
LatinoMusicCafe.com
13 de septiembre de 2011, 17:26
Eduardo,
Gracias por las fotos. No veia a Eddie Palmieri sin barba desde los 1ros años de La Perfecta en los '60.
Saludos,
Hector
Publicar un comentario