Wynton Marsalis y sus músicos bailan Salsa en Cuba
Histórico. Ese creo que es el adjetivo respecto a la visita que Wynton Marsalis y la Jazz Lincoln Center Orchestra vienen realizando a Cuba.
A continuación algunas de las noticias referentes a la estadía de este importante grupo de músicos de los Estados Unidos en la "isla mayor del Caribe"
Wynton Marsalis y sus músicos bailan salsa en la meca de la santería en Cuba
Fuente: AFP
LA HABANA — El trompetista Wynton Marsalis y los músicos de su Orquesta del Lincoln Center de Nueva York se olvidaron por un instante del jazz y bailaron salsa durante una visita a un conservatorio de Guanabacoa, la meca de la santería cubana en La Habana, informó el jueves un medio local.
"Esta experiencia increíble nos inspira, y se va a quedar con nosotros por largo tiempo", señaló Marsalis, de 49 años, citado por el portal oficialista Cubadebate (www.cubadebate.cu), que destacó que el virtuoso trompeta había confesado que no sabía bailar la música popular cubana tras llegar el sábado a la isla.
Pero "aceptó el reto de 'soltar un pasillo' (bailar)", añadió el portal digital, tras subrayar que después de presenciar las actuaciones de los niños y adolescentes del conservatorio, Marsalis y sus músicos bailaron al compás de "La sandunguera", de la orquesta "Van Van", considerada la locomotora de la música popular en la isla.
Marsalis, quien viene ofreciendo cinco conciertos previstos en la capital, recreó el miércoles temas antológicos de la música cubana junto con el compositor y pianista cubano Chucho Valdés, pero antes visitó la escuela de música de Guanabacoa, cuna de la santería cubana, originada en el culto africano Yoruba.
"Siendo alguien que creció en el Bronx, estar aquí me provoca mucha emoción, tenemos ganas de llorar", comentó el bajista de origen puertorriqueño Carlos Henríquez, mientras que el percusionista Ali Jackson declaró que la música en Cuba sale del "corazón" sin importar "el contexto en el que sea interpretada".
"Hemos viajado a muchos lugares (...) y puedo decir desde lo más profundo de mi corazón que esto me ha sacado las lágrimas", dijo el trompetista Marcus Printup.
La orquesta visita la isla por primera vez y llega en momentos de un auge en el intercambio cultural entre Cuba y Estados Unidos, bajo el gobierno de Barack Obama, después de tocar fondo con su predecesor, George W. Bush (2001-2009).
Wynton Marsalis conmovido con su visita a conservatorio habanero Fuente: Prensa Latina. Escrito por Maylín Vidal
El músico estadounidense Wynton Marsalis se emocionó aquí durante su visita al Conservatorio de Música Guillermo Tomás, de Guanabacoa, cuya atmósfera "nos levanta el espíritu, nos inspira", dijo.
El célebre trompetista y los miembros de la orquesta Jazz Lincoln Center de Nueva York (JLCO), que dirige artísticamente, disfrutaron de las interpretaciones de los futuros instrumentistas que cursan 11 especialidades en ese centro, radicado en la periferia habanera.
Durante más de una hora se conectaron con el talento de las jóvenes promesas de nivel elemental y medio, cuyas edades oscilan entre los 8 y los 18 años.
Estamos impresionados, les dijo Marsalis, quien dio muestra de una emoción profunda.
Espero que no sea la última vez y que podamos regresar dos y tres veces al año, expresó por su parte el co-director musical del Licoln Center, el contrabajista puertorriqueño Carlos Henriquez.
A Marsalis y los miembros de la JLCO les impactaron las actuaciones de los niños y adolescentes, entre ellas la de Gabriel López Torres, de segundo año de nivel elemental de trompeta, quien se lució con una versión de Hello Dolly, de Jerry Herman.
El cuarteto de cellos Aché-Lo ofreció una versión de Cha Cha Cha, de Chucho Valdés, mientras que el grupo de nivel elemental y medio de trompetas los recibió con la Guantanamera, de Joseíto Fernández.
Uno de los momentos que más conmovió a los visitantes fue la demostración de la orquesta sinfónica infantil y juvenil, dirigida por la maestra Ana Miriam Santana, con sus versiones de El unicornio, de Silvio Rodríguez, y la contradanza de la zarzuela Cecilia Valdés, de Gonzalo Roig.
El cierre correspondió a los integrantes de Los Vanvancitos, quienes los convidaron a bailar al ritmo contagioso de temas clásicos de Juan Formell, entre ellos Sandunguera, Anda ven y muévete y La candela.
Marsalis los acompañó marcando improvisados pasos de salsa cubana, al que se sumaron algunos de los miembros de la JLCO.
Fue para nosotros una experiencia inolvidable que guardaremos en nuestras memorias por largo tiempo, dijo en su despedida el ganador de nueve premios Grammys.
Chucho Valdés y Marsalis desnudan pasiones en La Habana
Chucho Valdés y Wynton Marsalis, dos pesos completos de la música, hicieron de la noche un recuerdo inolvidable al sublimar el jazz con derroche de virtuosismo, en un concierto de clase mundial.
Durante casi dos horas el público reunido en el Mella contuvo la respiración para no dejar escapar ni el más leve de los sonidos o los delicados gestos de estos maestros de proverbial talento.
El plato fuerte fue la unión de los Mensajeros Afrocubanos de Chucho y la Jazz Lincoln Center Orchestra (JLCO) de Marsalis, confluencia de dos estilos, dos maneras de hacer el jazz; el de aquí y el de allá.
Un mano a mano donde no faltaron ambas formas de interpretar y sentir, el Latin Jazz y el clásico salido de las calles de Nueva Orleans y los clubes de Nueva York, arrancó la euforia de los corazones, gargantas y palmas de quienes tuvieron el privilegio de ser testigos.
Antes, Chucho, con gran elocuencia, había aclarado que la música es un lenguaje universal, y aunque el idioma sea una barrera para la comunicación, (la música) nos pertenece a todos, sirve para unir las culturas y que todos seamos felices .
Una selección de obras con exquisitos arreglos fue interpretada por la JLCO y sus invitados, que para el disfrute de todos fue un regalo desde Nueva York con sabor a Cuba.
Así otros grandes de esta Isla desfilaron por el escenario: el talentoso Orlando Valle, Maraca , y su flauta junto a la JLCO recrearon Almendra , del cubano Abelardo Vázquez, en genial fusión de jazz, ritmos afrocubanos, y danzón.
El showman Bobby Carcassés mostró su versatilidad al prestar su voz y pasillos para interpretar la imprescindible Cómo fue , popularizada por Benny Moré en la década del 50 del pasado siglo.
Siboney de Ernesto Lecuona cobró nuevos bríos con los instrumentos de la JLCO y el arreglo de su bajista Carlos Henríquez.
Pero de tanta sabiduría, pasión, y magistralidad quien realmente ganó fue la música cubana, al marcar para sí una nueva etapa, superarse y contar por años que acogió en su seno a los más grandes de ese idioma universal que es el Jazz. (Con información de la AIN)
A continuación algunas de las noticias referentes a la estadía de este importante grupo de músicos de los Estados Unidos en la "isla mayor del Caribe"
Wynton Marsalis y sus músicos bailan salsa en la meca de la santería en Cuba
Fuente: AFP

"Esta experiencia increíble nos inspira, y se va a quedar con nosotros por largo tiempo", señaló Marsalis, de 49 años, citado por el portal oficialista Cubadebate (www.cubadebate.cu), que destacó que el virtuoso trompeta había confesado que no sabía bailar la música popular cubana tras llegar el sábado a la isla.
Pero "aceptó el reto de 'soltar un pasillo' (bailar)", añadió el portal digital, tras subrayar que después de presenciar las actuaciones de los niños y adolescentes del conservatorio, Marsalis y sus músicos bailaron al compás de "La sandunguera", de la orquesta "Van Van", considerada la locomotora de la música popular en la isla.
Marsalis, quien viene ofreciendo cinco conciertos previstos en la capital, recreó el miércoles temas antológicos de la música cubana junto con el compositor y pianista cubano Chucho Valdés, pero antes visitó la escuela de música de Guanabacoa, cuna de la santería cubana, originada en el culto africano Yoruba.
"Siendo alguien que creció en el Bronx, estar aquí me provoca mucha emoción, tenemos ganas de llorar", comentó el bajista de origen puertorriqueño Carlos Henríquez, mientras que el percusionista Ali Jackson declaró que la música en Cuba sale del "corazón" sin importar "el contexto en el que sea interpretada".
"Hemos viajado a muchos lugares (...) y puedo decir desde lo más profundo de mi corazón que esto me ha sacado las lágrimas", dijo el trompetista Marcus Printup.
La orquesta visita la isla por primera vez y llega en momentos de un auge en el intercambio cultural entre Cuba y Estados Unidos, bajo el gobierno de Barack Obama, después de tocar fondo con su predecesor, George W. Bush (2001-2009).
Wynton Marsalis conmovido con su visita a conservatorio habanero Fuente: Prensa Latina. Escrito por Maylín Vidal
El músico estadounidense Wynton Marsalis se emocionó aquí durante su visita al Conservatorio de Música Guillermo Tomás, de Guanabacoa, cuya atmósfera "nos levanta el espíritu, nos inspira", dijo.
El célebre trompetista y los miembros de la orquesta Jazz Lincoln Center de Nueva York (JLCO), que dirige artísticamente, disfrutaron de las interpretaciones de los futuros instrumentistas que cursan 11 especialidades en ese centro, radicado en la periferia habanera.
Durante más de una hora se conectaron con el talento de las jóvenes promesas de nivel elemental y medio, cuyas edades oscilan entre los 8 y los 18 años.
Estamos impresionados, les dijo Marsalis, quien dio muestra de una emoción profunda.
Espero que no sea la última vez y que podamos regresar dos y tres veces al año, expresó por su parte el co-director musical del Licoln Center, el contrabajista puertorriqueño Carlos Henriquez.
A Marsalis y los miembros de la JLCO les impactaron las actuaciones de los niños y adolescentes, entre ellas la de Gabriel López Torres, de segundo año de nivel elemental de trompeta, quien se lució con una versión de Hello Dolly, de Jerry Herman.
El cuarteto de cellos Aché-Lo ofreció una versión de Cha Cha Cha, de Chucho Valdés, mientras que el grupo de nivel elemental y medio de trompetas los recibió con la Guantanamera, de Joseíto Fernández.
Uno de los momentos que más conmovió a los visitantes fue la demostración de la orquesta sinfónica infantil y juvenil, dirigida por la maestra Ana Miriam Santana, con sus versiones de El unicornio, de Silvio Rodríguez, y la contradanza de la zarzuela Cecilia Valdés, de Gonzalo Roig.
El cierre correspondió a los integrantes de Los Vanvancitos, quienes los convidaron a bailar al ritmo contagioso de temas clásicos de Juan Formell, entre ellos Sandunguera, Anda ven y muévete y La candela.
Marsalis los acompañó marcando improvisados pasos de salsa cubana, al que se sumaron algunos de los miembros de la JLCO.
Fue para nosotros una experiencia inolvidable que guardaremos en nuestras memorias por largo tiempo, dijo en su despedida el ganador de nueve premios Grammys.
Chucho Valdés y Marsalis desnudan pasiones en La Habana
Chucho Valdés y Wynton Marsalis, dos pesos completos de la música, hicieron de la noche un recuerdo inolvidable al sublimar el jazz con derroche de virtuosismo, en un concierto de clase mundial.
Durante casi dos horas el público reunido en el Mella contuvo la respiración para no dejar escapar ni el más leve de los sonidos o los delicados gestos de estos maestros de proverbial talento.
El plato fuerte fue la unión de los Mensajeros Afrocubanos de Chucho y la Jazz Lincoln Center Orchestra (JLCO) de Marsalis, confluencia de dos estilos, dos maneras de hacer el jazz; el de aquí y el de allá.
Un mano a mano donde no faltaron ambas formas de interpretar y sentir, el Latin Jazz y el clásico salido de las calles de Nueva Orleans y los clubes de Nueva York, arrancó la euforia de los corazones, gargantas y palmas de quienes tuvieron el privilegio de ser testigos.
Antes, Chucho, con gran elocuencia, había aclarado que la música es un lenguaje universal, y aunque el idioma sea una barrera para la comunicación, (la música) nos pertenece a todos, sirve para unir las culturas y que todos seamos felices .
Una selección de obras con exquisitos arreglos fue interpretada por la JLCO y sus invitados, que para el disfrute de todos fue un regalo desde Nueva York con sabor a Cuba.
Así otros grandes de esta Isla desfilaron por el escenario: el talentoso Orlando Valle, Maraca , y su flauta junto a la JLCO recrearon Almendra , del cubano Abelardo Vázquez, en genial fusión de jazz, ritmos afrocubanos, y danzón.
El showman Bobby Carcassés mostró su versatilidad al prestar su voz y pasillos para interpretar la imprescindible Cómo fue , popularizada por Benny Moré en la década del 50 del pasado siglo.
Siboney de Ernesto Lecuona cobró nuevos bríos con los instrumentos de la JLCO y el arreglo de su bajista Carlos Henríquez.
Pero de tanta sabiduría, pasión, y magistralidad quien realmente ganó fue la música cubana, al marcar para sí una nueva etapa, superarse y contar por años que acogió en su seno a los más grandes de ese idioma universal que es el Jazz. (Con información de la AIN)
Comment (1)
15 de octubre de 2010, 11:34
wynton marsallis
Gracias por el regalo tan grande quenos has hecho a todos los cubanos amantes del jazz.Para mí ha sido mi regalo de cumpleaños,pues cuando se está apunto de cumplir 50 años,los regalos del espirítu son los más importantes aunque a veces lo negamos.Yo no había escuchado su música en vivo jamás y estoy casi segura que no tendré otra oprtunidad ,aunque eso soloDios lo sabe, aunque sí pienso que algún día tendré en mis manos un DVD con su música para escucharla cada vez que la necesite y la apezca por lo pronto he DISFRUTADO de dos magnificos conciertos(martes y miercoles) y como decimos los cubanos que me quiten lo bailao.
Gracias por su música ,gracias por sus músicos,GRACIAS por existir y que Dios lo bendiga a usted y a todo y a todos lo(s) que usted ama.
mis respetos para usted,
Lazara Torres Torriente.
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