La Excelencia: el sonido contemporáneo de New York

Fuente: New York Times. Por Larry Rohter
En sus espectáculos en Europa y Estados Unidos, la orquesta La Excelencia a menudo es presentada al público como la personificación de "la salsa de Nueva York".
Así que es paradójico que en su propia casa el sonido duro y fuerte de la banda y su inclinación por las letras de temas sociales, haya llevado a los tradicionalistas a considerar al grupo un poco fuera de la corriente principal de la salsa.
En lugar de enfocarse en un solista bien vestido y atildado, La Excelencia, que actuó recientemente en el Lincoln Center como parte del Midsummer Night Swing, opera como un colectivo. En lugar de escribir melosas canciones de amor, como lo demanda el estilo romántico de la salsa que ha sido dominante durante casi un cuarto de siglo, el grupo canta sobre inmigración, discriminación y pobreza.
En lugar de sintetizadores y cuerdas, La Excelencia enfatiza los metales y la percusión, como una banda de Fania Records en el apogeo de la salsa en los 70.
"La Excelencia representa algo muy importante; no sólo un regreso a la fórmula clásica de la salsa sino a las virtudes de la misma", dijo Aaronn Levinson, productor ganador del Grammy y mejor conocido por su trabajo con la Spanish Harlem Orchestra.
"Una cosa es retomar la campana y hacerla sonar al viejo estilo. Pero eso no es todo lo que están haciendo. La diferencia crítica es que también están remontándose al periodo más ecléctico en que la salsa era música de la calle, tocando con ánimo e integridad y escribiendo de nuevo música socialmente relevante".
El eclecticismo de antaño de La Excelencia, fundada en 2005 por los percusionistas José Vázquez Cofresi y Julián Silva, se extiende a su composición. Los miembros de la banda, cuyas edades oscilan entre los 26 y los 35 años, son de ascendencia puertorriqueña, cubana, dominicana, colombiana, argentino-ecuatoriana y japonesa (con un solitario trompetista anglo originario de Florida) y saben cómo fusionar estilos sin hacerlo evidente.
La lucha, una de las canciones de La Excelencia, mezcla danzón cubano, bomba puertorriqueña y cumbia colombiana. "Para nosotros es importante representar a todos en la banda y que nuestras canciones sean para toda Latinoamérica", dijo Vázquez, quien toca la conga.
Silva, a los timbales, añadió: "Esa es la razón de que le llamemos salsa. Es una mezcla de la música de todos. ¿Por qué querría uno limitarse?".
Vázquez y Silva se conocieron en su adolescencia cuando ambos eran parte de una delegación juvenil católica que viajó para ver al Papa Juan Pablo II, durante su visita de 1993 a Estados Unidos. Vázquez, de 34 años y de ascendencia puertorriqueña, nació en Biloxi, Mississippi, y creció en las bases militares en el sur del país, donde su padre, un capitán de la Fuerza Aérea, estaba acantonado. Silva, de 32 años, nació en Cali, Colombia, pero "la violencia política y de las drogas ahí", llevó a su familia a emigrar a Baton Rouge, Louisiana, antes de que él cumpliera 5 años.
Ambos fueron miembros de Los Calientes del Son, una banda que recorría el sur de Estados Unidos, tocando "de todo; desde salsa y cumbia, hasta rock, jazz e incluso country, sólo para conseguir un contrato", recordó Vázquez, quien tiene un título de contador y maneja los asuntos empresariales de la banda.
Pero en 2000 se mudaron a Nueva York y firmaron un contrato para grabar un CD de salsa, sólo para ver que el proyecto era archivado conforme se aceleraba el auge del reggaetón, lo cual condujo a la solicitud, pronto aceptada, de ser liberados de su contrato.
"Nos cansamos del tipo de reglas que nos eran impuestas porque éramos salseros", dijo Silva, quien tiene un título en psicología y ha trabajado en investigación sobre cáncer en el Hospital Monte Sinaí.
Comercialmente, en cambio, el camino que la banda ha elegido va cuesta arriba.
"En radio latina en Estados Unidos, el mercado para lo que hacen es prácticamente inexistente, extinto", dijo Sergio George, productor y arreglista mejor conocido por su trabajo con Marc Anthony y otros artistas salseros románticos. "Esta es una banda que sin duda puede tener éxito en festivales en Europa, porque una gran comunidad apoya ese tipo de cosas ahí. Pero en Estados Unidos, es una marcha difícil".
La generación mayor y más establecida de músicos y promotores de salsa parece tener una actitud ambivalente sobre el grupo. Rafael Ithier, líder de El Gran Combo de Puerto Rico, quizás la banda en activo más popular y respetada del género, ha surgido como un mecenas, llegando al grado de hacer un llamado para que los fanáticos de la salsa "apoyen a los muchachos de La Excelencia".
Pero los dueños de clubes neoyorquinos a menudo se quejan de la insistencia de la banda de usar zapatos de deporte y ropa de calle en el escenario.
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