23 jul 2010

El Dia de mi Suerte

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Se me estaba pasando…. Esto salió en El Comercio del pasado miércoles.

Fuente: El Comercio, Perú

Por: Enrique Planas

CON EL OÍDO PUESTO EN LOS TEMAS DE LA SALSA DURA, ALFONSO SANTISTEVAN ESCRIBE Y DIRIGE “LA PUERTA DEL CIELO”. LA OBRA NOS HACE PREGUNTARNOS CUÁNTO HA CAMBIADO NUESTRO PAÍS EN LOS ÚLTIMOS 35 AÑOS

La salsa como símbolo de una época. Son los años setenta, y por la radio se escucha a Héctor Lavoe, a Willie Colón, a la señora Celia Cruz. Entonces la salsa nos hablaba de personajes urbanos, de problemas sociales, de sueños. Filosofía popular para latinos pobres que hablaba del perdón, de la honestidad, de la solidaridad.

Para la época, la salsa no solo era un fenómeno musical. Como señala el dramaturgo Alfonso Santistevan, era la gran oportunidad para los pequeños burgueses de la universidad, aquellos jóvenes que querían cambiar el mundo, de formar parte del pueblo. “Era la puerta del cielo para nosotros. Ir a bailar a los salsódromos y a las fiestas populares era la manera de desclasarse y participar en esa especie de revolución cultural”, recuerda.

Con el oído atento a los clásicos de la salsa dura, Santistevan escribe y dirige “La puerta del cielo”, obra en la que no solo recoge la filosofía del barrio sino que hace un balance de aquella generación de izquierdas a la que él perteneció. El reconocido autor teatral nos cuenta la historia de Javier (Alberto Ísola), un antropólogo que tras residir mucho tiempo en el extranjero regresa al Perú con la necesidad de recuperar los únicos momentos de su vida en los que él cree haber sido feliz.

Es por ello que, luego de 35 años de ausencia, visita a Rosa (Alicia Olivares) y a Manuel (Humberto Cavero), vecinos de La Victoria a quienes conoció cuando era joven y a quienes acompañó en aquellos años de revolución militar, bailes caribeños y la violencia callejera vivida en Lima durante la huelga policial de febrero de 1975. Sin embargo, un reencuentro que pudo ser memorable no es más que una oportunidad para compartir el olvido, la muerte, la frustración y el desencanto.

“La puerta del cielo” es una obra que apuesta por un discurso político, que no tiene miedo de sintonizar con preocupaciones sociales urgentes. Es por ello que conecta con el público de forma directa, inmediata. “Yo tengo un montón de preguntas sobre esta época que en la obra no intento responder sino plantear, explica Santistevan. La obra muestra nuestra profunda desconfianza en la política. En el Perú, todos entendemos la política como un mal necesario, no como una posibilidad real de cambio. [...] Los personajes de la obra encuentran en su intercambio una necesidad de volver a preguntarse qué es la moral. En qué lugar estás entre el bien y el mal”, afirma.

MÁS INFORMACIÓN

Lugar: Teatro La Plaza-ISIL dirección: Larcomar, Miraflores.

Temporada: De Jueves a martes, 8 p.m. Domingos 7 p.m. Del 22 de julio al 14 de setiembre.

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