
Los actores españoles Carlos Bardem, Yon González y Ana Duato fueron reconocidos la semana pasada en Nueva York por la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) durante la edición 42 de sus premios, cuya entrega se celebró en el teatro Kaufman en Manhattan.
Bardem fue reconocido como mejor coactuación masculina por el filme "Celda 21", dirigido por Daniel Monzón, en el que da vida a "Apache", un preso colombiano.
Por su parte, Yon González recibió de la ACE el premio como Revelación del Año por su papel de Iván en la teleserie "El internado", de Antena 3.
Ana Duato, quien no pudo asistir a la ceremonia celebrada en Nueva York, fue reconocida como la Personalidad Femenina del Año por su papel en la serie de TVE "Cuéntame cómo pasó".
La Asociación de Cronistas del Espectáculo dedicó además el Premio Extraordinario por Distinción y Mérito al legendario músico dominicano Johnny Pacheco y a la veterana actriz cubana Silvia Brito.
Pacheco, uno de los fundadores de las legendarias Estrellas de Fania, recibió el premio de manos de la actriz y bailarina Yolanda Montes, conocida como "Tongolele" y Brito de las manos de la famosa actriz venezolana Lupita Ferrer.
A continuación una entrevista al maestro Pacheco, aparecida hoy en El Liberal de Popayán, Colombia
Por: Carlos Manrique. Fuente: El Liberal, Colombia.
Hablar de Johnny pacheco es hacer referencia a una leyenda viva de la cultura latinoamericana; es uno de los grandes de la salsa a nivel mundial. Ostenta el honorable titulo de ser el padre de la misma.
Johnny Pacheco es considerado como el hombre que le dio el rótulo de ‘Salsa’ al ritmo tropical que más representa a Latinoamérica en todo el mundo.
“Un día llegue a mi casa y me propusieron tocar acordeón en un grupo de merengue pagándome 95 dólares tres días incluyendo la comida. Guardé las herramientas de electrónica y nunca más las he sacado”.
Antes de Pacheco solo existían algunos ritmos caribeños que luego se fusionaron para formar el que es hoy día el ritmo más representativo de América Latina, pues es bien cierto que no hay rincón alguno del continente y muy pocos en el mundo o ciudadano alguno del planeta Tierra que no se halla dejado llevar por la tentación de una buena pieza salsera.
Siguiendo con este juego de probabilidades, estoy seguro que quienes lean estas líneas habrán escuchado alguna vez de un grupo llamado FANIA, un nombre que ha perdurado a través de varias décadas en el corazón de todo el pueblo americano. Es posiblemente junto a la Sonora Matancera, el grupo más representativo del continente, de donde salieron figuras como Hector Lavoe, Cheo Feliciano y Willie Colon entre otros.
Tuve la fortuna de encontrarme con el maestro Pacheco en Barranquilla. Debo advertir que el siguiente texto hace parte de algunas conversaciones privadas que sostuve con él y de las cuales tome algunos apartes que consideré pueden ser del agrado de todos, ofreciendo de antemano mis sinceras disculpas si por algún motivo ha fallado el calculo de este aprendiz de periodista, que en tal caso para pasar el mal rato de leer esta entrevista, puede usted escuchar una buena selección de salsa.
Carlos Manrique: Barranquilla, ciudad a la que le damos la bienvenida, ha sido por muchos años sinónimo de ritmo y alegría que es lo que ha pregonado usted durante varias décadas.
Johnny Pacheco: Muchas Gracias muchacho, estoy bastante contento de regresar después de tantos años de ausencia a una ciudad que llevo en mi corazón.
CM: Tengo entendido que su gusto musical es hereditario pues su padre tenía una orquesta en Republica Dominicana y fue el quien lo orientó en el mundo de los pentagramas
JP: Si, mi padre tenía una orquesta merengue llamada ‘Santa Cecilia’. Yo soy el menor de mis hermanos y desde pequeño me gustó la música y siempre he sido afinado para tocar los instrumentos. Uno de mis hermanos también le gustaba la música pero carecía de afinación.
CM: ¿Que instrumento toco por primera vez Johnny Pacheco?
JP: Tenía siete años en Santiago (Republica Dominicana) cuando mi padre me regaló una armónica, recuerdo que lo primero que toque fue ‘Compadre Juan un merengue’.
CM: ¿Qué escuchaba usted durante su etapa en Republica Dominicana?
JP: La primera banda que escuche se llamaba ARCANO Y SUS MARAVILLAS, yo tenía una radio donde mi madre también escuchaba sus radionovelas y yo la utilizaba para escuchar la música cubana que era bastante popular en Republica Dominicana durante esa época. También escuchaba la ‘Charanga de Chapotín’ y años mas tarde la Orquesta ‘Aragón’ de Cuba.
CM: ¿Por qué se va la Familia Pacheco a Nueva York?
JP: La orquesta de mi padre era la mejor del país y tocaba en las fiestas del presidente Trujillo. En alguna ocasión ese mandatario quiso cambiar el nombre de la orquesta y mi padre se negó hasta llegar a discutir fuertemente con él; días más tarde le dijeron a mi padre que lo mejor era irse porque la situación no estaba bien.
Sus inicios
CM: Tengo entendido que inicialmente no se dedicó a la música sino a la ingeniería electrónica, ¿es cierto maestro?
JP: Siempre me ha gustado la electricidad. Me gradué con honores pero solo conseguía trabajos donde me pagaban 35 dólares por semana. Un día llegue a mi casa y me propusieron tocar acordeón en un grupo de merengue pagándome 95 dólares tres días incluyendo la comida. Guardé las herramientas y nunca más las he sacado.
CM: ¿Es verdad que también fabricaba instrumentos?
JP: Yo hacia tumbadoras con un pegamento especial que tenía, utilizando una madera traída de México, también hice campanas usando metal de avión.
Llega la Fania
CM: ¿Cómo Comenzó la Fania?
JP: Yo tocaba los fines de semana en el ‘Trittons’ y los dueños querían que yo tocara un día más también. Les dije a Barry Rogers, Chombo Silva, Kako, Charlie y Bobby Rodríguez que hiciéremos un grupo, ellos me dijeron que sí y comenzamos a tocar. Nos subimos a la tarima e improvisamos y la gente se volvía loca escuchándonos, no iban a bailar sino a escucharnos tocar.
CM: ¿Cómo se vincula con Jerry Masucci, formando ese sello legendario de Fania Records?
JP: Jerry era mi gran amigo desde años atrás e iba a escucharme tocar en el ‘Trittons’. Antes de la revolución él viajaba a Cuba y me traía discos. Un día le dije que necesitaría alguien que me ayudara con los documentos mientras yo me dedicaba a hacer música, así comenzó nuestra unión laboral.
CM: Pero entiendo que en esa unión usted puso de su parte
SI claro, debo decirte que por esos días yo estaba bastante molesto con la compañía disquera para la que trabajaba (Al Santiago) porque no querían pagarme las regalías y por eso decidí abrir mi propia compañía.
CM: ¿Por que le coloco Fania?
JP: Fania Funche era un grupo llamado como una familia, lo que yo buscaba era formar una familia. Además de ser un nombre comercial.
CM: Dígame, ¿Es cierto qué no tenían una sede permanente?
JP: No teníamos oficina, yo tenía un Mercedes y colocábamos los discos en una empresa de electrónica de mi hermano. Nuestra oficina era en el centro de la ciudad pero en realidad era la oficina donde Jerry trabajaba para un abogado y donde recibía los pedidos para los discos. Luego nos veíamos en el Bronx y él entraba al auto para repartir los discos martes y jueves, a mí me correspondía lunes, miércoles y viernes. Yo manejaba por todos lados durante casi tres años hasta que nos ubicamos en el 850 de la Séptima Avenida y luego al 888.
Memorable
CM: ¿Qué recuerda de su primer concierto en el Yankee Stadium?
JP: Habíamos alquilado el lugar por casi 70 mil dólares la noche, nuestros amigos decían que estábamos locos y que no lograríamos recuperar el dinero que habíamos invertido. Hasta el último momento yo tenía la preocupación de que la gente asistiera al evento. En la noche cuando salimos a cantar todo estaba completamente lleno y había superado las expectativas que nos habíamos propuesto. De ahí nació la canción ‘Mi gente’ que inmortalizo Hector Lavoe. “Los llamé, no me preguntaron donde orgullo siento de ustedes mi gente siempre responde. Vinieron todos para oírme guarachar pero como soy de ustedes los invitare a cantar” (Canta).
CM: ¿Qué me puede decir de la visita al África?
JP: Habíamos tocado durante varias semanas sin parar por América Latina y Europa. Llegamos a Zaire muy cansados del vuelo aunque con mucho optimismo por lo que podíamos hacer en África, recuerdo que Hector bromeaba un poco en el avión. La respuesta de los africanos fue maravillosa y aunque no sabían que estábamos cantando se movían y estaban como locos durante el concierto. Al final tuvimos que salir escoltados porque la gente era demasiada y todos querían saludarnos.
CM: En el teatro pude ver el gran complemento entre usted y el maestro Roberto Roena (presentación en Barranquilla). Es increíble como después de tantos años uno puede percibir la armonía en el escenario ¿cómo una familia, no maestro?
JP: La Fania siempre fue una familia, Gracias a Dios esa era una de mis metas y lo logré. Lo que viste con Roberto es la prueba que las malas costumbres no se pierden aunque pueden disimularse muy bien.
CM: Muchas Gracias Maestro, ha sido no solamente un placer sino una grata experiencia haber compartido con usted.
JP: Con gusto muchacho. Ya sabe que son Dos de café y una de azúcar.
WILLIE COLON Y HECTOR LAVOE
CM: ¿Como conoció a Willie Colon?
JP: Quien descubrió a Willie fue al Santiago, el comenzó un álbum pero no tenía dinero. Jerry consiguió traerlo a Fania mediante un arreglo. Sucedió que el muchacho que debía cantar con Willie falleció de leucemia entonces Hector Lavoe quería ingresar al grupo pero ya teníamos a Pete ‘El Conde’ Rodríguez. Le dije a Hector que nos acompañara en algunas presentaciones. Después arregle la percusión de ‘Che Che cole’, esos dos (Willie y él) eran una bomba.
CM: A propósito de Hector Lavoe ¿Considera usted qué era él la estrella de la Fania?
JP: Era el ultimo del número, la gente no bailaba sino que se acercaba para verlo cantar. Hector tenía un carisma único. Recuerdo en África todos los negritos saltando y moviéndose con las letras que no entendían pero que sentían por el ritmo.
LLEGA CELIA CRUZ
CM: ¿Cuándo y por qué decide vincular a Celia Cruz?
JP: Yo había escuchado y admirado a Celia desde que estaba en la Sonora Matancera. Jerry la buscó porque ella estaba sin hacer nada y su única condición para aceptar fue que la única persona que la acompañara fuera yo. Confieso que fue un sueño hecho realidad pues siempre había querido grabar con ella.
LO PERSONAL
CM: ¿Cómo se inspira Johnny Pacheco?
JP: Me inspiro en algo que vea. Escribo primero la letra y luego le pongo la música; la inspiración me llega de repente a veces me levantó de la cama y le digo a mi mujer que no me interrumpa me voy a mi oficina y empiezo a escribir.
CM: ¿Cuál de esas canciones suyas es su favorita?
JP: Una que se llama ‘Acuyuyé’, que quiere decir alegría en Africano.
CM: ¿Maestro en la conversación que sostuvimos he notado que usted es bastante cercano a Dios o me equivoco en esta apreciación?
JP: Esta es una carrera muy solitaria, uno termina de cantarle a miles de personas y regresa al cuarto lleno de melancolías y temores. Mi salud ha estado un poco venida a menos últimamente y el señor me ha dado la fortaleza para seguir adelante y no sentirme derrotado.
SALSA, CONCEPTO LATINO