También el sábado 27 en Puerto Rico: Rubén Blades
Fuente: Primera Hora, Puerto Rico. Por: Ana Enid López Rodríguez
Tras cinco años dedicado al servicio público en su natal Panamá, Rubén Blades se encontró con un panorama muy diferente dentro de la industria del entretenimiento al retomar su carrera musical el año pasado e iniciar su gira Todos vuelven junto a la banda Seis del Solar, en el marco del 25 aniversario del lanzamiento del disco Buscando América.
“Lo que más nos ha impactado es la piratería, pero es interesante ver cómo los artistas seguimos sufriendo, porque antes nos explotaban las disqueras y ahora la gente se roba los discos por Internet”, comentó el cantautor en entrevista telefónica desde Nueva York, adonde se mudó recientemente para ayudar a cuidar a los padres de su esposa.
El artista confesó que ha sido difícil volver a adaptarse al ajetreo que implica una gira.
“El que trabaja en Dunkin Donuts no come donas”, compara. “La verdad es que las giras nunca son fáciles, y cuando uno viene de una situación de más silencio, el volver a esta corredera es más difícil. Pero todos estamos sumamente agradecidos de la oportunidad de trabajo, sobre todo en estos tiempos tan difíciles. El que a nuestra edad (61 años) y después de haber estado fuera por tanto tiempo podamos recibir a 35 mil personas en un show es algo extraordinario”.
Ese respaldo del público es el que le renueva las energías.
“Las reacciones de la gente en nuestras presentaciones son tan frescas como las que veíamos hace 26 años cuando empezamos. Eso quiere decir que lo que se escribió entonces de una forma muy honesta sigue teniendo vigencia”, expresó.
Sobre su concierto en el Coliseo de Puerto Rico el próximo 27 de febrero, Rubén adelantó que el espectáculo será similar al que presentó en agosto, pero con una evolución notable.
“Estamos trabajando con los mismos parámetros de calidad y contenido, porque esta producción está sujeta a un libreto, cosa que nunca antes había hecho. Pero después de 14 conciertos la banda está más acoplada y el argumento de la presentación se nos hace más natural, porque ya se vencieron los nervios y las dificultades iniciales”.
El artista advirtió a su fanaticada boricua que el día del concierto será la última oportunidad para que adquieran el disco Cantares del subdesarrollo, que dedicó a Puerto Rico, el cual retirará del mercado tras seis meses de su lanzamiento.
Blades concluirá su gira en mayo para dar paso a su carrera actoral, pues tiene sobre la mesa dos propuestas fílmicas: un drama en inglés junto a Andy García y un musical en español del que aún no puede ofrecer detalles, pero representaría su debut en este género en la pantalla grande.

“Lo que más nos ha impactado es la piratería, pero es interesante ver cómo los artistas seguimos sufriendo, porque antes nos explotaban las disqueras y ahora la gente se roba los discos por Internet”, comentó el cantautor en entrevista telefónica desde Nueva York, adonde se mudó recientemente para ayudar a cuidar a los padres de su esposa.
El artista confesó que ha sido difícil volver a adaptarse al ajetreo que implica una gira.
“El que trabaja en Dunkin Donuts no come donas”, compara. “La verdad es que las giras nunca son fáciles, y cuando uno viene de una situación de más silencio, el volver a esta corredera es más difícil. Pero todos estamos sumamente agradecidos de la oportunidad de trabajo, sobre todo en estos tiempos tan difíciles. El que a nuestra edad (61 años) y después de haber estado fuera por tanto tiempo podamos recibir a 35 mil personas en un show es algo extraordinario”.
Ese respaldo del público es el que le renueva las energías.
“Las reacciones de la gente en nuestras presentaciones son tan frescas como las que veíamos hace 26 años cuando empezamos. Eso quiere decir que lo que se escribió entonces de una forma muy honesta sigue teniendo vigencia”, expresó.
Sobre su concierto en el Coliseo de Puerto Rico el próximo 27 de febrero, Rubén adelantó que el espectáculo será similar al que presentó en agosto, pero con una evolución notable.
“Estamos trabajando con los mismos parámetros de calidad y contenido, porque esta producción está sujeta a un libreto, cosa que nunca antes había hecho. Pero después de 14 conciertos la banda está más acoplada y el argumento de la presentación se nos hace más natural, porque ya se vencieron los nervios y las dificultades iniciales”.
El artista advirtió a su fanaticada boricua que el día del concierto será la última oportunidad para que adquieran el disco Cantares del subdesarrollo, que dedicó a Puerto Rico, el cual retirará del mercado tras seis meses de su lanzamiento.
Blades concluirá su gira en mayo para dar paso a su carrera actoral, pues tiene sobre la mesa dos propuestas fílmicas: un drama en inglés junto a Andy García y un musical en español del que aún no puede ofrecer detalles, pero representaría su debut en este género en la pantalla grande.
Fuente: El Nuevo Dïa, Puerto Rico. Por Fernando Ribas Reyes
Rubén Blades nunca creyó que tendría su lugar guardado en la música.
“Es que uno nunca sabe lo que va a pasar. Uno no puede llegar creyendo que le agrada a la gente”, dijo quien a pesar de haber recibido aquí el castigo de un abucheo, parece tener eternamente cautivo al público boricua.
Blades se presenta en Puerto Rico el 27 de febrero junto a Seis de Solar nuevamente. No se han completado cuatro meses desde su última presentación aquí en el mismo escenario (Coliseo José Miguel Agrelot) con el mismo conjunto y el mismo disco.
Y aunque fue exitosa en críticas favorables y ventas taquilleras su última presentación, además de que su promotor Ariel Rivas le ha comunicado que hay aquí hambre de volverle a escuchar, Blades dijo, como al principio, que no puede dar por hecho nada.
Sondeo
“El lugar de uno, físico o espiritual, nunca te lo guardan. Por eso trabajo con honestidad y gracias a que trabajo así recibo honestidad de vuelta”, dijo.
Tampoco que esa pregunta existencial fuera su principal preocupación desde su regreso a la música luego de haber dedicado cinco años corridos a su país como funcionario público como Ministro de Turismo.
Después de todo, Blades es una leyenda viviente de la salsa.
Su principal duda, con la que ya saldó cuentas, era su condición musical.
“Cómo me iba a ir en un concierto de dos horas y pico. Eso, gracias a Dios, ya lo solucioné en los primeros conciertos. Estoy cómodo. Me siento bien. Estoy saludable. El grupo está tocando bien. Acoplado. Mejor que antes”, dijo el cantante de 61 años.
Blades bromeó que gracias al Himno Nacional de Panamá mantuvo alguna condición musical durante sus años como Ministro de Turismo y aseguró que nunca tuvo una guitarra en su casa mientras exponía a Panamá al turismo internacional.
Durante su “retiro”, sí se sabe que agarró y sacudió en ocasiones sus maracas, como hizo aquí en La Perla el año pasado junto a Calle 13. Tampoco ocultó que en ocasiones se sentó a escribir ideas que le venían a la mente.
“No podía estar en la misa y en la procesión al mismo tiempo. Me dediqué al servicio de mi país”, dijo.
Pero no bromeó al decir que notó a una industria musical más degenerada que cuando hizo el paréntesis hace cinco años.
Dijo que el tema de la degeneración pasa de las casas disqueras que hieren al mú sico, de las regalías que son “prácticamente nulas”, hasta convertirse la música en un “bazar en donde las cosas se las regalan a los que ni escribieron, ni cantaron ni tocaron”.
“Sobrevivimos de los espectáculos porque no nos han clonado todavía. Por ahí vendrá un tipo que lo haga”, agregó.
A pesar de su disgusto con la industria, Blades cree aún que la política es la solución para mejorar los pueblos. Irónicamente, muchos piensan de la política lo mismo que él cree de la industria musical: que está desprestigiada.
Aún así, tras cinco años como político, Blades está convencido de que con honestidad y voluntad sí se puede convencer al ciudadano de creer en la política.
“Se lo digo a todo el mundo: salí de mi puesto con la confianza de que sí se puede”, dijo el cantante residente en Nueva York.
Rubén Blades nunca creyó que tendría su lugar guardado en la música.
“Es que uno nunca sabe lo que va a pasar. Uno no puede llegar creyendo que le agrada a la gente”, dijo quien a pesar de haber recibido aquí el castigo de un abucheo, parece tener eternamente cautivo al público boricua.
Blades se presenta en Puerto Rico el 27 de febrero junto a Seis de Solar nuevamente. No se han completado cuatro meses desde su última presentación aquí en el mismo escenario (Coliseo José Miguel Agrelot) con el mismo conjunto y el mismo disco.
Y aunque fue exitosa en críticas favorables y ventas taquilleras su última presentación, además de que su promotor Ariel Rivas le ha comunicado que hay aquí hambre de volverle a escuchar, Blades dijo, como al principio, que no puede dar por hecho nada.
Sondeo
“El lugar de uno, físico o espiritual, nunca te lo guardan. Por eso trabajo con honestidad y gracias a que trabajo así recibo honestidad de vuelta”, dijo.
Tampoco que esa pregunta existencial fuera su principal preocupación desde su regreso a la música luego de haber dedicado cinco años corridos a su país como funcionario público como Ministro de Turismo.
Después de todo, Blades es una leyenda viviente de la salsa.
Su principal duda, con la que ya saldó cuentas, era su condición musical.
“Cómo me iba a ir en un concierto de dos horas y pico. Eso, gracias a Dios, ya lo solucioné en los primeros conciertos. Estoy cómodo. Me siento bien. Estoy saludable. El grupo está tocando bien. Acoplado. Mejor que antes”, dijo el cantante de 61 años.
Blades bromeó que gracias al Himno Nacional de Panamá mantuvo alguna condición musical durante sus años como Ministro de Turismo y aseguró que nunca tuvo una guitarra en su casa mientras exponía a Panamá al turismo internacional.
Durante su “retiro”, sí se sabe que agarró y sacudió en ocasiones sus maracas, como hizo aquí en La Perla el año pasado junto a Calle 13. Tampoco ocultó que en ocasiones se sentó a escribir ideas que le venían a la mente.
“No podía estar en la misa y en la procesión al mismo tiempo. Me dediqué al servicio de mi país”, dijo.
Pero no bromeó al decir que notó a una industria musical más degenerada que cuando hizo el paréntesis hace cinco años.
Dijo que el tema de la degeneración pasa de las casas disqueras que hieren al mú sico, de las regalías que son “prácticamente nulas”, hasta convertirse la música en un “bazar en donde las cosas se las regalan a los que ni escribieron, ni cantaron ni tocaron”.
“Sobrevivimos de los espectáculos porque no nos han clonado todavía. Por ahí vendrá un tipo que lo haga”, agregó.
A pesar de su disgusto con la industria, Blades cree aún que la política es la solución para mejorar los pueblos. Irónicamente, muchos piensan de la política lo mismo que él cree de la industria musical: que está desprestigiada.
Aún así, tras cinco años como político, Blades está convencido de que con honestidad y voluntad sí se puede convencer al ciudadano de creer en la política.
“Se lo digo a todo el mundo: salí de mi puesto con la confianza de que sí se puede”, dijo el cantante residente en Nueva York.
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