Manolito Simonet: "No es fácil ser solista en Cuba"
Fuente: Cuba en Noticias. Por: Mayra García Cardentey
Manolito Simonet estremece los cimientos de cualquier lugar donde se presente para no dejar duda alguna de la valía en las orquestas de música popular en Cuba. Ahora trajo hasta el terruño vueltabajero a "su Trabuco", para no solo compartir más de dos horas en exclusivo concierto sino, además, conversar sobre algunos aspectos que determinan en la actualidad el curso de la música en nuestro país.
Con quince años como director de su propia agrupación, pilar fundamental del quehacer del género en la Isla, Simonet se convierte en voz institucional para debatir temas cruciales que atraviesan la música cubana por estos días.
En la actualidad se observa una proliferación de grupos "inventados", que emergen en la palestra nacional y a más de uno le hace pensar que "aquí cualquiera canta y arma un conjuntico"…
"Tener una orquesta no significa necesariamente calidad. Hay grupos malos y buenos, pero realmente el público cubano tiene la sabiduría de determinar la aptitud de cada uno; en esta era ya no se puede engañar a la gente. Lo que yo hago, la música popular bailable, representativa de Cuba, no tiene espacio para músicos malos."
¿En qué radica la esencia de identificarse con un estilo autóctono en una época permeada por la proliferación de entregas discográficas de baja calidad estética y alto nivel mercantil y propagandístico?
"En escuchar las raíces de la música cubana y aprender a interpretarlas, en tener en cuenta los diferentes estilos porque si observas uno solo y lo imitas no se logra nunca tener una identidad propia. La mezcla de varias cosas es la que hace que uno pueda crear una pieza, un identidad y esa gama está precisamente en la música antológica de nuestro país."
Ante el aumento de la piratería y el elevado precio de los discos originales, las agrupaciones de música popular adquieren nuevas y retadoras metas. ¿Se convierte el escenario en lugar predilecto para la demostración de la valía de una orquesta y la complacencia y seguimiento de un público que espera más que el producto empaquetado y masterizado por una empresa disquera?
"Lo más importante es llevar al disco lo que uno puede hacer en vivo para que después no te quedes por debajo de las expectativas, que la gente reciba en vivo mucho más de lo que hacemos en el disco.
"La música cubana tiene eso, a diferencia de otras que graban y luego suenan exactamente igual en un concierto. Ellos no hacen una nota más, mientras que nosotros improvisamos, ponemos más de lo que hacemos en el disco y eso enriquece el espectáculo".
Aunque muchas agrupaciones trasmitan bombos y platillos sobre sus recientes giras por el extranjero, lo cierto es que la escasa promoción de las orquestas cubanas en el exterior constituye un aspecto que atenta contra la actuación y divulgación de las mismas, que en no pocas ocasiones terminan cantando la "Guantanamera" o temas antológicos del repertorio cubano en bares y centros nocturnos, en detrimento de la producción propia… ¿Cuánto cuesta crear un público para un conjunto cubano en el exterior?
"Es muy difícil hacerse sentir, no existe ninguna televisora internacional que promueva la música cubana y mucho menos la radio. Siempre existen algunos amigos (disjockey, directores de academia de baile) y distribuidores de discos (Lusáfrica, Eurotropical y otras), que nunca han querido separarse de la música cubana, y a pesar de buscarse muchos problemas han defendido nuestro trabajo.
"Eso ha servido como un mecanismo de promoción para nuestra música, pero las multinacionales nunca se han preocupado por lo que se hace en Cuba".
De aquí se impone una interrogante sobre la pertinencia y prosperidad de una carrera en solitario de los cantantes cubanos, en boga por estos tiempos…
"Cuba no es un país de solistas. Aquí hay muchos cantantes que quieren hacer lo que hace Luis Fonsi, Luis Miguel, pero no somos un país de ese tipo de música. Somos un país de música popular cubana que puede funcionar con cualquier tipo de ritmo pero en primer lugar sobre las raíces autóctonas.
"Se puede hacer una carrera local dentro del país, pero no me parece que con los problemas que tenemos de promoción, que no contamos con el apoyo de multinacionales, alguien pueda hacer una carrera de solista haciendo baladas y competir con esos artistas respaldados por un grupo gigante de trabajo y varios millones de copias…, eso no es tan fácil."
En la actualidad, Manolito Simonet se encuentra ultimando detalles de dos discos: uno de latin jazz y otro de música popular cubana, que deben ser presentados para inicios de año. Para el primero cuenta con invitados como el laureado pianista Chucho Valdés, el saxofonista Germán Velásquez, entre otros importantes exponentes del género en el país; mientras que en el segundo fusionará temas con David Blanco.

Con quince años como director de su propia agrupación, pilar fundamental del quehacer del género en la Isla, Simonet se convierte en voz institucional para debatir temas cruciales que atraviesan la música cubana por estos días.
En la actualidad se observa una proliferación de grupos "inventados", que emergen en la palestra nacional y a más de uno le hace pensar que "aquí cualquiera canta y arma un conjuntico"…
"Tener una orquesta no significa necesariamente calidad. Hay grupos malos y buenos, pero realmente el público cubano tiene la sabiduría de determinar la aptitud de cada uno; en esta era ya no se puede engañar a la gente. Lo que yo hago, la música popular bailable, representativa de Cuba, no tiene espacio para músicos malos."
¿En qué radica la esencia de identificarse con un estilo autóctono en una época permeada por la proliferación de entregas discográficas de baja calidad estética y alto nivel mercantil y propagandístico?
"En escuchar las raíces de la música cubana y aprender a interpretarlas, en tener en cuenta los diferentes estilos porque si observas uno solo y lo imitas no se logra nunca tener una identidad propia. La mezcla de varias cosas es la que hace que uno pueda crear una pieza, un identidad y esa gama está precisamente en la música antológica de nuestro país."
Ante el aumento de la piratería y el elevado precio de los discos originales, las agrupaciones de música popular adquieren nuevas y retadoras metas. ¿Se convierte el escenario en lugar predilecto para la demostración de la valía de una orquesta y la complacencia y seguimiento de un público que espera más que el producto empaquetado y masterizado por una empresa disquera?
"Lo más importante es llevar al disco lo que uno puede hacer en vivo para que después no te quedes por debajo de las expectativas, que la gente reciba en vivo mucho más de lo que hacemos en el disco.
"La música cubana tiene eso, a diferencia de otras que graban y luego suenan exactamente igual en un concierto. Ellos no hacen una nota más, mientras que nosotros improvisamos, ponemos más de lo que hacemos en el disco y eso enriquece el espectáculo".
Aunque muchas agrupaciones trasmitan bombos y platillos sobre sus recientes giras por el extranjero, lo cierto es que la escasa promoción de las orquestas cubanas en el exterior constituye un aspecto que atenta contra la actuación y divulgación de las mismas, que en no pocas ocasiones terminan cantando la "Guantanamera" o temas antológicos del repertorio cubano en bares y centros nocturnos, en detrimento de la producción propia… ¿Cuánto cuesta crear un público para un conjunto cubano en el exterior?
"Es muy difícil hacerse sentir, no existe ninguna televisora internacional que promueva la música cubana y mucho menos la radio. Siempre existen algunos amigos (disjockey, directores de academia de baile) y distribuidores de discos (Lusáfrica, Eurotropical y otras), que nunca han querido separarse de la música cubana, y a pesar de buscarse muchos problemas han defendido nuestro trabajo.
"Eso ha servido como un mecanismo de promoción para nuestra música, pero las multinacionales nunca se han preocupado por lo que se hace en Cuba".
De aquí se impone una interrogante sobre la pertinencia y prosperidad de una carrera en solitario de los cantantes cubanos, en boga por estos tiempos…
"Cuba no es un país de solistas. Aquí hay muchos cantantes que quieren hacer lo que hace Luis Fonsi, Luis Miguel, pero no somos un país de ese tipo de música. Somos un país de música popular cubana que puede funcionar con cualquier tipo de ritmo pero en primer lugar sobre las raíces autóctonas.
"Se puede hacer una carrera local dentro del país, pero no me parece que con los problemas que tenemos de promoción, que no contamos con el apoyo de multinacionales, alguien pueda hacer una carrera de solista haciendo baladas y competir con esos artistas respaldados por un grupo gigante de trabajo y varios millones de copias…, eso no es tan fácil."
En la actualidad, Manolito Simonet se encuentra ultimando detalles de dos discos: uno de latin jazz y otro de música popular cubana, que deben ser presentados para inicios de año. Para el primero cuenta con invitados como el laureado pianista Chucho Valdés, el saxofonista Germán Velásquez, entre otros importantes exponentes del género en el país; mientras que en el segundo fusionará temas con David Blanco.
Comments (2)
4 de enero de 2010, 9:27
Manolito Simonet, irrumpe con su Trabuco en la década del 90 de pasado siglo, cuando precisamente el panorama de la música cubana estaba en plena ebullición y era tarea difícil la que se proponía este audaz músico, que logró imponerse en medio de tan compleja competencia y marcar la Distancia con su nueva sonoridad, para que lograra colocarse en la preferencia de un público ávido de la buena música; de modo que aplausos prolongados para Manolito y su Trabuco
4 de enero de 2010, 9:32
Manolito Simonet, irrumpe con su Trabuco en la década del 90 de pasado siglo, cuando precisamente el panorama de la música cubana estaba en plena ebullición y era tarea difícil la que se proponía este audaz músico, que logró imponerse en medio de tan compleja competencia y marcar la Distancia con su nueva sonoridad, para que lograra colocarse en la preferencia de un público ávido de la buena música; de modo que aplausos prolongados para Manolito y su Trabuco
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