Willie Colon: Prisionero del Mambo
Fuente: calibuenanota.com Por: Sergio Villamizar
Willie Colón tiene un sueño. Junto a su esposa quiere tomar su embarcación, en la cual ha viajado por Estados Unidos y Canadá, y darle la vuelta al mundo. Una tarea que, según sus cálculos, y sin afán alguno, le tomaría casi dos años de travesía, algo que pronto hará realidad.
El punto de partida será su natal Nueva York, y la fecha de salida, aunque no la tiene tan clara, podría ser a comienzos de 2011, cuando termine el tour mundial de 'El Malo II: Prisioneros del Mambo', nombre de su más reciente trabajo discográfico, el primero en estudio en los últimos diez años.
Por eso, se ha convertido en un suceso discográfico en el mundo de la salsa, el álbum más esperado en el género, al contar con varias particularidades. El primer volumen de 'El Malo' apareció en 1967, fue la ópera prima de Willie, que ya hacía parte de la Fania y era acompañado de Héctor Lavoe. Colón apenas cruzaba los 16 años de edad, pero ya demostraba todo su talento y versatilidad a la hora de hacer salsa brava.
Ahora, insinuando que puede ser su último trabajo discográfico en estudio, decidió retomar esos conceptos y crear 'El Malo II: Prisioneros del Mambo', un trabajo que tardó dos años en producir.
"Es la mejor manera de cerrar mi ciclo en la música", asegura Willie Colón, en entrevista telefónica desde Nueva York.
En los actuales tiempos que las baladas rítmicas marcan el camino en la salsa, Willie Colón toma otro camino, muy conocido por él, pues es uno de los creadores de la salsa brava, con una gran variedad de ritmos y temáticas.
No se limita. En el álbum aparece la bomba, la plena, incluso el mambo y hasta el reggaetón. En temáticas, 'El Malo II: Prisioneros del Mambo' cuenta con un discurso social en temas como 'Narcomula' y 'Suite magia blanca', reafirmando con temas como 'El brujo', 'Bongó' y 'Mucha leña pa’l fuego', su tesis de que: la bomba y la plena son la salsa de Borinquen.
Creando al malo
¿Cómo fue el desarrollo de este segundo volumen de 'El Malo'?
Fue una experiencia muy chévere, fue volver al estudio después de diez años, algo muy refrescante porque durante mucho tiempo estuve grabando hasta cinco álbumes en diez años. Esta vez me tomé mi tiempo, fueron dos años en terminarlo.
Después de diez años de no grabar, ¿le costó volver a tomar el ritmo en un estudio de grabación?
Sí, porque la tecnología todo lo ha cambiado. Ya nada se mueve en el estudio. Cuando grababa antes el ingeniero tenía que marcar las cintas con una crayola y cortarla con una navaja, lo que parecía un desastre porque se la pasaba con las cintas por el cuello buscando dónde cortar. Era como una artesanía que ya no existe, ahora todo es como el procesador de palabras de un computador.
¿Le generó nostalgia de la forma de grabar antes?
Seguro. Me hicieron falta los sonidos, las técnicas, incluso los olores, porque la cinta gruesa de dos pulgadas olía a palomitas de maíz.
¿Cómo surge la idea de hacer el segundo volumen de 'El Malo'?
Estuve pensando que a lo mejor este podría ser mi último álbum y podría cerrar el ciclo. Estamos en un tiempo similar, porque cuando grabé 'El Malo I', el boogaloo estaba muy fuerte e hice un experimento con él, lo cual marcó mi estilo. Hoy en día lo hice con el reggaetón. Darme la libertad de poder hacer cualquier cosa. Para ello necesitaba estar lejos de los grandes sellos, no tener jefes y así hacer cosas como canciones de más de ocho minutos, que hoy en día no es posible por el formato de las emisoras, no los aceptan como lo hacíamos antes. En 'El Malo II' tenemos canciones hasta de 13 minutos.
Narrativa propia
Las letras de las canciones son verdaderas crónicas urbanas…
Me encantan las historias dentro de las canciones. Muchas de las canciones que han tenido éxito han tenido una sólida narrativa, como 'Pedro Navaja' con Rubén Blades, 'Juanito Alimaña' con Héctor Lavoe, además de 'El Gran Varón'. Este disco va por esta línea.
¿Ve en el panorama actual de la salsa artistas que sigan haciendo canciones con esta narrativa?
Es difícil poder saber eso, porque hoy en día las disqueras tienen tanto control sobre los artistas que hay un nivel de censura y no tienen la soltura para hacer lo que realmente quieren hacer.
No sé quiénes están inclinados a hacer este tipo de narrativas, porque las disqueras son fábricas de hacer salsa, se concentran más en la cantidad de productos y no la calidad.
¿'El Malo II' saldrá de gira?
Estamos en eso, negociando una gira para Colombia en diciembre, para estar por todo el país. Tenemos muchas ganas de presentar esta música en vivo, en especial números como 'Suite Magia blanca' en la que hay mucha soltura y solos de músicos que se pueden destacar mucho.
¿De qué depende que este álbum sea el último de su carrera artística?
Yo no voy a durar para siempre y no puedo esperar más para sacar otro disco, no sé si estaré. Todo depende si llega la musa y están las ganas de hacerlo. Yo me desahogué bastante en esta producción para poder estar contento si es el último. No digo que no voy volver a grabar porque uno nunca sabe eso, pero sí quería hacer un álbum pensando que si es el último, estuviera contento con este cierre.
¿Y qué planes tiene para el retiro?
Me gustaría tomarme unos años de retiro, me encanta la navegación. Este verano, algo que no acostumbro, me tomé dos semanas y le dije a la Doña (su esposa), 'vámonos' y subimos por el río Hudson hasta el fin del río llegando a Canadá. Es muy chévere. Desde los 13 años estoy tocando en bailes y quisiera tomarme dos años sin hacer nada.
¿Cómo va el proyecto del libro?
Quiero hacer un libro y esas cosas necesitan de una musa propia. Es una autobiografía, pero empezando por mis antepasados, antes de la llegada de mi familia en Nueva York, en Puerto Rico con los españoles allí. Tengo ya 200 páginas y creo que en un año lo tendré.
Willie Colón tiene un sueño. Junto a su esposa quiere tomar su embarcación, en la cual ha viajado por Estados Unidos y Canadá, y darle la vuelta al mundo. Una tarea que, según sus cálculos, y sin afán alguno, le tomaría casi dos años de travesía, algo que pronto hará realidad.

Por eso, se ha convertido en un suceso discográfico en el mundo de la salsa, el álbum más esperado en el género, al contar con varias particularidades. El primer volumen de 'El Malo' apareció en 1967, fue la ópera prima de Willie, que ya hacía parte de la Fania y era acompañado de Héctor Lavoe. Colón apenas cruzaba los 16 años de edad, pero ya demostraba todo su talento y versatilidad a la hora de hacer salsa brava.
Ahora, insinuando que puede ser su último trabajo discográfico en estudio, decidió retomar esos conceptos y crear 'El Malo II: Prisioneros del Mambo', un trabajo que tardó dos años en producir.
"Es la mejor manera de cerrar mi ciclo en la música", asegura Willie Colón, en entrevista telefónica desde Nueva York.
En los actuales tiempos que las baladas rítmicas marcan el camino en la salsa, Willie Colón toma otro camino, muy conocido por él, pues es uno de los creadores de la salsa brava, con una gran variedad de ritmos y temáticas.
No se limita. En el álbum aparece la bomba, la plena, incluso el mambo y hasta el reggaetón. En temáticas, 'El Malo II: Prisioneros del Mambo' cuenta con un discurso social en temas como 'Narcomula' y 'Suite magia blanca', reafirmando con temas como 'El brujo', 'Bongó' y 'Mucha leña pa’l fuego', su tesis de que: la bomba y la plena son la salsa de Borinquen.
Creando al malo
¿Cómo fue el desarrollo de este segundo volumen de 'El Malo'?
Fue una experiencia muy chévere, fue volver al estudio después de diez años, algo muy refrescante porque durante mucho tiempo estuve grabando hasta cinco álbumes en diez años. Esta vez me tomé mi tiempo, fueron dos años en terminarlo.
Después de diez años de no grabar, ¿le costó volver a tomar el ritmo en un estudio de grabación?
Sí, porque la tecnología todo lo ha cambiado. Ya nada se mueve en el estudio. Cuando grababa antes el ingeniero tenía que marcar las cintas con una crayola y cortarla con una navaja, lo que parecía un desastre porque se la pasaba con las cintas por el cuello buscando dónde cortar. Era como una artesanía que ya no existe, ahora todo es como el procesador de palabras de un computador.
¿Le generó nostalgia de la forma de grabar antes?
Seguro. Me hicieron falta los sonidos, las técnicas, incluso los olores, porque la cinta gruesa de dos pulgadas olía a palomitas de maíz.
¿Cómo surge la idea de hacer el segundo volumen de 'El Malo'?
Estuve pensando que a lo mejor este podría ser mi último álbum y podría cerrar el ciclo. Estamos en un tiempo similar, porque cuando grabé 'El Malo I', el boogaloo estaba muy fuerte e hice un experimento con él, lo cual marcó mi estilo. Hoy en día lo hice con el reggaetón. Darme la libertad de poder hacer cualquier cosa. Para ello necesitaba estar lejos de los grandes sellos, no tener jefes y así hacer cosas como canciones de más de ocho minutos, que hoy en día no es posible por el formato de las emisoras, no los aceptan como lo hacíamos antes. En 'El Malo II' tenemos canciones hasta de 13 minutos.
Narrativa propia
Las letras de las canciones son verdaderas crónicas urbanas…
Me encantan las historias dentro de las canciones. Muchas de las canciones que han tenido éxito han tenido una sólida narrativa, como 'Pedro Navaja' con Rubén Blades, 'Juanito Alimaña' con Héctor Lavoe, además de 'El Gran Varón'. Este disco va por esta línea.
¿Ve en el panorama actual de la salsa artistas que sigan haciendo canciones con esta narrativa?
Es difícil poder saber eso, porque hoy en día las disqueras tienen tanto control sobre los artistas que hay un nivel de censura y no tienen la soltura para hacer lo que realmente quieren hacer.
No sé quiénes están inclinados a hacer este tipo de narrativas, porque las disqueras son fábricas de hacer salsa, se concentran más en la cantidad de productos y no la calidad.
¿'El Malo II' saldrá de gira?
Estamos en eso, negociando una gira para Colombia en diciembre, para estar por todo el país. Tenemos muchas ganas de presentar esta música en vivo, en especial números como 'Suite Magia blanca' en la que hay mucha soltura y solos de músicos que se pueden destacar mucho.
¿De qué depende que este álbum sea el último de su carrera artística?
Yo no voy a durar para siempre y no puedo esperar más para sacar otro disco, no sé si estaré. Todo depende si llega la musa y están las ganas de hacerlo. Yo me desahogué bastante en esta producción para poder estar contento si es el último. No digo que no voy volver a grabar porque uno nunca sabe eso, pero sí quería hacer un álbum pensando que si es el último, estuviera contento con este cierre.
¿Y qué planes tiene para el retiro?
Me gustaría tomarme unos años de retiro, me encanta la navegación. Este verano, algo que no acostumbro, me tomé dos semanas y le dije a la Doña (su esposa), 'vámonos' y subimos por el río Hudson hasta el fin del río llegando a Canadá. Es muy chévere. Desde los 13 años estoy tocando en bailes y quisiera tomarme dos años sin hacer nada.
¿Cómo va el proyecto del libro?
Quiero hacer un libro y esas cosas necesitan de una musa propia. Es una autobiografía, pero empezando por mis antepasados, antes de la llegada de mi familia en Nueva York, en Puerto Rico con los españoles allí. Tengo ya 200 páginas y creo que en un año lo tendré.
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